Se separaron y la señora Rodríguez le susurró al oido:

- ¡Estoy tan excitada, no lo puedo creer!

Usted no está caliente. Es su cuca la que está cachonda.

Se excitó mas cuando el muchacho habló de esa manera respecto a su vagina. Su esposo era una persona demasiado educada y nunca le hablaba cosas vulgares cuando hacían el amor. Ya decidida a seguirle la corriente le preguntó:

- ¿Tienes el huevo duro?

El le contestó:

- Tócalo tú misma.

En medio de la oscuridad, la mano de la mujer se desplazó hacia abajo, tocando la barriga del joven, y luego hacia abajo hasta que se encontró con algo muy duro dentro de los pantalones.

- ¡Dios mio! ¡Parece una piedra de lo duro que está!

- Tan duro como riel de ferrocarril, nena. ¿Lo quieres probar?

- No podemos. ¿Y si alguien nos ve? - susurró la señora.

Juan no le hizo ningún caso y comenzó a soltarse la correa con la otra mano para luego bajarse la cremallera del pantalón. ¡Se sacó el huevo al aire libre! - ¡Tócalo, puta!

Ella le rodeó el palo con la mano, apretándolo fuertemente y gimiendo de placer y deseo cuando lo sintió tan duro.

- ¿Nunca has probado uno así de duro, nena? – preguntó Juan.

- No. Nunca. Es tan grande y tan duro. - ¿Estás cachonda?

- Si. Bien cachonda. - ¿Sabes lo que hacen las putas? - Lo maman bien mamado, ¿me entiendes?

-Si- dijo ella con voz suave.

Juan le bajó la cabeza y le metió su duro pene en la tibia boca de la mujer. Cuando sintió como gemía ella mamándole la punta del huevo, le metió los dedos dentro de la cuca con fuerza. La tenía mojada.

- Okay. ¡Ahora lo vamos a hacer!!!

La señora Rodríguez ya sabía cuales eran las intenciones de Juan. Se dejó llevar como si fuera una puta barata de doscientos pesos. Se lo chupo y se tragó todo cuando el pene de Juan hizo erupción dentro de su garganta.

Cuando el primer rocío de semen tocó su boca, los músculos vaginales se apretaron fuertemente alrededor de los dedos de Juan dentro de ella y un orgasmo le invadió toda la cuca como un tren viajando a toda velocidad, parecido al Amtrak en el cual se desplazaban.

Continuará. Traducido por Marcos Urbina
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