Sammy sintió como toda resistencia se quebró y ahora una corriente eléctrica recorría por su columna hasta el medio de sus piernas, donde un calor insoportable mojaba sus ganas y su pantaleta. Totalmente sumisa a su propia excitación, Sammy dejó que sus brazos cercaran el cuello de ese hombre que la enloquecía, ahora ella era quien le besaba, quien demostraba su deseo invadiendo con su lengua el interior de la boca de Angel, los restos del sabor a vino que encontró la enervaron, quemaron toda consciencia y se dejó llevar...la curiosidad de sus manos buscaron el roce de la piel del pecho de Angel, desabotonó la camisa con una habilidad desconocida, sus dedos se entretejían con los vellos de aquel pecho duro, amplio, fuerte y cálido; se hicieron conocedoras de todo pliegue, de todo calor y de cada forma firme y excitante de ese dorso varonil, para luego continuar hasta la cintura, buscando el cierre del pantalón y cuando logró abrirlo, dudó sólo un instante para luego meter ambas manos en el calzoncillo y encontrar un pene duro, caliente, erecto y ansioso de más de aquellas caricias, aquellas manos tibias obraron delicias en ese miembro excitado, al grado de poner a Angel tenso, casi a punto de la eyaculación y haciendo un gran esfuerzo se contuvo, no quería terminar, aún no...esa pequeña diablilla sensual lo estaba haciendo perder toda cordura...
Completamente desnuda frente a los ojos de Angel, esa mujer era la viva imagen de Venus hecha hembra: ardientemente sensual, eróticamente excitante y suculento manjar que hacía del hambre sexual de Angel una tortura insoportable. Volvió a besarla pero ahora con prisa, pasando de su boca al cuello y del cuello a los pechos, de uno a otro, saboreando, besando, chupando, mordiendo...Sammy perdió toda inhibición y exigió más de aquellas caricias apretando la cabeza de Angel contra sus turgentes senos, escuchándose a si misma gemir de un placer loco; él dejó sus pechos aún hambrientos de más, mucho más de aquella boca que los despertó al deseo por primera vez. La boca de Angel siguió bajando, hasta encontrar el monte de Venus de Sammy, probó con su lengua la sedosidad de los vellos púbicos del sexo de Sammy, con su lengua hambrienta abrió los labios vaginales y saboreó la humedad que brotaba caliente, abundante y salina de la vulva femenina...quería más y atrapando sus nalgas la acercó y abrió sus piernas para poder penetrar más con su lengua en aquella cavidad sabrosa; un estremecimiento en Sammy le avisó a Angel del próximo orgasmo que se avecinaba, por lo mismo sus caricias se hicieron más profundas, quería beberla por completo y entre gemidos incontenibles de ella y la intención de él llegó aquél manantial ardiente hasta su boca.
Angel se levantó de pronto puso de espaldas a Sammy apoyándola en el respaldo de uno de los asientos y mientras con una de sus manos acariciaba los pechos de ella, con la otra hurgaba en su vagina para comprobar que aún seguía húmeda y lista para recibirlo. Paseo su pene por el medio de las nalgas de Sammy y la sensación que tuvo le dijo de la delicia que tendría al penetrarla por fin. Su pene erecto en toda su magnitud estaba listo para poseer a aquella mujer deliciosa y abriendo las piernas de ella se dispuso para penetrarla, en el primer intento la escuchó gemir de dolor y falló, luego con un poco más de calma volvió a intentarlo y ahora ella sollozó y gritó de dolor...¡Dios, no podía creerlo...era virgen, era su primera vez!
Continuará...
Es muy excitante tu relato. Antes te comenté algo sobre la anécdota de tu relato... lo precibo un tanto lineal y predecible. A la vez me cuestiono sobre los posibles valores y expectativas de la autora, explícitos en algunas imágenes. Por otro lado, creo que una escapada o un secuestro así no pareciera ser muy seductor que digamos... seguiré leyendo...