Una secretaría de unos veintiseis años se ve super colaboradora hasta inclusive no se da a respetar por su jefe, esta le gusta ponerse unas faldas apretadas que por las miradas le sientan bien al tener un cuerpazo de modelo bien porvista de unos voluminosos muslos, glúteos, piernas hasta senos que le encajan a las mil maravillas; con una estatura alta y de tez blanca con cabello largo color negro.

Cada vez, que le toma dictado el jefe al tenerla sentada frente a el, cruzadas y levantadas las piernas mostrado todo un mundo oculto nunca visitado por ningún hombre. Le pide que le sirva un trago ve, que se agacha para sacar hielo de la nevera que tiene la oficina, mostrando lo sexy de sus líneas naturales como exquisitas por devoción que lo enloquece al pararsele inminentemente todo su miembro varonil.

Cuando le acomoda sus libros al levantar las manos ve como se le para más de lo normal toda la zona de su propia rectaguardia al engrosarse más de lo acostumbrado por los efectos de las mismas medias femeninas.

Al estar doblada a cara frente a los ojos de su jefe no lo respeta para nada mostrandole físicamente los semblantes de sus ricos melones provistos que son los senos voluminosos que dios le proveio al crearla en esta caso como dice ella, rompieron el molde cuando yo naci y todo esto que ve es todo mío natural hecho por mis propias manos con mucho humor y risa proveniente de la misma secretaría de veinte seis años.