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Categoría: Transexuales

sandra sexxxy I

Hola, mi nombre es Sandra, actualmente tengo 23 años, mido 1.59 y peso 49 Kg. Soy blanca y de cuerpo bien proporcionado, la naturaleza me jugo una mala pasada ya que me dio un gran buen trasero parado y redondo (lo que me ha valido el apodo de Sandra sexy) y hombros chico de espalda angosta lo que acentúa mi cintura con las caderas, mis senos son pequeños pero redonditos y paraditos de talla 34 b, con bellos pezones rositas (eso me han dicho) y de piel suave; mis piernas siempre han sido gorditas lo q me hace semejar mas a una mujercita, aunado a que soy lampiña y mi carita es de rasgos femeninos, todo esto se ha acentuado gracias al proceso de feminización a través de hormonas (mi pene era demasiado pequeño); Desde muy chica comprendí que por mis características físicas, irremediablemente atraía a los hombres y caería en sus manos y no tardo en suceder. Cuando tenia ya 8 años mi mamá tenía mas de 2 años de enviudes y le daba gusto a los placeres, vivíamos en un vecindario y recuerdo que la primera vez que me encontré con mi destino.
Alfonso tenia 22 años, estudiaba medicina, era mi vecino, alto muy moreno y atractivo, siempre me espiaba cuando me bañaba, un día me dijo que mi trasero era de mujercita y que me iba a crecer mas, pero que el tenia el remedio y que consistía en que le mamara su pene y así se remediaba todo; yo que para entonces era objeto de burlas por mi abultado trasero y sabiendo que él estudiaba medicina le creí y acepté. Me llevo a su casa me puso debajo de su cama y el se puso hincado al borde de la cama (como cuando rezan) y saco su pene, el cual quedo enfrente de mi cara, era la primera vez que estaba frente a la verga de un adulto, era de buen tamaño, cabezona y negra, con su mano la pelo y me pareció muy fea oí que me dijo métetela en la boca, pero me dio miedo y le pedí que no la pelara para no verla tan agresiva.
Decidida a solucionar el crecimiento de mi trasero, le di un beso y sentí su sabor fresco y olor suave, mis labios tocaron el cuero suave y grueso que cubre el glande y al introducírmelo en la boca, entro la pura cabeza, Alfonso lanzo un profundo suspiro, instintivamente se la solté, él me grito síguele no la sueltes, así que la tome con mis manos, vi que por su punta salían unas gotas cristalinas y se las lamí, estaban muy babosas y espesas pero sabían muy rico, por fin me metí su pene a la boca y empecé a disfrutarla y si ahí estaba ya, como una putita mamándole la verga a su hombre; Alfonso, gozaba en extremo pues oía sus bramidos, luego empezó a meterla y sacarla de mi boca con mucha rapidez, yo aun sin comprender muchas cosas, dócilmente aceptaba los embates y mi lengua lamía la cabeza de la verga cada vez que entraba, mis labios lo aprisionaban y sentía los huevos que agolpaban mi mentón, el ritmo tomo mayor velocidad hasta que de repente se quedo quieto, me espante pensé que algo malo le ocurría, de inmediato sentí algo caliente de textura espesa y de sabor peculiar que entraba abundantemente en toda mi boca y garganta, quise escupirlo pero Alfonso (quien jadeaba) balbuceando me dijo que esa era la medicina, así que me la trague toda: después me dijo que le limpiara la verga con la boca y así lo hice con mis dedos le apreté desde la base hasta la cabeza su vena principal para sacarle todita la leche y se la deje bien limpiecita, ayudándome con mi ya mamadora boca y juguetona lengua.
Que rico estuvo todo esto, eres una buena chica y aprendes rápido, me dijo y lo tendrás que hacer seguido de ¿acuerdo? Si claro que si, respondí con entusiasmo
Alfonso me compraba dulces y me daba su medicina muy seguido, nunca se me quito el mal, pero aprendí a complacerlo, me envicie con su verga de tal manera que cuando oía que llegaba me metía debajo de su cama, lista para ordeñar a mi hombre y recibir mi exquisita ración de lechita calientita y fresca, conocí cada vena y cada centímetro de su verga; pronto me convertí en una experta, sabia hacerle las delicias de mamársela toda, chupársela por partes, lamerle la pura cabeza, los huevos y hacerlo venir de manera que disfrutara tanto él como yo, que con su propio semen se la embarraba con la lengua en toda la verga y tragármelo posteriormente, eso lo hacia aullar de placer.
Pero como siempre he tenido ese estigma de causar deseo en los hombres y ya que había aprendido, le daba gusto al pene de mis maestros, compañeros y amigos, cualquier lugar solitario, oscuro o lejano, era un buen pretexto para devorarme oralmente una buena verga.
Cuando tenia 12 años, y ya con un largo historial de vergas en mi boca. Alfonso me propuso desvirgarme, en mas dos ocasiones intento violarme en el baño, pero le dije que si lo hacia ya no se la mamaria y desistió, la verdad si me gustaba él pero yo todavía no quería; me había fijado la meta de entregarme a los 15 años y con el que yo eligiera. Así empezó mi vida sexual oral, aunada a que me gustaba vestirme de mujercita, pero realmente mi entrega sexual fue a los 15 años, pero esa es otra historia que contare en el siguiente relato.
Gracias.
Datos del Relato
  • Categoría: Transexuales
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