Sábado bien temprano salgo para ir a pagar el agua pero antes llego a la sede universitaria donde labora hoy día en persona Brooke aprovechando para recoger la falda de cuerina de saldo que le compre hace poco en que me informa que le queda todo bien pero que al subirse la cremallera nada de nada es que no sabíamos que el mismo material en la talla chica no funciona que vaina. Esperándome en el estacionamiento del sótano de la misma sede en su auto que viste chaquetita negra de manga larga con suéter verde agua claro de manga larga y cerrado hasta el mero cuello con pantalón jeans que le queda fabulosamente entallándose como ciñéndose sobre todo ajustándose igualmente moldeando los contornos corporales naturales de las bellezas de las piernas como muslos hasta vientre de ahí los glúteos y nalgas de Brooke con sandalias moradas de tacón alto.
Saludándola me entrega en mano el paquete en que silbo normal le hablo que atuendo tan primoroso, espectacular, fabuloso, atinado, deleitado, cautivado, seducido, incitado, atraído asimismo tenemos goloseado adicionalmente gozado pero disfrutado lleva puesto Brooke en vivo y a todo color. Le sonríe en que viendo por todas partes del mismo estacionamiento aprovechándose para desabrocharse el cinturón junto con el botón y bajarse el zipper mismo al quitárselo junto con el hilo dental dejándosela hasta los meros tobillos abriéndole las propias piernas en que apoyando ambos codos contra el respaldo del asiento y el otro en la columna del pilar izquierdo que yo extiendo y llevo la mano hacia su ingle acariciándola, sobándola, manoseándola, tocándola, metiéndola, hurgándola justamente en todos los labios vaginales los cuales los tiene practica y completa hasta absoluta y por supuesto enteramente flojos pero súper mojados, inundados, chorreados, endemoniados, calientes, excitados, incitados, provocados, deleitados, deseados, deliciosos, apetitosos, buenísimos, sabrosísimos, riquísimos, etcétera entre nosotros que en contacto la pongo inmediatamente soltando prendada a más no poder a tutiplén por doquier a jadearse como gemirse de las pasiones que la tienen consumida y colmada hasta bañadas hoy por hoy que con la cabeza puesta en toda la cabecera del asiento de conductora con los ojos cerrados en que me pone ambas manos sobre las mías controlándomelas y manipulándomelas hasta guiándomelas además metiéndomelas y para rematar incitándomelas a que continúe que está a punto de venirse por el atrevimiento y travesura que es objeto por parte mía en ese instante juntos y solos en el sótano del estacionamiento de la sede universitaria el sábado por la mañanita en que recojo la falda cuerina que le compre hace días para cambiársela por otra cosa en ese día en el centro comercial encontrándome el propio almacén cerrado por fiestas religiosas y mucho más al devolvérsela en la propia sede universitaria y mucho más.