¡Pero mira! ¡Qué cosa más rara y bonita!
En un jardín asoleado de una tarde placentera:
Una mujer muy hermosa, bien adulta y bien seria,
Ya riéndose contenta, echando una cana al aire
Tornando con tres amigas a correr desnudita
En el fresquito riego de un aspersor jardinero!
Ella que no se imaginaba tal juego
Al entrar con tres amigas en el jardín agradable
Sino que tropezaron sorprendidas con el aspersor
Ya encendido, poniendo en el aire sus gotas alicientes
¿Y dónde en todo el mundo habrán cuatro mujeres
Tropezando con el deleite de un aspersor rociando
En un jardín asoleado de una tarde placentera
Que no querrán echar una cana al aire
Y correr desnuditas durante quince minutos
En el rieguito eseando y destellante en frente
Y bailar, desnudas de pies a cabeza,
En lo bueno de su arco iris?
Así nuestra venusta y sus tres mayor amigas
Desnudas y contentas en el jardín muy privada
Las cuatro tornando de entrar en los chorritos
Riéndose, brincando las desnudas piernas
Chillándose al sentir la mordida de cien mil gotas frias
Sobre las desnudas espaldas y barrigas y senos
Bombando y trabajando las desnudas nalgas
Los desnudos senos bailando y temblando
La hierba muy mojada y deslizosa debajo de las pies
Las cuatro, con riéndo y compartiendo el riego
Celebrandose de estar muy muy vivas en este mundo
Los problemas cuotidianos ya aplazados con el juego
El largo de la tarde ociosa momentariamente olvidado
Las cuatro muy muy contentas, además, de ser hembras
Que, claro, que son las hembras del estirpe
Que sienten mejor los deleites del mundo
Tales como massajes y chocolates y champanita y besitos
Y los cosquillos exquisitos del nube fresquito
De aspersor encendido en jardín muy privada
En oásis norafricano asoleado y olvidado
Y si un riego le da gusto a cualquiera humana
Cuánto más es el gusto por la la mujer desnudita
Compartiendo con sus amigas tanto
Un jardín asoleado e una tarde placentera
Como también el soberbio desnudez mismo
Con todo su traviesito deleite y su vulnerabilidad
Así incluso nuestra magnífica muy regalada
Ella que meces há movió para robarle la Reina
De su rico esposo
Se ve ya venida La Sirena Despistada,
Y pasando otra tarde de ocio
En un jardín muy privado de oásis norafricano
Adulta y seria hija de buena familia
Jugando como una adolescente en un jardín encerrado
Por el gusto que le pueda tener
Sí, está muy contenta de estar viva
La Sirena adulta y cuerda
En este momento brincando las desnudas piernas
Con sus amigas
Y está muy contenta, desde siempre, de ser hembra
En este mundo
Una hembra de familia de hembras
Muy muy femeninas y regaladas
Pero, con eso, siendo regalada hija de buena familia
Crecida a no pavonearse desnuda sino
En momentos muy especiales
Se encuentra no muy contenta de estar
Desnuda en este jardín
Pero encontrandose desnuda de pies a cabeza
No obstante
Aguantando, pues
Compartiendo todo con sus amigas
Compartiendo con sus tres mayor amigas
No ya el desnudez ultrajosa
Y el antro verdiente y el riego bonito
Bajo el sol tan amable
Sino compartiendo también con sus amigas
Y con todas sus cincuenta nuevas hermanas de allí
Toda la vida exotica de concubina de harén
Eso ya desde hace once largos meces
Tras verse despistada del robo del esposo de la Reina
En mundo libre de club yatero y coches flamantes
--¡Todo harén al baño! --llamaron las ayas dos horas há, siempre sonando agudas palmadas de mando. Y con eso todas las cincuenta concubinas entraron desnudas y corriendo en la piscina de vadear del harén, donde las unas bañaron a las otras en gran y muy activo baño grupero hasta que cada nalga y seno y cadera y pelito de toda desnuda se mostrara muy bien limpia con jabón y agua y con el trabajo de todas por todas por todas por todas...
Y nuestra Sirena Despistada,
Puesta ya muy bien bañada
A hermosear desnuda al jardin encerrado
Acompañada esta vez con sus tres mayor amigas
Jardín en donde no la espera el esposo de otra
Sino fuentes agradables y flores pacíficas
Y conejitos a los pies
Y de arriba, los balcones y ventanas del dueno mismo
Muy amigo de la reina del club yatero
Ella de quien la Magnifica procuró robarle del esposo
El dueño a quien le encanta sobrever de sus alturas
Las vidas de los flores, y los conejitos
Y las concubinas de su harén
Mandadas por las ayas a entrar y salir
Del jardín en grupitos desnudos
Grupitos desnudas encontrando nada por hacer
En el jardin sino a vaguear quietamente
Mirando ya por otra hora las flores y conejitos
Y fuentes del jardín encerrado
Tal vez platicando si alguna tema se les ocurra
En el ambiente sonoroso
Bajo las balcones del dueño
Las desnudas, muy bañadas nalgas flexionando y
Balanceandose con cada paso perezoso
Incluso cuando parradas quietas, platicando
La destellante luz del dia y las suaves sombras de hojas
Moviendo pacificamente con las brisas
Haciendo destacar las redondas lineas nalgueras,
Y todas las curvas femeninas
De quietas mujeres desnudas de pies a cabeza
Aguantando hora con hora
Bajo el ver de los balcones en alto
Y tal vez, enhorabuena de una tarde placentera
Tal vez las espere en el jardín una sorpresa bonita
Para ayudarles a matar brevemente al ocio
Un regalito mandado montado de parte del dueño mismo:
El deleite de un aspersor encendido
En el riego de lo cual puedan jugar riendose de verdad
Ya, por un rato breve, no más con las desnudas brazos cruzadas,
Las desnudas nalgas quietas
Sino moviendo contentas y emocionadas
Cuatro desnudas echando una cana al aire
Riendo y chillandose desnudas en las gotas fresquitas
Bombando las nalgas desnudas
Haciendo bailar los senos desnudos
Con todo, degustandose de verdad
Compartiendo con las desnudas amigas
En un jardín asoleado de una tarde placentera
Haciendo una escena más rara y bonita
Bajo el ver de los buenos balcones del dueño.
[A continuar...]