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Mi nombre es Rosario, estoy por cumplir 49 años, mido 1.60, peso 52 kg, de cabello negro, bonitos ojos grandes y claros, mi cuerpo, bueno llama bastante la atención sobre todo por mis tetas de copa 110 naturales; mi trasero no es de ese tamaño, pero es duro y bien formado, están duro producto del ejercicio diario. Llevo 30 años de casada y siempre he sido una mujer muy infiel, a pesar de que él me da todo el ser infiel es algo que no está en mí, simplemente no puedo controlar mis deseos de tener sexo con otros hombres, inclusive he llegado a pensar que soy ninfómana.
El día en cuestión mi marido me invito a comer, me llamó a las 11 de la mañana para que me arreglara pues pasaría por mí las 13:00 horas, a lo que gustosa acepte e inicie el proceso de embellecimiento. Llego la hora y ahí estaba mi marido con la boca abierta de verme, con aquel hermoso vestido color rosa de escote discreto, y el cual quedaba bastante corto bajo, lo más atractivo es que fiel a mi costumbre iba sin sostén y lucia de manera impresionante mis pezones, los cuales resaltaban mis bellas y enormes tetas, a lo que mi marido simplemente me dijo: «estas radiante, que suerte que seas solo mía». Por lo que una sonrisa a mi interior le decía, pobrecito mi amor, si supieras la cantidad de hombres que han gozado de tu mujer.
Una vez en el restaurant era un lugar elegante y de buena comida. Yo, como siempre me excitaba de sobremanera de sentir las miradas sobre mi cuerpo y el morbo que con ellas venia, me gustaba sentirme el objeto del deseo de tanto hombre y saber que tenía el poder de llevarme a la cama el que yo quisiera, realmente estaba cachonda y eso no podía terminar bien. Había pedido ya mi marido una botella de vino tinto, cuando me percato que a unas 4 mesas de distancia se encontraba un viejo amigo follamigo , con el que había compartido deliciosos momentos y que por motivos de trabajo de él ya hacía tiempo de no tenerlo en mi cama; empezó con sus coqueteos, situación que por supuesto respondí, ya que si algo me caracteriza es ser una mujer sumamente coqueta y ligera. Me hizo señas de que fuéramos al baño y pues la verdad, ¡Quién soy yo para negarme! Fingí recibir una llamada a mi teléfono móvil y me aleje discretamente rumbo al baño, recorrí unos 20 metros los cuales me parecieron 200 debido a las múltiples miradas que poco les faltaba para desnudarme, situación que me puso aún más ardiente de lo que ya me encontraba, cuando entre en el baño ahí estaba él, un hombre de 45 años, bastante bien parecido y que se comportaba como un toro a la hora de hacerme suya. Como una hembra en celo inmediatamente me colgué de él y lo devore a besos, mientras él con dos manos me levantaba el vestido por la parte de atrás y tomaba las nalgas, me voltea y me deja pegada de espaldas a él, por lo que pude sentir su delicioso paquete, mientras él magreaba mis tetas con una mano y tomaba mi coño con la otra, cuando me dice: «perrita te tengo una sorpresa, te va a encantar, cierra los ojos», nunca imagine cual sería la sorpresa, cuando abrí mis ojos vi delante de mí dos camareros y dos empleados de limpieza del local tocándose su entrepierna y listos para disfrutarme, eran cuatro muchachos cuya edad no pasaba de 21 o 22 años, será delicioso, pero debemos apurarnos ya que mi cornudo marido esperaba en la mesa les dije. Inmediatamente sacaron sus pollas y yo empecé a chupar de uno en uno, dos eran bastante ordinarios, pero uno media fácil unos 20 cm de largo y unos 5 o 6 de ancho, una delicia, mientras el otro estaba algo pequeño, abajo del promedio, pero aquí importaba la cantidad, no la calidad. Cerraron el baño con el letrero de que estaban limpiándolo por lo que estaba tranquila gozando de mis 5 amantes, chupando como una verdadera actriz porno, mientras David, mi amigo que había organizado el festín se acercó y dijo: «esta zorra es mía y yo la estreno», me levanto el culo, hizo a un lado del tanga de hilo que llevaba puesto y sin decir nada me la metió y como estaba mi coño encharcado me la metió de un solo golpe e inicio su mete saca, su deliciosa polla me estaba entraba toda, la sentía tocar fondo pero no podía gemir como me gusta por estar en un lugar público y por estar chupando aquellas pollas de mis nuevos amigos, estaba con el de la polla más pequeña cuando de pronto empecé a sentir que se arqueaba, y empezó a derramar leche dentro de mi boca, traía litros ese joven, se notó que llevaba bastante tiempo de no vaciarse, trague lo que pude y lo demás cayó al suelo, o eso creía yo. El de la polla grande se acostó en el suelo y me pidió que lo cabalgara, por lo que de inmediato accedí, como ya David me había abierto el coño fue sencillo tragarme entera esa enorme polla, me entro de un solo golpe de manera muy fácil, uno de los otros niños tocaba mi culito con sus dedos y lo ensalivaba, sentía como metía uno, dos y en veces hasta tres dedos, que fue cuando ya no aguante más y le ordene que me follara por el culo, a lo cual obedeció de inmediato, lamentablemente como a la cuarta metida inicio a derramar su leche dentro de mi culo, sentí toda esa descarga de leche inundar mis entrañas, saco su polla y se disculpó diciendo que era su primera doble penetración. Para mi suerte la que estaba cabalgando era un ejemplo de durabilidad, David se posiciono detrás de mí y dijo: «haremos algo que tengo ganas de hacer y solo una zorra como tú me lo puede conceder, te meteremos dos juntas en tu coño zorra». Escuchar eso me puso como una verdadera loca, me sentía fuera de mí, estaba totalmente entregada a los placeres del sexo, sin batallar nada, estaban David y ese otro muchacho fallándome por mi coño al mismo tiempo, fue mi primera doble penetración por el coño. El otro joven que aún no se corría dijo que tenía una idea mejor y que intentaría meterla por el culo, !no podía creer que tuviera tres pollas dentro de mí al mismo tiempo! se colocó y se acomodó como pudo, y de una manera muy fácil su polla se deslizo dentro de mi dilatado culo, ahí estaban 3 machos fallándome al mismo tiempo, esa era mi primera triple penetración y me prometí a mí misma que no sería la última, era delicioso yo me corría como una perra. Los otros dos jóvenes que ya se habían vaciado al ver tal espectáculo volvieron a tener una espectacular erección y acercaron sus pollas para que los chupara, tenía 5 pollas dentro de mi cuerpo, y sentía que quería más, estaba totalmente fuera de control, y lo más excitante, mi marido esperaba afuera para comer. No duro mucho mi deliciosa triple penetración, ya que producto de la fricción quien me penetraba el culo derramo su leche dentro de mí, la saco y la acerco para que la dejara limpia y reluciente, en eso David y el otro chaval de la enorme polla también la sacaron y buscaron mi cara para descargar sobre él, fue una verdadera lluvia de leche, sentía que del culo escurría leche y ahora también mi cara estaba todo lleno de leche masculina. Creí que había terminado cuando el nene de la polla pequeña me dice: «ni lo pienses golfa, te la voy a meter», pues que esperas le dije. Según él me estaba follando, pero la verdad es que yo no sentía nada, hasta que se la saco y volvió a descargar sobre mi cara. Salieron los 4 empleados con una cara de satisfacción que no podían ocultar, David me ayudo a limpiar mi cara y que no se notara la leche que habían descargado en él, me acomodé el vestido y salí de ahí preocupada por el tiempo que había hecho esperar a mi marido. Llegue a la mesa, le explique lo sucedido, y el cómo siempre creyó mis palabras y lo bese apasionadamente, los mismos labios que recién habían besado 5 pollas diferentes y saboreada leche de cinco machos, ahora besaban a mi cornudo marido. Se queda viendo mi vestido y me dice: «cariño, mira de que te has manchado», y con sus dedos quita de mi vestido un pequeño rastro de leche de alguno de mis amantes, reaccione de inmediato y le explique que era gel anti-bacterial, que seguramente se había caído al momento de lavar mis manos. Notaba como David desde lejos me seguía con una mirada lasciva, los camareros que habían disfrutado de mi pasaban y me lanzaban una mirada y sonrisa de complicidad que afortunadamente mi marido nunca detecto.
Terminamos de comer y salimos del lugar, creí que iríamos a la casa, pero mi sorpresa fue que se había dado una tarde libre para estar juntos, y nos fuimos rumbo a un centro comercial, donde seguí con mis coqueteos y movimientos sexualmente sugerentes, notaba como captaba la mirada de la mayoría de los hombres ahí presentes, y como a algunos de ellos las mujeres que iban con ellos les reclamaban su actitud hacia mí. Decidimos entrar al cine, estábamos ahí en la fila cuando siento una mirada, era de un jovencito de unos 18 o 20 años, el cual no dejaba de mirar mis tetas, y mis pezones se endurecieron de inmediato, el encanto se rompió cuando una niña que seguramente era su novia, lo cogió y se lo llevo de ahí.
Entramos a la sala, estaba algo llena ya que la película era un estreno muy esperado, nos sentamos y cuando volteo hacia mi izquierda ahí estaba él, el mismo niño que afuera de la sala me había desnudado con la mirada, ahora estaba ahí, a escasos centímetros de mí. Yo lo veía con el rabillo del ojo y notaba como recorría mi cuerpo de arriba a abajo con su mirada. Habían pasado unos 20 minutos del inicio de la película, cuando decidí empezar a rozar su pierna con la mía, al principio noté sorpresa en él y mucho nerviosismo, poco a poco eso fue cambiado hasta que se atrevió de manera muy discreta estaba el tocando mi pierna y esa era la señal que yo estaba esperando. Me puse de pie y le dije a mi marido que necesitaba ir al baño, le hice una pequeña señal a aquel jovencito de que me siguiera, lo cual llevo a cabo a los pocos minutos, esto para no levantar sospecha en su novia, que estaba muy atenta a mis movimientos, seguramente algo sospechaba. En cuanto salimos de la sala lo bese, cogí su mano y la puse sobre mis tetas, el reacciono besándome de manera muy apasionada, sentía su lengua recorrerme con ese beso que le estaba dando, nos movimos de ahí y entramos a la primer sala que encontramos, para nuestra suerte está prácticamente vacía, nos fuimos a la parte más alta y ahí le baje el pantalón, y me lleve una muy grata sorpresa ya que tenía para mí un enorme polla de unos 24 cm y muy, pero muy grueso, tan grande que el del mesero del restaurant, no le llegaba al de mi nuevo amante. La metí en mi boca y comencé a succionar como solo yo lo sé hacer, y con la experiencia de tantos años de golfa. El me tocaba, desesperado, le levanto el vestido y me dijo que no aguantaba más, que necesitaba metérmela, por lo que me senté sobre él y su gran polla se fue introduciendo poco a poco en mi coño, no pude aguantar y yo me corrí como una perra, estaba muy cachonda, tanto sexo en el día me tenía muy caliente. Sin sentir solté un par de gemidos, estaba cabalgándolo con los ojos cerrados, cuando siento que alguien se acerca, reaccioné y tenía delante mío un par de hombres, ya mayores con sus pollas en la mano, la verdad no estaban para nada atractivos y se los hice ver, pero dijeron que o los atendía o informaban al vigilante lo que hacíamos, por lo que no me quedo más que hacer uso de mi bien educada boca y sus artes orales, mi chaval me follaba con su enorme polla mientras este par de oportunistas disfrutaban de una deliciosa chupadas. Para mi fortuna el par de hombres estaban tan calientes que muy rápido terminaron, vaciaron ambos y casi al mismo tiempo su leche dentro de mi boca, solo sentí uno o dos chorros caer sobre mis tetas, lo demás lo tragué con asco. Se retiraron y me dijeron: «ves golfa, nada te costaba hacernos gozar», se fueron y yo seguí cabalgando a mí chaval, cuando se fueron me volteo y me puso de perrito inclinada, me dijo que si podía metérmela por el culo, a lo que respondí que se estaba tardando en meterla por ahí, tenía miedo de sentir esa gran polla en mi culo, pero a la vez tenía muchas ganas de tenerlo dentro de mi culo, puso poca saliva en mi culito y empezó a meterla, al principio sentí que me partían en dos, pero ya una vez adentro mi culo se fue abriendo y lo recibió con enorme placer, llevaba como 2 minutos dándome por culo cuando me dijo que se quería correrse dentro de mí, ahí donde estaba, le dije que no tenía que pedir permiso, que solo se vaciara y ya! Lo hizo, sentí varias descargas de su leche dentro de mi culo, sentía tanta leche dentro de mí, que no parecía leche de un solo tío. Terminamos, me acomode el vestido y volvimos a nuestra sala, cada quien, por su lado, como me gusta después de saborear leche de otros, bese a mi marido, y escuche como la novia de mi amiguito nuevo le preguntaba que, si había ido con la zorra esa, refiriéndose a mí. Situación que lejos de molestarme, me lleno de placer. Antes de terminar la película, yo escurría leche de mi chavalito por el culo, sentía que todos me veían escurrir, pero era excitante a la vez.
Ya en el coche me dice mi marido que para cerrar el día tan placentero que estábamos pasando, me invitaba a un club nocturno, por mi cabeza pasaron mil ideas, sin entre la comida y el cine ya había follada de 8 hombres, que no iré a hacer en un club nocturno. Pero le dije que tenía que ir a casa a darme un baño, obvio ya requería limpiar la huella de tanto amante de mi cuerpo, necesitaba asearme, me fui directa para la ducha y me metí los dedos en el coño para limpiar tanta leche que tenía.
Termine y ahí estaba yo lista para irnos al Club, llevaba un vestido negro, entallado, muy corto y muy escotado, lucían imponentes mis tetas y mis piernas y trasero se veían bastante apetecibles gracias a mis tacones de aguja de 12 centímetros, de nuevo iba sin sostén y ahora la novedad es que decidí, tampoco usar tanga, prefería que el chocho se fuera refrescando
Llegamos al lugar, era el de moda en la ciudad por lo que estaba lleno, muy lleno diría yo, en su mayoría de jovencitos de entre 25 y 35 años, mucha carne disponible para mí y mi desenfrenada lujuria. Tan solo entrar al lugar en el trayecto a la mesa sentí no menos de 5 manos que de manera simulada tocaban mí culo, con eso fue suficiente para desatar mis deseos. A mi marido no le gusta bailar, pero le agrada verme hacerlo, por lo que siempre acabo bailando con desconocidos y el plácidamente viéndome de su lugar, tomando cerveza. Esa vez no era la excepción, él se negó a bailar, y consintió que lo hiciera con un chaval que me invito, nos unimos a un grupo de estaba de fiesta y ya algo bebidos jóvenes que bailaban entre ellos, eran 5 o 6 y solo yo de mujer, mi mente inmediatamente me imagino teniendo sexo yo con esos alocados jóvenes. Estábamos ahí bailando música electrónica, yo en medio de ellos y se turnaban para bailar conmigo, así como también para de manera discreta tocar mi culo, yo creo que a esas alturas ya me habían tocado todos, y cada vez era más intenso y menos sutil el manoseo, me preocupaba que nos fuera a ver mi marido. Durante una de las canciones que era tipo reggaetón yo me inclinaba ligeramente al ritmo de la canción y sentía como bajo pretexto del baile arrimaban su paquete a mi trasero, me tenían muy excitada ya. En un momento de lucidez, fui donde mi esposo, mi sorpresa fue que estaba totalmente bebido y al borde de quedarse dormido, me sentí liberada de verlo así, ya podía dar rienda suelta a mis deseos sexuales. Cuando volví ya habían llegado 3 más, los conté y eran 10 chavalitos, ya totalmente desinhibidos por el alcohol que habían consumido, el mayor de ellos no podía tener más de 25 años, me veían de arriba a abajo, bailábamos cada vez de manera más erótica, y los magreos cada vez eran más descarados. Cuando uno de ellos se atrevió a meterme la mano debajo del vestido les dice totalmente sorprendido: «Ey esta vieja no trae nada abajo, se me hace que anda buscando porque su viejo ya se durmió de borracho», dos de ellos quisieron comprobar que no llevaba prenda interior y yo gustosa permití que lo hicieran, llega otro más que no había visto y les dice que ya tiene el privado en la parte de arriba listo para irnos todos ahí, les dije que no podía dejar ahí a mi marido, a lo que el mismo respondió que eso estaba arreglado, que lo iban a acostar a dormir en el privado, me dijo: «no te preocupes chula, tu solo danos placer y nos encargamos de lo demás», cuando termino me dio fuerte y apasionado beso que me hizo arder en deseos.
Subimos al privado, era un cuarto de unos 10 mts por 10mts, ahí había un sillón grande y una pantalla que cuando entramos tenía una película porno reproduciendo. Ahí estaba yo, algo mareada, con 11 hombres algo bebidos y deseosos de follarme, jóvenes todos, impetuosos y calientes, no me quedaba opción, tenía que darles placer. uno de ellos ya la tenia fuera y se estaba tocando viendo la porno que estaba ahí, me acerque y empecé a chupársela lentamente, uno de ellos gritaba, «esta zorra viene ardiendo» estaba agachada chupando cuando sentí detrás mío que me abrían las piernas y con la lengua me daban placer en coño y el culo, me chupo un poco, abrió con sus manos mis nalgas y escupió un poco de saliva en mi culo, apunto su polla, y de un empujón y sin avisar me la metió, sentía como salía uno y entraba otro, se turnaban para metérmela, unos por el culo otros por el coño, mientras yo tenía a dos dándoles unas buenas chupadas en sus pollas. Así estuvimos hasta que uno de ellos me agarro y me puso a cabalgarlo, me sentía totalmente usada, ya que no decidía nada, ellos hacían conmigo lo que querían, me tenían como su puta, una verdadera golfa. Estaba cabalgándolo cuando siento otro de ellos entrar por el culo, de nuevo tenía dos pollas dentro mí, yo ya estaba fuera de control, solo me dejaba llevar por el ímpetu de aquellos 11 muchachos. Los dos jóvenes me la sacaron para dar paso a otros dos que ahora me follaban de manera conjunta, mientras chupaba una tercera y acariciaba una con cada mano, así se fueron turnado cuando se acuesta uno de ellos y me dice, «móntate pero que te entre por el culo» por supuesto que lo hice, estaba montada con una polla en mi culo cuando siento que otro empieza a apuntarme una segunda polla en mi culo, me quise quitar, pero no me dejaron, «eso querías puta, y eso te daremos» me dijo uno de ellos, después de tanto ensalivar y de tratar que entrara por fin entro, sentía que me partían en dos, no sabía si era placer o dolor, pero estaba por perder el conocimiento, estaba recibiendo mi primera doble penetración anal, y me estaba encantando! De pronto un orgasmo como nunca había tenido recorrió mi cuerpo, había tenido el mejor orgasmo de mi vida, y como no si tenia dos pollas en mi culo! «Sabíamos que eras una perra desde que entraste y lo comprobamos cuando vimos que no llevas ropa interior zorra» , era parte de las frases que escuchaba en esos momentos, pero lo único que deseaba era seguir recibiendo pollas, quería más y más a la doble anal, siguió una doble por él coño y después tuve mi segunda triple penetración de mi vida y del día, en momentos sentía que no podía más, pero esta ocasión el vicio podía más que la razón. Mientras tenía 3 pollas dentro de mi cuerpo, dos de los que ya me habían follado de todas las maneras posibles acercaron sus pollas a mi cara y descargaron su leche sobre mí, me sentía una verdadera puta, teniendo 3 adentro y recibiendo una doble descarga en mi cara, los 3 que me follaban se salieron ya casi para terminar, apenas alcanzaron a colocarse para inundar mi boca uno de ellos, el otro dentro de mi culo y uno más sobre mis hermosas tetas, pero aún faltaban 6 que estaban ardiendo y con ganas de seguir la fiesta.
Iba a limpiarme un poco, cuando me dijeron que no, que así estaba mejor, que me veía más puta llena de leche y recibiendo más polla, y la verdad me excito la idea. Sobre el primero que encontré me senté sobre él, y después llego otro a metérmela en el culo, de nuevo tenía dos adentro, la leche de mi cuerpo escurría sobre el chaval al que cabalgaba, situación que lo calentaba muchísimo ya que yo notaba como mientras me besaba aprovechaba para probar toda la leche que sobre mi cara y tetas habían dejado sus amigos, fue algo caliente que hiciera eso. Estos dos estaban ya tan cachondos que se corrieron demasiado pronto, ambos dentro de mí, sus corridas se habían quedado en mi interior.
Mientras mi cornudo marido dormía plácidamente en la habitación contigua, yo me divertía con estos 11 sementales y aun me faltaban 4 de sacarles su leche. Por lo que les pedí, ahora yo lo pedía, que de nuevo quería 3 dentro de mí, pero esta vez quería doble anal y una por el coño. Así lo hicimos, ya era algo fácil ya que mi culo y mi coño estaban ya bastante lubricados y ya entraba cualquier cosa que quisieran meterme, estaba con mi tercera triple penetración del día y chupaba una cuarta, tenia 4 machos para vaciar delante mío, la verdad estaba ya tan mojada que entraban y salían con una facilidad increíble, a tal grado que en momentos yo no sentía ya que me estuvieran follando y tenia 3 pollas ocupando mis dos orificios!!! La fricción hizo que los que me follando por el culo terminaran casi al mismo tiempo, me inundaron de leche, dos pollas se vaciaban dentro de mi culo al mismo tiempo! era algo único, algo delicioso! Y fue algo tan excitante que al que se la chupaba al ver eso soltó sus corrida dentro de mi boca, de nuevo trague lo que pude y gran parte cayó sobre mi cara y mis tetas. El que aún me follaba al verme escurriendo leche de mi culo y con mi cara y tetas llenas de leche no aguanto más y se corrió sobre mi vientre. Me sentía agotada, no podía más, sentía mi culo tan abierto, como nunca lo había tenido y como no, me habían follado 17 hombres a lo largo del día, y había tenido mi primera doble penetración anal! Sin lugar a dudas había sido un día muy productivo. Ya estaba por limpiarme y vestirme cuando se acerca el joven que había probado la leche de sus amigos, y me pidió permiso para recorrer mi cuerpo, mi culo y mi coño con su lengua, situación a la que por su puesto accedí y el pues disfruto probando la leche suya y de sus amigos.
Salí del privado ya eran cerca de las 5 de la madrugada y fui en busca de mi marido, y ahí estaba el dormidito como un angelito, totalmente borracho ni cuenta se había dado que, en la habitación contigua, si mujer había estado con 11 jóvenes. Lo levante y lo lleve al coche, mis amigos me ayudaron a cargarlo, lo subieron, le sujetaron el cinturón de seguridad y antes de irnos claro que les deje mi número de móvil a los muchachos y les dije que cuando se les ofreciera de nuevo, yo encantada, ellos amenazaron con conseguir más para un segundo encuentro, me excito la idea.
Llegamos a casa, me duche rápidamente y limpie las huellas de mis amantes, mi marido seguir borracho y dormido. En la mañana cuando despertó, estaba muy preocupado, y me ofrecía disculpas porque la noche anterior se le pasaron las copas y se había dormido, dejándome con ganas de follar. Hacia mis adentros me dije, si supieras cabrón, que ayer fue el día que más a follado a tu esposa infiel, 17 me follaron .Y este es solo uno de mis días de esposa infiel, soy como el viento, de todos y de nadie, amor a mi marido, nunca lo dejaría, pero siento mucho deseo por ser follada por otros hombres.
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