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Categoría: Infidelidad

Rosalba y su esposo cornudo viven experiencias sexuales de lo más loca

De vacaciones en Mazatlán, estaba con mi esposa Rosalba, 40 años de edad, llenita; de piel blanca, con unas nalgas y unas tetas hermosas, muy pequeñas, su aureola es un anillo rosadito que rodea al pezón, eso si muy grandes como de centímetro y medio, pelo castaño corto y unos labios delgados, un trasero grande y piernas torneadas.

Nuestra vida sexual ha cambiado por completo desde que descubrí que me engañaba con un compañero de su trabajo ( ella es secretaria en un periódico) no le dije ni le reclame nada simplemente descubrí que eso me ponía al millón de excitado, sobre todo cuando llegaba tarde a casa, regularmente ella sale a las seis de la tarde pero en ocasiones me llamaba diciéndome que se quedaría capturando las notas después de la hora de su salida, cuando eso sucedía, llegaba regularmente a las diez u once de la noche, cansada sin ánimos de estar conmigo, se dirigía a la recamara, se desnudaba y se metía a la ducha, yo impaciente acostado en la cama viendo televisión me tocaba la verga imaginándola en brazos de otro hombre, al día siguiente la misma rutina, temprano a las siete de la mañana preparaba el desayuno, se bañaba , se arreglaba y salía al trabajo, como yo entraba más tarde que ella, esperaba a que se alejara en su auto y con el corazón latiéndome a mil por hora subía al baño de la recamara, hurgaba dentro del cesto de la ropa sucia y sacaba sus pantis sucias, me iba a la cama y ahí me masturbaba oliéndolas, cabe mencionar que ahí me di cuenta que algunas veces sus pantis olían a semen, eso no me llamo la atención al principio ya que el olor a sudor de su vagina me extasiaba demasiado, es una costumbre que adquirí desde pequeño cuando descubrí a un primo oliendo las pantis de su mama o sea mi tía, el me invito a hacer lo mismo, por curiosidad más que nada le tome la palabra, aclaro que para mí era un olor desagradable, pero con el paso de los días y con las caricias que yo mismo me propinaba en la verga y los consejos de mi primo sobre como explorar mi cuerpo le comencé a tomar gusto, y ese olor desagradable conjugado con las morbosas imágenes de mi tía que mi primo se encargaba de alimentar en mi cerebro fue convirtiéndose en el más fino perfume que pudiera existir, a tal grado que ya nos masturbábamos juntos rolándonos las pantaletas de su mama, imaginándola desnuda tocándose la panocha acostada en su cama, o desnudándose en el gimnasio aventándole las pantis a la cara al instructor, y metiéndose a bañar en las regaderas de los hombres para ser poseída infinidad de veces por los fortachones que ahí asistían; los días que más disfrutábamos era cuando iba al gimnasio ya que las dejaba más olorosas que de costumbre y con mucho flujo vaginal al igual que cuando eran sus días fértiles o su menstruación, eso nos volvía locos ya que en lo personal me encantaba ver sus pantaletas manchadas de sangre; era día de fiesta entre mi primo y yo cuando encontrábamos en contadas ocasiones alguna tanga en el cesto de ropa sucia del baño y eso sucedía cuando salía a alguna fiesta o con sus amigas de paseo ya que mi tía es divorciada. Pero, por lo regular siempre usaba bikinis muy sexis transparentes o de encajes, total era la depravación en su máxima plenitud ya que las dejábamos totalmente mojadas de nuestro semen, tan solo ver la cara de degenerado de mi primo oliendo la entrepierna de los bikinis de su mama era un morbo tremendo, inclusive me llegaba a quedar a dormir en su casa y al día siguiente sobre todo los fines de semana nos dábamos el festín morboso de nuestras vidas; tan fuerte fue mi afición a sentir el olor de una vagina que ya más grande de edad a mis novias acostumbraba a meterles mano en su linda cosita tan solo para deleitarme oliendo mis dedos , provocándome tremendas erecciones. Mi incursión en la sumisión y el voyerismo iniciaron cuando conocí a una mujer divorciada una hermosa madura mucho más mayor de edad que yo de nombre Blanca, ella me sumergió en los placeres del erotismo a través de mis cinco sentidos, ya que supo como hacerle para que yo me enamorara de ella y hacerme su esclavo sexual, en ocasiones solos en su casa, ella se tumbaba en el sillón de su sala y se abría de piernas y me llamaba, yo muy sumiso me hincaba y ella tomaba mi cabeza y acercaba mi cara a su entrepierna y así me mantenía para que yo aspirara sus deliciosos olores que emanaban de su vagina, después me retiraba y me ordenaba sentarme enfrente de ella para que la viera como se masturbaba, mientras yo hacía lo mismo, otras veces nos citábamos en alguna plaza comercial pero me prohibía acercarme a ella, ya que Blanca también citaba a algún amigo a tomar algún café o simplemente la acompañaban, yo la seguía de lejos y veía como se desvivían en atenciones hacia ella, y Blanca les coqueteaba contoneando su hermoso cuerpo para que admiraran su belleza, eso a mí me molestaba pero a la vez me generaba morbo al verla como se comportaba con otros hombres; después de eso nos íbamos a su casa y dábamos rienda suelta a nuestros placeres sexuales, me gustaba tomarla en la posición del misionero y pasar uno de mis brazos por debajo de su cuello y abrazarla, pegaba mi boca a su oreja y mientras la bombeaba le decía al oído, lo mucho que me calentaba verla con otros hombres, que me gustaba que se portara como una puta.

-me gustas Blanca, me gusta verte con otros hombres, haces que se me pare la verga

– si mi bebe, si, a mi me gusta que me veas y que veas lo puta que soy, te gustaría que otros me metieran la verga?, ¿qué acariciaran mi panocha y me besaran las tetas?

– si mi vida, quiero ver cómo le mamas el pito a otro hombre, eso me excita, dime Blanquita, dime cuantos te han cogido antes que yo, ándale cuéntame quien te desquintó

– si mi cielo, fue un hombre ya maduro como de 45 años cuando yo tenía 17 y trabajaba en una farmacia de dependienta, ahí lo conocí porque seguido llegaba a comprar condones, mi curiosidad hacia el comenzó a crecer y siempre trataba de hacerle platica ya que para decir verdad, me sentía atraída por qué me parecía muy atractivo así pasamos varios meses hasta que un día me invito a salir y yo con gusto acepte, te aclaro mi amor que en ese entonces yo no sabía nada sobre sexo, solo lo que escuchaba de las demás empleadas que a veces comentaban entre ellas sus aventuras o como se las cogían sus esposos, pues bien, dicen que tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe y en una de esas ocasiones todo se fue dando, solos estacionados en un mirador de la ciudad me comenzó a besar y yo le correspondía, su lengua me quemaba en mi boca ya que su experiencia se notaba a leguas, poco a poco me fue seduciendo hasta llegar a tocarme más atrevidamente, sus manos se deslizaban por mi blusa desabrochando los botones y poco a poco fue acariciando uno de mis pequeños pechos, mientras lo aprisionaba con sus dedos me besaba, luego sin dejar de besarme tomo mis dos manos y las coloco detrás de mi cabeza y las sujetó con la mano derecha y nuevamente con la mano izquierda volvió a darle atención a mis pechos, yo quise resistirme pero apretó mis manos para que no las bajara, yo comenzaba a excitarme ya que jamás había sentido tan grata sensación, luego bajó su mano por mi vientre hasta mi entrepierna y me dio un fuerte apretón que me arranco un leve gemido, pero reaccione y le dije que me dejara, la verdad me estaba muriendo de miedo y a la vez de excitación, el me miro a los ojos y me dio un beso suave.

-está bien Blanca no pasara nada, gracias mi vida por dejarme disfrutar de tu piel.

-perdóname, soy una tonta, le dije y lo jale hacia mí para corresponderle a sus besos, el sin decir más encendió la camioneta y me llevo a la casa, a partir de ahí solo fueron besos nada más, pero él ya había encendido la llama de la lujuria en mí, cada vez que salíamos dentro de mi había una mujer que pedía ser acariciada de la manera más salvaje que se pudiera y siempre terminaba con mis pantaletas muy mojadas, una noche que me invito a cenar , en vez de llevarme al restaurant enfilo a la carretera y me llevo a una ciudad cercana a media hora de ahí, yo iba asustada y le preguntaba a dónde íbamos y el solo me decía que a hacer un negocio que regresaríamos rápido para eso eran como las nueve de la noche y yo solo tenía permiso de llegar a las diez a la casa, al llegar al poblado nos enfilamos hacia un motel a las afueras de ese pueblo, imagine lo que planeaba ya que llego a la entrada y pidió una habitación, ahí comencé a llorar y le pregunte de que se trataba que por que estábamos ahí.

– que onda a donde vamos, regrésate por favor, yo no voy a entrar, por favor regrésame a mi casa

-tranquila Blanca, tranquila, solo será un rato, te prometo que si no te gusta nos regresamos

-estás loco? yo jamás te dije que quería llegar a esto, si no te regresas aquí me bajo.

El me jalo del brazo y me dijo: – ya te dije que no va a pasar nada solo quiero que estemos solos un rato nada mas

– Y para que aquí si podemos estar solos en otro lado, que piensas que soy una puta o que ¡

No hizo caso y dirigió la camioneta a la habitación 44, ahí se estaciono en la cochera y bajó el portón eléctrico.

-ven Blanquita no te asustes solo estaremos un rato.

Yo me bajé con lágrimas en los ojos suplicándole que no me hiciera daño, el me tomo de la mano abrió la puerta de la habitación y me hizo pasar por delante de él, una vez los dos adentro cerró la puerta y encendió las luces, me abrazo por la espalda y comenzó a besar mi cuello, sentí sus labios en mi oreja y me dijo: – tranquila Blanquita no te hare daño, solo relájate, además yo te amo, eres mi adoración mi niña, mi bebe. Mientras me susurraba al oído esas palabras, sentí que una de sus manos, trataba de introducirse dentro de mis mallones, instintivamente arquee mi cuerpo para echar fuera a esa mano intrusa, me separe de él y le dije suplicante: – no por favor no quiero hacerlo, mis lágrimas bañaban mi rostro, el sin tenerme compasión saco el cinturón de su pantalón, me tomo fuertemente del brazo y me dio con el en las nalgas.

-aquí vas a hacer lo que yo diga putita, ya me has calentado mucho los huevos cabrona¡¡

Diciendo esto y me propino otro cinturonazo, yo grite adolorida y aterrada, aquel hombre que me decía que me amaba se había vuelto loco

– Hay, hay ya por favor no me pegues¡¡ no me pegues¡¡ ahhhh¡.

Mis gritos eran inútiles, sin piedad me aventó hacia la cama, se tumbó encima de mí y jalo mis leggins hacia abajo, yo pataleaba tratando de defenderme, cuando de repente me tomo fuertemente del pelo.

– Tranquila puta ¡te dije que por las buenas y no quisiste, que pensabas que no te tocaría probar algún día una buena verga?

Sin miramientos jalo mis leggins hasta sacármelos con todo y pantis y zapatillas, yo me tape el pubis con una mano y trate de sentarme en la cama.

– ¡Por favor dame mi ropa, llévame a mi casa por favor, que me vas a hacer!

Le decía llorando, él se parao al pie de la cama se quitó la camisa y los pantalones, luego bajo su bóxer y salió su verga como un resorte, era una cosa enorme y muy gruesa.

-lista para probar verga, Blanquita? Me dijo al mismo tiempo que me jalaba de un pie hacia él, yo comencé a gritar, él se inclinó y tomándome del pelo muy fuerte me sentó de nuevo en la cama,

– vas a hacer lo que yo diga pinche piruja, y luego sin soltarme me paro enfrente de él y me dio vuelta, tomo de nuevo su cinturón me lo mostro y me pregunto.

-quieres otro?

-suéltame por favor, déjame te lo ruego- no le importo y me dio otro fajazo mas fuerte dejándome las nalgas rojas y ardiendo como una braza.

-ahhhhgggggg, ya por favor ya no me pegues ya no¡¡¡

– vas a obedecerme puta?

– sí, sí pero ya no me pegues¡¡¡

– ok está bien, y me soltó aventándome de nuevo a la cama, yo caí sollozando, deseando que todo pasara rápido.

-quítate la blusa

Ya boca arriba desabroche mi blusa me senté de nuevo en la cama y quite mi sostén. El se subió a la cama y me hizo acostarme , se acostó arriba de mí y comenzó a besarme con lujuria desmedida, fue bajando su lengua por mi cuerpo hasta llegar a mi pubis , ahí aspiro su aroma y metió su lengua, jugueteo con mi clítoris y poco a poco me fui soltando ya que sus expertas caricias comenzaban a ser el calmante del dolor que sentía y hacían efecto en mis sentidos despertando una excitación enorme en mi joven cuerpo, fui separando mis piernas lentamente dejando que su lengua recorriera todos los rincones de mi vulva, él se detuvo por un instante y levantando su cabeza me miro a los ojos, preguntándome

-Blanca todavía eres virgen?

-sssiii ahhhh. Respondí con un gemido ya que sus caricias me volvían loca

-vaya vaya que suerte , me va a tocar estrenar

-sigue no pares por favor ¡

-claro que si putilla claro que voy a seguir. Su lengua entraba y salía de mi húmeda vagina y de repente bajo hacia mi culo y sentí como trataba de penetrarlo, fue algo maravilloso que jamás había imaginado

-veo que te está gustando pinche vieja mustia, eres una puta de las más sucias

-si mi cielo si soy una puta, sigue no pares por favor

-mmm tienes muy cerrada la panocha, pero yo me encargare de abrírtela

Se detuvo y se sentó a horcajadas en mi pecho, con su verga acariciaba mi rostro y la pasaba por mis labios, yo mantenía la boca cerrada ya que su olor me daba asco.

-abre la boca putilla, se bien que te gusta, desde que te conocí me di cuenta de que eres de esas mustias que les gusta calentar machos, pero ahora ¡ te chingas cabrona ¡

Y diciendo esto me desmonto y me jalo de los cabellos, me arrastro hasta la orilla de la cama y el parado enfrente de mi , me dijo.

-ahora abre la boca cabroncita¡

Llena de miedo abrí mi boquita, y traté de meter ese enorme miembro a mi cavidad

-dale de besos, vamos llénalo de saliva, a ver saca la lengua

Así lo hice y el comenzó a pasar su miembro por mi lengua, luego yo tome la iniciativa y tomándolo con una de mis manos lo comencé a acariciar, de arriba abajo como masturbándolo , luego volví a meterlo a mi boca pero esta vez le di besitos suaves a su cabecita, estaba perdiendo el asco, a mis diez y siete años me estaba convirtiendo en una mujer de verdad, metí el trozo de carne lo más que pude y comencé a chuparlo, la sensación de su piel hizo que generara mucha saliva la cual utilizaba para masturbarlo, le perdí el asco y ahora disfrutaba de ese rico manjar.

-vaya puta me saliste Blanca, veo que aprendes rápido.

Así estuvimos un rato hasta que me ayudo a pararme frente a el y me abrazo dándome un beso muy rico, acaricio mi cara con sus dos manos, las cuales bajo a mis nalgas y las acaricio también, me dijo al oído…-perdóname Blanquita. Yo lo abrace y le di un beso muy largo, me separe de él y comencé a bajar lentamente besando su pecho , su estómago hasta llegar a su pubis, el olor de sus vellos era muy rico, lo aspire profundo, le di un beso en su durísima verga , alce la mirada hacia él y le dije…-ya por favor hazme tuya, quiero ser tu mujer, no me importa si me pegas de nuevo pero por favor hazme tuya te lo ruego.

-súbete a la cama y ponte en cuatro me ordenó…obedecí muy sumisa, esta vez no hubo golpes, jalé una almohada para descansar mi cabeza, sentí como mi amante se colocaba detrás de mí y acariciaba mu vulva que para esos instantes estaba muy hinchada y muy mojada, luego sentí que me agarro de la cintura y me sujeto apretándome muy fuerte, sentí algo de molestia.

-tranquila mami, lo vas a disfrutar, perdóname cielo, a partir de ahorita serás mi mujer y te amare siempre…diciendo esto sentí como mi vagina se dilataba al paso de su hombría, un sudor helado corrió por mi espalda y una sensación de dolor y placer recorrió mi cuerpo, creí que me partiría en dos, sentí que se detuvo un momento, yo pase mi mano por debajo de mi vulva y agarre su verga, me asuste porque me di cuenta que no había entrado más que la mitad de su virilidad,

-ya paso el dolor mi cielo? su tono de voz había cambiado, ahora era el hombre cariñoso y atento que había conocido

– sí, ya un poco.

No había acabado de decir eso cuando sentí una estocada muy fuerte que me arranco un grito de dolor, me la había dejado ir de un solo golpe, quise zafarme, pero me sujeto muy fuerte, me era imposible luchar con sus fuerzas, me jalo de nuevo hacia él, me abrazo y me lleno de besos la espalda, con su mano derecha tomo mi barbilla volteo mi cara hacia él, mis lágrimas rodaban por mis mejillas, me beso apasionadamente, con su mano izquierda rodeaba mi cintura.

-mi vida, mi vida ya, ya paso ya, vamos mi nena hermosa, no llores, algún día alguien te iba a desquintar amor, algún día iba a suceder mi vida…me decía mientras limpiaba mis lágrimas con su mano, y mientras hacía eso tan sublime para mí, sentí como su enormidad de pene, se deslizaba hacia afuera, provocando en mi panochita un ardor, luego sentí como su mano que sujetaba mi vientre me apretaba mas de lo normal, y de nuevo arremetió contra mi sexo, provocando esta vez un dolor más intenso que el primero, sentí como de mi vagina salía líquido, baje mi mano izquierda y moje mis dedos, al verlos me quede paralizada, asustada, estaban llenos de sangre, baje la mirada hacia la cama y descubrí una mancha de sangre.

– no te asustes Blanquita, es normal que esto suceda y de nuevo sentí que su miembro salía pero esta vez ya con menos molestia y volvía a entrar, así comenzó el vaivén dentro de mi cuerpo, su verga se regocijaba dentro de mí, yo comencé a gritar y a pujar como loca suplicándole que no parara nunca. El dolor era placer puro ahora.

-sigue papi, sigue no te detengas por favor

así me tuvo por un rato hasta que sentí que la vista se me nublo y mi cuerpo empezó a temblar, tuve mi primer orgasmo ¡me soltó y caí maltrecha en la cama, mi hombre se levantó, tomo mis pantaletas, las olió, y me dijo …-que bien olías amor, lástima que ahora olerás a mujer y ya no a niña, toma límpiame la verga con ellas.

Yo tome mis pantis, agarre su miembro y limpie la sangre que lo cubría, luego me limpie la panocha y las avente hacia el baño.

-acuéstate boca arriba Blanquita-. Se tendió sobre mí , abrí mis piernas y las puse alrededor de su cintura y solita busque su miembro, el me la fue metiendo muy despacio , una vez que entro toda, comenzó el juego erótico de los besos, yo le sujete la cabeza con mis dos manos y lo besaba apasionadamente mientras él me cogía de nuevo, lo abrace y le dije al oído …- quiero ser tu puta siempre amor. Luego en un giro él se quedó abajo y yo arriba, esta posición hacia que su verga llegara más profundo, al principio el me daba estocadas de abajo hacia arriba, luego flexiono las piernas para abrirse espacio y me cogió así por largo rato, tomando un ritmo rápido que me hacía gritar de placer , cuando estuve a punto de venirme, me sujeto de la cintura y me dijo que yo sola me moviera pero sin salirme, ahí me di cuenta de que podía estimular mi clítoris contra su pubis, y fue grandioso ya que estalle en un súper orgasmo mis pujidos debieron de haberse escuchado por todo el motel, incluso me oriné, pero después el me enseño que no eran orines sino el delicioso néctar de la eyaculación femenina que una hembra le puede regalar a un hombre.

Al mismo tiempo que yo estallaba en un orgasmo riquísimo, el me llenaba de semen la vagina, los dos nos abandonamos de nuestros cuerpos y quedamos tendidos en la cama teniendo como testigos de mi desfloración a las sabanas llenas de nuestros flujos.

No había pasado ni media hora cuando sentí que me acariciaban el pelo, me ponían boca abajo, abrían mis nalgas y sentía que su preciosa verga intentaba penetrarme, no tarde en lubricar de nuevo y facilite la entrada a mi nuevo amigo, cambiamos de posición ahora el sentado y yo arriba de el sentada , de frente los dos, yo me ensartaba y el mamaba mis tetas , me las mordía y arrancaba los más dulces gemidos que una mujer puede ofrecerle como tributo a su hombre, me sentía poseída por el en cuerpo y alma, me hizo el amor varias veces y me cogió otras tantas. Eran las siete de la mañana cuando desperté asustada, desorientada, sintiendo un dolor en mis labios vaginales , mis nalgas, mi pelo y mi vagina, lo vi a él dormido a un lado mío, un hombre de cuarenta y tantos años al lado de su mujer de diez y siete, revise mi celular, y tenía muchas llamadas de mi mama, me valió madres, leí los mensajes y en ellos me decía que ni me molestara en volver, porque ya sabían que me había ido con él, apague el cel y abrace a mi hombre, el al darse cuenta despertó y me abrazo , me dio un beso y me dijo que nos arregláramos que era hora de partir, que me llevaría a mi casa, yo le dije que ya no podía volver porque me matarían mis padres, el soltó una carcajada, me vio a los ojos y me dijo…- ok, desde ahora serás mi mujercita, iremos a mi casa y ahí vivirás conmigo, pero te advierto que no tendrás ningún derecho sobre mí, yo te voy a mantener pero tu serás mi esclava, de acuerdo?

-si mi amor seré lo que tú quieras pero házmelo de nuevo por favor.

El sin contestar se levantó me tomo de la mano y caminamos hacia la ducha, ahí me cargo y me ensarto en su enormidad de miembro, mientras el agua tibia lavaba nuestros cuerpos el me provocaba otro riquísimo orgasmo, luego salió y se secó dejándome ahí bajo el agua, se vistió y salió a prender la camioneta, yo me vestí rápidamente y lo alcance, tomamos carretera pero en vez de ir a su casa me llevo a casa de mis padres, ahí estaba mi mama furiosa, el con mucha sangre fría le dijo a mi mama…-señora su hija vivirá conmigo, yo la amo y será mi esposa, no le faltara nada no se preocupe, mi mama soltó el llanto, salió mi padre y le dijo ,lo mismo, el nada más me dijo …-pasa por tu ropa. Yo feliz de la vida hice mi maleta me despedí de ellos y me fui con mi hombre, duramos ocho meses juntos ya que el se fue a estados unidos, pero en esos ocho meses me hizo una verdadera piruja a tal grado que en varias ocasiones hacíamos tríos con sus amigos , me tenía dominada ya que estaba advertida que si no le obedecía me dejaría para siempre , yo no dude en complacerlo y acepte todas sus propuestas, en una ocasión después de una fiesta le dimos un aventón a uno de sus amigos, pero en vez de irnos a su casa lo llevamos a la nuestra y ahí seguimos la fiesta, ya entrada la madrugada y muy tomados los tres, comenzamos a bailar mi marido y yo unas piezas muy románticas , muy pegaditos , el me abrazaba y me besaba con lujuria mientras su amigo nos observaba, nuestros cuerpos bailaban acompasados disfrutando de la música y yo excitada le permití que él me agarrara las nalgas y subiera mi falda un poco más de la cuenta, dejándole ver a su amigo mis piernas y un poquito más, luego de varias canciones nos sentamos y seguimos brindando, después mi esposo puso otras canciones y me dijo…-anda baila con nuestro invitado-…me levante y lo saque a bailar, a la segunda melodía ya lo tenía pegado a mi restregando su paquete, eso me puso a mil y de pronto sentí que me tomaban por atrás de la cintura, era mi marido ,!me estaban haciendo un sándwich, mi esposo me besaba el cuello y poco a poco levantaba mi falda, mientras su amigo tomaba mis manos y las colocaba detrás de mi espalda sujetadas con las de él, eso le dio paso libre a mi esposo para subir mi falda más de la cuenta, yo solo me deje llevar, luego su amigo me comenzó a besar el cuello del lado derecho mientras mi esposo lo hacía del lado izquierdo, mi panocha estaba escurriendo de lo caliente que me tenían los dos cabrones, eché mi cabeza hacia atrás y mi esposo me beso en la boca y su amigo bajaba sus labios a mi pecho, mi esposo dejo de besarme y comenzó a deslizar mis pantaletas hacia abajo y su amigo desabotonaba mi blusa, sentí como mis pantis cayeron a mis tobillos , yo levante un pie y las saque por completo, nuestro invitado ya había desabrochado toda mi blusa y besaba mi vientre mientras mi esposo bajaba el cierre de mi falda haciéndola caer también, de pronto mi esposo invito a su amigo a sentarse, mientras me decía…-baila para nosotros blanca-…yo le obedecí y tan solo con las zapatillas y la blusa inicie un baile erótico para los dos y lentamente me quitaba la blusa y quedaba en puro sostén el cual desabroche por el frente mostrándome desnuda ante los ojos de nuestro invitado, acto seguido él se levantó y volvió a bailar conmigo pero esta vez acariciaba mi panocha mientras mi esposo sentado en el sillón disfrutaba del espectáculo, después de un rato mi esposo me tomo de la mano y me llevo a la recamara, me puso en cuatro, me beso la panocha y me dio una buena mamada, se retiró y llamo a su amigo, él se acercó y mi esposo se colocó enfrente de mí, me tomo de la barbilla y me dio un beso en la boca , me dijo…- lo vas a disfrutar Blanquita-… escuche como golpeaba la hebilla del cinturón de nuestro invitado en el piso al bajar sus pantalones, luego sentí que la cabeza de una verga acariciaba mi cosita y poco a poco penetraba mis entrañas, mi esposo sujetaba una de mis manos sentado a la orilla de la cama, clavé mis ojos en los de el al momento que sentía la estocada final de un miembro que no era el de mi maridito, me quise zafar pero me sujetaba de las caderas con fuerza, mi esposo me dijo…- tranquila mi amor solo disfrútalo-… tuve un momento de lucidez a pesar de lo tomada que estaba, mis ojos se pusieron vidriosos , se llenaron de lágrimas, como era posible que me hubiera entregado mi marido a otro hombre, nuestras miradas se fundieron en una sola, yo cerré los ojos al sentir que me llego el primer orgasmo, mi marido me soltó de la mano y escuche la puerta de la recamara cerrarse, al instante que mi cuerpo estallaba en miles de sensaciones desconocidas producto del orgasmo que me envolvía, reaccione cuando nuestro amigo me ponía boca arriba y se subía encima de mi, lo abrace con las piernas y le dije al oído …-cógeme-…ya era suya , me había dejado dominar, lo hicimos por buen rato, después del tercer orgasmo entro a la habitación mi marido con unos tragos, los coloco en el buro de la cama y se desnudó, …-ahora me toca a mi amor-..se metió a la cama y me hizo el amor, después se nos unió nuestro amigo y entre los dos me cogieron, fue formidable me sentía plena , una mujer completa disfrutando de su sexualidad sin remordimientos , sin falsa moral, mientras mi esposo me cogía de perrito su amigo me ponía la verga en la boca para chuparla y luego se turnaban para darme placer en mi vagina, lo más hermoso de todo para mí fue cuando me ensartaron las dos vergas una por la vagina y la otra en el culo, quedando yo suspendida en medio de mis dos amantes, ahí me abandone por completo al placer carnal y casi me desmayé al llegar al clímax, así estuvimos cogiendo los tres hasta que nos quedamos dormidos, cuando desperté, me vi entre los dos machos, sus vergas flácidas con algo de semen y de mis fluidos ya secos se veían inofensivas, les di un besito a cada una, me dolía la cabeza, sentía mi concha adolorida , las sabanas estaban húmedas por nuestros flujos, me levante y me fui a bañar, así comenzó nuestra nueva vida, el me presentaba a sus amigos y nos íbamos a los moteles bueno el casi no participaba solo me entregaba y se sentaba a observar, en otra ocasión después de salir de una disco, se nos unió Elvira una vieja amiga de la preparatoria. Mi esposo me vio con ojos de complicidad y yo solo sonreí, la llevamos a la casa y le ofrecimos unos tragos, comenzamos la plática y ya un poco ebrias mi esposo tomo la iniciativa y comenzó a bailar con Elvira, yo sentada veía como mi amiga coqueteaba con mi esposo, luego la sentó y me saco a bailar a mí y entre movimientos mi esposo me besaba y agarraba las nalgas y una que otra nalgadita ya que a el le fascinaba darme de nalgadas cuando yo usaba mallones o pantalones de likra, en un momento en que mi marido fue al baño Elvira me comento que le encantaba como era el conmigo, a lo cual le respondí…- te gusta?- , -la verdad si- me dijo…- entonces te lo puedo prestar jajajaja- Elvira se quedó muda no supo que responder solo se rió conmigo, mi marido volvió del baño…-amor Elvira quiere bailar de nuevo contigo …-en serio Elvira? Será un placer…-gracias- respondió nuestra amiga al instante que cruzaba las piernas dejándole ver a mi marido unos hermosos muslos enfundados en unas media de color negro, …-bailamos? – claro- yo me apresure a poner unas canciones más románticas, mi esposo se pegó más de lo normal al cuerpo de Elvira y ella al calor de las copas solo se dejaba llevar por la música y de vez en cuando me lanzaba una mirada , como esperando el momento de que le diera mi aprobación para lanzarse por su presa, poco a poco el baile se hizo más cadencioso , sus movimientos eran lentos y eróticos, Elvira cruzo los dos brazos en el cuello de mi marido y el la abrazo de la cintura, Elvira se retorcía entre sus manos como una graciosa sirena, mi hombre le dio la vuelta quedando su espalda pegada a su pecho, sus manos bajaron hasta sus piernas y comenzó a levantar la falda de mi amiga, acariciando sus piernas sintiendo la suavidad de sus medias, mi marido me miraba a los ojos, mi corazón latía aceleradamente por la escena, Elvira echo su cabeza hacia atrás y mi esposo subió una de sus manos hasta sus tetas y comenzó a masajearlas mientras la otra buscaba entrar a través de sus pantimedias buscando su encharcada vulva, lentamente fue entrando hasta llegar a su tanga transparente y por encima de ella acaricio los carnosos labios de Elvira, yo sentada saboreando mi trago de tequila abrí mis piernas y subí una de ellas al sillón , me recosté e introduje una de mis manos dentro de mis leggins; después de un rato, el con sus dos manos comenzó a deslizar las pantimedias de Elvira hacia abajo,…-ayúdame Blanca, vamos a ver que tiene escondido aquí tu amiguita-…-solo acerté a contestar con un ahogado y seco –si- muy nerviosa en el borde del sillón y de las piernas para abajo fue mi excitante tarea de retirar sus pantimedias, las baje hasta los tobillos, descalce a Elvira y sorpresivamente como atraída por un imán bese uno de sus pies antes de desnudarlo, coloque su zapatilla de nuevo e hice lo mismo con el segundo pero esta vez al sacar la media, bese y chupe sus deditos mientras mi esposo besaba apasionadamente la boca de mi amiga y acariciaba su panocha que ya para ese momento mostraba una mancha de flujo que transparentaba su tanga, al escuchar uno de sus gemidos reaccione y me di cuenta de lo que estaba haciendo, al levantar la vista mis ojos se encontraron con los de Elvira, levante mis brazos a la altura de su cintura y tome su falda para bajarla lentamente, mi marido sacaba su blusa dejándola en puro sostén, …-ahora la tanga amor- ….-espera – respondió Elvira, …- y tu Blanca? No nos vas a acompañar? , extendió una de sus manos invitándome a levantarme, yo la tome y ella me entrego a mi esposo recibiéndome el con un beso, ella ocupo mi lugar dio un sorbo a su vaso de tequila y sentí como sus manos se posaban en mi cintura y comenzaban a bajar mis leggins, sintiendo como Elvira acariciaba mis muslos, al tenerlos en los tobillos, saco mis zapatillas para retirar la prenda, luego me volvió a calzar, mi esposo hacía lo propio y ya me tenía desnuda por completo mamando mis duros y largos pezones, Elvira se recostó en el sillón y con las piernas abiertas acariciaba su preciosa vagina depilada por completo, mostrándose descaradamente a mi marido, el me dio vuelta quedando de frente a ella e hizo lo mismo conmigo, a diferencia de ella mi vagina solo depilada de los labios y en el área del pubis un mechoncito de vello púbico, nuestras miradas de nuevo se encontraron, mi esposo le dijo a Elvira…-quítale la tanga a tu amiga – …ella obedeció y comenzó a deslizar la delicada y húmeda prenda, cual sería mi sorpresa que al quitarme las zapatillas se prendió apasionadamente de uno de mis pies, chupándolo al igual que yo había hecho con ella como si estuviera regresándome la deliciosa caricia, aspiraba su aroma al perfume de mi piel mezclado con el cuero de mis zapatillas, termino de sacar la tanga la llevo hasta su nariz recreando sus sentidos con el aroma de mi vagina. Levanto su mirada y se encontró con la mía, mi esposo me acerco más a ella para ofrecerle mi palpitante vulva, Elvira agarro una de mis piernas y la puso encima del sillón dejándome semi abierta , ofreciéndole un exquisito panorama , ella se acerco lentamente y beso mis vellos…-los deseos se cumplen amiga, tarde o temprano-…me dijo mientras volvía a besarme de nuevo, mi esposo trabajaba mis tetas y yo como poseída por el demonio del deseo me dejaba llevar por la lujuria que encendía mi cuerpo, mi boca se encontraba unida a la de mi esposo, no respiraba solo nuestras lenguas cobraban vida en esa cavidad llena de deseo, sentí como Elvira metía uno de sus dedos lentamente dentro de mi puchita que ya estaba lista para recibir cualquier cosa por tan humedad que estaba, Elvira me tomo de las dos manos y me jalo hasta quedar recostada en ella, ahí me abrazo fuertemente y nuestras bocas se juntaron en un largo y cachondo beso, nos sentamos una frente a la otra y pase mis manos por su espalda buscando el broche del sostén para quitárselo y saborear sus hermosas chichis, Elvira me empujó hacia atrás y me abrió de piernas buscando con su boca mi húmeda panocha, me dio una mamada riquísima haciendo que mojara el sillón y su cara arqueando mi cuerpo y cerrando mis ojos de tan potente orgasmo, cuando me recupere vi como mi esposo se encontraba detrás de ella cogiéndosela de perrito, la mire fijamente y me acerque para darle un beso en su boca para después decirle al oído…-eres una puta- diciendo esto Elvira se zafo de mi esposo y coloco la vulva en mi cara agarrándome de los cabellos y comenzó a restregarse en mi rostro mientras yo sacaba la lengua para acariciar su clítoris saboreando sus fluidos vaginales provocando que se viniera a chorros también, luego se recostó sobre mí y acercando su boca a mi oreja me dijo…-tú también eres una puta amiga-…diciendo esto, nos fundimos en un apasionado beso mientras mi marido se deleitaba con el espectáculo masturbándose sentado en uno de los sillones, las dos estábamos echas un asco todas bañadas de nuestros flujos , más sin embargo nos acomodamos para hacer una tijera y frotar nuestras panochas y así continuar con aquella desenfrenada sesión de sexo, al estar trenzadas, Elvira puso uno de sus pies en mi boca y yo hice lo mismo, nuestro hombre nos miraba divertido masturbándose a un lado nuestro

-así, mis putas, así, muéstrenme lo putitas que son, jamás imagine que fueras tan guarra Elvira, y tu blanquita no te quedas atrás, a ver putitas mamen mi verga, así así ahh me vengooooooo¡¡¡…exclamo nuestro semental al momento que nos llenaba los rostros de su espeso semen. Así eran nuestras largas sesiones de sexo, hasta que un día mi marido decidió irse a los estados unidos y para que no me quedara sola me llevo unos días al pueblo donde Vivian sus abuelos, hasta que el regresara de su viaje yo le haría compañía a sus abuelos, los días pasaron y solo sabía de el por mensajes, la vida del pueblo era muy aburrida, por las tardes salía a jugar volibol a la escuela con todas las muchachas que por cierto la mayoría eran muy bonitas y sus cuerpos estupendos, de entre los jóvenes que ahí se reunían me hice amiga de Silvia una morena muy bonita con un cuerpo apetecible, con la cual empecé a tener platicas muy íntimas hicimos mucha amistad y en ocasiones me quedaba a dormir en su casa o ella en la de los abuelos, en el pueblo vivía un muchacho de nombre juan de unos 17 u 18 años de edad, siempre estaba en la cancha de la escuela jugando o simplemente viéndonos jugar al voli bol, todas sabíamos que era un pervertido ya que se rumoraba que en más de una ocasión lo habían pillado espiando a la vecina y a algunas otras mujeres que vivían solas en el pueblo, ya que la mayoría de los hombres emigraban a estados unidos a trabajar, no se le conocía novia y su familia estaba compuesta por dos hermanas más y tres hermanos, seis en total, y de los hermanos ni se diga , se decía que todos eran unos vagos y aficionados a la mariguana, excepto las mujeres, lucha y amparo, amparo era compañera de Silvia, las dos trabajaban en una clínica como enfermeras, mientras que los hombres el mayor era Gonzalo el cual se había enlistado en el ejército , luego le seguía Toño, juan y el menor era Luis; algunas veces ellos hacían trabajos para el abuelo de mi esposo, ahí fue donde conocí un poco mejor a juan que era albañil, bueno o eso decía el, un joven robusto fuerte de tez blanca y ojos color verde, algunas veces Silvia me decía que como lo soportaba ya que a ella le caía muy mal la presencia de juan, y con sobrada razón ya que el joven la devoraba y la encueraba con la mirada y no lo niego a mí me hacía lo mismo, cuando él llegaba temprano a la casa a arreglar el jardín o a realizar alguna encomienda y yo salía de mi recamara , al joven se le salían los ojos al verme en pijama, y a raíz de eso a mí lejos de molestarme me gustaba ver su mirada de pervertido, inclusive varias veces salía sin sostén y sin calzones solo para marcar mi figura en la pijama y que él lo detectara, ya que por las mañanas en el pueblo hacia mucho frio y mis pezones se marcaban de lo duro que se ponían y a mí me divertía hacerlo, al pasar de los días se me fue calentando la panocha, por las noches me metía hasta por el culo mi consolador que guardaba muy celosamente en mi maleta, ya no soportaba un minuto más sin mi macho. Así pasaron los días hasta que decidí aventarme al ruedo y conseguir una verga de verdad pues ya no aguantaba la calentura, para esto tenía dos objetivos, Silvia y juan, con cualquiera de ellos dos me tendría que dar un acostón.

Y así fue, en la primera oportunidad que me quede sola en casa con juan, me ofreci vil y descaradamente como solo una puta sabe hacerlo,

-hola juan como estas, como amaneciste- le pregunte mientras me dejaba ver con un baby doll negro semi transparente, una tangade hilo y unas zapatilla altas, aunque hacia frio me atreví a salir así al patio en donde se encontraba mi albañil, total, la calentura era mas fuerte en mi

– bien señora blanca, y usted?- me dijo con voz casi ahogada por la emoción

-pues bien o acaso me falta algo? Le dije mientras posaba para que me viera de cuerpo completo.

– no señora, claro que no, es usted muy bonita-

-ja ja pues que esperas, vamos a mi recamara quiero que veas algo- fui muy directa ya que me estaba quemando por dentro.

– y si viene alguien?-

– no te preocupes, los abuelos de mi esposo tardaran en regresar-

Lo tome de la mano y lo jalé hacia mi recamara, ahí en medio de la misma, le desabroche los pantalones y el se quitó la camisa, pasé por enfrente de el y me subi a la cama.

-vamos desnúdate y ven conmigo-

El joven se desnudó y cual fue mi sorpresa que su verga era muy pequeña, eso no me importó y lo acosté a un lado mío , lo comencé a besar y baje a su verga que olía a sudor y a orines, le baje el prepucio y salió una cabecita llena de cebito, al parecer no se había bañado el día anterior ya que su olor era muy fuerte, eso no me detuvo y la metí en mi boca saboreando su pequeñín.

así estuve mamándolo hasta que se le puso dura, me senté arriba de el haciendo mi hilo a un lado y me la metí, comenzando el vaivén restregando mi clítoris en su pelambrera, así estuve hasta que llegue al orgasmo, por otra parte, juan se deleitaba jugando con mis tetas y mis nalgas, al terminar yo me baje y o sorpresa¡ él todavía estaba firme, me puspo de perrito y me la volvió a meter, como a los diez minutos se vino dentro de mi y por si fuera poco solo se limitó a sacarla y ponerme de misionero y me volvió a coger, parecía imposible que su verga no se agotara, se mantenía parada siempre, así me tuvo en muchas posiciones como tres horas cogiendo y me aventó cerca de 11 palos, este chico era todo un semental no se cansaba nunca, hasta que por fin se le bajó y yo irritada de la vulva me pude zafar de sus brazos.

-uf que cogidota me diste juan, no le digas a nadie y cuando gustes aquí estaré para ti mi vida, le dije dándole un beso de lengüita.

-si señora blanca no se preocupe no le diré a nadie de esto-

Lo malo fue que para coger con el necesitaba estar sola máximo cuatro o cinco horas ya que juan era inagotable, no poseía un miembro enorme pero sí que lo sabía usar y mas con una maestra como yo.

Yo estaba muy excitado escuchando la historia de Blanquita hasta que no pude más y estallé dejando mi semen dentro de su vagina, ella al sentirme apretaba su vulva exprimiendo mi verga.

-ahhhhh , mi amor si apriétame con tu cosita, que rico coges Blanca

-si déjate venir mi cielo anda lléname de semen, embarázame. Hazme un hijo ( por causas y azares Blanca no podía tener hijos, por eso la habían dejado), así fue como me contagie de las más exquisitas perversiones sexuales, a tal grado que cuando me case con Rosalba no me importo que hubiera tenido varios hombres ya en su record. Y menos que me engañara con uno de sus compañeros de trabajo. Ante la sociedad éramos el matrimonio perfecto, pero nuestra intimidad estaba llena de oscuras pasiones y desenfrenos sexuales

Hasta que llegó un día que no pude más con esa carga, estando en la sala, decidí encararla y contarle lo que sabía pero sin embargo le pedí que no nos separáramos que al contrario ahora la amaba más y aceptaría todo lo que ella hiciera, eso desde luego esa confesión la sorprendió haciéndola enojar demasiado ya que no esperaba eso de mí, diciéndome que era un cornudo e inservible en la cama y por eso ella buscaba en otros lo que a mí me faltaba, yo lejos de enojarme baje la cabeza aceptando, Rosalba comenzó a llorar del coraje ya que esperaba que yo fuera más hombre y peleara por su amor, …-maldito infeliz jamás imagine que fueras tan sucio y degenerado, a ver párate y desnúdate, quiero ver tu miserable pito cabron! …-si mi vida lo que tu ordenes-… me desnude frente a ella, lo había hecho muchas veces pero ahora me sentía diferente…-ahora híncate cornudo de mierda¡ y bésame los pies y dime que aceptaras sin decir nada todo lo que yo haga-me decía llena de lágrimas y con el rostro denotando rabia hacia mi…-si Rosalba aceptare lo que tú digas, solo quiero que seas feliz y no me dejes nunca mi vida…-que bárbaro pinche pendejo, cobarde medio hombre! ¡De ahora en adelante yo mando aquí en la casa y tu serás mi sirviente pedazo de mierda, pinche poco hombre, si ya sabias que andaba dándole las nalgas a otro y no decías nada, jajaja que cobarde eres, pero bueno que bien que ya aclaramos todo maricon de mierda, pinche puto! ¡Hijo de tu puta madre! ¡Levántate culero y vístete antes de que te corte esa miseria que tienes entre las piernas! ¿Y así dices que según tú me amas? ¡Eres un maldito enfermo! .-…esas palabras me calentaban demasiado, me sentía por fin realizado, y lejos de ofenderme me enamoré más de Rosalba…-si amor lo que ordenes…-me vestí y me senté de nuevo a su lado…-bueno pendejín, me voy a bañar.

-vas a salir amor?

-que te importa baboso… se levantó y se fue a la recamara, luego se metió al baño envuelta en una toalla, al salir tomo su celular y hablo con alguien.

-si espérame donde mismo, y agárrate que tengo muchas ganas bebe, si claro que si me la voy a poner, no te preocupes amor, si la roja con el corazón de piedritas, ok , ok te hablo bye bebe.

Yo ya estaba en la recamara viendo la televisión, cuando ella entró, se quitó la toalla quedando desnuda.

-pásame la tanga roja de piedritas por favor, esa que te dije que había comprado yo, pues no es así fíjate, me la compro mi macho y ahora se la voy a lucir ¡

Yo me quede mudo, una sensación de escalofrió recorrió mi cuerpo, sin decir nada saque la tanga del cajón de su ropa interior mientras ella se secaba el pelo, se vistió con un sostén rojo también, unos jeans y zapatillas, una blusa color azul no sin antes perfumarse todo el cuerpo. Especialmente su vagina.

-bueno me voy amor, ya que los sabes todo y estás de acuerdo conmigo pues no me esperes temprano, ya que me iré a pasar un buen rato con un amigo, un verdadero macho de verdad no como tu pinche maricon[A1] .

Diciendo esto entro al baño y al salir me arrojo sus pantis sucios.

-toma!, para que te la jales pinche marrano!, a poco crees que no me daba cuenta de las porquerías que has hecho con mis calzones? Hee? Eres una mierda ¡y cuando regrese te dare estas que traigo a ver si te agrada oler una vagina con los mecos de un verdadero hombre pinche puto! ese día Rosalba salió a las seis de la tarde y regreso a las tres y media de la mañana

-ya vine corazón, me extrañaste Mientras yo estaba en los brazos de otro?, ¡dime, te masturbaste pensando en mí?, contesta cabrón!

– si mi vida, no he dormido imaginando como te hacían el amor

-pinche puto vales verga, a la otra te voy a llevar para que te cojan a ti también pendejo!

Comenzó a desnudarse frente a mi y al quitarse el sostén pude ver unos moretones en sus tetas, su maquillaje y su peinado ya no existían, al bajarse el pantalón no traia su tanga roja, esta la saco de su bolso de mano y me la aventó a la cama

-ten huélela para que veas que no soy mala contigo!

La tanga estaba muy húmeda y olía a semen de macho

– Me limpie la panocha con ella después de que Rogelio me cogió

ella ha sabido sacar provecho de todo esto al igual que yo, y ahora somos una pareja muy feliz, pues bien ,en nuestro primer día en la playa se le antojo ir a pasear en velero de esos que son para dos o tres personas, el chavo del velero era un joven moreno de muy buen cuerpo, al pasar por ahí me dijo

-mira ya viste al chavito ese?

-que, si te gusta vamos para que te pasee…le respondí

-ok vamos mi vida, pero iré yo solita está bien?

-claro mi cielo ya sabes que tú eres la que mandas.

me acerqué al muchacho, hicimos el trato por una hora y le dije muy insinuante:

-ok te la encargo trátala muy bien por favor

-no se preocupe jefe yo se la cuido. Abordaron el velero y se alejaron lentamente sobre las olas

ella llevaba un traje de baño de una pieza y un pareo pero cuando se subió al velero ya cuando iban a lo lejos alcance a ver que se quitó el pareo y se acostó boca arriba dejando ver su hermoso cuerpo de señora madura al chico, así estuvo un buen rato y luego se puso boca abajo no sin antes voltear a ver al muchacho con su insinuante mirada, ella podía sentir como el lanchero le comía el trasero con la mirada y ella separaba las piernas dejándole ver la entrepierna del traja de baño, luego le pidió que le pusiera bronceador en la espalda y para esto se quitó el chaleco salvavidas y se bajo los tirantes del traje de baño, el jovencito sin pensarlo tomo el frasco de bronceador y le esparció un buen chorro en la espalda de mi esposa, comenzando el dulce vaivén de sus manos en la piel de mi señora, poco a poco fue tomando confianza hasta llegar al comienzo de sus preciosas nalgas, ahí le vació otro chorro de aceite para seguir con el masaje, mi esposa comenzaba a excitarse ya que su panochita palpitaba y comenzaba a humedecerse.

-que ricas manos tienes, cómo te llamas?

-Hugo, a sus ordenes señora.

-mmm ok Hugo , tienes unas manos muy ricas, sabias? Si quieres puedes bajar un poco más mi traje de baño- le dijo Rosalba mientras levantaba medio cuerpo apoyada sobre sus codos y cerrando sus antebrazos para no dejarle ver sus hermosos senos mientras volteaba a ver al chico. Hugo sin decir nada clavo su mirada en los ojos de mi mujercita y sus manos comenzaron a deslizar hacia abajo el bañador descubriendo el comienzo de su hermoso y redondo trasero.

-al sentir de nuevo las manos del muchacho, mi esposa se acostó de nuevo colocando su cara en sus brazos, mientras el jovencito deslizaba las manos sobre la espalda completamente desnuda de Rosalba, pero esta vez le untaba bronceador en los costados a la altura de los senos, y de ahí deslizaba las manos hasta la cintura y las volvía a subir al comienzo de su trasero y poco a poco metía los dedos dentro de su traje, así repetía el camino de las caricias que poco a poco tenían a Rosalba al borde de la calentura.

-uff parece que me no me voy a broncear toda, que te parece si me bajas un poco mas el traje de baño?

– claro señora, usted me dice hasta donde

Entendiendo el claro mensaje, Hugo coloco las manos en los costados de la cintura de mi mujer y comenzó a jalar el traje de baño hasta ir descubriendo poco a poco el gran trasero de Rosalba, le dejo caer un chorro de aceite en medio de sus glúteos, Rosalba abrió las piernas para que el cálido aceite resbalara hasta su húmeda raja.

-mejor quítamelo

-claro señora será un placer, respondió Hugo.

Se lo fue deslizando por sus torneadas piernas hasta dejarla completamente desnuda, Rosalba de reojo pudo apreciar que la verga del joven lanchero cobraba dimensiones exageradas formando una carpa por debajo de su bermuda como si trajera un mástil adentro de ella.

Hugo espacia el aceite por las nalgas de mi esposa y acariciaba su empapada y depilada vagina, mientras ella la muy puta abria las piernas al máximo mostrando toda su cachonderia al muchacho

-asi mi rey, asi… acariciala, es toda tuya

el jovenzuelo con los ojos desorbitados y la lujuria desbordada, acariciaba la hermosa vulva de mi mujercita, acariciaba el cnal que divide sus nalgas y con la llenma del dedo índice acariciaba su el hoyito de su culito, inesperadamente y en un arrebato de ansiedad el jovenzuelo clavo su dedo medio en el culo de mi esposa la cual al sentirlo le replico…

-estas loco dejame! le decía tratándose de incorporar pero el chico la acostó de nuevo poniéndole una mano en la espalda al mismo tiempo que le dejaba caer mas bronceador en las nalgas.

La inocencia y el nerviosismo de Hugo habían desaparecido y se transformaba en un animal salvaje deseoso de tener sexo con una hembra madura en celo

-abre bien las piernas putita , no tengas miedo que no eres la primera piruja que me clavo aquí. Además no te muevas porque te caes a menos que sepas nadar jajaja¡¡..

le dijo el joven mientras mi mujercita trataba de levantarse, pero el ya le tenia la otra mano en la vagina de ella y le clavaba de forma salvaje los dedos, ayudados por el abundante lubricante

-hay! ¡pendejo me duele! sácalos que me duele!

-aguanta cabrona a eso venias que no?

-pinche mocoso estúpido eres un pendejo.

le decía ella mientras abría más las piernas facilitando la dedeada

-ya ves que puta eres?

-qué bárbaro que cabrón saliste, sigue ,sigue!

-jajaja el cornudo de tu marido me va a dar propina

…y aceleraba el mete y saca de los dedos hasta que mi esposa empezó a echar unos chorritos de sus jugos mojando la mano del chico, ella se quedó boca abajo por un rato relajándose hasta que llegaron a una playa prácticamente sola, ahí el bajo del velero y ayudo a mi esposa que ya traía puesto el traje de baño de nuevo.

-ok señora acuéstese que ahora si le pondré su bronceador

-está bien…tendió una toalla sobre la arena y comenzó a bajarse el traje quedando desnuda frente a un desconocido mostrando sus deliciosos pezones y un sexy triangulo de vello púbico que adornaba su deliciosa vagina, Rosalba se tendió de nuevo boca arriba

Sus pezones muy grandes y casi sin aureola , rosaditos contrastaban con el bronceado de mi esposa, el chavo hincado a un costado e ella empezó a ponerle bronceador en las tetas acariciando sus pechos y atrapando entre sus dedos sus largos pezones, Rosalba separo las piernas doblándolas un poco y se acariciaba la vulva lubricada ya por las caricias de hugo,sin decir más el joven se sacó el short y le dejo ver una verga morena muy gruesa, luego, por invitación de Rosalba se colocó en medio de las piernas de mi señora, ella le acariciaba la cabeza de su vergota tratando de acomodarla en la entrada de su cosita, no sin antes acariciarse el clítoris con ella

– …mmm que gruesa está a ver si no me lastimas, trátame bien Huguito por favor.

-no creo que te lastime a todas les entra fácilmente, bueno en una ocasión me cogí a una de dieciséis y le sangro bastante ja jajá

-entonces ya llevas varias mi amor por lo que veo

-pues me buscan jajajaja no sé por que

-oye y cuántos años tienes?

-17

al escuchar esto mi mujer dejo de acariciarse la pepa y retiro al muchacho

-oye eres un niño ¡¡ mmm k rico, será como si te cogieras a tu mama, ándale bebe yo soy tu mami y me vas a dar verga ahorita, si?… ven mijito, venga mi niño, juegue con su mami, ándele mi bebecito hermoso acaríciele a su mami la panocha con ese fierro por favor

-si mama lo que tu ordenes, le respondió Hugo sumándose al enfermizo juego de Rosalba!

y la jaló de los tobillos hacia el y levantando sus piernas le ensarto la verga haciendo sentir a mi esposa la más rica sensación de morbo y culpabilidad que le provocaba estar con un menor y el placer de ser penetrada por un hombre. Ella lo abrazo con sus piernas trabando sus pies en la espalda de su joven amante, abrió su boca y sacando su lengua acerco despacio la cabeza a la de su culeador, el al ver esto se limitó a hacer lo mismo juntando sus bocas chupando la lengua de su nueva piruja, mi mujer besaba desesperada a Hugo como si se le fuera la vida en esa faena ya que cada beso iba acompasado por una metida de verga la cual marcaba el ritmo del cadencioso vaivén entre los dos cuerpos

-ya ves puta que no esta tan mal la cosa?

-espera déjame ponerte un condón por favor

está bien …dijo el chico y mi esposa buscaba entre su bolso de playa, ella siempre iba preparada , se hinco delante de el y se lo empezó a poner no sin antes darle una chupada ,a esa verga que no le cabía mas que la cabeza en la boca, la saboreaba centímetro a centímetro, la verga de Hugo era gruesa llena de venas y una cabeza larga amoratada,además, no tenia la circuncisión, sus guevotes le colgaban como dos morrales llenos de deseo, peludos, duros, a punto de abrirse y dejar salir su fértil semilla dentro de la boca de Rosalba, el la tomaba de la cabeza y la cogía literalmente por la boca, mi esposa en ocasiones tenia arcadas de tan profundo que le llegaba ese pene digno de una deidad.

-está muy gruesa mi cielo, ni parece que tengas 17

como estaban los dos de frente el la levanto y la beso para luego chupar sus pezones, ella se los ofrecía y le decía

-muérdemelos papito muérdemelos por favor.

después de esto volvieron a la carga y el chavo la ensarto levantándole una pierna, tan grande era su verga que no se le dificulto penetrarla provocando en mi mujer un orgasmo descomunal dejándola casi inconsciente, teniéndola que sujetar firmemente de ka cintura para que no cayera a la arena, Cuando se recuperó le dijo secándose el sudor de la cara:

-espera mi amor déjame quitarte el condón

-y si te preño?

-no te preocupes por eso mi vida, quiero sentirte al natural quiero que me los eches adentro bebe

él la puso boca abajo y se colocó detrás para clavarla de perrito mientras le jalaba la cabeza hacia él y la besaba atrapando su lengua en la joven boca, sus embestidas eran bestiales, sin compasión, muy rapidas y luego lentas, alternando con fuertes violentas y pausadas estocadas, el miembro de su nuevo y joven amante le provocaba unas punzadas muy ricas en su vientre de tan profundo que llegaba,me dijo que en ese instante tuvo un orgasmo muy rico y el chico solo de oírla gemir empezó a llenarle la vagina de semen, ella no quito hasta que el muchachito vació la última gota en la papayita de mi esposa.

-mmm así mi niño, así, preña a tu mami ándale panzoneame para darte un hermanito, diciendo esto Rosalba se puso boca arriba y le subió las piernas a los hombros de Hugo

– asi tenme mi bebe deja que tu semilla resbale bien hasta adentro, quiero que me hagas un chamaco. Hugo solo se limitaba a acariciar sus tobillos y sus piernas, volviéndole a meter su ahora flácida verga la cual poco a poco iba recuperando su dureza dentro de la vagina de mi esposa, volviendo a la carga de nuevo, el muchacho era incansable ya que bombeaba ami esposa sin misericordia , mientras que la pirujita de Rosalba estaba llegando a la gloria de tan brutal cogida que le estaban dando, una vez mas el chico rellenó de su espesa leche la panocha de mi mujer la cual con la toalla tapó su cosita diciéndole al chico que ahora sí se podían regresar, tomo su traje de baño no sin antes sacar un panti protector para no manchar el traje, yo la esperaba ansioso en la playa para que me contara su aventura, cuando ella bajo del velero le dio un beso en la mejilla a su joven amante no sin antes intercambiar números telefónicos.

-hola amor ya regresé, estuvo fantástico, Hugo me trato muyyyy pero muy bien,

mientras caminábamos me mostro la toalla llena de semen del joven. – además traigo una toallita para que no escurra su semen, eso no me preocupaba por que sabía perfectamente bien que Rosalba se cuidaba mucho para no quedar embarazada de nadie.

-se me hace que ahora si serás papá , jajajaja por que el muy canijo es una fuente de semen , se viene como todo un semental ,mi vida me dejas venir a verlo mañana?

-claro que si mi cielo, pero si me dejas chuparte la panocha llegando al hotel, tu sabes cómo me gusta comerte después de que otro te ha cogido…oye, sería mejor si mañana lo haces en la habitación del hotel que te parece

-ok Amor lo pensaré…

así quedamos , abordamos una pulmonía y nos regresamos al hotel, una vez ahi la tumbé en la cama, la desnudé y probe cada centimetro de su vagina, su olor era exquisite a sudor y semen de macho, todavia traia restos de la leche de Hugo, la saborié como un exquisito manjar provocando en rosalba un orgasmo torrencial, el cual bebi tal cual coktel preparado con lujuria de hembra -macho…continuará

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