La hermana de mi mujer me excitaba tremendamente,es una mujer de cuarenta y tantos años vastante atractiva y sensual.Siempre la he tenido como musa de mis sueños eroticos,la buscaba los muslos o el culo para despues dejar volar mi imajinacion pensando en ella. Unas vacaciones decidimos salir los dos matrimonios,nos fuimos a Galicia y no se por que me lance,comence a rozarme con ella,a poner mi rodilla junto a la sulla bajo la mesa.Ibamos por la calle y la cojia de la cintura a la vez que a mi mujer pero a mi cuñada la acariciaba por las caderas o por el costado,me ponia a mil por hora y cuando hacia el amor con mi mujer pensaba que lo hacia con mi cuñada. Una noche propuse salir despues de cenar a una dicoteca que habia cerca del hotel.Entre unas cosas y otras cambiamos de pareja varias veces mientras bailabamos,yo la hice sentir a mi cuñada"todo mi poder"mientras nos moviamos.Entre las copas,la musica y el ambiente ella se calento,que era lo que yo queria y cuando no nos miraban la acariciaba por delante o por detras.La dije que teniamos que buscar un momento para estar a solas,me dijo que ella tambien tenia muchas ganas pero tenia miedo que se enteraran ellos. Por la tarde al dia siguiente y mientras mi mujer veia la pelicula de la tele y mi cuñado dormia la siesta buscamos un sitio en la planta alta del hotel y dimos rienda suelta a nuestros instintos.Lo hicimos a lo loco,como animales,la folle con verdaderas ansias y ella a mi. Cuando ambos llegamos al orgasmo sentimos verguenza de estar desnudos el uno frente al otro,la observe que su cuerpo no era como yo imajinaba viendola vestida,tenia celulitis por los muslos y el culo caido al igual que los pechos,no eran tal y como los veia cuando estaba vestida.Mi cuñada ya no era tan atractiva y sensual. Me dijo que no estaba nada bien lo que acababamos de hacer y que esto jamas lo repetiriamos,que solo era placentero mientras lo habiamos pensado.Pareciamos dos delincuentes que temen que les descubran. Ahora apenas nos miramos,salimos las dos parejas lo justo y no nos sentimos comodos. ¡Que tonto fui!Por un rato de placer,he cambiado el poder de la imajinacion.