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Categoría: Parejas

Rey Arturo

Al divorciarme siempre he tenido a mi lado un hombre increíble, fascinante, inteligente y con una vitalidad sexual única. Arturo, él es un intensivista y en broma le digo que también es una especialista en dejarme el corazón roto.

Arturo y yo hemos sido amigos y amantes por muchos años, pero él vive en la capital y yo en provincias. Cuando estaba casada tuvimos pocas oportunidades de estar juntos, porque no me era fácil salir de viaje sola.

El año pasado cursé una especialidad en la Universidad y con un horario super apretado los sábados. Trabajaba de lunes a viernes y el sábado de 7 AM a 8 PM tenía clases de post grado. Mi premio a tanto estrés lo recibí de Arturo. Siempre habíamos querido pasar una noche juntos. Increíble pero nos moríamos de ganas de vernos. Tenìamos meses sin estar juntos. Y yo estaba en abstinencia sexual total. La oportunidad se pintó de verde y Arturo logró ir a otra ciudad a dictar una conferencia de su especialidad y la misma quedaba a 4 horas en bus de mi residencia. Pero toda la fatiga valió la pena.

Ese sábado hice mi maleta en un bolso rojo que me habían regalado en la oficina para mi cumpleaños. Eche un Baby doll negro y otro blanco bien sexy, pantys tipo hilo dental, mis cosméticos y una juego de ropa limpia para regresar.
En el camino en autobús pensaba que nos íbamos divertir, pero la mente se me quedó corta. Al llegar a la ciudad Arturo me llamó por celular y me dijo el número de la habitación donde estaba y que subiera sin dar mucha información en la recepción. Tengo que cuidar que Arturo es casado pero yo soy soltera. Así lo hice, llegué a la escalera, camine hasta el fondo y ubique el número del cuarto. Allí me esperaba el rey Arturo, en calzoncillos con cara de haberse acabado de tomar una siesta; que malvado pensé él con las pilas puestas y yo muerta de cansancio.

Pero Arturo tiene un toque especial para levantarme el ánimo y llenarme de ganas. Comenzó a besarme con esa boca que me vuelve loca. Y con esa voz ronca y varonil, me dice: ¡Hola mi amor! y siento como me aprieta contra pecho y me doy cuenta que su pene lo puso duro debajo de los calzoncillos, él comenzó a buscarme los senos debajo de la blusa, me soltó el brazier y me tocó los pezones, con la atragantadera de besos ya los tenía duros con ganas que lo chupara, pero me acordé lo pegajosa que estaba de un viaje tan largo y pedí que me diera chance para ducharme. Pero allí empezó la historia de mi Rey....me dijo que si, pero que el baño era juntos y le respondì que estaba bien.. me desnudó, me siguió bensado y tocando camino a la ducha, puso agua bien tibia. Me enjabono, me masajeo las nalgas, introdujo su mano entre mis piernas, cerré los ojos mientras me salía un ohhhh desde el alma. Meses sin sentirlo, sin tener un hombre cercar. Estaba tocando el cielo.

Arturo me pide que quiere rasurarme toda, a pesar que llevaba los vellos pùbicos estilo bikini, él quería un depilado total. Saco su afeitadora y procedió abrirme las piernas y mientras me estimulaba el clítoris, me iba rasurando poco a poco. Cuando terminó, siguió introduciendo sus dedos en mi vulva caliente. Para no quedarme atrás lo comencé a estimular con la mano agarrando todo su pene que ya estaba a su máxima expresión, lo chupe despacio mientras el agua corría por mi cara. Arturo, me dice que vamos a seguir pero en la cama. Le dije que se adelantará porque quería ponerme algo sexy y me puse una tanga blanca y su Baby doll. Me coloque perfumé, crema y solté el cabello que lo tengo negro y lacio.
Arturo me espero de pie, se puso detrás mío y comenzó a ponerme el pene por mis nalgas, me apretaba los senos. Y me recostó a la cama. Levantó una de mis piernas y sin quitarme la tanga, veía tocaba mi chucha caliente, húmeda, rasurada. Le gusto verla como tenía los labios de la vagina hinchados de ganas. Yo cerraba los ojos pidiéndole no pares, Arturo, mi amor, me matas. Mi rey metió su lengua entre mi tanga y chupa mi clítoris, pasa la lengua desde la entrada de mi vulva. Yo le pedía que parara, la verdad no me quería correr tan rápido, deseaba sentir que me penetrara, que me cogiera como solo él sabe hacerlo. Sin embargo; Arturo me quito la tanga, sigo hurgándome con sus dedos metió primero uno, después dos y los movías como un experto. A esa altura de mi calentura, me movía sola, me restregaba contra su boca y tensaba los muslos, apretaba los labios y la excitación me quemaba por dentro, y mi vulva pedía a gritos una verga, suplicaba, gemía pero no me hacia caso Y Arturo sabia que estaba cerca mi orgasmo; yo seguía suplicando; por favor detentè, pero era un sigue y detente, movía mis caderas y enterraba mis manos en su cabello. Arturo en un movimiento que no esperaba, mete uno de sus dedos en mi culo,el otro lo mueve dentro de mi chucha y con su lengua me lame el clítoris con movimientos rápidos, de arriba abajo. Yo no aguanté may y grite un ohh... mi vida me vengo. Arturo abrió su boca aún más y me chupo el clítoris fuerte pero delicioso y me arranco en menos de un minuto otro orgasmo. Movía los dejos estimulando y suavecito me decìa: Annie gozaaaa

Con una mamada como esta qué mujer no queda satisfecha y le da todo lo que su hombre pida. Me levanté de la cama y le dije... Mi rey ahora te toca a ti gozar. Lo acosté y empecé a chuparle desde los pies, como si fuera sexo oral, le pasaba mis senos desnudos por sus pies, los masajeaba, subí a sus rodillas, abrí sus muslo, lo chupe por dentro sin tocarle el pene. Luego agarre con mi mano su miembro y empecé a friccionarlo, dejando todo su glande lubricado, listo para penétrame. Arturo le encanta el sexo oral, y sé que goza esto más que nada. De él aprendí que un orgasmo de sexo oral es más intenso y rico. Lo estimule con mi lengua, abrí mi boca lentamente mientras masajeaba sus huevos y me metí toda esa cabeza del glande adentro que casi me atraganta. El gemía, se movía, me aprisionaba la cara con sus piernas. De pronto pare para tomarme un respiro y subo la mirada y veo en sus ojos el deseo, la entrega y comprendí que ese hombre estaba para gozarme todo. Pensé en torturarlo un poco de placer y le dije: ¿vamos a ver si aguantas lo que te viene ahora? Y me siguió la corriente. Chupe su pene con desesperación. Me levante y me coloque encima de èl,, semi arrodillada, agarre con una mano su verga que estaba bien parada y empecé a pasarle mi chucha en su pene como si fuera una brochita por mi entrada de la vulva, mientras le preguntaba, ¿ te gusta?. Me contestó: siiiiii, seguía estimulando su verga como si fuera a masturbarlo y metí solo un poquito de verga en mi vagina, pero cuando él esperaba que lo dejara entrar del todo, lo saque y le volví a decir no quieres otro poquito, y sin esperar que me contestara, metì su verga otra vez en mi chucha. Y esto no lo resistió, jalò con sus manos varoniles con fuerza mis nalga y me entrerrò de un solo esa verga dura, deliciosa. empecé a moverme como más velocidad, en movimientos circulares, arriba, abajo, como tanto le gusta. Como pude me suspendí sobre mis pies y como quien hace ranitas, me levanté un poco para que el viera como su verga me entraba toda y salía nuevamente.
Él seguía retardado su orgasmo y yo no aguantaba las ganas de volver a venirme, pero quería esperarlo a èl,. Y me di la vuelta, el seguía semi recostado a la cama e introduje nuevamente su verga, mientras admiraba todo el panorama, mi culo frente a el y su verga hundiéndose, perdiéndose en el fondo de mi vagina caliente, yo me estimulaba, restregando con sus testículos, frotándome el clítoris, excitada y escuchaba su voz animándome, gózala, que rica estas, siente mi verga es toda para ti. Su pene se detenía y sus venas se expandían, es la sensación igual cuando una manguera de agua la enciendes, y la propulsión del chorro va dejando navegar la misma hasta salir en la punta. En la verga de Arturo, su semen pedía que lo liberara, y mi rey lo dejo salir como chorro de leche caliente que entró en mi vagina y la arrebató; no aguante más también grite de placer. Oohh mi rey que rico me la estas sacando otra vezzzzzz, aaaaaa.

Esa noche Arturo me hizo el amor de diferentes formas, en el próximo cuento les contare como, me hicimos un 69, me cogió por detrás y cómo le baile sentándome encima de sus piernas.

La noche que pasamos le mereció a Arturo una triple “AAA”, máxima calificación que se otorga a los estudiantes en nuestro país cuando en la universidad sustentan trabajos sobresalientes. El sexo que me dio era: A: Audaz; A: Arrebatador y la ùltima A por todos las aaahhh de placer que me sacò. Que hombre no le gusta que su mujer le diga que es el mejor amante y que él sepa que no le mienten. Que sabe arrecharla las veces que quiere y la tiene toda para cogersela a la hora que quiera.
Datos del Relato
  • Autor: Annie
  • Código: 12359
  • Fecha: 23-12-2004
  • Categoría: Parejas
  • Media: 6.31
  • Votos: 55
  • Envios: 2
  • Lecturas: 2837
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Yoyo
invitado-Yoyo 17-01-2005 00:00:00

Buenisima verdad.

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