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Esto sucedió aquí en el México, Distrito Federal o ahora conocida como Ciudad de México y es una experiencia 100% real, me encontraba en casa, checando mis correos y viendo toda la basura que le mandan a uno en todos esos correos cadena, total, que llegué a un correo el cual me mandaba una amiga que tenía como 1 año de conocerla, en él decía: “Oye necesito de tu ayuda, mi compu se descompuso, necesito que, de favor, vengas a mi casa a checarla”. Ese mismo día le respondí a su correo, preguntándole a ella que me dijera cuando quería que fuera a checar su máquina. Pasó una semana y nada de respuesta, así que no le tomé importancia al caso, hasta que me llegó de nuevo un correo de ella diciéndome “Me urge lo de mi compu, te veo el viernes, a tales horas, en mi casa”.
Llegado el viernes, me dispuse ir a la casa de mi “amiga”. Les contaré rápido de ella: mide aprox. 1.70, es de piel morena, ojos cafés, cabello lacio debajo de los hombros, labios gruesos, de complexión media-delgada, con 45 años de edad y ya con hijos, (para su edad está muy bien). Ya en camino hacia su casa, dentro de mi hubo un pequeño presentimiento, de que posiblemente hoy podría suceder algo, así que pasé a una farmacia y compré unos condones. Dije: total si no los ocupo hoy, será después. Así que antes de llegar a su casa, le marqué diciéndole que en 5 minutos estaría ahí. Ya estando fuera de su casa, toqué la puerta, estuve esperando un rato en lo que me habría, cuando en eso, se abre la puerta y es ella, ¡wow! se veía súper. La verdad, nunca la había visto arreglada así: Un vestido negro pegado a su cuerpo de una sola pieza con tirantes y un poco arriba de las rodillas, el cabello se lo pintó de un tono obscuro, sus labios los pintó de un color uva o algo parecido, estaba con zapatillas de tacón alto y sin medias. La verdad, me quedé con cara de menso cuando la vi, ella vio mi reacción y dijo que no era para tanto, pues para ella no, pero para mí sí.
Ya pasé a su casa y en eso volteé a verle el trasero, ya descaradamente y no importándome que ella me viera, le dije: «Te ves súper, de solo verte ya hiciste que me pusiera nervioso»; ella solo atina a reírse y me dice que me siente, que me ponga cómodo y así lo hice. Me instalé en su sala y lo primero que hice fue buscar su compu para ver qué es lo que tenía, pues ese era el objetivo de mi visita, como no la encontraba, pues le pregunté en donde la tenía. Ella se me acerca y me dice: «Esta en mi recámara, pero antes de que la repares vamos a desayunar ¿te parece?, yo pues dije «O.K».
En su casa, ese día no había nadie (pues ya tiene hijos y es separada), así que nos pusimos a desayunar y pues la plática en el desayuno se puso a otro nivel, pues empezamos a hablar de sexo. Le comenté que hoy se veía súper, el cómo se arregló y más sexy se veía con esos tacones y sin medias, que cualquier hombre que la viera sería capaz de hacerle una proposición para estar con ella en la cama. Ese comentario que le hice, noté que le gustó, porque como respuesta me dice: «Seria cualquier hombre ¿o serias tu mmm???», le respondo: «Pues yo no te lo propongo, mejor te lo digo, Me gustaría hacerte el amor aquí y ahora…» Hubo un silencio como de medio minuto y en eso ella dice: «Mmm si te dijera que me vestí hoy así para ti, porque quiero tenerte en mi cama…». Eso fue todo lo que nos dijimos en ese momento, pues al instante me levanté de mi lugar y le planté tremendo beso mmm delicioso, en eso se paró ella de su silla y nos empezamos a besar con frenesí, parecía que nos queríamos comer el uno al otro, así como clásicos novios de 15 años que les vale todo. La verdad es que ella besa muy rico y vaya forma de besar. Nunca nos habíamos besado ella y yo, y para ser la primera ocasión, estaba de lujo. Llegó el momento en que empezamos a tocarnos por todos lados, en verdad, disfrutaba en tocar su cuerpo, el sentir su piel, el aroma de su cuerpo.
Así estuvimos un lapso de unos 10 minutos, entre besos y faje, la verdad es que la situación para mí era excitante y emocionante, pues no sabía en ese momento qué onda con sus hijos, pues podrían llegar en cualquier momento y pues seamos realistas, cuando uno está caliente y ya con ganas de coger, la verdad todo nos vale en ese momento. Así que en mi mente pasaba la idea de que nos podrían cachar en cualquier instante, así que le pregunté a ella en donde estaban y me responde: «No te preocupes, les di permiso de salir con sus amigos y amigas así que llegaran hasta la noche». Mi amiga ya lo tenía todo planeado, así que seguimos en lo nuestro, entre beso y beso y en el faje. La verdad, ambos ya estábamos bastantes calientes, en eso la recargué en un muro de su sala y muy despacio me agaché y le empecé a besar las piernas y levantar su vestido, besaba ambas piernas, realmente quería disfrutar el cuerpo de esa mujer, así estuve hasta que llegué a su entrepierna, traía una tanga negra, empecé a besar su vagina por encima de la tanga, despedía un olor muy rico, se había perfumado su tanga. Le pasaba la lengua por todo el alrededor de su vagina, mientras con ambas manos le sobaba sus nalgas, las cuales estaban duritas, ella ya gemía y suspiraba de gozo, «mmm, ahhh, siii… mmm sigueee, no pares…»
Así estuve, hasta que llegó un momento, en donde ella se separó de mí y me dice: «Espera no quiero terminar aquí, quiero que lo hagamos en mi cama», así que me toma de su mano y me dirige a su recámara. Ya estando ahí, ella me avienta en su cama y dice: «Ahora si flaquito, quiero que me cojas bien y rico, quiero esa verga dentro de mí». En eso, me empieza a desabrochar mi pantalón y me bajar mi bóxer y enseguida mi verga sale, pues ya la tenía bien parada, ella la toma con su mano y con una delicadeza y suavidad se la introduce en la boca, mmm esa sensación de calor de su boca en mi verga, el sentir su lengua, la calidez de su saliva mmm, (hacen que, en este momento, de recordarlo se me vuelva a parar). Así me la estuvo mamando y chupando por un buen lapso, me chupaba mis bolas, le escupía a mi verga, realmente sabía lo que hacía, en ese instante me miraba, y me decía que, si alguien me la había mamado, así como ella lo hacía… Llegó un lapso en el cual estuve a punto de venirme y se lo dije, «Para que me voy a venir» cosa que a ella le valió madre, pues me la siguió chupando hasta que no pude más y me vine dentro de su boca «ahhh ahhh me vengo ahhh». Una sensación de locos al venirme en su boca, pues a pesar de haberme venido, me la siguió chupando y obvio, uno queda súper sensible después de venirse. Llegó un momento en que yo grité de placer «¡aaaaaaaahhhhhh!», uf, de maravilla, la tremenda chupada que me acaba de dar, así que, como agradecimiento, por lo que me acababa de hacer, le correspondí de la misma forma, haciéndole el sexo oral a ella.
La recosté en la cama, no sin antes desnudarla por completo, besándola en el cuello, pasando por sus senos en los cuales me entretuve besando sus pezones, unos pezones oscuros, pero bastantes grandes, les pasé mi lengua, los mordí, los chupé, mmmm que rico. Ella gozaba de cada lengüetazo y chupeteada que le daba, «ahh mmm». Cada instante ella se iba calentando más, hasta que después de un rato de estar besando sus pezones, bajé por su vientre y llegué a su vagina, la cual ya estaba bastante húmeda y caliente, con mis dedos abrí sus labios y la chupé, le pasé toda mi lengua por esa rica rajita, le chupaba el clítoris, «ahhh no pares, así cabron, mámamela… ahh ahhh». Le metía mi lengua en su rajita, la chupaba toda, quería que ella se viniera y así fue, llegó un instante en el cual ella me jaló de mis cabellos, para que se la mamara con más intensidad y así lo hice hasta el momento en el cual ella pegó un grito que se escuchó en toda su casa, «¡aaaaaaaaaaahhhhhhhhhh!». Logró venirse, descansamos un lapso de unos 10 minutos, hasta que ella empezó de nuevo a chuparme la verga hasta el punto de ponérmela dura de nuevo, en eso ella me dice: «ya te quiero dentro de mí, quiero que me la metas rico y despacio» y así lo hice, la abrí bien de piernas, sus piernas las tomé cada una con mis manos, y coloqué mi verga en la entrada de su rajita y lentamente se la fui clavando, vaya imagen, tenía a mi amiga de 45 años completamente abierta de piernas y metiéndole mi trozo en su vagina (no es que la tenga enorme, pero me han dicho que la sé usar muy bien).
Poco a poco la introduje en un mete y saca muy despacio, pues me encanta ver como es la penetración, veía el rostro de ella, una mirada de placer que no la puedo describir, en verdad estaba gozando, poco a poco fui incrementando el ritmo de la penetración, en la habitación solo se oían nuestros gemidos y el rechinar de la cama «ahhhhh ahhhhh, mmmm aaahh». La cambié de posición, con piernas al hombro, así, para que mi compañera de cama sintiera más, (ella tiene una cama chiquita y tubular). Ya teniendo sus piernas en mis hombros, puse mis manos en los tubos de su cama y la empecé a meter más rápido, se la clavaba con más velocidad, estábamos cogiendo de lo lindo, cada vez las clavadas eran más rápidas y más violentas, «así siisii cógeme, mmm que rica la tienes, quiero vergaaaa. dame masss». Así estuve dándole hasta que yo sentía que ya me venía y se lo dije, así que bajamos la intensidad y la coloqué de perrito, ufff, vaya que lindo trasero se le veía. La puse en 4, y así la penetré, una cogida más despacio, pero igual de placentera. Yo ya estaba bastante sensible y creo que ella también, pues empecé a sentir sus contracciones en su vagina, así que, sin más, le grité: «¡quiero venirmeeeee!», en eso gritamos ambos «¡AAAHHHH AAHHHH, AAAAAAAAHHHH!». Los dos terminamos al mismo instante, la llené de mi lechita… así como ella, estaba escurriendo de lo caliente que estaba y lo rico que se había venido. Yo quedé dentro de ella hasta que mi verga se puso flácida, que rica cogida acabamos de tener. Nos quedamos recostados en la cama como unos 15 minutos, en los cuales platicamos lo rico que había sido lo que acabábamos de hacer.
Yo, la verdad, ya ni me acordaba que la visita había sido para reparar su compu ni me importaba ya. Enseguida nos dimos un baño en el cual nos seguimos cachondeando y en el cual ella me dio otra rica mamada y yo le chupé su rajita. Ya saliendo de la ducha nos vestimos y me comentó que si podría checar la máquina de su hijo para ver si necesitaba algo, y pues, así lo hice me dirigí a la recámara de su hijo y pues con calma revisé su compu y vi que no le hacía falta nada, así que nos pusimos a platicar, ella sentada en la cama y yo en la silla en donde estaba la computadora. La plática, por obvio, era sobre el rato de placer que habíamos tenido hace unos instantes. Yo le comenté que ella era la primera mujer de esa edad, con la cual yo habida tenido relaciones sexuales, entonces ella me dijo: “Que, si habría otra oportunidad de volverlo a hacer con ella”, yo le respondí que sí, que en cuanto tuviera una nueva oportunidad, me la volvería a coger y en donde fuera; en eso ella abre sus piernas y se empezó a tocar muy cachondamente, uufff, vaya mujer acabábamos de coger y quería más. Se ensalivó los dedos y se los metió en su vagina, de solo verla de nuevo me calenté, y le dije: «no empieces, que me voy a calentar y no respondo». Cosa que, a ella, le valió mi comentario y siguió en lo suyo, se siguió tocando y me miraba, la verdad yo no aguante más y enseguida me bajé el pantalón y el bóxer, me subí en ella y se la empecé a meter rápido, ella empezó a gritar «¡cogemeee otra vez y más fuerte ahhhs siiiiii siiiii!». Ella seguía vestida, solo le hice su tanga a un lado, y así se la estaba metiendo, así estuvimos por un buen rato en esa posición, pues en verdad me encantaba verle sus expresiones faciales a cada metida que le daba, solo cambie de posición para abrirle más las piernas, levantarla un poco y tomarla de ambas zapatillas (creo que a todo hombre nos agrada que una mujer use zapatillas pues es como un fetiche). Así, cada vez más rápido me la estaba cogiendo en la cama de su hijo, llegó el momento en el cual perdí la noción del tiempo, y llegó también el momento en el cual, de nuevo los dos explotamos en un rico y sabroso orgasmo. De nuevo me quedé dentro de ella hasta que mi verga quedó flácida y descansando un rato. Después de eso me vestí de nuevo y terminé de revisar la máquina de su hijo, la cual no necesitaba nada. Me despedí de ella, no sin antes decirle que, me mandara un correo diciéndome “Necesito ayuda con mi compu”.
*****
Espero les haya gustado mi relato y como les dije, es una historia verídica.
Si hay alguna mujer de México o de algún otro lugar y que se interese en contactarme, estoy a sus órdenes.
Saludos y buenas noches.
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