Hecha rehén cargando y amarrada a su cuerpo completamente de un explosivo, el cuál al detonarse volaría al matar y llevarse a varias decenas como centenares de personas en un radio de 500 metros a todas las personas que se encuentran deambulando, hasta dentro de un banco en que por casualidad del destino llega Blanc, a pagar sus cuentas mensuales. Al ser robado esa mañana de verano transcurriendo el mes de marzo en curso, obligándola bajo amenaza de revolver en mano apuntándole a la misma sienes derecha que Blanc maneja el vehículo por donde se dan a la fuga escapando de los policías que sitian las cercanías del mismo banco que fue asaltado. Al secuestrarla para posterior pedir el rescate y esperando que quede libre para poder huir y escaparse al extranjero, el mismo ladrón, a despensa de tener de rehén cautiva a la misma Blanc, quién siempre por algún motivo e indicio pasa estás desgracias de toparse y encontrarse con malhechores que le roban hasta la tienen cautiva por algún fin detrás en que ella es el plato principal por lo que paga siempre en especie como en carne fresca y viva salvándose de que no le hagan en absoluto ningún daño al salir bien librada sin mayor consecuencia que lamentar ni que lamentar infinitamente a su persona obedeciendo sin que le hagan daño para nada ni la tengan amenazada para nada. Parando en una guarida abandonada que nadie tiene el conocimiento que existe actualmente, en que ocultando el vehículo de la huida perfectamente entrando a la misma en que le desamarra el chaleco donde contienen y esta activa el poderoso explosivo en que tomaron como rehén en persona a la propia Blanc, siendo el señuelo para que lo dejaran ampliamente para poder escapar libremente de la escena del robo bancario sin mayor represalias. Asustada y algo aterrorizada como desorientada, le pregunta la misma Blanc "¿donde estamos, que va hacer conmigo? ¿ahora pedirá rescate o me liquidará para dejarme muerta por cualquier parte de esta inmensa ciudad?... borrando toda evidencia de violencia como de testigos que lo puedan identificar para ser utilizado por la policía para así atraparlo con las manos en la masa y con el mismo botín, escuchándolo el captor le informa para nada la dejare libre cuándo se calmen la situación y tenga que pensar la mejor forma de huir sin que me atrapen no quiero pasar mis últimos días en la cárcel y no volveré a ella prefiero que me maten antes de que me atrapen.

Acercándose al abrazar férreamente a la misma Blanc, en que la consuela con sus manos recorriendo su cabello bello y la espalda como su culo llevando el atuendo y vistiendo en ese momento falda larga con botas negras de punta y camisa gris plomo de manga larga, al besarla como nunca ha sido besada por su enamorado o por cualquier otro hombre frente a sus ojos transparentados los cuáles refleja la profundidad de la estimación como agrado que le invade al captor por su rehén, dejándose llevar por el rico y deleitoso hasta atractivo captor llenándola de momentos apasionados envolviéndola al acostarla en una cama en que la manosea tremendamente con unas hartas ganas donde se la folla al cogérsela jadeando como gimiendo con toda la locura, invadiéndola como inundándola puramente con todo el frenesí y el clímax que se disfraza por lo que le hizo pasar aquel malhechor en vivo, a todo color, a la misma Blanc, que se olvida momentáneamente por la situación en que está viviendo. Entregándose en cuerpo y alma a su captor, al mamarle sus bellos senos al lamérselo absolutamente sus pezones y terminando saboreando con leves y superficiales mordidas por los labios del captor en las tetas, que las tiene muy erectas y enardecidas como duras y parados en donde lo masturba con tal naturalidad en que lo tiene enloquecido como atraído por todas las delicias impregnadas como demostradas por tanto ímpetu por la misma Blanc, entre sus sufrimientos como desesperación y pensando que va hacer de ella al cabo de cinco horas es liberada por el captor que la deja vendada de los ojos al avisarle a los policías donde la dejo para que la recojan, nunca volvió a saber ni verlo ni tampoco topárselo ni encontrárselo en ninguna ocasión la misma Blanc no olvido y recuerda tierna como adorablemente ese breve sexo que tuvo con su captor por aquel robo al banco en que la tenía de rehén y amenazada con un poderoso explosivo para quitarse de encima a los policías para que no lo siguieran ni lo atraparan para enjuiciarlo ni refundirlo en la cárcel por el delito que se le imputa y cometió a la luz del día en pleno movimiento de personas en el área del mismo banco donde llego Blanc a pagar sus cuentas mensuales…