Era a mediados de diciembre, un amigo me hizo una invitación para asistir a un convivio navideño a su empresa, en esa reunión había una chica huy hermosa y sensual de un cuerpo de campeonato, ya la conocía pero no recordaba de donde. La invité a bailar, y fué cuando ella me dijo, que me conocía de cuando estábamos en los cayos de Belice, y que ella esataba con un su ex-novio oficial de la marina de guerra. Finalizando la tarde me dijo que tenía que marcharse porque vivía muy distante del lugar, y el transporte en esa época era muy difícil, me ofrecí llevarla, y muy seguido le hablaba por teléfono, y llegaba a traerla a su trabajo, alos dos ó tres meses ya nos dábamos besos, pero hasta allí. Un día viernes que fuimos al cine, le pregunté si me acompañaba el otro día a la playa, le comenté que tenía una casa de veraneo, y me dijo que sí pero que regresáramos el mismo día, por lo que salimos a las seis de la mañana, hacía un calor insoportable, y el sol fuertísimo, o sea que ir al mar era descabellado, por lo que nos metimos a la piscina de la casa. Cuando salió con su traje de baño de dos piezas, era un espectáculo bárbaro, pechos medianos, duros como una piedra, su cintura fina y caderas anchitas y un culo parado soberbio, así como sus hermosas piernas, de cara no era tan bonita, pero sus rasguitos atraían, ella era mulata, su cabello de anillitos chicos y suaves, su naricita respingada y labios carnosos, entró a la piscina dirijiendose hacia mí, la bese con locura, deseo, pasión, con lujuria, mi pene estaba sobre su vientre, y creció al máximo presionando su cuerpo, ella deslizó su mano, la metió entre mi ropa y apretó con fuerza, diciendome el oído, que rico es grande y grueso, dámelo en la boca, me recosté sobre las gradas de acceso al agua sde la iscina, me saqué la ropa y empezó a chupar de lo más rico, lo hizo suave y delicioso, luego me corrí en su boca. Quité toda su ropa y besé su cuerpo centimetro a centimetro, sus pezones oscuros, se hincharon en mi boca, su clítoris se hincho bajo mi lengua, y mi verga fué abriendose camino en las paredes de su vagina, se fué completo, se corrió dos veces, yo estaba a punto y me pidió no terminar adentro pues no se cuidaba, me ofrecio sus nalgas colocandose de espaldas a mí, la ensarte al fondo, yo no aguantaba más y la llené de leche, que día tan especial, no regresamos ese día, por la noche fuimos a bañarnos al mar, sobre la arena follamos a lo grande.