El nuevo ciclo escolar estaba por comenzar y mi
escuela se encontraba situada en un paraje rural.
Era mediados de febrero y las clases empezarían pronto.
El ultimo fin de semana fue cuando Julieta me sorprendió
con su compañera follando mientras ella estaba durmiendo
con la hermana de Carlos.
Era sábado por la noche y el área estaba atestada
con jóvenes de todas las edades.
Julieta oyó una voz familiar que la llamaba, era Fernando
al que no veía desde hacía dos semanas, la tarde cuando el
la había follado por primera y única vez.
Él salió de su automóvil se acercó y se apoyó a un árbol
y delante de todos quiso darle un beso.
Julieta lo apartó e intentó hacerse la desinteresada pero el
no se rindió tan fácilmente, le dijo que la había extrañado,
que sentía mucho lo que había pasado entre ellos y le
preguntó si podían seguir siendo amigos.
Julieta se dio vuelta y le contestó que estaba muy enojada
con él, pero que si cambiaba de actitud podrían ser amigos.
Fernando la invitó a pasear en auto y ella estuvo de acuerdo,
siempre y cuando yo los acompañara.
Entré y me senté en la parte trasera y ella se sentó adelante
con Fernando.
El auto arranco despacio y se encaminó hacia unos caminos
vecinales, le pregunté donde íbamos y el me respondió que
había oído hablar de una fiesta que se daba en la casa-quinta
de unos amigos comunes.
Nosotras conocíamos la fama de ese lugar por lo que no
estábamos muy interesadas.
De cualquier manera Fernando prosiguió con el viaje y cuando
llegamos al lugar solo había dos automóviles. Se bajó
y dijo que iba a ver quienes eran los invitados, cuando regresó
nos manifestó que la fiesta se había suspendido y que solo se
encontraban dentro algunos compañeros de clase.
Entonces bajamos y entramos a la casa, enseguida reconocimos
a todos los presentes que eran compañeros de la secundaria.
Fernando nos trajo cerveza yo acepté la mía pero Julieta prefirió
una gaseosa, con las latas en la mano caminamos alrededor del
cuarto, de pronto Julieta se separó y entró a otra habitación.
La seguí y la encontré charlando de pié con dos muchachos,
entonces me senté y saboreando un poco de cerveza miré como
Julieta al irse con los dos con un guiño de ojo me dijo:
- no vengas hasta dentro de media hora -.
Terminé mi cerveza y cuando hubo transcurrido el tiempo
acordado subí las escaleras para buscarla, allí todas las puertas
estaban cerradas, seguí caminando por el pasillo y al final encontré
una puerta ligeramente entreabierta, me acerque sigilosamente y
pude ver a Julieta completamente desnuda, con un muchacho
encima de ella que la estaba cabalgando en forma frenética y era
obvio que ella lo estaba disfrutando, el otro muchacho estaba
apoyado en la cómoda y ella se lo estaba mamando. Cuando uno
acabó estrepitosamente el otro procedió a encularla de inmediato
con los rempujones del tipo pude observar que este tenía una
verga de mucho mayor tamaño y por los gritos de Julieta parecía
estarlo gozando.
El primer muchacho se empezó a vestir y yo volví precipitadamente
a la sala. En eso llegó Fernando y me preguntó si me quería ir, le
respondí que esperaba a Julieta a lo cual me dijo que a ella la
alcanzarían hasta el pueblo los chicos.
Entonces asentí y cuando empezamos a andar con el auto me di
cuenta que el camino no era el de regreso, por eso le pregunté
donde íbamos y me respondió: -Solamente estamos dando un paseo-.
Él manejó por espacio de un cuarto de hora y ya lejos, en un lugar
descampado aparcó el auto.
Me empezó a decir que se iba del pueblo, que eran sus últimos
días allí y que se quería ir con un buen recuerdo.
Pensé que sería excitante besarlo, me había prometido ser bueno
y pensé que podía manejarlo si se quería propasar, me invitó a
pasar a la parte de atrás de su auto y yo estuve de acuerdo. Ya
instalados en la parte de atrás, empezamos a besarnos, el se vino
encima y puso sus brazos alrededor de mi cuello, nos estábamos
besando de lengua cuando Fernando ya tenía sus manos en mi
entrepierna, le saque las manos de allí y comenzó a sobarme los
pechos por arriba del sostén y luego quiso desengancharlo, me
resistí débilmente entonces el lo empujó por arriba de mis tetas,
las apretó las amasó y empezó a desabotonar la blusa, de nuevo
intenté detenerlo pero no pude, rápidamente quedé con el torso
desnudo, el dejó caer su cabeza y así chupó ambos pezones,
mientras el chupaba las tetas yo le recordé sus promesas,
a lo que me respondió que sería bueno. Continuó besando y
chupando mientras tanto desabrochó su bragueta y la polla
saltó del escondite enhiesta, debo decir que quedé
asombrada con el tamaño de la verga, creo que
mediría unos treinta cm de largo y unos ocho cm de diámetro
de gruesa, empezamos a forcejear porque él me tomo la mano
y quiso que lo sintiera, me guió con su palma arriba abajo y de
pronto sin querer lo estaba disfrutando. El dejó mi mano y buscó
mi chocha e introdujo dos dedos dentro de ella, cuando estuvo bien
mojada, empujó mi tanga hacia abajo, y yo lo grite “- no!!!-“
pero ya estaba arriba mío y me montó con fuerza, lloré y rogué
que se detuviera pero el hizo fuerza y me separó las piernas
las bragas fueron a parar al suelo, el empujó sus pantalones
hacia el abajo e ignoró mis protestas. Embicó la verga y me penetró
entera, al menos eso pensé yo, cuando vino la segunda estocada
me sentí totalmente abierta, dos o tres bombazos furiosos y llegué
al orgasmo, no me dio respiro y siguió bombeando, entonces cerré
los ojos y comencé a delirar de placer. Tuve dos o tres orgasmos más
antes que él se viniera, finalmente resoplando sacó su verga, bajamos
del auto empapados en traspiración, nos vestimos despaciosamente.
Fernando me dejo en casa y jamás volví a verle en la vida....

martamarques