...la mesa estaba fría al grado de que el sólo hecho de pensar en que tendría que acostarme, un escalofrío recorría mi cuerpo. Sin embargo el pasante de medicina me dijo que me decidiera de una vez por todas y que me acostara en la mesa para tomarme la radiografía que necesitaba, apenas estaba cubierto mi cuerpo con una bata delgada, pero tan sutil que al rozar mis pezones los despertaba y los ponía duros, finalmente cerrando mis ojos y subiendo a la mesa a tientas logré acostarme y mi cuerpo se erizó, el pasante me preguntó que si me afectaba lo frío de la mesa y solo lo miré de reojo, como queriéndole contestar que entre el frio de la mesa, el roce de la bata y el pensarme sin ropa interior con el a solas no era precisamente algo que me afectara. Salió del cuarto donde el accionaba los rayos x y se fue acercando a mi, con una voz tierna diciéndome que me tranquilizara y que no me moviera puesto que si lo hacia la radiografía saldría mal y tendríamos que repetir el procedimiento, me preguntó la causa de mi dolor de cintura, que finalmente resultó ser que estaba mucho tiempo sentada por las horas de trabajo, el piso estaba helado por los mismos ventiladores que enfriaban el equipo médico, tenia puestos unos tacones de tiras de 10 cms. el acomodó mi cintura, con sus manos tibias, al mismo tiempo que me decia como debía colocarme, sentia como temblaban sus manos al sostenerme, mi mente empezó a trabajar a 1000 por hora, y le dije que de donde me habia tomado ahí era el dolor, y suavemente me masegeó como queriéndome dar alivio, como suponiendo que sus caricias me quitarian el dolor, pero en realidad yo lo habia comentado a propósito para que me sobara, me dejó los tacones puestos y ceñía la bata a mi cuerpo para ver su forma, después me preguntó que si seguía fría la mesa y que si quería entibiarla yo solo le decia que si habria problema en que alguien nos descubriera y el solo movió la cabeza con tal complicidad que solo era cuestión de empezar aquella consulta, el seguro de la puerta por fuera decia: “no entrar con luz roja” y mas que roja estaba ardiendo esa sala. Se montó con gran facilidad en mi y con sus dientes hizo apenas una pequeña rajadura a mi delicada y sutil bata y por el mismo material del que esta hecha solo la rasgó con tal facilidad que disminuyó mi espera y auemntó mi imaginación, yo estaba mas que mojada, la mesa dejo de estar fria...
Empezó a hablarme de las radiografias, de instrumentos de medicina, de esos aparatos que luego nos meten a algunas mujeres por la vagina para tomar muestras, mientras el se balanceaba sobre mi cuerpo ritmicamente y no dejaba de hablar. Escuchaba como la gente pasaba por fuera del cuarto de radiografias, abria los ojos y solo pensaba en el placer que en ese momento sentia.
Besó mis pezones que estaban parados y firmes, acariciados por sus manos suaves, aceleraba mas el ritmo y yo empezaba a gemir, pero con su mano tapó mi boca, diciéndome al oido no querrás que nos interrumpan o si?¡?¡ yo hice mi cabeza para atrás, podia ver donde terminaba la mesa, y me preguntó que como me gustaba hacerlo y le dije que por atrás, salió de mi concha y me volteó pero recordó el dolor de mi cintura y el se bajó de la mesa, bajó mis piernas para tocar el piso y recargara la mitad de mi cuerpo en la mesa y las piernas abajo, bajó la altura de la mesa y sin mas la metió por atrás, era alto de estatura, ya que sin quitarme los zapatos podia alcanzar mi panochita exactamente, ni mas ni menos, parecia que estabamos hechos el uno para el otro. Cuando ya casi se venia en mi me volvió a subir a la mesa puso mis piernas sobre sus hombros y yo sentia que se me salia por la boca, se vino afuera y en mi pecho, el queria gritar pero se contuvo, apenas pudo sujetarse de la orilla de la angosta mesa de metal, con la misma bata me limpió y me dio otra bata limpia que estaba a un lado, se recostó a mi lado y observé que bajaba la mano por la mesa y con un control remoto me pregunta al oido quieres una foto juntos?¡?¡
Yo solo respondí no querrás que nos interrumpan o si?¡?¿ después de quedarnos unos pocos minutos, el se levantó, se regresó al cuarto de rayos x y ahí termino de limpiarse, me pidió que nuevamente me acomodara como lo habia hecho al principio y tomó la radiografia, muy caballeroso me indicó que ya me podia levantar y vestir, que esperara afuera por ellas, que no tardaba, y asi lo hice, cuando salió a entregarme el sobre me dijo esta es para ti, adentro estaba una radiogarfaia donde se notaban los huesos de dos personas...