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QUIEREN VER QUÉ TAN PUTA SOY?

"Hace un par de días no me imaginaba lo que era en realidad, ni lo mucho que podía disfrutar del sexo, ya que no lo imaginaba más que con mi esposo."

 

Esto comenzó cuando empecé a trabajar como asesora de ventas de trajes de baño en un centro comercial, en donde conocí a Julio, él es un chico de 27 años que trabajaba en seguridad del mismo lugar. 

Yo soy delgada, con poco busto; pero me defiendo con mi trasero bien formado, vivo con mi esposo Carlos desde hace dos años y cuando comencé a frecuentar a Julio me daba una sensación extraña en mi vagina que no quería demostrar pues estaba casada.

Un día todo cambio, llegué a trabajar y resultó que por una fuga de gas en el centro nos evacuaron a todos, yo estaba dispuesta a regresar a casa cuando Julio se ofreció a llevarme y yo gustosa acepte. 

Mientras el manejaba y me hacía plática, yo no dejaba de ver el bulto entre sus piernas que me estaba volviendo loca por descubrir. Supongo que él se dio cuenta porque de vez en cuando ponía su mano sobre él y se lo acariciaba discretamente.

Tanta fue mi distracción en eso que no me di cuenta que él no me llevo a mi casa, si no que se había estacionado en su departamento, por lo cual le pregunté el motivo y me dijo que iba a cambiarse rápido, que pasará y lo esperara un momento, yo me sentí incómoda pero acepte pues él dijo que sería rápido.

Al entrar me senté en su sala y el de inmediato entro a su baño y escuché la regadera, eso me éxito demasiado. El pensar en su cuerpo e imaginar que estaría haciendo, la curiosidad me gano y me acerque a la puerta del baño cuando lo vi él me estaba esperando desnudo y con un pene enorme, el cual estaba masajeando con sus manos, me quedé inmóvil pues no me esperaba eso y menos lo que me dijo:

Julio: sabía que eras una gran puta, así que aquí está lo que le tanto venías tratando de ver en el camino.

Yo solo me mordí un labio y no dije nada, por lo que él me tomo del brazo y me indico que me arrodillara.

Julio: vamos sé que lo quieres, haz tu trabajo zorra.

Las ganas acumuladas más su trato agresivo terminaron por borrar de mi mente el que yo era una mujer casada. Solo me concentre en llevarme a la boca tremendo pedazo de carne que apenas y podía entrar la puntita.

Julio: eso es mi putita, yo sabía que lo querías desde hace tiempo, hoy sabrás lo que es una buena cogida, dime algo.

Yo: eres un cabrón, y hoy te darás cuánta ganas te tenía.

Julio: eso es, pero te tengo otra sorpresa, ven vamos a mi cuarto.

Tenia el coño completamente mojado

Me llevo hasta su recámara cargando mientras yo me abrazaba de su cuello y nos comíamos a besos, al mismo tiempo él iba tocando mi vagina sobre mi tanga y a veces la hacía a un lado para tocar lo mojada que estaba. 

Cuando entramos me sorprendí aún más pues mi esposo estaba ahí sentado y amarrado a una silla. Lo cual me asusto mucho y le dije que estaba pasando?

Julio: vamos me demostraras lo puta que eres pero lo verá tu esposo.

Yo: por favor no hagas esto déjanos ir.

Julio: mira las cosas son simples terminas lo que has empezado y después se van tú y tu esposo, si no lo haces el sufrirá mucho por lo que le haré, que decides?

Yo: por favor no le hagas nada solo déjalo hablar.

En ese momento le quitó la cinta de su boca y mi esposo hablo.

Carlos: cómo pudiste hacerme esto, te escuché cuando estaban en el baño?

Yo: perdóname amor no sabía lo que hacía.

Carlos: eres una puta, me das asco.

Yo: en verdad eso piensas de mí?

Carlos: si, eso eres.

Yo: ok, si eso piensas se los demostraré aquí a los dos, si soy una puta.

Me comencé a desvestir y me lance a los brazos de Julio quien con una risa burlona, le dijo a mí esposo:

Julio: y ahora será mía.

Carlos: no lo hagas Mónica por favor.

Yo: demasiado tarde, ya no pienso detenerme.

Una rica mamada a la verga de Julio

Comencé a chupar el pene de julio, como nunca antes lo hice con Carlos, lo tome con mis manos y lo masturbaba, cuando no lo estaba chupando con mi boca, después pasaba mi lengua desde sus testículos hasta la punta de su pene mientras miraba a mi esposo retorcerse en su silla.

Después de un rato haciendo eso Julio, me dijo es mi turno y me tiro sobre su cama me acomodo en posición de perrito viendo hacia mi esposo y comenzó a pasar su lengua desde mi vagina hasta mi ano e intercambiaba dedos y lengua en ambos lados.

Yo ya no aguantaba más y le dije métemela, ya no aguanto más quiero que me cojas. Julio volvió a burlarse y se puso detrás de mí para que lentamente me la comenzará a meter, primero lo hizo suave porque era difícil hacer que entrara, pero después de un rato ya estaba dándome muy duro y entraba toda su verga lo cual me hacía gritar demasiado, yo ya no pensaba en mi esposo solo en lo rico que coge Julio. 

Julio: vamos puta, grita que te gusta y que eres mía.

Yo: ahhhh siiii soy tu puta y me encanta como me coges, lo haces mucho mejor que ese tipo que está ahí sentado, ahhhh.

Julio: eso es zorra, que rica estas.

En ese momento cambiamos de posición y él se acostó por lo que yo me monte en el siempre viendo hacia Carlos, y después de un rato de estar saltando sobre su delicioso pene me dijo…

Julio: bájate que estoy por venirme.

Yo: querían ver qué tan puta soy no? pues ahora se los demuestro.

Carlos: que estás haciendo Mónica?

Comencé a saltar más fuerte y a gritar como loca, ahhhh te amo Julio, que rico me coges, sigue y no pares mi amor, quiero que me llenes con tu lechita ahhhh.

Con eso sentí como Julio se retorcía debajo de mí y descargaba chorros de semen caliente en mi vagina, y yo tuve al mismo tiempo un orgasmo increíble. 

Después de eso Julio se levantó y soltó a Carlos, quién creí que comenzaría un lío; pero para mí sorpresa comenzó a reírse y me dijo amor ahora compruebo lo puta que eres y no me molesta. Te dejo con Julio un rato más y te espero al rato en la casa, te amo.

Yo me quedé sorprendida, pues tenían todo planeado y era mi propio esposo quien me hizo coger con alguien más, no lo podía creer.

Cuando mi esposo se fue yo y Julio continuamos teniendo sexo de una manera increíble que nunca voy a olvidar, debo decir que este solo fue el inicio, lo que después paso se los contaré en otra ocasión.

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