Hola amigos, mi nombre es Francisco. Me describiré previamente: soy moreno claro, mido algo así como 1.70, tengo el cabello negro, usualmente uso el cabello largo. Soy delgado, no cuerpo musculoso pero sí atlético, me gusta mucho hacer ejercicio. Cuento con 21 años, aunque esto sucedió cuando tenía 20. Yo no me considero guapo, pero la gente me dice que sí lo soy, tengo razgos muy finos, pestañas dobladas, boca chica y labios delgados, pomulos definidos, cejas pobladas, frente amplia. Estudio ingeniería, me gustan mucho los números; pero tambien las letras, hablo 4 idiomas. Pero bueno, pasemos al relato:
Esto comenzo hace algunos años, cuando estaba en primero de prepa conocí a esta chica a quien llamaremos Mónica. Realmente no recuerdo mucho sobre nuestra relacion de amigos en la prepa, pues yo solo estuve un semestre en esa escuela, y si nos vimos algo así como 2 o 3 veces en 3 años, fue mucho. Realmente no la recuerdo como una chica atractiva, pero tenía lo suyo, un traserito muy bien proporcionado y un bustito prominente.
Pasó el tiempo y nos dejamos de hablar, ella se fue a vivir a Querétaro, y yo me quede en Villahermosa. Así que se reducían de manera drástica las posibilidades de encontrarnos. Cuando empezó la universidad, yo me fui a vivir a la Ciudad de México. Que como sabemos esta más cerca de Querétaro. Por mi mente no pasaba irla a ver, creo que ni la tenía en messenger ya, pero un día estando en línea, ella me saludó. Platicamos mucho no recuerdo a que hora empezamos a conversar ni a que hora nos despedimos, platicamos de todo, no hubo tema que no tocáramos. Quedo como siempre en "a ver cuando nos vemos, ya estamos mas cerca". Ese " a ver" quedó en casi año y medio, hasta que por fin me anmé en un puente en irla a visitar, en éste año que platicamos más, me dí cuenta que había cambiado mucho, era más extrovertida, más social, tenía buenos temas de conversación. Llegué a su ciudad como a las 17 horas, y me dirigí a buscar un hotel bueno, bonito y barato. Cosa que fue difícil por que era puente, así que todo estaba lleno, hasta que por fin después de buscar por muchos hoteles, encontré uno. Le llamé para decirle que ya estaba instalado, me dijo que llegaría dentro de una hora, porque aún no salía de su trabajo. En esa hora, salí a preparar algunas cosas, como comprar unos condones. "por si acaso". En fín, la hora fueron casi 3 horas, con decirles que terminé de leer un libro que llevaba. Ya casi a las 9 llegó al hotel y ¡Sorpresa!; con dos amigos de ella. Lo primero que pensé fue, ya valió esto. Pero ella casi como orden les dijo que se podían ir. No sólo había cambiado en su forma de ser, tambien físicamente. Aunque no lo note mucho en ese momento, pues venía con ropa de su trabajo. Salímos del hotel a cenar algo y a que me mostrara la ciudad un poco. Me preguntó a donde quería ir, y le dije que fueramos a un antro. Entonces fuimos a su casa a que se cambiara de ropa. Ya en su casa, se cambió rápido para ser mujer. En 20 minutos estaba lista y ¡Wow!, se veía hermosa. Llevaba un pantaloncito negro muy ajustado, una blusa rosa escotada, un fleco de peinado, y un collar color rojo. Ese pantaloncito y esa blusa le dejaban ver sus atributos que habían mejorado mucho desde la prepa.
Tomamos un taxi y nos fuimos a un antro, le dije que uno cerca de donde me estaba quedando, para no viajar tanto después; elegimos uno por ahí cerca y pedimos una botella de Tequila. Despues de estar platicando, uno que otro acercamiento, caricias, miradas indiscretas, me vine a dar cuenta que ya teníamos media botella bebida, y ya era muy tarde casi las 4 de la mañana. Yo entre platica y platica le pregunté porque quería tanto que viniera a verla, a lo que me dijo que le agradaba mucho.
Yo por su puesto le dije, sí, claro. Saliendo del bar, tomados de la mano caminabamos para tomar un taxi. Yo sabía que mi oportunidad expiraba. Entonces le volví a hacer la misma pregunta, y me repsondió lo mismo.
Le dije que no fuera mentirosa. ¿Por qué?. Yo sabía la respuesta, pero la quería escuchar de su boca.
Finalmente me dijo: Por que me gustas, y me besó. Nos estuvimos besando mucho tiempo ahi parados, beso tras beso fui bajando mi mano a sus pompitas, que estaban muy suavecitas, nos seguíamos besando mientras jugaba con sus nalgas. Ella no movía sus manos, así que se las bajé a mi trasero. Sentí que se extrañó, pero no se detuvo. La dejé de besar y le dije que fueramos al hotel. Ella me dijo que no, que ya se tenía que ir. Pero me siguió besando. Le insití que fueramos, pero se negaba. Ella quería, pero algo la detenía en ese momento. Hasta que le dije: Te arreglaste y te ves muy hermosa hoy para mí, te gusto, estamos a un paso de mi hotel, yo hoy estoy aquí, yo no sé cuando nos volveremos a ver. ¿Vas a perder tu oportunidad?.
No lo pensó dos veces. Vamos fue su única palabra. tomados de la mano caminamos a prisa hacia el hotel. Abrí la puerta, entramos, la cerré. Y la empecé a besar, a besar profundamente. Parados junto a la ama estabamos. Muy profundamente nos besabamos. Su lengua se metía en mi boca y su boca alojaba mi lengua. Mientras nos besábamos, nos recostamos en la cama.
Me desabrochó mi camisa manga larga, y me la quito, mientras yo seguía acariciándole sus piernas. Subí a sus senos, que ya tenía sus pezones paraditos. Y le desabroché su blusa, y la dejé en un sostén color negro. Bajó su mano a mi pene, que ya estaba completamente erecto, y empezó a quitarme el cinturón y luego me bajo el pantalón y mi boxer. Vió mi verga y no fue necesario decirle nada; se lanzó sobre ella y abrió su boca para mamarmela. Me daba unas mamadas muy ricas, creo que las mejores que me han dado. Pasaba su lengua por toda mi verga y despues metía mis testículos en su boca. Me la mamó por algunos minutos, sentí que me venía así que le die que me tocaba a mí. Le desabroche su sostén y dejó al aire esas tetas grandes y firmes, con unos pezoncitos oscuros. Empece a chuparle sus tetas, oía sus gemidos, y cada vez que pasaba mi lengua gemía más y más. Bajé pro su abdomen y le abrí su pantalon y se lo baje, la deje en una tanguita color morado. Subí a sus labios y nos besamos por más tiempo, ella acariciaba mi pene y yo palpaba su sexo por debajo de la tanga. Estaba esucurriendo de tan exitada que estaba. Deslice su tanga y baje otra vez a sus senos donde me detuve un rato, continué por su abdomen otra vez y llegué a su conchita que estaba rasurada. ¡Se había preparado para mi llegada!. Empece a besar sus muslos, y sentía el calor que expedía, pasé a besar sus labios, su clitoris, mientras pasaba una mano por sus pechos y un dedo lo tenía en su boca. Mientras le hacía oral, me fijé en su himen. Era virgen. La telita blanquita se dejaba ver muy claramente. Continué lamiendo su vagina. Le deba ligeros lenguetazos en su clítoris, sentía como vibraba ella cuando le daba los lenguetazos, sentía en mi boca ese delicioso sabor. Su panochita estaba empapada. Dejé los condones a la mano, así que mientras le seguía haciendo oral, tomé uno y lo coloqué en mi pene. Me acerque a su rostro y le dije al oído. ¿Estás lista?, a lo que me respondió sí. La recosté y le dije que estuviera relajada. Acercaba mi pene a su vagina y empece a pasarlo por fuera de ella, frotando su clítoris. Ya va, le dije. Y lentamente introduje mi verga por su vagina. Sentí cuando se rompió su himén, sollozó, pero no me detuve. En cuanto se rompió completamente, escuchaba sus suspiros, y empece a penetrar suavemente, suavemente, suavemente y aumentado rapidez. Sus gemidos cada vez eran más fuertes, he de suponer que nos escuchó alguien. En misionero estuve cogiéndola. Tenía sus manos agarrando fuertemente las sábanas de la cama. Le subí sus piernas y las coloqué sobre mis hombros, sentímos una penetración mas profunda. Lo noté en sus gemidos más intensos. Seguí penetrandola más rapido mientras gritaba ella "más duro". Le cumplí su deseo y le dí más duro. De la profunda pasamos al perrito, sus gemidos no bajaban de intensidad y sus manos apretaban más fuerte las sábanas. " Dame más duro", "Dame más duro". Más duro le dí. subi su torso hacia mi pecho y la volví a besar mientras seguía pisandola. Sus gemidos y su respiración entre cortada me exitaban. Más duro le daba, hasta que tuvo su orgasmo, seguido poco tiempo del mío. Nos tiramos sobre la cama y nos seguimos besando, la masturbaba lentamente. Regresó a la realidad y dijo, me tengo que ir. Eran casi las 6 de la mañana. Nos dimos una lavada en la regadera, pues ella había sangrado mucho. Y me preguntó en tono de reproche, ¿Ya lo tenías todo planeado? A lo que respondí. Hombre preparado vale por dos. Nos vestímos rapidamente y tomamos un taxi, en el camino a su casa nos dormimos un rato. Bajamos en su domicilio la despedí con un beso. Y regrese en el mismo taxi al hotel. Al entrar en la habitación, me percaté que había olvidado ella aquel collar que traía; a lo que le escribí un mensaje diciendo: Me gustó mucho verte hoy, olvidaste tu collar aquí. Te lo doy luego, junto con otra cosa. envié el mensaje, me recosté y me dormí.