Esto pasó hace dos años, me habían cambiado de lugar de trabajo y por lo tanto estaba un poco triste porque había dejado unos amigos en el anterior lugar. Sobre todo porque ya no vería más a Julio un tipo cuyo cuerpo atlético además de simpático, de tan sólo verlo me hacía soñar.
Llegué a mi nuevo trabajo y para recibirme se encontraba parado Renato, flaco de mi estatura, con no muy buena simetría, me dijo "al fin", pasé me instalé verifiqué mi oficina y me sentía aburrido y triste.
En el sector donde trabajo sólo hay hombres, por lo tanto al término de trabajo, como es lógico todo el mundo se baña y el último en bañarse siempre era yo, porque mi trabajo aunque era el más complicado era el menos agotador.
En un principio me llevaba terriblemente mal con Renato, siempre discutiendo con él por cosas absurdas, pero creo que era porque empezaba a gustarme. Un día se quedó, por asuntos de trabajo, hasta muy tarde y nos encontramos en la ducha y no se cómo pero saltó a la conversación el tamaño de las vergas, y yo le dije "con eso no le haces daño a nadie" y él respondió "que te gusta?" "ya vas a ver" y las ocasiones fueron sucitándose más seguidas, hasta que un día nos encontramos otra vez en las duchas, no sé por qué pero tenía ambas manos ocupadas y tenía la toalla envuelta en la cintura, Renato aparece por atrás y diciéndome "así te quería agarrar", me aprisionó por atrás, haciéndome levantar las manos y agarrándome fuertemente empezó a dar movimientos sensuales haciendo como si tuviéramos relaciones sexuales parados pero ambos teníamos la toalla alrededor de la cintura, y pude sentir como su miembro empezaba a hincharse, haciéndose más grande detrás mío, de hecho que me gustaba pero no quise hacerselo notar y le dije "ya para juego ya estuvo bien" y se fue riéndose.
Pasó un largo tiempo y empezamos a ser amigos y toda la gente empezaba a bromearnos como que antes sólo discutíamos y ahora todo es amor. Un día ambos nos quedamos hasta tarde y él se vino a mi oficina y empezó a agarrarme del cuello, hasta que sin darme cuenta sus labios se encontraban allí mismo, le dije que te pasa, y me dijo "me gustas quiero estar contigo" a la vez que empezó a tocarme todo el cuerpo. Yo estaba completamente aturdido no sabía qué hacer y sin decirle ni si ni no, me agarró y me jaló hasta su oficina que era mucho más amplia y más oscura y fue ahí donde me besó pudiendo sentir sus labios gruesos, sus manos ásperas y derepente se sacó su verga del pantalón a la vez que nos besábamos, lo tenía ni muy flácido ni muy duro, pero podía observar que era venosa - y me dijo chúpamela - yo en un principio no quería hacerlo, por eso me empezó a mordisquear el cuello hasta que me excité diciéndome otra vez -chupámelo- y esta vez accedí, se lo chupé con tal vehemencia que se vació dentro de mi de inmediato, quise vomitar pero no me lo permitió hasta que se vaciara por completo y pude darme cuenta que no era chico como lo pensaba y que formaba una curva, luego de eso voté el semén acumulado en mi boca, el me dijo me gustas mientras yo salí sin decir nada.
Al día siguiente no podía mirarlo era bastante atrevido hacer eso para mí, él espero el fin de semana para decirme que lo que había pasado nunca se lo iba a contar a nadie y que al día siguiente me invitaba a su casa yo tenía verguenza pero quería ir, al principio le dije que no y el dijo si te gustó lo que pasó entre nosotros y si me quieres nos vas a ir.
El fin de semana pude observar que me esperaba en el paradero y al verme acercar se puso muy contento, enseguida fuimos hacia su casa, empezamos a beber algunas cervezas a la vez que saco algunos bocaditos, hasta que se hizo de noche, yo estaba un poco mareado y él mucho más
porque era quien más tomaba, pero en todo ese momento no hablamos nada de sexo, sólo del trabajo.
Hasta que me preguntó mirándome a los ojos -te gustó lo que hicimos la otra noche- yo le dije sin mirarle a los ojos que sí, entonces ven, me agarró de la mano y fuimos hasta su cuarto que ya tenía un espejo, anteriormente yo ya había probado el dolor de una verga al palo por atrás y supuse que esta ya sería algo de rutina.
Llegamos a la cama y nos empezamos a besar a la vez que nos desvestíamos, diciéndome cosas como ---me gustas un montón, que rico culo tienes, hoy vas a sentir cuánto te quiero, etc,- Se lo empecé a chupar y esta vez mucho más calmado, más cómodo, más arrecho, a la vez que el me mordisqueaba por todo el cuerpo, era una sensación indescriptible, el podía sentir como me daba escalofrios de tanto arrechura, por ratos le quería decier ya métemelo pero callaba, hasta que el me acomodó bacán para empezar la faena, me echó boca arriba y me abrió las piernas las puso encima de sus hombros luego se untó un poco de crema en la su glande y otro poco en la entrada de mi ano y empezó a hacer el intento de penetrarme, lo que más me excitaba fue sentir su cuerpo encima mío, mientras me besaba a la vez que luchaba por que ese pedazo de carne entrara en mí sin conseguirlo, me decía que lo ayudara pero por más que lo ayudara no entraba, hasta que me puso boca abajo, semi en cuatro y pude sentir como lo ponía en el centro mismo de mi ano, y esta vez obtuvo mayores resultados, cuando el glande estaba a punto de atavezar mi ano me dio un dolor terrible y horrible que hizo que me lo sacara inmediatamente, y ya no quise continuar le dije que no, que si quería que se lo chupaba, pero me convenció que sólo es un pequeño dolor y que luego iba a cambiar a goce total, por lo que empezamos otra vez, y paso varias veces ese mismo trajín hasta que se empezó a enojar conmigo, y a la cuarta vez y con el fin de no enojarlo más decidí no quejarme, me lo metió suavecito hasta sentir el glande teniéndolo allí me dijo -no te muevas- despacio, despacio, mientras me lo iba introduciendo, hasta que me tapó la boca y me lo introdujo todo, yo quería gritar pero no pude y él que se movía como una licuadora, diciéndome -soporta, soporta, ya falta poco- sin darse cuenta que no podía más, hasta que me lo sacó sin haberse vaciado, y se disgustó conmigo y fue al baño a pajearse.
Luego de unas dos horas que nos quedamos dormidos me despertó y continuamos con el trajín, temeroso yo pero con el fin de hacerlo sentir bien no dije nada, esta vez creo que ya se había agrandado un poco más mi ano por lo que fue menos traumatizante, logró metérmelo todo, logré soportarlo, pero que se meneara dentro de mí, con el entra y sale de todo esa verga que estaba haciendome sufrir esta vez me decía -no que era muy chico, que no le hacía daño a nadie.
Se logró vaciar dentro de mí, diciéndome -que rico lo tienes, como aprieta... que rico ah..-.
Dicho esto nos dormimos de nuevo, pero al amanecer el quería otro y yo no accedi ni a balas, por lo que tuvo que conformarse con una chupada.
Después de este encuentro hubieron muchos, muchísimos más, la última vez que lo hicimos su verga ya no me hacía daño en absoluto, es por eso que ahora estoy buscando un moreno o un negro que son los que más me gustan.
Si estás interesado escribe a ALEXN35@LATINMAIL.COM my edad es de 25 años, delgado
cuando estuve lellendo todo lo que escrivistes me exite demasiado que me masturve dos veses