Aún tengo grabado en mi mente su cuerpo, su cara, su voz.

Tenía 21 años cuando lo conocí, acababa de terminar mi etapa de adoctrimaniento y me mandaron a un lugar donde el calor es terrible. Yo mido 1.69, de apariencia bastante serio y poco amigable, de cuerpo atlético; él medía sólo 1.64, de 32 años su forma de ser bastante jovial, símpático, blancón, un tanto pícaro, de contextura un tanto musculoso.

Debido al calor, todos nos bañábamos hasta más de tres veces al día pero yo trabajaba en un lugar donde había aire acondicionado, por lo tanto no tenía mucha necesidad de hacer esto. Hasta que cerca de una semana se malogró este aparato y tenía que ir a bañarme junto con todos los demás y tuve la gran dicha de verlo desnudo, no podía creerlo que un cuerpo diminuto como el de él tenga un miembro tan grande, estaba éste en etapa de resolución pero aún así se podía ver la magnitud del daño que podía hacer.

Un día estábamos solos conversando y me le insinué a lo que él dijo que ante ese tipo de personas se mantenía alejado, supe contener mi verguenza, orgullo, malestar, etc.

Los días continuaron pero él seguía conversándome igual, a lo que yo no quería verlo, pero me gustaba saber donde estaba, poder saber que no está con nadie, con el tiempo consiguió a una chica que en sus encuentros carnales lo dejaba con marcas en el cuello y arañones en la espalda, tales marcas los veía cuando nos bañábamos junto con los demás internos y hasta aveces contaba en el baño como la agarraba y hacía todos los movimientos contra la pared, haciendo mover tambien su delicioso pene, con la cabecita rosadita, de tan sólo pensarlo envidiaba aquella señorita, tener todo ese trozo enorme dentro de ella, moviéndose dentro de ella, entrando y saliendo de su vagina o de su ano o talvez de su boca, me atormentaba ese pensamiento.

En una ocasión nos encontramos en una fiesta, él de hecho con su amiguita y yo con mi único amigo, compañero de juerga a quien él pensaba mi pareja sentimental, pero nada de eso era verdad.

Cuando me di cuenta de su presencia, saqué a bailar a una chica, quien gracias a Dios no me dijo no, y él por su parte también bailó, mi pareja seguía a pelo mis movimientos, después de eso salí con la chica y a lo lejos pude ver que él me buscaba con la mirada.

Al día siguiente me pidió explicación de a dónde había ido a lo que respondí que yo era dueño de mi vida y el dueño de la suya.

De una forma u otra aquel encuentro lo puso celoso y quise hacerlo de nuevo pero con mi amigo a quien él creía mi pareja y así lo hice, nos encontramos en el mismo lugar una vez más, estuve tomando con mi amigo más de la cuenta, hasta que ya abrazados tomamos un taxi para regresarnos, aunque todavía faltaba mucho tiempo para internarnos, lo que pasó fue que le dije a mi amigo que fueramos a otra fiesta y él accedió.

Al día siguiente me preguntó porque me había ido temprano con mi amigo, que a dónde había ido y porqué llegué moroso a la residencia a lo que le volví a contestar lo mismo. Repetí esto como cinco veces más.

Hasta que un día llegué semi ebrio a la residencia y él no había salido, me dirigí a bañarme con las luces apagadas para no molestar a los demás y luego él se acercó y me dijo: "ESTABA BUENA LA FIESTA" yo respondí BACÁN, BACÁNAZO, él se acercó como queriéndome pegar, me agarró de la cara y me besó, todavía puedo sentir sus labios delgados y suaves, él estaba en calzoncillos, de inmediato me fui a su miembro y estaba pero tieso y eso si, era tan grande como me lo imaginé, me sentí como en las nubes lo agarraba con las dos manos y lo acariciaba, él me dijo CHUPA, yo sin titubear me lo puse en la boca y se lo succioné hasta más no poder, MAS MÁS MÁS me decía, y me jalaba del cabello a la vez que empujaba su pelvis para que entrara todo su pene a mi boca y me hacía atorar, TE GUSTA? SIGUE CHUPANDO, ASÍ ASÍ ASÍ OHHHH,

Después de eso vino lo bueno, me dijo VOLTEATE, dando la cara a la pared, e hizo poner uno de mis piernas sobre el labatorio, botó un escupitajo en la cabeza de su pene y luego lo puso en dirección de mi ano y agarró mi cintura que hizo estremecerme y mordía mi cuello y mi espalda y a la vez que pasaba su lengua, sabía muy bien todos los secretos para poder aguantar lo que me aguardaba, empezó con movimientos suaves que se hacían cada vez más graves y derepente sentí como esa enorme cabeza hacía lo imposible por abrir mi ano lo que hizo inmediatamente reaccionar ante un movimiento brusco y le dije NO, YA NO, él respondió YA PUES CHINO, DESPACITO, TE PROMETO QUE VA A SER DESPACITO, me habló de tal manera que me convenció y es que le vi la pichulaza que se manejaba y ganas de tenerlo adentro no me faltaban.

Me besó, me mordía suavemente las tetillas y pasaba su lengua por mi cuello aparte de eso emanaba de su cuerpo un rico aroma a hombre salvaje, luego empezó el segundo round me hizo echar boca arriba sobre una banca de madera que había en el baño poniendo encima mi toalla y agarró su pene con mis piernas sobre su hombro y otra vez puso su pene en mi ano y empezó a empujar suavemente y un pedazo de ese mounstruo logró entrar dentro de mí y lo empujé con una de mis piernas a la vez que hice ruido con la banca.

El dolor era horrible, verdaderamente horrible, se me había ido todas las ganas de tener sexo tenerlo adentro, estaba decidido a irme del baño pero él se me adelanto y cerró la puerta y me dijo TOCÁLO NO LO VAS A DEJAR ASÍ VERDAD, ME GUSTAS CHINO, ME GUSTAS Y NO TE VOY A DEJAR IR.

Luego de eso se sentó en uno de los inodoros y me dijo SIENTATE EN MI PINGA, DÁNDOME LA CARA, METETELO TU MISMO, puse su pinga en dirección de mi ano y empecé a subir y a bajar sin que éste entre y pude sentir uno de los orgasmos más deliciosos que haya sentido jamás, me sentí como en el cielo a la vez que nos besábamos con furia. Me vine encima de él, mi semen cayó en su abdomen y parte de su pecho, sólo cerré los ojos de tanto placer.

Después de eso tendió mi toalla en el piso y me eché boca arriba y él se puso encima mío, poniendo mis piernas encima de él, NO TE VAYAS A QUEJAR me dijo tomando una de mi pierna la levantó más que la otra y me lo metío suavemente, creo que mi ano se había dilatado lo suficiente porque pude sentir como entraba y dejé de respirar a la vez que escuchaba susurrando a mi oído YA ESTÁ ADENTRO, NO TE MUEVAS, NO TE MUEVAS, YA ESTÁ ADENTRO, YA, YA, y podía sentir como entraba ese mounstruo hasta que dijo YA ENTRÓ, YA ENTRÓ pude sentir como su tercera pierna lograba introducirse toda dentro de mi ano, porque sentía la parte final rozar con mis gluteos, su parte entre sus dos piernas rozaban con mi gluteo y estando adentro esto me excitaba al 100% empezó el bombeo era horrible sentir ese movimiento, AGUANTA, AGUANTA HASTA QUE ME VENGA, sus movimientos sexis hacían paliar el dolor que en algunos momentos quería gritar; SU SUDOR CAÍA ENCIMA MÍO Y SUS BESOS ERAN UNA DELICIA, VERLO COMO SE ESFORZABA PENETRÁNDOME CADA VEZ MÁS FUERTE, VERLE EL ROSTRO DE RICURA QUE SENTÍA AL PENETRARME ME HACÍA SOPORTAR ESE DOLOR, ahora mismo que escribo este me pongo caliente de recordarlo haberlo visto en el movimiento de su pelvis, gluteos diciéndome SOPORTA MI AMOR, SOPORTA, QUE RICO, QUE RICO, AHHHHHHHH, ERES SÓLO MÍO, SÓLO YO SOY TU CACHERO y se movía cada vez más rápido, había instantes que parecía una licuadora, y me hacía más daño TE GUSTA? TE GUSTA? DIME QUE SÍ me hacía recordar esas películas pornográficas donde el hombre se volvía un troglodita, parecía que quería rugir, hasta que sólo se detuvo y luego de un rato lo sacó, pudiendo notar el pedazo largo y grueso que había soportado, no pude contenerme viendo ese pedazo hecho una piltrafa, lo chupé hasta que perdió por completo su fuerza, él me agarró la cara y nos besamos, quedándonos cerca de cinco minutos echados en el piso, para luego bañarnos e irnos a nuestras camas.