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Categoría: Infidelidad

QUE RICO COGE

Mientras nos encontrábamos desnudos en mi cama, yo besaba sus pies, pero al mismo tiempo me preguntaba ¿Por qué estamos aquí?, ¿Por qué no puedo dejarla?, y es que no era como que no tuviera más opciones sexuales, pero ya me había vuelto adicto a sus jugosos encantos.



Estela tal vez pasaba por lo mismo ya que de ser todo prohibido y pasional, parecía ya algo formal y como no iba a serlo, prácticamente todos los fines de semana estábamos encamados, yo no veía a nadie y ella ya no se acordaba de su pareja, ¡éramos amantes!



Honestamente eso no me importaría, el problema aquí es que ella estaba por casarse, ya vivía con su pareja, pero lo formalizaría a finales de ese año.



Mi lengua recorría sus piernas, al llegar a sus ingles un pequeño gemido salía de ella, ¡uhm! pero que delicia era besar sus ingles, poco a poco llegaba a su vagina, húmeda y lista para ser devorada por mí, la abría con suavidad y lamia sus labios, mi lengua en forma de taco entraba suavemente hasta juguetear con su clítoris, mis manos acariciaban su abdomen y subían hasta apretar sus pezones duritos



E: ¡Que rico, uhm!!!



T: ¡Me encanta tu cuerpo!



La puse pecho tierra y comencé a besarle su espalda mientras mis dedos jugaban su clítoris, mordía su cuello con suavidad, mi lengua saboreaba su espalda mientras mi mano húmeda por su excitación, entraba y salía de ella.



Recorrí con mi lengua ese rico par de nalgas, que no eran mías, que prácticamente ya tenían dueño, pero aun así me daba la oportunidad de gozar.



E: ¡Ah, penétrame ya!!



T: ¿Corazón la deseas ya?



E: ¡Sí! ¡Dámela!



La acomodé en posición fetal o cucharita, comencé a penetrarla suavemente, ella mordía mi mano mientras yo apretando sus nalgas, comenzaba a moverme rápido, ella también se movía, movía la cintura mientras mis manos apretaban sus pechos, ¡dios! estaba loco por su cuerpo, su hermoso y apetecible cuerpo!, le levante la pierna y se la dejaba ir más a fondo.



Acariciaba sus muslos, le apretaba los pezones, continuaba moviéndome rápido y suave al mismo tiempo, sus gemidos y precipitaciones me excitaban más, tenía que aprovechar antes de que no pudiera tocarla nuevamente.



E: ¡Uhm! Tyson así, uhm!!



T: ¡Coges riquísimo!!



E: Tú también coges delicioso bebe, ¡me vuelves loca!



Sin sacársela ella se puso a cabalgar invertidamente, yo acariciaba sus piernas y su espalda mientras veía como sus nalgas se movían en mi pelvis, ella cabalgaba de forma exquisita, me tomaba de la mano para agarrar más fuerza y moverse más y más, yo gozaba acariciándole el clítoris mientras ella gemía como perra en brama.



E: Amor que duro estas!



T: ¡Muévete! ¡así que rico!



E: ¿te gusta?



T: Me encanta, mueve tus nalguitas, muévete.



La excitación estaba a tope sus movimientos cargaron mis bolas y comenzamos juntos a chorrearnos, mi leche llenaba su concha que escurría de placer.



E: Ah!! que rico papi!



T: ¡Nena!! ¡Uf!!



Ella me acostó en la cama y me empezó a hacer un oral, me limpiaba desde mis testículos hasta la punta de mi verga, yo acariciaba su cabeza y tomaba fotos del momento, ¡ella un poco negada por las fotos mordía con suavidad mi verga lo cual la hacía ponerse dura nuevamente!



E: ¡No! ¡fotos no!



T: Pero porque, ¡son solo para mí!



E: Es que si las pierdes, ¡no quiero que él las vea!



T: Jajá se las enseñaría yo, ¡para que vea como se te debe de tratar jajá!



E: ¿Así? y si tu mujer se entera!



T: Jajá, ¡yo soy soltero mi amor!



Mi verga se endureció conforme la charla avanzo y con fuerza la puse en cuatro mientras seguía fotografiando el momento, se lo empecé a introducir nuevamente, ella gemía y me pedía que no le tomara fotos, pero el placer de tenerme dentro de ella, poco a poco la hizo ceder, pase de las fotos a tomar video, mi tranca la penetraba casi entera ella gemía y babeaba del placer, yo me movía más y más duro sin dejar de grabar el momento.



E: ¡Uf así! amor me matas!



T: ¡Si nena gózala! y mira la cámara!



E: ¡Agh!! ¡No, no me grabes, ah!!



T: ¿Qué? ¿No quieres verte como gime, como gozas eh? no quieres que vea como te hago mi perra como él no puede!



E: ¡Agh! ¡No digas eso! solo cógeme!



E: ¡Como digas mi perra!



Se la saque y la empine lo más que pude y con una gran violencia le penetre su anito, uf, era estrecho incluso me lastimo mi verga, pero eso no impediría que ella fuera empalada por mí y quedara registrado en video.



No era la primera vez que le hacía anal, pero la adrenalina de ese día me tenía en el cielo, oírla gritar y grabarla me ponía más en brama.



E: ¡Ah me duele!



T: Eso mi amor, ¡grita aúlla como loba! eres mi loba!



E: ¡Ah! ¡si! ah! ¡duro!



T: ¿La quieres dura mi perra? así! eh tómala, ¡tómala toda mi perra!



E: ¡Dios! me duele, ¡pero me gusta!



T: ¡Si que rico! ¡mira la cámara! y repite lo que dijiste



E: Me duele, ¡pero no me la saques papi! empálame toda!



Eso me excito demasiado, comencé a embestirla salvajemente de hecho deje la cámara a un costado y con mis dos manos apretaba sus caderas, le daba de nalgadas le jalaba el cabello, ella movía sus caderas y gemía, sentía como estaba escurriendo, sabía que ella ya estaba en otro orgasmo, ¡dios!



Me estaba volviendo adicto a su sexo, eso no era bueno, pero no me importaba al sentir como se orgasmeaba de placer y aunque tarde o temprano todo terminaría, en ese momento solo disfrutaba de su rico culo.



E: ¡Ah! ¡Amor! me vine! ¡Qué rico!



T: ¡Si nena! ¡Tómala! toma mi verga!



E: ¡Agh!! Si lléname mi ano por favor!



T: ¡Si perra te doy tu leche!



E: ¡Dame leche! ¡Dámela!



T: ¡Toma! uf! ¡mi amor! uf!



Comencé a chorrear como manguera, ella gritaba y gemía mientras su ano estaba lleno de mí, yo me quedé pegado a ella como perro, descargando mi semen en su estrecho y delicioso ano.



T: ¡Ah! ¡nena! que rico culo!



E: ¡Ah! ¡Que cliente! papi dame leche!



T: ¡Ah! tómala! ¡es tuya nena!



Ambos nos quedamos inmóviles y pegados como perros, el orgasmo fue maravilloso, no importaba en ese momento que ella estuviera comprometida o que yo buscaba a alguien más solo disfrutábamos el momento.



Nos recostamos un rato, unos minutos después ella comenzó a vestirse, su hombre ya la estaba llamando, nos despedimos con un pasional beso, y mi cabeza solo visualizaba el final de esto.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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