Ya habiamos hablado de lo interesante que seria hacerlo en la moto, y una noche en medio de la sofocante brisa y lo tensionante del ambiente decidimos alejarnos de la ciudad, mis manos no dierón espera e inmediatamente empeze a acariciar lo que tan felíz me hacia, los besitos robados sus manos es mis muslos o tal vez más arriba, inundaban en mi unas inmensas ganas de llegar a ese espacio donde tosdo iva a concluir, al cabo de unos minutos de camino y en las afueras del puerto en un lugar ya muy apartado, pero a orilla de la carrtera, apagamos el motor y dimos rienda suelta a todos esos deseos y sentimientos que habiamos reprimido ya para nosotros por largo rato, el suelo estaba lleno de piedritas de esas que tallan horrible y al fondo había un precipicio y a mano izquierda una humilde casa donde las luces ya estaban apagadas y solo dos inolvidables perritos ladraban al escuchar nuestra bullita. Buscabamos incanzablemente la posición adecuada, y cuando nos conectabamos era tan poco soportable la posición que teniamos que irrumpir y seguir buscando, pero yo no queria desconectarme y solo con roces estaba a punto de estallar, la tensión por lo perros ladrando y que depronto los habitantes de la casa salieran a explorar hacian que la adrenalina corriera por nuestros cuerpos y ni hablar de las luces de los vehiculos que tenuemente e ingenuemente nos daba en nuestras siluetas al atravesar aquel lugar, nuestras respiraciones agitadas nuestros cuerpos humedos, pero mas nuestros sexos hambrientos de extasis y deseosos de terminar esa faena, que nos tenía a punto de estallar, Dios y palabras tiernas salian de mis labios y mis gemidos intercalados con los de los perros hacian una melodía bastante excitante, y todo sobre esa hermosa moto oh my god, yesssss uauuuuuu, y al escuhar el ahhhggggggg de mi bebé, que inmediatamente tuve que sellar con un beso y contener para no gritar, ya todo tenia un tono de sutileza y placer indescriptible, ahora entienden porque quiero tanto esa moto.