Tranquilos tanto el amante y la asistente administrativa de la facultad de derecho recién instalados y llegados de la calle en la casa, todavía cargando y vestida fabulosa y divina como glamorosamente con el atuendo de la falda ajustada azul oscura con sus medias, sentados en el sillón de la sala comedor viendo la televisión con las manos entrelazadas sobre el regazo de la asistente. No se hace esperar su amante aprovechando el libertinaje sabiendo que el queridisimo esposo que también es su mejor amigo tiene el turno de la noche y de la madrugada trabajando, abriendole un poquito las rodillas comienza a besarla y manocearla todita desde las entrepiernas al correrle la falda quedandose metido en el medio oliendole y besandole a lo largo toda su deliciosa carne que lo caliente hasta lo excita a tal magnitud que se hace notable lo enamorado como lo enloquecido que esta actualmente el amante por la fascinante asistente.
Desabrochandole la blusa que se la quita con el brasier comienza a llenarla de puros besos por todas partes especialmente en sus pechos que lo tienen muy provocativo, atrayente y hambriento con toda la boca babiandose al entrarle a mamadas innumerables notandose lo sumamente desquiciado y con muchas ganas que lo tenia controlado toda la tarde que estaba con ella paseando y comprando que no le gusta las demostraciones arriesgadas y peligrosas que le hace y le entrega el amante publicamente a la asistente en consecuencia que nadie la descubra infraganti que anda en malos pasos traicionando la confianza que le da el amor de su queridisimo esposo hoy día a la misma asistente.
Al abrazarla de la cintura con las dos manos rodeandola en los muslos y aferradamente a los mismos gluteos que se la come todita dandole el plancetero pero rico sexo que tanto la invade como le gusta a la propia asistente de las manos de su amante, llevandola cargada de los brazos como estuvieran en su noche de boda disfrutando asi de la luna de miel, a la recamara teniendo sus acostadas y haciendo el amor tranquilamente. Orinando con la puerta abierta al hacerle el favor y la amabilidad de limpiarla al bañarse juntos que después de dos horas lo acompaña para despedirlo a que aborde y se marche con la chiva su amante.