Tengo frente a mí en vivo y a todo color ubicándome completamente a la puerta de la misma habitación de mí querida hasta hermosa pero buenísima, sabrosísima, riquísima, deliciosisima, deseadísima, apasionadísima, apetitosisima, fascinadisima, arrechadisima, despanpanantisima, entre mucho más de mí chica colombiana Andry; en toalla ya que hace rato salió de ducharse del baño, yo le pidió el gran favor que puede probarse especialmente medirse asimismo ponerse está falda polipiel y cremallera negra piel en que no duda ni siquiera titubea ni tampoco se niega mí chica colombiana Andry de mil amabilidad como gentileza inclusive entre nosotros por supuesto cortesía; se quita y libera también despoja de su toalla verla absolutamente desde su cabeza hasta sus pies desnuda de ahí empelotada hasta encuerada que se la tiene en la cintura al subirse y cerrarse hasta ajustarse la propia cremallera de la misma falda al vérsele estupenda como ajustada como entallada por supuesto ceñida. Ahora le doy el suéter de animal print de tema leopardo que se la pone y luce para mí al verse enteramente hacia el espejo me habla Andry me veo chula, chévere, perfecta, entre mucho más al doblarse un poco con una pierna estirada hacia un lado en que mi polla está estremeciéndose, erecta, grande, parada, firme, dura, apuntadora, aniquiladora, entre mucho más entrando a su habitación me la abrazo, pego, sujeto, zurro, entre mucho más que Andry rápida y furiosa como molesta reacciona iracunda al darme mi merecida garnatada que me habla seria qué coño te crees tú porque accedí a ponérmelas y medírmelas como probármelas inclusive finalmente vestírmelas piensas que está mercancía exclusiva la puedes disfrutar y zacearte sin que pagues al meterme en soberanos líos como problemas a tus anchas estás equivocado rotundamente mi hijito vaya a pagar antes y vengase para estar conmigo al complacérselo en sus reiteradas fantasías de ser una de sus ejecutiva universitaria hoy por hoy al irme irremediablemente que me merezco al dolerme en mi presencia tuvo el atrevimiento de darme esta garnatada mí chica colombiana Andry en mis propias narices.

Otro día me planto en toda la puerta de la misma habitación de otra de mis chicas colombianas la famosísima y encantadísima pero deleitadisima obvió excitadísima Rachel; sonriéndome qué la encuentra en toalla qué hace poco salió de ducharse le pido con toda la amabilidad y gentileza asimismo cortesía asimismo caballerosidad por supuesto por favor, se ponga cómo prueba sobre todo mida finalmente entre nosotros vista está falda lápiz corta negra. Rachel fascinante y cautivante igualmente generosa especialmente acede así atraída la toma, entonces se quita de ahí libera hasta despoja de la misma toalla que la cubre, quedo fijamente desde su cabeza hacia sus pies continuamente gustándome que se desnude, empelote y encuere solamente para mí; ya metida de piernas de la sube con ambas manos de los extremos de los mismos chicotes de la misma falda lápiz corta hasta la cintura que con ambas manos fácilmente se cierra el zipper al engancharse y cerrarse obvio sujetarse el gancho invisible. Bueno le doy su camisa de manga corta que hace tono y juego al combinar que también sin pensarlo ni dudarlo ni tampoco negarse ni siquiera objetarse se la pone, mide, prueba y viste me sonríen al vérsela hacia el mismo espejo al contonearse un poco de culo algo doblada; entonces mi polla se para como pone dura especialmente firme igualmente cañón sobre todo tenemos erecta efectivamente grande que sobresale evidente y físicamente de mi pantalón no lo pienso dos veces sin que se dé cuenta. Meto me pego para rematar las vainas abrazo hasta zurro en toda la falda la reacción y explosión inmediata de mí chica colombiana Rachel a lo que está sucediendo al respeto. Me aparta de un buen empujón me mira furiosa pero descontrolada inclusive molesta me mira seriamente, tienes que pagar para poder hacerme lo que se te pegue la recontra gana que crees tú pinche cretino que esto es gratis a tu antojo no mi hijito ni siquiera señorito, pretendes buscarme y tenga líos como problemas y tirarme a los hombros a la propia administración del prostíbulo por tu osadía y necedad al darme mi merecida y contundente garnatada que no me queda más remedio y no me justifico por ningún medio respectivamente al marcharme de la entrada de la habitación de mi chica colombiana Rachel y mucho más con los rabos entre las piernas en fin por mí y solo por mí.