~~Continuando con
la orgía, la penetración se prolongó por un buen
rato, con cada embestida la llevaba más y más al centro
de la cama hasta que quedaron de nuevo en la posición del misionero
pero esta vez no estaban de espaldas a la ventana de manera que si
miraban a su derecha me encontrarían observándolos en
plena acción que fue justo lo que sucedió: ella estaba
demasiado extasiada y no se percato de ese hecho, pero él sí
en un momento alcanzó a mirarme, estoy seguro, pero no se detuvo
y tal posiblemente pensó que sería buena idea mostrarme
otras formas de fornicar con mi esposa en frente mío, así
que retiró su miembro y le susurró algo a Carmen, quien
de inmediato se dio la vuelta quedando boca abajo. El la tomó
de sus caderas y las levantó un poco para facilitar la entrada
reaunudando el acto que estaba disfrutando seguramente ella porque
podía ver que sujetó con sus puños el cubrecama
cada vez que ese falo enorme le perforaba las entrañas. Más
gemidos completaban el ambiente que estaba saturado de pasión,
él lanzaba pequeños gruñidos y de vez en cuando
dirigía su mirada a la ventana plenamente conciente que estaba
siendo observado pero era más que evidente que no el importaba
en lo más mínimo.
Así estuvieron un buen rato más hasta que finalmente
él se quedó completamente inmóvil y de seguro
había alcanzado otro orgasmo. Ella de seguro había experimentado
varios y fue tiempo de descansar. Muy despacio retiró Alberto
su pene de la vagina de Carmen, flácido y completamente mojado.
No creo que pudiera tener otra erección al menos por el momento
porque había estado trabajando por espacio de lo que pudo ser
más de una hora continua. Me retiré de la ventana y
despacio regresé a la sala de estar a esperar pacientemente
que se arreglaran. Pero tardaron bastante y pensé que aún
tenían arrestos para seguir. Toque la puerta y ella, con la
sábana envuelta salió a abrirme. Lucía como si
hubiera participado en un pentatlon, se veía cansada pero tenía
una cara de satisfacción inocultable. "Creo que es hora
de irnos" dijo. "Ya salgo." Alcancé a ver a
Alberto recostado sobre el lecho, pero en ropa interior. Seguramente
retozaron un momento para recuperarse de las fatigas de fornicar gran
parte de la madrugada. No sé si revista interés contar
las cosas que ocurrieron luego o si aún tenga fuerzas para
contarlas. Pero por ahora eso es lo que quería compartir con
ustedes.FIN