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La verdad es que no me atrevía a seguir contando esta historia, que ya empezó hace mas de un año, pues mi amiga se molesto cuando la leyó publicada, (fue ella quien me recomendó este sitio de historias para cuando me sintiera “agitada”); me dijo que había sido muy explicita y que el solo cambiar los nombres no bastaba, que alguien podría asociar cosas y darse cuenta de nosotros. Así es que ahora no seré tan exacta con lugares ni datos personales, además que no importan mucho en este cambio de vida que he o hemos experimentado.
Aquella mañana de sábado nos devolvimos lentamente a casa por la costanera, sin hablar mucho en realidad, pensé que el paseo la animaría un poco pero no fue así. Luego de llamar a su marido y tomarnos otro café me pidió que bajáramos nuevamente, pues necesitaba comprar un par de calzones, ya que los que traía los había botado y andaba sin nada abajo. La situación de verdad nos provoco risas.
Fuimos de compras, caminamos, charlamos, nos tomamos unos jugos y luego nos fuimos a almorzar a un local bien pequeñito que esta al lado de la playa. Nos pedimos unos aperitivos y mientras esperábamos la comida me confeso que el alcohol, sin llegar a estar ebria, la transformaba, se excitaba y la ponía muy caliente, reiterándome nuevamente, que a pesar de aquello, era la primera vez que le ponía los cuernos a Cristóbal.
El resto de la tarde lo pasamos en la terraza de la casa, donde habíamos hecho el almuerzo el día anterior, habían quedado cervezas y un par de vinos blancos heladitos especiales para la calurosa tarde. Estuvo tan animada la conversación y las confesiones mutuas, que sin darnos cuenta se nos vino la noche encima, que aun estaba calurosa por lo demás.
Le dije que por que no nos poníamos pijama y subíamos a la pieza a ver una película para terminar la jornada, cosa que Patty acepto encantada pues estaba cansada y con un poco de sueño además. Patricia se puso solo una polera que había comprado y yo una blusita abotonada que tengo para dormir, subimos un par de copas con vino y nos tiramos sobre la cama a ver la televisión. Era una peli de esas media cine arte, con una historia medio intrincada de unos amantes, no muy entretenida en verdad, pero cuando creo que faltaba un poco para que terminara se cayo la señal de cable. Esperamos un rato y nada, buscamos en la señal abierta y, de verdad, no había nada que ver. Se me ocurrió decirle en broma que pusiéramos el video, a lo cual Patty me pregunto si en verdad quería verlo.
-Yo ya lo vi, le dije riéndome, la cosa es si lo quieres ver tú.
-Bueno, aunque me da un poco de cosa, lo voy a traer, dijo Patricia.
Cuando volvió puse la cinta y nos acomodamos en la cama para verlo, la verdad es que realmente parecía una porno con mal audio, pero así y todo calentaba un poco verlo. No, en realidad calentaba harto, tanto así que se me pararon los pezones y me avergoncé un poco, pero la vergüenza me duro poco pues me fije que Patty se había puesto un cojín sobre las piernas y por debajo de el se tocaba la entrepiernas.
-¿Te estas masturbando?, le pregunte.
Su primera reacción fue negármelo, luego me dijo:
-Luisa perdona, no sabes lo caliente que me puso esto, discúlpame un momento, voy al baño y vuelvo.
-No te creo, le conteste, tanto así, excitarte tan rápido.
-Mira me dijo, y me mostro la entrepierna del calzón completamente húmedo.
-Ufff que suerte tienes, a mi me cuesta un mundo humedecerme, por eso casi nunca lo hago, le replique.
-¿Pero te tocas o te metes los dedos?, me pregunto.
-Las dos cosas, le dije, pero igual me cuesta.
-Mira, yo te voy a mostrar como tienes que hacerlo.
Se subió a la cama frente a mí, de rodillas y con las piernas ligeramente separadas. Puso su mano en la vagina y comenzó a moverla lentamente en círculos. Increíblemente comencé a sentir un extraño calor al mirar lo que estaba haciendo, al ver su mano frotar suavemente sus calzones, o tal vez el mirar como sus pezones comenzaban a marcarse en su polera al igual como se endurecían los míos. Por mi cabeza empezaron a pasar velozmente las imágenes del video y los sonidos que había escuchado la noche anterior, solo me interrumpió Patty que me dijo: ya pues Luisa, ¿Quieres aprender o no?
Separe mis piernas ligeramente y comencé a tocarme tal como lo hacia Patty, sentí una leve humedad en la tela de mi calzón, cosa que me sorprendió, pues nunca me pasa tan rápido pero la verdad es que no sabia si me excita el tocarme o ver como los dedos de Patty recorrían ahora su vagina su de arriba abajo, marcando levemente la separación de sus labios.
-Hueona, estoy súper caliente, me tiraría un hueon ahora mismo, tengo los calzones como sopa, me dijo. Y era verdad, sus calzones naranjas mostraban una gran mancha de humedad, recordé los que había encontrado en el living y eso me excito más. Comencé a pensar en esa viscosidad que tenían sus calzones y como seria la que estaba en estos que traía puestos.
Se sentó un poco de lado, se saco los calzones y volvió a ponerse de rodillas frente a mi, ahora me dijo, tienes que meterte los dedos, pero así, y me mostraba sus dedos curvados como una C introduciéndolos lentamente en su vagina. Yo comencé a imitarla, metí la mano bajo los calzones y empecé a darme suavecito con el dedo en mi conchita.
Mira, me dijo Patty, con los dedos adentros tócate el clítoris con el pulgar y presiona o muévelo en círculos así, mételos y sácalos…. y presiona, y me mostraba como hacerlo.
-¿Esta bien así?..... ¿Así?.... le preguntaba.
-Ufffff no se, dijo Patty, no se… haber quítate las pantaletas.
Yo, como una estúpida le hacia caso, levante las piernas, me quite los calzones y volví a meterme el dedo como me había mostrado la Patty. Sus piernas se habían separado mas y la velocidad de sus movimientos también aumentaba, junto con su respiración y la expresión de calentura de su cara.
Por unos minutos comencé a concentrarme en mi, saque el dedo de mi vagina y comencé a tocarme el clítoris, me daba mucho placer al hacerlo pero al ver como se metía mano Patricia sentí la necesidad de volver a introducir no uno, sino dos dedos en mi vagina mientras que con la misma palma presionaba mi clítoris. Patricia se inclino un poco hacia adelante y comenzó a tocar su vagina pero ahora desde atrás, con ella parada frente a mi me empecé a deslizar lentamente hacia ella sin dejar de masturbarme hasta que sus piernas quedaron entre medio de las mías.
-Ayyy Luisa... te imaginas que alguien nos culeara así ahora… así…. que lo metieran desde atrás mientras te tocan las tetas…… ufff que rico, decía Patty mientras se sacaba la polera.
-Si Patty… me imagino que mis dedos son la verga de Carlos…… se siente rico, le conteste.
Patricia separo un poco mi pierna y se acerco mas hacia mi, tenia una mano apoyada en mi pierna y con la otra se daba un frenético mete y saca de su vagina. El sonido que producía aquello era tan excitante que pensé por momentos que en cualquier instante me correría, pero era una sensación rara, era más parecido a la sensación de orinar combinada con esa sensación estremecedora previa al orgasmo. Saque mis dedos de la vagina y volví a tocar mi clítoris suavemente para no acabar, quería verla a ella primero y ver como se estremecería su cuerpo. Con los movimientos de ambas, nuestros cuerpos se fueron acercando mas (pensándolo ahora fríamente creo que nos acercamos intencionalmente, las dos queríamos tocarnos pero ninguna se atrevía a dar el primer paso), en un momento comencé a sentir el dorso de su mano rozando contra la mía e instintivamente empecé a levantar mi pelvis para hacer mas notorio el contacto. Patricia me siguió el juego y también empezó a mover su pelvis adelante y atrás, con cada rítmico movimiento nuestros dedos se introducían mas profundo en nuestras conchas cosa que nos hacia gemir y jadear de placer.
-Uffffff que culeas rico..... dame, dame…. gemía Patricia mientras comenzaba a hacer mas rápidos sus movimientos embistiendo mi mano.
De repente saco su mano de la vagina y se puso sobre mi con las manos apoyadas al lado de mis hombros y empezó a darme embestidas directamente con su abierta vagina y el peso de su cuerpo. Por fin pude sentir en mi mano las secreciones que salían de su concha, estaba totalmente mojada, muchísimo más que yo, ahí comprendí como se pudo comer ese enorme pico de Carlos, con esa lubricación hasta yo podría.
-Méteme los dedos Luisa, por fa… métemelos, jadeaba en mi oído la zorra de mi amiga.
Sin siquiera pensar, saque los dedos de mi concha y los metí en la suya, entraron fácil y rápido, pero se que ella lo sintió porque dio un chillido de placer.
-¿Te imaginas un pico? , le pregunte.
-Si Luisa…. Si un pico grande y duro…. Ayyyyy Luisa dale, dale… Luisa abre las piernas.. ábrelas comenzó a gritar Patricia.
Saque mis dedos de su vagina y abrí las piernas las piernas, esperando que me metiera sus dedos y palpara el interior de mi concha, pero en vez de eso se acomodo y comenzó a frotar su concha contra la mía. La sensación era espectacular , estábamos tan excitadas que los movimientos se hacían cada vez mas rápidos, veía sus tetas y sus pezones balancearse frente a mis ojos y no lo podía creer, mis manos se abalanzaron sobre sus cachetes para atraerla con mas fuerza hacia mi , una y otra vez , cosa que nos hacia jadear y gemir de placer.
-Uyyyy Luisa… me voy a correr…. Luisa dale, dale.. Luisa.. Luisa méteme el dedo en el poto… Luisa métemelo que voy a acabar… gritaba Patricia
Su ano estaba muy mojado y a pesar de lo estrecho que se sintió al principio, luego me permitió deslizar el dedo medio con gran facilidad, con el adentro Patricia cambio el ritmo de sus movimientos, trataba de frotar fuerte nuestras vaginas pero a la vez quería meterse mas fuerte y mas rápido mi dedo. Cuando sentía que su vagina se deslizaba con pasmosa facilidad sobre mis abiertos labios, comencé a sentir esa sensación de orgasmo y orina, pensé que me venia, pero no, fue ella la que acabo sobre mi, su cuerpo se arqueo, dio un par de saltos y apretando fuertemente sus nalgas se desplomo sobre mi, nunca olvidare ese momento, nuestras conchas unidas y pegoteadas y sus pechos sudorosos sobre mi pecho.
Luego de un instante me susurro al oído preguntándome si yo había acabado y si no lo había hecho quería hacerme terminar como yo la había hecho terminar a ella. Era lo que yo quería, que me hiciera acabar y tener un orgasmo como hace tiempo no lo tenía. Se puso de espaldas y abrió sus piernas levantándolas levemente para que pudiera acomodar mi vagina sobre la suya.
Me pidió que me sacara la blusa y me acerco hacia ella para juntar nuestros senos, intente besarla pero no me dejo, en lugar de eso comenzó a lamer mis pezones y deslizando su mano por mi espalda acaricio mi ano unos segundos y luego metió sus dedos en mi vagina.
-¿Te gusta?..... imagina que un pico grande y duro te penetra, me decía, mientras su lengua no paraba de jugar con mi pezón.
Imagine la verga de Carlos entrando y saliendo una y otra vez de mi concha y recordé su semen saliendo del ano de Patty. Solo esa imagen acelero mis movimientos sobre ella, y Patty, al notar mi excitación, comenzó a moverse rápidamente también. Saco sus dedos de mi concha y tomándome de la cintura empezó a jadear y moverme sobre ella, yo también jadeaba y gemía. Patricia bajo sus piernas y me puso a horcajadas sobre su pubis, mientras yo me movía sobre ella su pulgar empezó a presionar y frotar mi clítoris, no aguantaba mas en cualquier momento me venia, sentí esa sensación de orinar, unas ganas incontenibles de mear, con cada movimiento sentía como gotas de orina salían de mi entrepierna y de repente explote, grite, me corrí, me doble y me relaje, todo esto mientras sentía como me corría la orina por los muslos.
-Dale, dale, dale Luisa….no pares por favor… no pares que me estoy viniendo otra vez, gritaba Patty mientras mi cuerpo lo único que deseaba era desplomarse.
Me tire para un lado y así nos quedamos, quietas, mudas, sin decir ni una palabra, extasiadas y avergonzadas, solo estábamos ahí desnudas, sudorosas y aun jadeantes, lo que habíamos hecho ya estaba hecho y no lo podíamos remediar
invitado-invitado 25-12-2015 19:01:17
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invitado-invitado 25-12-2015 19:01:10
Muy buenos relatos |
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Muy buenos relatos