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Propuesta Indecente 5

Hola, luego de un largo descanso estoy de regreso para continuar el relato de aquella tarde donde me inicié en la “prostitución” de la mano de mi amigo Beto.

Si leyeron “Propuesta Indecente 4” sabrán que había debutado con mi primer cliente, al cual le había hecho un “completo”, esto es oral y anal. Para mi desilusión no había podido recibir leche ya que utilizamos condón en la cogida. Conociéndome sabrán que por bueno que haya estado todo, mi sed de semen no había sido saciado.

Al poco rato de terminar, Beto entró en la pieza y me preguntó que tal había estado, a lo que respondí que bueno, él me pidió que me arreglara ya que el segundo “cliente” ya quería entrar y había pagado por otro completo. Como siempre me apresuré a hacerle caso y me preparé para el segundo servicio.

El chico entró a la habitación y rápidamente pude darme cuenta de su nerviosismo. Era un chico más o menos de mi edad, tenía unos 16 años y al cruzar la puerta había dejado toda la aparente seguridad que demostraba afuera. Le pregunté si le pasaba algo y al principio me dijo que no, pero lentamente entablamos un diálogo hasta que llegó a confesarme que esta era su primera vez. La verdad esto me sorprendió pero íntimamente la idea me sedujo. Sería la primera vez que alguien debutaba con migo, y esto lo sentí como un alago.

Luego de la breve charla le dije de que estaba todo bien, si no quería hacerlo no lo obligaría y hasta estaba dispuesto a simular el “acto” y no comentar nada. El dijo que no, que ya había pagado, y que yo le había gustado desde el principio. Esto no hizo más que “dispararme” y rápidamente le pedí que no diga nada y comencé a hacer mi trabajo.

Le pedí que nos sentáramos en la cama, comencé a acariciar su entrepierna, él lentamente parecía relajarse. Mi mano seguía acariciando su miembro por encima del pantalón, yo dirigía mi mirada alternadamente a sus ojos y su pantalón, con lo cual el nerviosismo del principio dio paso a una evidente excitación. Una vez que noté que su miembro comenzaba a crecer, le bajé el cierre y lo liberé. Ya con su pene afuera comencé a masajearlo suavemente, era un pene de tamaño normal que, por alguna morbosa razón, me parecía enormemente apetecible. Cuando ya creció totalmente en mi mano, le pregunté mirándolo a los ojos si quería que se lo chupara, él con la voz entrecortada me dijo casi suplicándome que sí, yo para jugar un poco le pregunté nuevamente, seguro que querés mi boquita, él nuevamente dijo que sí, yo seguía, querés mi lengüita en tu pija papi, él ya enérgicamente me dijo que sí!. Mirándolo a los ojos comencé a acercar mi boca a su pene, cuando ya estuve cerca empecé a darle unos pequeñas lamidas con la punta de la lengua, rodeé el glande y le propiné unos cortos besos, seguí jugado así hasta que sin siquiera frotarlo comenzó a salir líquido pre seminal. Cuando note esto me introduje su pija lentamente en la boca a intervalos cortos, haciendo que en cada chupada la misma entre un poco más, así hasta tenerla casi por completo adentro. Con la boca ocupada levanté la vista y pude ver su cara de gozo, me la saqué y le pregunté, te gusta?, a lo que él respondió con un largo , si!. Ya teniendo su aprobación, comencé a hacerle una buena mamada, mi boca recorría su pene ida y vuelta, comencé ya a sentir sus líquidos y los saboreé gustosamente. Realmente tenía una pija muy jugosa y rica. En un momento comenzó a realizar movimientos con la pelvis que acompañaban la entrada y salida de su pene en mi boca, con esto me di cuenta que estaba pronto a acabar, sacándome la pija le pregunté, querés acabarme en la boca? querés darme lechita papi?, él no respondió, solo tomo mi cabeza entre sus manos y la dirigió nuevamente hacia su miembro. Con dos o tres envestidas más eyaculó abundantemente, su semen lleno mi boca y pude darme cuenta que realmente el chico hacía mucho que no descargaba. Fue un placer saborear su leche, retiré su miembro y sin tragar su esperma comencé a darle pequeños lengüetazos a la cabeza del pene, que todavía largaba sus últimas gotas. Comencé a tragar lentamente mientras lo miraba a los ojos, con mi mano lo exprimí suavemente hasta extraer todo el sabroso semen, con la lengua lamí sus residuos y terminé dándole un tierno beso en la punta de aquella pija que tanto placer me había dado. Le pregunté si le había gustado, a lo que respondió que sí, que había estado buenísimo. Para mi sorpresa su pija no bajaba de tamaño, yo esperaba que se relaje y que luego continuáramos pero el me dijo, quiero hacerlo, quiero culiarte. Debo haber puesto cara de asombro porque insistió en hacerlo ya, así que me dispuse para el segundo round pero eso se los cuento en la próxima.

Besos a todos y espero que les guste mi relato para seguir escribiendo.
Datos del Relato
  • Autor: puerquita
  • Código: 22662
  • Fecha: 30-04-2010
  • Categoría: Gays
  • Media: 4.69
  • Votos: 62
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3306
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
invitado
invitado-invitado 10-08-2013 00:18:08

que wuenaaaaaaaaaa este conchelissjejjeje

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