Yo siendo un joven adolecente y calentón, le pedí a mi profesora de inglés, si podía explicarme algo específico en un aula vacía, ya que era la única forma para tenerla cerca e intentar pegarle una cogida.

Ya en el aula vacía, y apartada del resto de las clases, le mostré en una hoja el grave problema que tenía, en la hoja escrita se leía esta frase: “PROFESORA LE QUIERO COGER ESE CULO GORDO”.

Ella me miro, quedo atónita, pero sin dudarlo se levantó, y con su jeans bien ajustado y marcándole un culazo, me lo empezó a menear con calentura, lo movía tan bien que mi verga se puso más dura de lo que podía imaginar.

Sin imaginarlo, ya la tenía en cuatro patas pidiéndome verga, que le rompa bien el culo, que quería que le regale mi tremendo paquete para su culo gordo, así fue que sin dudarlo, luego de dejar parte de saliva en ese agujero ya abierto, comencé a meter mi verga de apoco, hasta que llegó el momento donde calzo toda, y la bombeada se hizo intensa, mis bolas chocaban y chocaban, ella en cuatro se tocaba las tetas y me decía el placer que sentía al cogerse un alumno.

-No te imaginas pendejo lo que deseaba una verga como la tuya en un aula del colegio.

-Profesora yo siempre se lo veía, pero jamás me imagine que era tan gordo y cogedor.

-Vos cógelo pendejo, cógelo con ganas, se nota que ya tenés experiencia en culear profesoras.

Se arrodillo para comerme solo los huevos llenos de leche, se abrió como una diosa en uno de los pupitres, y a los gritos pidió que le cogiera la concha con rabia, que si no me reprobaba por no atenderla como ella se lo merecía.

Las tetas bien apretadas, mi verga mojada por su flujo deslizándose sin parar y cada vez más profundo, ella mirándome a los ojos insultándome, todo era una lujuria, un polvazo enorme, una enorme calentura del alumno y la puta profesora. Continúe la clavada pero ahora comiéndole los pies sudados, ambos lamidos por mi lengua con desesperación mientras la verga no paraba de penetrarla.

-Son un verdadero macho joven, mira como me lames los pies, sos un hombre de verdad.

-Profesora coge como una diosa, tiene la concha tan cogedora que parece un sueño estar metiendo mi pija.

Luego continuo saltando mi verga venosa, mientras en cada cabalgata, mis bolas chocaban y ella jugaba con sus tetas, mientras sus manos se frotaban bien esos pezones, el polvo era fuego, yo le acariciaba el culo todo empapado, ella gritaba y se volvía a frotar las tetas, y secar el sudor de su cara con su mano, para luego pasármela por mi lengua, era un polvo de locos, y nos encantaba.

-Salto bien esa pija alumno? Le gusta que su profesora sea una puta que cabalga como diosa.

-Profe que polvo nos estamos echando, era el culo que esperaba, bien aguantador y bien sudado.

Arrodillada, luego de una hora de intensa cogida, me pedía la leche a los gritos, lo cual explote en toda su carita, gota a gota fueron cayendo por sus ojos, sus labios, chorreando por sus tetas, era tanta la calentura que en la cantidad de leche se notaba.

Nos levantamos, nos secamos, nos besamos, nos agradecimos esperando el próximo polvo con entusiasmo.