~~Hola a todos.
Soy nueva aquí y me gustaría contar mi historia. Cuando
tenía tan solo 16 años cometí el gran error de
acostarme con mi profesor, me gustaba por aquel entonces y él
siempre decía que me amaba. Un día me dijo que no me
amaba, que yo era fea y que saliera de su vida. Me ví ante
las puertas de un abismo y mi única decisión fue emprender
una vida nueva, me fui a Nueva York con tan solo 16 años, yo
sola ante un gran país. Lo que les voy a relatar ocurrió
a mi regreso.
Me llamo María y tengo ya 24 años. Cuando volví
de Nueva York tenía hecha la carrera de matemáticas,
yo quería ejercer de profesora en un instituto y de hecho lo
estoy haciendo. Tuve que ir a las oposiciones pero la primera vez
no las aprobé, entonces me mandaron como sustituta a un colegio.
A pesar de haber estudiado matemáticas tuve que dar clases
de biología.
Estaba yo muy bien en el colegio, hasta que un día llegó
una profesora mía de cuando yo estudiaba. Natalia, que así
se llamaba seguía como siempre, siempre fuera una mujer muy
guapa y atractiva, morena y de ojos verdes. No muy alta pero con un
cuerpo muy proporcionado, delgadita y con pechos grandes y muy buen
culito, de hecho, todos los chicos de mi clase estaban locos por ella. .
era el bombón del instituto. Me alegró mucho verla,
ella no me reconocía, hay que tener en cuenta que hacía
8 años que no me veía y pasé de ser una niña
a ser toda una mujer. Soy bastante alta y delgada. Tengo unos pechos
muy grandes y un buen culo, duro y redondito. Soy rubia con el pelo
muy largo y tengo los ojos de un verde intenso. Cuando me vió
se quedó sorprendida, pero más me quedé yo cuando
vi que detrás de ella entraba, nada más y nada menos
que Fernando, el profesor con el que yo estuviera.
Cuando me vió se quedó sin palabras. Él, a pesar
de haber pasado tanto tiempo estaba guapísimo, se notaba que
Natalia, la cual tiene muy buen gusto para la ropa, le había
cambiado la manera de vestirse, pues él siempre iba con sus
levi's su camisita bien planchada por mamá y el peinado con
la típica raya al lado de niño mimado. Resulta que estaba
casado con Natalia.
Natalia se fue al baño y él se dirigió a hablarme,
me dijo que nunca me había olvidado y que se sentía
muy mal por lo que me había dicho, que él realmente
estaba muy enamorado de mí pero que me había dicho aquello
porque no estaba bien una relación profesor alumno. Me importó
muy poco lo que me dijo, me di la vuelta y me fui. Pero él
me siguió, me siguió hasta mi coche y se metió
en él.
En el coche me empezó a decir que me deseaba, que quería
acostarse conmigo y que me haría de todo si yo se lo permitía.
Yo no dije nada, creo que por mi cara obtuvo la respuesta de que yo
no me iba a negar, pues yo todavía lo amaba. Él empezó
a decirme cosas muy calientes al oído, me dijo que Natalia
no era tan buena como y en la cama y que significaba mucho para él
que le hubiera entregado mi virginidad. .
En seguida me tocó los pechos, yo me dejé como una tonta.
Entonces le besé, le besé con furia como nunca había
besado a nadie, él me respondió y me dijo que quería
que follaramos allí mismo. Se bajó el pantalón
y tenía una polla enorme, ya casi ni la recordaba, la tenía
a tope, se le notaban mucho sus venas y entonces lo comencé
a pajear, ´cuando ví que se iba a correr me metí
su polla en la boca y allí me descargó buena parte de
su leche, la demás no cabía y se salió. Él
siguió tocándome y su polla se puso otra vez en pie,
me monté encima de ella y cabalgué como pude la tenía
toda dentro, me gustaba y estaba muy a gusto, me hacía disfrutar
como nunca, ver su cara de placer era halagador. Bajamos el sillón
del coche y me mandó ponerme a 4 patas, quería irse
en mi culo. Notaba como empujaba, notaba su polla dentro de mi culo,
como metía y sacaba y como gritaba de placer, yo empecé
a gemir y a gritar_:
sigueeeeeeeeeeeeeee, que me vengooooooooo Senti como su polla empezaba
a chorrear leche todo por dentro de mi culo y como él sacaba
su polla, estaba euforico, quería más, pero no se podía.
Le pedí que se fuera, que nos podía pillar alguien.
Pronto pondré la segunda parte, os adelanto que fue nuestro
segundo encuentro pero esta vez en un lugar un poco más íntimo.