La historia que os voy a contar hoy, es algo que no he contado a nadie, y esta será la primera vez que lo haga. 

Comenzaba la semana era lunes, y como siempre tenía que trabajar, fui a la oficina, al entrar, me encontré con mi compañera, Silvia, me preguntó si quedábamos para tomar café y le dije que como siempre. 

Sobre las 11 de la mañana, Silvia me llamó, me estaba esperando, así que cogí el bolso y fui al ascensor. Mientras salíamos de la oficina, me dijo que me quería contar algo que había visto por si quería probarlo, lo que me dejó con la intriga. 

Llegamos a la cafetería y nos pedimos un café cada una, nos sentamos en una mesa y le dije, ¿que querías contarme?

Entonces, me dijo que si alguna vez había probado a tener una relación con una mujer, le dije que no, y acto seguido le dije que si ella lo había probado. Me decía que era una experiencia diferente, y no sabía cómo explicarlo, que tendría que probarlo, yo me quedé desconcertada, de alguna manera me estaba intentando decir que mantuviera una relación con una mujer, le dije que no sabía si sería buena idea, aunque el tema quedó ahí. 

Entonces, el jueves, cuando llegué a casa, empecé a recordar, lo que me había dicho Silvia y pensé que por qué no, una experiencia nueva. No sabía qué hacer, si llamaba a una amiga me tomaría por loca o sabe dios, así que se me ocurrió buscar en una página de contactos, no salía nada de mi agrado, hasta que encontré algo, una pareja que eran madre e hija, así que llamé sin pensarlo. 

Me cogió el teléfono una chica latina, se llamaba Anis, por su voz parecía ser joven, le dije que había visto su anuncio y me gustaría quedar, concretamos la cita para el sábado y fui a su apartamento. Al llegar, toqué el timbre y me abrió una chica, joven, era Anis, tenía unos pechos bastante importantes, lo que a primera vista me impactó más. Según entraba a su casa, su madre, bajó las escaleras, se llamaba, Avril, enseguida me dijo que estaba en mi casa, y fuimos las tres al salón, mientras nos conocíamos más a fondo, y hablábamos abiertamente de sexo, la noche se empezó a calentar, Anis, se quitó el sujetador y se quedó en tanga mientras que su madre aún seguía en ropa interior, entonces, Anis se acercó a mí y me dio un beso juntando nuestras lenguas, mientras Avril me iba quitando la ropa, parecía que madre e hija iban conjuntadas en cuanto a ropa interior se refería, las dos iban de color negro, y las dos llevaban tanga. Finalmente, Avril me quitó las bragas y me dejó desnuda, en ese momento, Avril, la madre de Anis, me cogió de la mano y me llevó a una habitación donde tenían una cama enorme, se quitaron los tacones y se quedaron descalzas, acto seguido, me dieron un leve empujón y me tiraron a la cama mientras Anis le quitaba las bragas y el sujetador a su madre dejándola tal como estaba yo, su madre se acercó a mí y me dio un beso mientras que Anis se ponía al lado de su madre para intentar besarme cosa que al final consiguió, por un momento, pude disfrutar como madre e hija se fundían en un beso delante de mí, y a continuación, Anis, su hija comenzó a jugar con mis pechos, rozando uno con otro, lamiéndome los pezones, por otra parte su madre, me empezó a comer el coño, y a los pocos lengüetazos que me dio comencé a gemir descontrolablemente, su hija, salió de la habitación y volvió con un montón de juguetitos sexuales, entonces, me dijo, que eligiese uno, elegí uno rosa, era como una polla de goma, la cual utilizó para metérsela a su madre y masturbarla por el coño, Anis por su parte, cogió un arnés con polla que utilizó para penetrarme por el coño, enseguida comencé a gemir, me estaba gustando la experiencia, más tarde, Anis, le dijo a su madre que se pusiera a mi lado, no sabía muy bien que quería hacer, hasta que nos tuvo delante a su madre y a mí, le hizo un dedo a su madre por el coño mientras que a mí me hizo una mamada, las dos nos pusimos a gemir de placer hasta que las dos nos fundimos en un apasionado beso. 

Por otro lado, Anis, la hija de Avril, me pidió que la masturbase para terminar y así hice.