Pris entra a una habitación en qué lo primero qué hace al caminar y se dirige directamente abrir las cortinas de las ventanas para qué entre la iluminación del sol qué es hora de despertar al joven señorito de la mansión de una familia importante de millonarios filantropicos, qué lo cuida hasta es su dama de compañía; al darle una levemente nalgada al quitarle la sabana al despertarlo ya es hora de despertarte cómo pararte para qué desayunes y cumplas tus obligaciones qué te corresponden diariamente o sino quieres qué les hable de lo mal portado qué te pones en su ausencia al retirarte las mesadas millonarias qué te dan al malcriarte y consentirte qué no te mereces le dice y habla contudentemente la misma Pris con sus nudillos puestos alrededor del chicote de la misma falda cuerina al mirarlo de pie seriamente frente a la cama del joven.

Se dobla para recoger el tiradero qué hace diariamente el joven, se para de la cama al acercarsele al darle su merecida nalgada al pegarsele en qué le rosa buenisimamente toda la pinga con el pantalónde pijama puesto en qué lo deja al tener una estricta relación más allá de dama de compañía y joven millonario, al ser amigos personales y especiales entre ellos juntos.

Pris se levanta la falda cuerina al darle la sobria sorpresa qué carga debajo ligero con botas largas de tacón alto desnuda sin hilo dental cachetero al acariciarse hasta mansoearse completamente muy enajenada y muy coqueta hasta muy exquisita las ingles cómo la vagina inclusive pasandose por debajo de las piernas también se desabrocha para estos efectos lujriosos cómo pecaminosos hasta incitadores la propia chaqueta que hace juego con la falda cuerina descubriendose de par en par sus riquisimos, sabrosisimos, buenisimos, deliciosisimos, deseadisimos, espectacularisimos, excitadisimos, fascinadisimos, atraídisimos, calientisimos, asimismo apetitosisimo igualmente naturalisimos finalizo cautivadisimos y sexy senos erectos naturales con tetas duras y gigantesca en qué el entra a besos cómo mamadas siendo el desayuno de todos los días al despertarse y pararse de la cama el mismo joven qué es atendido propiamente por la encantadisima y bellisima cómo cargadisima dama de compañía qué es nada menos actualmente y hoy día la mismisima Pris a más no poder.