Transcurre un silencio igualmente una quietud a lo largo de los pasillos de las diversas clases del vuelo donde Pris es una azafata. Revisa que todos los pasajeros estén cómodos en sus sillas y abrigarlos por qué es una noche muy fría, están despiertos unos pasajeros en una fila de lado donde se encuentra ella, el pasajero se asusta con su presencia sonriéndole y mirando justamente en que la compañera del pasajero está agarrándole como lamiéndole el glande de arriba hacia abajo continuamente no le importa un comino ni un coño esto a Pris. Qué el pasajero le extiende y le da la mano para invitarla a que tome asiento adicionalmente disfrute de la diversión como entretenimiento de hacerlo los tres al mismo tiempo en la quietud de la noche en que están descansando profundamente en sus sueños los demás pasajeros.

Pris soberbiamente enajenada como excitada hasta incitada igualmente deleitada especialmente deseada sobretodo caliente, no puede controlarse al rozarle y manosearle con la palma de la mano completamente de arriba hacia abajo continua y constante desde la mera cabeza hasta llegar a los huevos y viceversa mente. Qué tiene enajenado, lujurioso, morboso, pervertido, dominado, erecto, excitado, deseado, deleitado, consumado, fascinado, caliente y apasionado al pasajero que bajito jadea asimismo gime con suma fuerza, ganas, ánimos, incitado y consentido parejamente por las dos.

La compañera le lame, besa, muerde y chupa las tetas de los pechos entretanto el pasajero se pasa acariciándola, sobándola, manoseándola, apretándole, piñizcando le, nalgueándola suavecito y levemente por debajo de las nalgas y muslo como piernas a Pris, que doblada apoyada con los brazos en las entrepiernas del pasajero chupándole, mamándole, comiéndole, lamiéndole, succionándole, devorándole, besándole finalizo devorándole completamente el buenísimo como riquísimo hasta sabrosísimo igualmente poderoso a más no poder de la erección enorme, gigantesca, dura y exquisita pinga del pasajero en que se viene al tragarse ambas de rodilla sentadas en el mero piso de los asientos donde se encuentran participando, exhibiendo, realizando y protagonizando el pleno sexo los tres traviesos, lisos, sinvergüenzas y juguetones a más no poder a manos llenas como a pedir de boca en pleno vuelo nocturno con los demás pasajeros descansando.