Eran las vacaciones escolares, mi primo tenía 11 años y yo 13, el rubio,  en aquel entonces 1.60 de estatura, nalgas bien redondas, buenas piernas, tímido, buen rostro, yo 1.60 de estatura, moreno, rellenito, buenas piernas y buenas nalgas.

En aquel entonces ya había tenido relaciones con otros chicos y con chicas también, mi primo vivía en otra ciudad y solo venia para las vacaciones a quedarse donde mi abuela, yo iba a hacerles compañía y desde hacía algún tiempo tenía ganas de cogerme a mi primo, pero no le había comentado nada porque hasta ese entonces él era totalmente hetero, siempre me hablaba de sus novias y de sus amores.

Un día estábamos los dos solos jugando video juegos, mi abuela había salido para el centro y llegaría tarde, ese día yo estaba decidido a cogerme a mi primo pero no encontraba como decirle y me daba miedo que fuese a reaccionar de forma negativa y le fuese a contar a mi abuela y a nuestros padres. El caso es que estábamos los dos jugando video juegos, la consola era mía pues la de él la dejo en su casa, al rato de estar jugando le dije

Estoy aburrido, ya no quiero jugar más

Que quieres hacer –me pregunto-

Vamos a jugar lucha – le respondí inmediatamente-

Aunque ambos teníamos la misma estatura él era menor y yo tenía más fuerza, mi estrategia era someterlo, ponerlo boca abajo y apretar mi verga contra su culo. Antes de comenzar a jugar ya el guevo mío (de unos 13 centímetros  para aquel entonces) estaba bien parado, sentía que se me iba a reventar, comenzamos la lucha y rápidamente hice lo que tenía planeado, voltee a mi primo y le encaje mi miembro contra sus dos redondas y vírgenes nalgas, no sé si lo habrá notado o no pero no hizo nada, seguía haciendo fuerza para tratar de soltarse, yo por el contrario comencé discretamente a moverme de adelante hacia atrás y ahí creo que fue donde se dio cuenta porque me dijo:

Ya está bueno, no quiero jugar más lucha, volvamos al video juego

No, yo no quiero jugar más, esa verga me aburre –le dije yo-

El que estaba aficionado y quería seguir jugando me dijo: vamos a hacer algo, jugamos una partida de video juego y una de lucha

Está bien –acepte de inmediato-

Volvimos al video juego, al terminar la partida volvimos a la lucha, nuevamente hice lo mismo, voltee a mi primo y le apreté la verga durísimo, esta vez no disimule mucho mis movimientos a lo que el inmediatamente me dijo:

¡Tú eres marico! ¿Cómo que me quieres coger?

¿Tú eres loco, no vale que te pasa? Estamos jugando –dije yo un poco asustado-

Volvimos a jugar video juegos pero yo ya no aguantaba, son mucho temor pero también con una fuerte excitación le dije:

Chamo no quiero jugar más  ¡tengo ganas de coger!

Bueno pero a mí no me vas a coger, hazte la paja – me dijo-

No quiero hacerme la paja, quiero coger contigo ¡vamos a cogernos, te va a gustar, primero me coges tú y después te cojo yo o como quieras! – le dije esto con un gran temor a como fuera a reaccionar y en el peor de los casos que decidiera contar todo lo que estaba ocurriendo-

Chamo yo no soy marico, a mí me gustan las mujeres ¡hágase la paja! – me dijo un poco molesto-

Bueno, si quieres seguir jugando tienes que hacerlo, es más te propongo que si lo hacemos te dejo el video juego todo el fin de semana para ti solo –insistí-

El no quiso aceptar mi porpuesta pero después de tanto insistirle y hacerle cualquier cantidad de proposiciones el accedió diciendo:

¡Pero no me vas a coger, si quieres le damos desnudos pero de frente, guevo contra guevo y no le puedes decir a nadie!

Agarrando aunque sea fallo fue lo que yo pensé en ese momento:

Está bien -le dije- ¡pero tenemos que quitarnos toda la ropa!

Ambos andábamos en short (pantaloncillos) y franelas, él se bajó el short y quedó en bóxer, yo hice lo mismo, luego nos sacamos la franela, cada quien la suya, el tenia cara de no querer hacerlo y no se quería quitar el bóxer:

Tienes que quitártelo, ese es el trato, ¡sino, no hacemos nada! –le dije ya impaciente-

Él se sacó el bóxer y ahí estaba su verga dormida, no se le había parado, era evidente que no estaba excitado pero igual se acostó sobre la cama y me dijo:

¡Dale rápido!

Me sentí como un desgraciado pero ya estábamos allí, mi verga me pedía a gritos que lo clavara pero él no iba a acceder, me monte sobre él y comencé a moverme, a medida que me iba moviendo más crecía mi excitación, trate de besarlo pero no quiso –Apúrate- él insistía, su verga seguía dormida, yo estaba cada vez más excitado frotando mi verga contra su vientre muy plano, él era bastante delgado, mientras más me movía mas sentía que me iba a explotar la verga, me agarre con ambas manos del espaldar de la cama y comencé a moverme con mucha fuerza y a gemir, explote por primera vez en mi vida sobre su estómago al tiempo que sentía como su verga se había endurecido debajo de mí, era de unos 14 centímetros, estaba durísima, lo habían excitado mis movimientos y gemidos, mi leche tibia corría por su barriga, trate de acostarme sobre él pero me aparto, se levantó, tomo mi franela y se limpió y luego salió a la calle, no volvimos a hablarnos durante el resto de la tarde y noche, yo estaba súper asustado pensando que él iba a contarle todo a nuestros padres, esa noche casi no dormí y él durmió con mi abuela, al día siguiente cuando desperté lo conseguí jugando video juegos

¿Qué haces? –le pregunte-

Jugando ¡y voy a jugar todo el fin de semana, ese fue el trato que hicimos!

No le dije más nada y me fui a la cocina, pase el resto del fin de semana pensando que en cualquier momento iba a contar sobre nuestro encuentro, después de esto no volvimos a quedarnos solos durante estas vacaciones, él se fue para su ciudad y no volvió sino tres años después. Pero esa es otra historia.

Este es mi primer relato, espero que les haya gustado y que me dejen sus comentarios.