ASI FUE…MI PRIMER SEXO
Volvía de madrugada, caminando solo por las veredas de esa pequeña ciudad donde nací. Habíamos concurrido con amigos a una fiesta de quince años en un club. La fiesta aún no había terminado, pero yo como me sentía un poco cansado, aburrido, decidí partir a las 2:30 de la madrugada.
Formalmente vestido, pantalón negro, camisa crema, saco y chaleco color manteca, corbata crema…el pelo engominado y los zapatos negros y brillantes. Más de treinta calles separaban el club de mi casa, pero amante de las caminatas, cubría ese recorrido bajo la tranquila y luminosa noche de primavera. Prácticamente no había movimiento ni de gente caminando y alguna que otra luz de vehículos cruzaban cada tanto en alguna dirección.
Al cruzar una de las calles principales, me detengo ante la luz roja para peatones, para dejar cruzar un vehículo que circulaba lentamente con solo las luces de posición encendidas. Al pasar al lado mío, veo que el conductor sostiene mi mirada. Yo, quieto en el mismo sitio, sigo con mi mirada el auto que a cincuenta metros se detiene. Sigo mirando hacia el vehículo, y el conductor no desciende. Se queda sentado, con las luces encendidas. Yo sigo mi recorrido, cruzo la calle y camino unos pasos hasta quedar fuera de la vista del conductor. Camino unos metros, intrigado y porque no decirlo, excitado ante la posibilidad de tener un encuentro con otro, cosa que en esta ciudad aún no había tenido nunca, y menos de esta manera…
Cuando había cubierto un trecho de unos treinta metros, volví mis pasos y lentamente y por la sombra me asomé para visualizar nuevamente el auto. En el momento en que el auto se volvía a poner en marcha y al llegar a la esquina gira en la dirección en la que había venido caminando.
Camino tranquilamente hasta la próxima calle y cuando llego a la esquina veo el auto detenido unos metros antes del cruce peatonal, con las luces de exposición encendidas y el conductor sentado al volante. Crucé la calle visualizando la situación, y veo que el conductor sigue mi recorrido con su cabeza. Al llegar a la mitad de esa cuadra, siento el ruido del motor que nuevamente se acerca… Giro mi cabeza y efectivamente era el mismo auto que avanza lentamente. Cuando pasa por al lado mío dirijo mi vista nuevamente hacia el, y el conductor sostiene mi mirada por unos instantes, y veo que intenta ubicar mi imagen en su espejo retrovisor lateral…Cuando llega a la esquina, gira a la derecha, y mientras lo hace, veo que el movimiento de su cabeza buscándome.
Al llegar a la esquina compruebo que se había detenido a unos pocos metros. En medio de la oscuridad, dado el follaje de los inmensos árboles volvía inútiles las luminarias de las calles…las luces del auto seguían encendidas. Doble por esa calle y caminando lentamente pasé lo más cercano posible al auto. Con su ventanilla baja, puedo observar un hombre que rondaría los 33 años, tez clara, pelo rubio corto y ondulado, ojos claros, su boca de tamaño normal, de labios carnosos, enmarcada bajo un bigote espeso y rubio. A pesar del momento en que creo que ambos sentíamos un determinado nerviosismo, su expresión era calma, sobria, natural, amable…me saluda…
- Hola…como estas?
Con mis manos en los bolsillos de mis pantalones, y en un gesto absolutamente varonil, me acerco y le contesto…
- Bien, y vos …?
- ¿A dónde vas? ¿Te acerco?
Acepté la invitación, y rodeando el auto caminé hasta la puerta. En el momento el desde adentro la abrió. Era un Ford modelo 1940, color negro, en un estado impecable como recién salido de la fábrica. Típico auto que aparecen el las películas de gangster. Un aroma a perfume exquisito…Extiende su mano buscando un gesto de saludo y me dice
- Mi nombre es Carlos, el tuyo?
- Pablo…
- ¿Damos una vuelta? ¿Te parece?
Tratando de sostener una conversación impersonal, con datos de cada uno, edad….etc., el auto lentamente recorría las calles de desierta ciudad. Poco a poco nos fuimos alejando del tejido urbano y acercándonos al parque situado en la periferia de la ciudad. Dimos unas vueltas, recorriendo el pequeño lago, llegamos a la margen del río y detiene el auto.
Nuestra conversación no se detiene. Seguimos conversando como si estuviésemos sentados en un banco de plaza, o en la mesa de algún bar…
Su brazo derecho apoyado sobre sus muslos y el izquierdo extendido sobre el respaldar del asiento.(recordemos que esos modelos aún venían con el volante del lado derecho, como en Inglaterra).
En un momento siento que su mano roza mi pierna, y queda quieta entre sus piernas y las mías. Seguimos la conversación como si nada hubiese ocurrido, pero sentía la tibieza de su mano y toda la sensibilidad de mi cuerpo estaba centrada ahí. Era como un punto de irradiación desde donde la excitación iniciaba y se extendía por todas las células de mi cuerpo.
En un movimiento casi imperceptible su mano asciende quedándose en mi muslo izquierdo. A pesar de mis ganas, mi timidez y mi inexperiencia no me permitían hacer otra cosa que esperar su juego mas osado. De pronto siento que su mano izquierda, apoyada en el respaldar se desliza y toca mi hombro izquierdo. Todos estos movimientos si bien tenían una intención clara y definida, aparentaban ser accidentales, suaves, …
Siento su mano izquierda rozar mi mejilla y con una suave presión acerca mi cara a la suya, siento su perfume, su piel cálida rozar mi cara. Su mirada tranquila, insinuante, sus palabras que callan dejando en su boca una sonrisa sutil…Yo extiendo mi mano derecha hacia sus muslos, el apoya su mano sobre la mía haciendo presión suave en un movimiento en el que mi mano llevada por la suya recorre su muslo lentamente desde la rodilla hacia arriba…Mi respuesta fue enfrentar mi boca con la suya. Yo temblaba de deseo, …sus labios tibios comienzan un beso sostenido, firme, húmedo, dulce…mientras su brazo derecho me estrecha fuertemente contra él.
Mi brazo derecho queda aprisionado entre los dos cuerpos estrechados. Su boca empezó a deslizarse por mi cuello, besándolo, mordiéndolo con suave mordisqueo…besaba y mordía el lóbulo de mi oreja, su lengua tibia acariciaba, lamía, chupaba las distintas partes de mi oreja…mientras su mano derecha acariciaba mi espalda tratando de sacar mi camisa del pantalón, tiraba suavemente, pero al no poder su mano buscó mi la hebilla de mi cinturón, tirando suavemente pudo destrabarlo,…soltó el botón de mi pantalón y suavemente corrió la cremallera…sentí su mano en mi la piel de mi cintura, acariciando mi espalda…metiéndose bajo mi slip…sentí la fuerza de su brazo intentar levantar mi cuerpo desde mi culo, para tener espacio para tocarlo…
Yo levante mi culo apoyando mis pies en el piso del auto y apoyando todo mi cuerpo contra el respaldo del asiento…el bajó mis pantalones hasta mis rodillas…intentó hacer lo mismo con mi slip pero no pudo, mis 18 centímetros al palo obstaculizaban ese gesto..yo aproveché que ese gesto me liberaba momentáneamente e comencé a quitarme el saco que aun tenía puesto, el chaleco…sentí su mano ascender desde mi abdomen acariciando mi pecho, mis tetillas, subiendo mi camisa…y con su boca tibia besar mi pecho…mordía tiernamente mis pezones..
Yo sentía que mi cuerpo estallaba de placer, mis oídos zumbaban de la calentura. Aún recuerdo ese zumbido como cuando pones un caracol en tus oídos y sientes un sonido parecido al sonido del mar…Con mi mano derecha comencé a acariciar su espalda, su cintura…el besaba mi cuello y mi oreja…besaba mi boca y sentía un sabor dulce, tibio, amable, húmedo entrar en mi boca…y su mano derecha aprisionar la mía contra su pija…dura…
Desabrochó su pantalón y junto con sus slip los bajó hasta sus rodillas…yo acariciaba su entrepierna…sus muslos…su cintura. El volvió a tomar mi mano y la llevó directamente a su pija…La comencé a acariciar suavemente, no medía más de quince centímetros, proporcionada, cálida…De todas maneras era bastante para mi que nunca había sido penetrado. Intenté hacer lo mismo con su mano, llevarla a mi ingle, necesitaba…pero se resistió totalmente a tocar mi pija…en cambio abrió mis piernas con sus manos y comenzó con sus dedos a buscar mi ano…
Su mano tibia en mi entrepierna era por si sola una braza que hacía arder mi calentura…a temperaturas delirantes.
Mis manos empezaron a desprender los botones de su camisa y de la mía…liberando los dos pechos…besaba su cuello, sus hombros firmes…el contacto entre las dos pieles, las dos humedades, las dos temperaturas…nuestros pechos rozándose…era mi primer acercamiento con otro hombre, nunca había sentido con estas partes de mi cuerpo el contacto con otra piel…mi nivel de excitación iba en aumento…
Empecé a liberarme de mi ropa, de a poco saqué del todo mis pantalones, el hizo lo mismo con los suyos. Quedamos completamente desnudos y la claridad de la noche reflejaba los brillos de nuestras pieles tersas. Sus manos comenzaron a recorrer desde mis pies hasta mi rostro…inclinamos nuestros cuerpos sobre los asientos del auto, y el sobre mi, con sus ojos claros miraba mi rostro muy cerca del mío, sentía a través de su mirada más ternura, más deseo, más pasión.
Era la primera vez que mi cuerpo entero sentía la humanidad, la calidez de otra piel rozándose completamente con otro cuerpo. Mis piernas abiertas ofrecían toda la sexualidad de mi ingle al roce ardiente de su sexo…sentía su pija caliente en toda mi ingle…sus piernas enredarse con las mías…el placer de todo ese contacto era sublime…Mi pija aprisionada entre los dos abdómenes sentía el placer de los movimientos ondulantes que el cuerpo de Carlos dibujaba sobre el mío en búsqueda de más roce, mas placer, más excitación…
Subí mi pierna derecha y apoyé mi pié en el respaldo del asiento del conductor y mi pierna izquierda en el volante, dejando el espacio que su cuerpo con movimientos eróticos me reclamaba…sentí al fin su pija rozar los alrededores de mi ano. Lubricó su pija con su saliva y también mi ano…rozaba su pija los alrededores, nuestras bocas también expresaban con sus intensos roces el aumento de la excitación…
Se arrodilló y con sus manos tomó mis piernas y las puso en vertical, besándolas, acariciando desde mis pies a mi culo…
Luego apoyó mis rodillas en sus hombros y volvió a inclinar su cabeza sobra la mía, su boca devoraba mis labios, mi lengua…y mi culo totalmente expuesto sentía su pija acariciar…presionar sobre mi ano…suavemente…su boca empezó a lamer con pasión mi oreja, mis manos acariciaban la piel tibia, tersa y suave de su cola…sus muslos…metí mi mano entre sus piernas y comencé a acariciar su sexo…el respondió mi excitante ademán con un beso profundo…se incorporó y con su mano y su saliva volvió a lubricar su pija…yo acariciaba con un suave moviendo de masturbación la mía, en el momento en que sentí su mano tibia rozar mi ano para lubricarlo…dobló ampliamente mi calentura y mi necesidad de sentir esa pija adentro mío…
Su boca volvió a mi boca, su lengua recorría mi paladar, mis dientes, sus dientes mordían suavemente mi lengua…su pija presionando suave pero insistentemente en mi ano…su boca volvió a mi oreja…un punto de estimulación de mi cuerpo que Carlos había descubierto para mi esa noche…su boca devoraba mi oreja…y su voz grave sonó suave en mi oído diciendo…
- Vas a ser mío…querés?
Con un suspiro mas que un palabra le respondí que sí…sentía su pija que presionaba suave e insistentemente…y de pronto el dolor de su cabeza entrando en mi ano me paralizó por completo…con un movimiento de piernas y de cintura aleje mi culo de su pija… Nunca pensé que me iba a doler tanto…Traté de incorporarme, no soportaba el persistente dolor…Mi cuerpo entero estaba empapado…transpiraba como si tuviese fiebre…El trataba de besarme, de calmar de alguna manera ese momento…Mi pija se había bajado totalmente…El encanto y el deseo habían desaparecido totalmente…No quería mas nada. El lo entendió y me preguntó
- Es tu primera vez?...supongo no?
- Si, le respondí…
Yo estaba sentado, quieto en mi asiento…el aún arrodillado sobre el del conductor…Lentamente se sentó, con una mano acarició mi cara…
- Perdóname, no pensé que te iba a hacer daño…no sabía que nunca lo habías hecho…
Quedamos mudos…yo con mis ojos cerrados tratando de concentrar mi mente en otra cosa…en algo que me aliviase ese dolor agudo…mi respiración era una sucesión de suspiros que trataban a través de ellos expulsar ese malestar…A medida que transcurrían los minutos empecé a sentirme mejor…mi respiración se normalizaba…yo iba relajándome. Tenía ganas de no estar mas allí…
El en silencio, con sus dos manos apoyadas en el volante…miraba el tablero de luces…Su imagen de culpable me enterneció. Bajó una de sus manos hasta su ingle…su pija estaba aún dura…Quería salir de ahí, pero no quería estropear lo que habíamos vivido…ninguno era culpable.
El seguía acariciando con una mano su pija dura…Yo busque en mi saco los cigarrillos, le ofrecí…fumamos en silencio las primeras pitadas. Extendió su brazo y con su mano tomó mi cuello forzando suavemente a acercarme hacia el. Me abrazó, mi cabeza en su hombro y su mano sosteniendo firme mi brazo pegado a mi pecho…Seguimos fumando…él cada tanto besaba mi frente suavemente.
Apagó su cigarrillo y su mano ya libre de él comenzó a acariciar mi rostro…yo aun fumaba…el con su boca empezó a beber el humo que salía de la mía…y me lo devolvía…y prolongaba ese gesto con un beso muy dulce, muy cálido…sentí que mis pija empezaban nuevamente a endurecerse…y me dijo…
- Nos hacemos una paja? ..yo no podría irme así…me mato…y terminó la frase con una risa sonora…y su boca empezó a devorarse la mía sin esperar mi respuesta…
Abrió la puerta del auto se bajó y me invitó a bajar…
- Mejor aquí, sentados en el asiento con los pies en la tierra…te parece?
Bajé, me paré al lado de la puerta y el me abrazó…sus besos desde mi boca a mis tetillas…desde mis tetillas a mi oreja…mis manos sosteniendo su pija y la mía, moviéndolas en una sostenida masturbación….
- Date vuelta…quiero besarte la espalda, me dijo.
Giré sobre mis pies, sentí sus manos tomar mis caderas…su pija caliente entre mis piernas, su boca mordiendo mi nuca…mis orejas…descendía nuevamente por mi nuca…mis hombros…mi cintura…sus manos bajaban hasta mis rodillas…yo seguía masturbándome…el apoyó su pija entre mis piernas nuevamente y trataba de buscar su placer ahí…en esos movimientos rozaba mi ano…volvía a mi entrepierna…yo cada vez mas caliente, pajeandome…sus movimientos eran cada vez mas rápidos…y yo estaba a punto de acabar…su pija en mi ano ardía como una braza…mi ano buscaba ese punto de placer infernal…fijé su pija sobre mi ano y comencé a moverme masturbándome…creía que estallaría…sentí una necesidad infinita de tenerla adentro, el miedo del dolor…me detenía pero la calentura me hizo perder el temor…sentí deslizarse como una seda adentro mío…y en dos movimientos tenía su pija entera adentro mío…Creo que hasta cambió a rojo el color de la noche…mi leche brotaba a chorros de mi pija…su pija quedó afuera por mis movimientos…y su leche tibia corría por mis piernas…
Cuando giré sobre mi, lo vi a Carlos apoyado con un brazo en el marco de la puerta…estiró su otra mano atrayéndome desde mi cuello…un beso corto…
- Fue maravilloso…gracias…vos lo disfrutaste como yo?
- Creo que mas…le respondí estirando mi brazo en busca de mi slip…con el limpié los restos de su leche de mis piernas…
- Porque mas que yo? Me preguntó…
- Creo que acabé hacia fuera y hacia adentro…Nunca acabé así…
A partir de esa noche, coger entre nosotros dos se transformó en un programa que repetíamos al menos un par de veces al mes…durante mas de tres años. Pasaron muchas otras cosas mas, que las contaré en futuros relatos.
Comentarios a athos_mr@yahoo.com
Una vez mas agradecimientos y felicitaciones,Uds.los Argentinos si que disfrutan de la vida,he estado un par de veces en Bs.Aires y la pasan bien a pesar de las crisis,ademas disfrutan de la vida y de todos sus placeres,a nosotros los Chilenos,nos morimos de verguenza de ser asi de osados,pones a mil mi imaginacion,piensa que no he tocadop ser humano del mismo sexo,y que ganas me dan...Saludos des Chile