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Primera cita

La verdad es que llevábamos hablando muy poco tiempo, ya no me acuerdo, pero creo que el primer día que contactamos le dejé mi número de teléfono, pensando tal vez que no quedaríamos, que un hombre como él no se fijaría en una mujer como yo, primeras impresiones absurdas supongo. El caso es que me llamó un par de días por teléfono y su voz me cautivó, me llamó mucho la atención la manera que tenía de expresarse, no sabría como explicarlo . quien haya sentido eso alguna vez me entenderá.

Decidimos quedar un día, por la tarde después del trabajo y tomarnos algo tranquilamente, pero habiendo visto sus fotos, habiéndole escuchado hablar la verdad que yo quería algo más, deseaba algo más, aunque evidentemente esto jamás se lo diría a él. Me llamó un día antes de quedar, andaba por ahí con una chica (otra conquista - pensé yo), para saber si quería que se acercara a mi casa y se lo dije:

- Estoy desnuda tumbada en el sofá, si vienes ahora ya sabemos lo que va a pasar.

Tal vez debí haber quedado con él, pero decidí que mejor no, como nos íbamos a ver al día siguiente ¿para qué adelantarlo? (Después supe que a él le hubiese gustado venir ese día a verme y la verdad es que si lo pienso mejor a mí también, pero quería conocerlo un poco antes de nada).

Y llegó el día, me presenté un poco antes de la hora, no me gusta llegar tarde y esperé, la verdad que estaba nerviosa, por que aunque no era el tipo de hombre en el que me suelo fijar, tenía algo, algo había que me llamaba tremendamente la atención. Intenté ponerme guapa, me maquillé, faldita, sandalias, . Se acercaba la hora y no le veía, le llamé y resulta que estaba justo en el otro lado de la plaza, me acerqué y le vi. La verdad que con las gafas de sol no podía ver sus ojos, que en un principio me habían gustado mucho, menos mal que en cuanto que nos montamos en el coche se las quitó y seguimos venga a hablar y hablar.

Me llevó a un local donde yo nunca había estado antes, nos pedimos unas cervezas y seguimos hablando, resulta que coincidíamos en muchas cosas, pero tantas que me costaba creerlo. Entonces se me acercó como a darme un abrazo y plantó sus labios en mi cuello y me mordió, un espasmo eléctrico me recorrió la columna, dios! me zafé un poco y dejé que mis labios se juntaran a los suyos, M! llevaba todo el tiempo deseando hacerlo, pero no soy de las que se lanzan, me gusta ver alguna señal de que no me voy a estampar contra el suelo.

Entonces parece que nos dio un arrebato pasional de esos que no se pueden controlar, pagamos las cervezas y nos fuimos al coche, por el camino no dejaba de tocarme, de cogerme de los pechos fuertemente, de meterme la mano entre las piernas, yo estaba excitadísima, no podía pensar en otra cosa que no fuera que me tirara en la cama y me follara toda la noche. En el coche mientras salíamos de allí metía su mano en mi sexo y yo mojadísima no podía parar de gemir, de cerrar los ojos y dejarme llevar, puse mi mano en su pantalón y joder me puse mucho más cachonda cuando noté su enorme polla luchando por salir del pantalón.

Llegamos a su barrio, entramos en el portal y me estampó contra una de las paredes mientras me giraba la cara y me besaba, joder que besos! me metía la lengua hasta dentro y dejaba que las entrelazásemos de un lado a otro, me agarraba fuerte de los pechos y pegaba su polla a mi culo contoneándose y yo cada vez más excitada, llevaba el tanga tan empapado que parecía que me había meado encima. Subimos las escaleras a marchas forzadas como locos por llegar a arriba, pero sin poder evitar parar para besarnos y magrearnos.

Por fin llegamos a su casa, me llevó a su habitación y empezamos a quitarnos la ropa el uno al otro mientras nos besábamos y nos decíamos cuanto nos deseábamos, las ganas que teníamos de follar juntos.

Me tiró en la cama, me separó bruscamente las piernas y metió su cabeza entre ellas, cuando deslizó su lengua por mi sexo no pude reprimir un chillido, estaba tan cachonda que podría haberme corrido en ese mismo momento tan sólo con el tacto de su lengua . dejé que hiciera conmigo lo que quisiera, se echó a mi lado y bajé hasta su sexo como loca por lamerlo, por devorarlo, por metérmelo hasta la garganta . joder! menuda polla, tenía un tamaño perfecto, un color uniforme y bonito, una textura suave, un olor delicioso, . podría haber estado horas comiéndole la polla.

Se colocó encima de mí y de un golpe me penetró, no pude menos que gritar de dolor y de placer, me besaba frenéticamente mientras me follaba con fuerza, yo no podía dejar de gemir y de cogerle del culo y apretarle hacia mí, le quería totalmente dentro de mí, quería sentir su sexo dentro del mío completamente.

Me dio la vuelta y noté como separaba mis nalgas con sus manos sin vacilar, sentí su lengua húmeda recorriendo el trayecto de mi sexo a mi ano y metió dentro la punta de la lengua (m joder, me acuerdo y me pongo cachonda) . me hizo lamerle el dedo y me lo metió en el culo de golpe, noté como acercaba su sexo a mi culo y empujaba la puntita, un poquito más un poquito más y entera dentro (m que bueno!). Me cabalgó salvajemente y de vez en cuando dejaba espacio para que yo misma me moviera, se acercaba a mi oído y me decía:

- Así, así . házme una paja con tu culo -. Y a mí me ponía todavía más cachonda.

Perdí la cuenta de las veces que me pude correr, desde que me metió la lengua en la boca la primera vez no pude parar. No sé cuantas horas estuvimos follando, cambiando de postura, de pie, en la cama, sentados, de lado . lamiéndonos los cuerpos, gimiendo a la par, devorándonos los labios.

Volvió a darme la vuelta y separó mis piernas, entró en mí despacio, iba haciéndolo muy despacito y yo podía sentir como su polla entraba y salía de mi sexo, me recorrían escalofríos por todo el cuerpo sin poder evitarlo, bajó mis piernas y me dijo que las enlazara con las suyas, estábamos más pegados aún y noté como esa postura le excitaba sobremanera, su polla estaba aún más dura, y me lo hacía tan despacio que podía sentir como se le endurecía más y más dentro de mi sexo. Me preguntó donde quería que se corriera y yo le dije que quería toda su caliente leche en mi boca y que me la llenara entera hasta que me ahogara, creo que eso le excitó aún más por que comenzó a follarme más fuertemente, su respiración se volvió violenta y de pronto paró, me cogió de la cara y me bajó hasta su sexo y yo me puse a mamar como un corderillo, deseando que me llenara la boca de su semen caliente.

Me enganchó de la nuca y apretó fuerte mientras yo sentía como su polla pasaba a tocar mi campanilla y me relajaba para que pudiera seguir entrando, me embistió con fuerza, gritó y entonces noté el sabor entre salado y dulce de su leche y tragué.

Nos tiramos en la cama, abriendo la ventana para que nos refrescásemos un poquito, estábamos empapados en sudor y fluidos corporales, nos besamos (m que bueno ha sido, repetiremos sí), de pronto al mirar hacía la ventana y ver la oscuridad pensé en la hora, miré el reloj.

- ¿Qué hora es?.

- Las 3 - dijo él.

¡Dios mío! - pensé - llévame a mi casa pero ya mismo, que me levanto en 3 horas para ir a trabajar.

Me acercó a casa y nos despedimos, quedamos en que ya hablaríamos y repetiríamos, espero a que me metiera en el portal y se fue. Subí a casa bastante agotada, me quité la ropa y me metí en la cama, deseando volver a quedar con él.

Continuará .
Datos del Relato
  • Autor: Lorelay
  • Código: 23545
  • Fecha: 13-01-2011
  • Categoría: Hetero
  • Media: 6.48
  • Votos: 31
  • Envios: 1
  • Lecturas: 5055
  • Valoración:
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