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Categoría: Maduras

Por las nalgas de Susy

La conocí por casualidad como casi siempre sucede, ese día yo salí con unos amigos a dar una vuelta en los bares y tomar una copa, uno de mis amigos dijo que lo esperáramos porque una amiga había quedado de verlo ahí para entrar juntos a un bar, al llegar la amiga resulta que no venia sola otra mujer la acompañaba se me hizo conocida pero no le di mayor importancia, ella se llamaba Susy, ya estando en el bar me puse a platicar con Susy se le notaba que no era ninguna jovencita pero si una mujer muy guapa, así estuvimos esa noche sin que nada llegara a pasar, yo en mi condición de hombre casado y conocido en la ciudad no me quería exponer mucho a las habladas de la gente, por eso es que preferí no hacer ningún movimiento, quedamos en vernos después para ver si podíamos hacer algunos negocios juntos y nos despedimos amablemente.



 



A los pocos días de habernos conocido Susy me llamo para concretar una cita y hablar de negocios, fijamos la hora y ella puntualmente llego a la cita, la note seria, bastante profesional en lo que hacia, pero aun y con esa seriedad me llamaba mucho al atención trataba siempre de hacerle larga la plática aun que ya hubiéramos agotado los temas de negocios, para poder seguir disfrutando de su compañía.



 



Después de algún tiempo platicaba con ella con mas soltura nos reíamos mucho y venia cada vez mas seguido a mi despacho, se quedaba platicando por largos ratos, desde la primera vez que la vi se me hizo una mujer atractiva a pesar de su edad, debajo de sus jeans se podía adivinar todavía un buen culo, se notaban unas nalgas redonditas y bien paradas que a nadie podían pasar desapercibidas, su cuerpo todavía bien conservado a pesar de pasar de los cincuenta años que se cargaba, su ojos azules y su cara de niña traviesa la hacían mas apetecible, yo me imaginaba lo rico que seria comerse ese culito, pero nunca me imagine realmente poder hacerlo.



 



Fue Susy quien tomo la iniciativa y me dijo que le gustaría poder platicar conmigo mas tiempo pero fuera de la oficina, la idea a mi me encanto y me empecé a saborear a la madurita, y aprovechando que mi esposa y mis hijos estaban fuera de la ciudad, ya se me hacia tarde para vernos, así que quedamos de ir a cenar en un lugar no muy ruidoso y de ahí haber que pasaba.



 



Para esto yo soy un hombre de 45 años 1.80 delgado, canoso prematuro, no mal parecido, cuando menos nunca he tenido ningún problema para tener buenas mujeres, nunca hasta esa vez había siquiera pensado en salir con una mujer de mas de 35 años, no es que no me llamen la atención las maduritas claro que si y además las hay muy guapas pero por alguna razón nunca se me había dado la oportunidad de estar con una mujer así y además esta madura se me antojaba y tenia muchas ganas de cojérmela.



 



Volviendo a la historia, después de disfrutar de una buena cena nos fuimos a un bar tranquilo y ahí estuvimos platicando y después de un rato empezamos a besarnos y a sobarnos, ya la gente nos empezaba a ver raro porque casi nos cojíamos ahí en la mesa, total que decidimos ir a buscar un lugar mas tranquilo, nos fuimos en mi coche nadamás nos subimos ella me abrió el pantalón y me empezó a hacer una mamada de campeonato, me cae que hacia mucho tiempo que nadie me la mamaba de esa manera, bueno la cosa es que yo no quería nadamás una mamada así que en cuanto vi un hotel de paso enfile hacia el, Susy me pregunta que estoy haciendo y le digo que me voy a meter al hotel para coger a gusto, en eso me dice que ella no va hoteles de paso que ella es una mujer divorciada pero que no puede arriesgarse a que la vean entrando a eso hoteles porque tiene hijos, en la madre pensé yo y ahora a donde me la llevo ya traía yo una calentura de poca madre.



 



Total que no se me ocurría donde ir a meterme y me acorde que en mi casa no había nadie, nunca había yo siquiera pensado en meter una mujer a mi casa por respeto pero era tanta la calentura que ya no pensaba claramente y me enfile hacia mi casa, a su casa no podíamos ir porque estaba su hijo, como decía enfile hacia mi casa, llegamos y por suerte ninguno de los vecinos estaba a la vista.



 



Nada mas entrando a la casa ya no nos aguantábamos ninguno de los dos nos estuvimos morreando en la sala por un buen rato, pero lo que queríamos era una cama así que nos fuimos a la recamara de mi hijo y ahí nos seguimos besando y sobando ya acostados en la cama, le empecé a quitar su blusa y su pantalón ella hizo lo mismo conmigo y nos quedamos solo en ropa interior fundidos en un abrazo que parecíamos uno solo dándonos beso tras beso, sin decir nada me quito mi bóxer y seguí con la mamada que había empezado en el coche, yo tenia la verga como nunca de dura, Susy me estaba haciendo la mamada mas rica de mi vida, después de un rato la acomode y le quite su ropa interior para devolverle el favor.



 



Me encontré con una almeja peluda que escurría de lo mojada que estaba, me puse entre sus piernas y le empecé a dar besos en sus muslos y en la parte externa de su almejita, ella estaba de lo mas caliente tenia la cara transformada en una cara de lujuria, seguí mamando esa almejita por un buen rato hasta que conseguí sacarle un orgasmo, empezó a temblar todo su cuerpo y pensé que se había desmayado ya que quedo completamente flácida, yo seguí mamando esa panocha que me sabia a miel, le llego otro orgasmo y otro mas hasta que me pido que parara.



 



La voltee y la puse boca abajo y fue en ese momento que tuve una buena vista de las preciosas nalgas que se cargaba, a cualquiera que viera desde donde estaba yo no podía de ninguna manera saber que se trataba de una madura de 50 años con unas nalgas preciosas seguidas de una espalda espectacular, yo empecé a besar y a morder sus nalgas luego empecé a separarlas quedando a la vista un lindo culito rosadito que pedía a gritos que lo mamara, yo me dedique a darle lengua tratando de entrar en ese cerrado agujero con mi lengua Susy empezó de nuevo a gemir a medida que yo seguía tratando de meter mi lengua en su ano, hasta que empezó de nuevo a temblar y a convulsionar en otro orgasmo.



 



Me subí y seguí besándola ella me abrazaba y con piernas y brazos me besaba apasionadamente y al oído me pedía que la penetrara, no me hice mucho del rogar y puse la punta de mi verga que ya en este punto estaba a que reventaba, de un solo empujón se la deje ir completa, ella emitió un gritito y cruzo sus piernas a mi espalda, yo estaba en la gloria esa panochita se amoldaba perfectamente a mi verga humedeciéndola completamente por sus líquidos, seguimos así por un buen rato después me pido que cambiáramos y quedo ella sobre mi y empezó a cabalgarme y me decía cógeme Cabrón, yo veía su cara de lujuria y mas me calentaba, no se ni como le hice para aguantar sin correrme seguíamos como locos coje y coje por un buen rato después la puse boca abajo le puse una almohada debajo de sus caderas y le empecé de nuevo a mamar el culito, ella adivinando mis intenciones me pidió que por ahí no pero la calentura me ganaba y empecé a meter un dedo y después dos hasta que tenia tres dedos abriéndole su culito después de un rato así me dijo que esperas cabrón méteme la verga por el culo que me vas a hacer volver loca, yo obediente que soy no me hice del rogar y de inmediato acerque mi verga a y se la deje ir en su panochita para lubricarla, la saque y de se la pase por las nalgas, empecé a hacer presión en su culo que la fue recibiendo poco a poco, ella al principio se quejaba de dolor pero después de un rato de irla metiendo lentamente ella empezó a culear y me di cuenta que ya no le dolía, que rico culito apretadito me estaba estrangulando la verga me dolía de lo apretado, seguí cojiéndola por un rato mas hasta que sentí que me venia se la saque y le dije que me la mamara para venirme ella se abalanzo sobre mi pedazo de carne y la engullo con gusto no me tarde mas de 2 minutos y empecé a soltar toda la leche que había acumulado en la noche, me dejo seco.



 



Después de descansar un rato me levante para ir al baño y fue cando me di cuenta que con el tanto movimiento habíamos movido al cama a mitad del cuarto se lo comente y nos atacamos de la risa nadamás de ver donde teníamos la cama, no nos habíamos dado cuenta de lo fuerte que habíamos cogido hasta ese momento, nos metimos a bañar, la lleve a su casa y yo regrese a la mía, al otro día llego mi familia yo para entonces ya tenia en orden toda la casa como si ahí no hubiera pasado nada, pero esa noche no la olvidaría nunca, no todos los días encuentra uno una mujer con la que el sexo sea realmente fuera de lo común.



 



Después de esa noche nos seguimos viendo por algún tiempo y luego mi esposa se entero de lo nuestro, pero eso ya es otra historia



 



Este es mi primer relato agradezco sus comentarios


Datos del Relato
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