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Categoría: Maduras

Por fin madre e hija, ¿Quién ES MÁS…?

Como iba contando, estábamos los tres de momento solos en la mesa. El hablo para presentarse, como ya oí me dijo que se llamaba Jose y ella Tania. Jose era un cachondo mental, que tío más simpático y gracioso. Ella era más cauta en sus comentarios.



JOSE-¿Tú no eres de por aquí, verdad?



YO-No, estoy aquí estudiando. ¿Y vosotros? porque por tu acento está claro de dónde eres.



JOSE-Si eso no lo puedo ocultar. (Diciéndome de donde era)  



YO-¿Y tú si eres de aquí?



JOSE-Jajaja, que va ella es extranjera. (Diciéndome también de donde era)



YO-Pues no tiene ningún acento y habla muy bien el castellano.



TANIA-Es que llevo ya 16 años aquí.



YO-Pues yo llevo solo poquito tiempo.



Seguíamos jugando y entre partida y partida, mientras vendían los cartones íbamos hablando. Era una pareja muy maja. Por lo que dijeron llevaban 16 años juntos, no sabía si casados o no, pero eso era lo de menos. Según pasaba la noche ella se iba soltando un poco más. Cenamos allí mismo, era barato y no era gran cosa la cena, pero bueno… Volví a cantar, lo celebramos.



YO-Ya te dije que si lo del refrán era cierto, tendría que cantar, jajaja



JOSE-No me puedo creer que con ese cuerpazo y esa pinta, te vaya mal con las mujeres. Bueno, salvo que seas…



TANIA-Jose, por favor, compórtate.



YO-Jajaja, te pones nerviosa por algo que a mí no me molesta. Pues no ligo nada de nada. Tendré que hacer algún cursillo.



JOSE-Yo a tu edad, cuando tenía ente 25 y 30 años, fue cuando más ligue y eso que no era tan grande y fuerte como tú.



YO-Bueno espero que cuando llegue a esa edad, me pase lo mismo, jajaja.



JOSE-¿Qué edad tienes?



TANIA-Joooooose.



YO-¿Qué edad aparento?



JOSE-Yo diría que… 26 o 27



YO-¿Y tú?



TANIA-Soy mala averiguando la edad, pero yo diría que unos… 27



YO-Ni os habéis acercado. 18



JOSE-Anda ya.



TANIA-No te lo crees ni tú. QUE MENTIRA… JAJAJA



YO-No miento que te juegas.



JOSE-No apuestes con ella que pierdes, que te va a descubrir tu farol.



TANIA-Lo que quieras.



YO-Es que ahora no se me ocurre nada.



JOSE-Jajaja, ves. Te lo dije, te ha visto el farol.



YO-Bueno ya me pensare lo que pido. Toma mi carnet de identidad.



TANIA-Esto puede ser un error.



YO-Toma mi carnet universitario.



TANIA-Bueno, te debo una (Con cara de resignación y de no creérselo)



Desde la posición en la que estaba, no podía ver los ojos de Tania, así que como estábamos solos los tres, me cambie de sitio en la mesa para estar más cómodo. Ahora sí, la tenia de frente. Podía ver esos ojazos que tenían una mirada hipnotizadora.



El salió a fumar ya que dentro no dejaban. Quedándonos solos.



-¿Ya se te ha ocurrido que pedir?



-La verdad que no lo sé, porque tengo muchas dudas (Dije mirándola a los ojos)



-Jajaja, no te pases pidiendo, que tampoco es para tanto.



-Mujer lo que pida será sencillito y de fácil cumplimiento. Lo único que lo mismo hoy no.



Mientras jugábamos, no dejaba de observarla y ella sonriendo me dijo que los números salían en la pantalla no en su cara. Cuando acabo la partida apareció el marido. Yo seguía con el juego de las miradas. Aunque ella ya era cómplice de esas miradas, no quería decir nada, simplemente podía ser un juego y nada más. Pero era divertido.



Estando en este juego oí de pronto un buenas noches. Era Eva, ellos respondieron primero, saludándola por su nombre, también era lógico ya que eran clientes habituales. Yo también la salude y pregunto que como lo llevábamos. Ellos dijeron que nada bien, pero que por lo menos nos reíamos y yo dije que no estaba mal. A lo que Jose dijo… “Canto el especial de las 8”. Enhorabuena dijo ella. Cuando se fue a la zona que tenía para vender cartones,…



JOSE-Menos mal que no la toca por aquí, que nunca reparte buenos cartones.



YO-Eso dará igual, hombre. Es cuestión de suerte.



TANIA-Lo que tú digas, pero ni un premio… jajaja, será casualidad pero…



YO-Parece un poco seria ¿No?



JOSE-Creía que la conocías.



YO-Vivimos cerca el uno del otro, pero de conocernos, de un hola y un adiós.



JOSE-La llaman la inaccesible, aquí más de uno se la ha querido…



TANIA-Jose…



JOSE-Que Jose ni que nada, es verdad. Pero es muy estirada, muy seria, la cuesta sonreír y eso que es gratis. Lo que la hace falta es un buen polvo, que la quite la amargura.



TANIA-JOSE POR FAVOR… Que te puede oír cualquiera.



Yo me quede callado y al rato cambie de conversación. A las dos o tres partidas, Eva vino a vender cartones. Yo me reí por la cara de Jose. El riéndose porque se dio cuenta, me dijo que no veía la gracia.



YO-¿pero cuantos bingos has cantado hoy?



JOSE-En eso tienes razón.



Ella una vez que vendió los cartones, se quedó cerca de nuestra mesa, yo como estaba a lo mío, con el “juego” de miradas… pase bastante de Eva. Unos diez minutos después, la pareja dijo que por hoy ya tenían bastante que se marchaban, diciéndoles yo que jugaría unas partidas más y me iría también.



Una vez que se fueron, Eva se volvió a pegar a la mesa.



-¿Estas enfadado conmigo?



-No, que va. No entiendo la pregunta. Pero ya te digo que no.



-Es que te he notado… más que distante cortante.



-Ni distante ni cortante, como dices tú. Simplemente que hay con personas que hay que medir mucho lo que se dice, que luego lo interpretan mal.



-Menos mal que no estas cortante.



Empezaron a cantar los números y paramos de hablar. Una vez que termino esa partida y vendió sus cartones, se puso nuevamente junto a mi mesa. Seguimos hablando, pero yo no estaba mucho por la labor. No veía que se pudiera avanzar mucho con ella. Perder el tiempo por perder, no me gustaba.



Cuando volvió a repartir cartones, la comente que era su última oportunidad de darme un premio que me marchaba. Luego vino otra vez.



-Te podías esperar al cierre y nos volvíamos juntos.



-Una y no más. Bronca y luego decirme que no quieres que nos vean… yo no tengo nada que ocultar, ni nada de que esconderme y si voy con una persona no me avergüenzo.



-Que sencillo ves todo.



-Sera porque no soy mal pensado.



Se inició la partida y dejamos de hablar. Una vez que finalizo, me levante para irme, cuando pase junto a ella me despedí, recibiendo un adiós, seco. Mientras caminaba hacia mi casa, lo de Eva me daba exactamente igual, pensaba en la pareja. Como aprovechar lo de la apuesta ganada. No se me ocurría nada que viera factible. Porque cuando creía que lo tenía, si lo pensaba despacio… era imposible.



Al día siguiente, apareció temprano Sofi. Ya se habían marchado sus padres, venia agotada del “fabuloso” fin de semana. Yo la conté todo lo sucedido, sin omitir nada.



-Pues si llega a salir Bárbara, que hubiera pasado, no quiero ni pensarlo.



-Yo ni me molesto en pensarlo, se resuelve sobre la marcha, porque ahora puedes creer que vas a actuar de una manera y cuando llega el momento, actúas de otra. Pues mucho más cuando hay más personas.



-Es lo que me gusta de ti, vives la vida con una tranquilidad…



-Para que preocuparse de las cosas que todavía no han sucedido o que no sabes cómo van a suceder.



-Pues traigo el cuerpo con ganas de “marcha”.



-Estoy a tu entera disposición.



-Pero me apetece con Bárbara también.



-Pues bajemos y coincidamos con toda la familia.



Nos bajamos y dimos un paseo por donde solían estar los domingos. Pero estaban como desaparecidos. Así que nos volvimos al barrio y nos sentamos en la terraza de la heladería. Paso Eva y saludo.



-Te han matado con la mirada. ¿Pero qué ha pasado, exactamente?



-Ya te lo he contado. Me mosqueo que me diera la bronca, que fuera tan sobrada. Que no es la única mujer en el mundo.



-Pero es que solo se te ocurre a ti, decirle lo que habías oído de ella. Ya te vale.



-Sí, pero ahora que lo dices, dio la callada por respuesta. Porque no hizo ningún comentario.



-Yo tampoco hubiera dicho nada, excepto mandarte a la mierda.



-Mira por ahí viene la familia feliz.



-¿Cómo lo hacemos?



-No sé, ahora lo veremos sobre la marcha. 



Cuando estaban a nuestra altura, como no tenían pinta de parar. Los salude y les dije que les invitaba a tomar algo. Se quedaron dudando, sería mejor decir que estaban esperando que decía Antonio, que al final dijo que sí. La conversación era de lo más aburrida y banal.



YO-Ah, Bárbara, esta tarde estaremos en casa estudiando, si quieres, ese problema de matemáticas que tenías pendiente, hoy te lo podría explicar.



ANTONIO-Como que si quiere, decir la hora que ira.



YO-No duermo siesta, así que cuando quiera.



BARBARA-Bueno después de comer.



CARMEN-Hija deja un poco de respiro, que aunque no duerman siesta, por lo menos que hagan la digestión.



SOFI-A partir de las cuatro y media, es buena hora.



CARMEN-¿Y tendrá para mucho?



YO-Lo que tiene que aprender no es que sea difícil, es cogerle el tranquillo, pero es muy aplicada y aprende muy rápido. (Sonrieron de una manera imperceptible para los demás Sofi y Bárbara)



BARBARA-Estos de los problemas matemáticos, es práctica. ¿Verdad?



YO-Si sobre todo eso.



Al final nos fuimos todos para casa juntos, bueno cada uno a la suya. En el ascensor como se empeñó Antonio, nos metimos todos, bien apretaditos. Cuando entramos a casa, Sofi estaba colorada.



-¿Qué te pasa?



-¿Qué, que me pasa? Esta niña es una “cerda”. Pues no va y me mete la mano por debajo de la falda y me toquetea toda.



-Jajaja, de tu propia medicina. ¿Y cuál es el problema?



-Que me ha dejado… ni te cuento.



A la hora acordada, suena el timbre y Sofi es la que abre la puerta. Es Bárbara y su madre, oigo como dice que si nos cansamos, que no nos de corte en dejarlo para otro día. Sofi las hace pasar y salgo yo también. Contándome Carmen lo mismo que le acababa de decir a Sofi.



La dije que no se preocupara. Me hacía gracia ver a Bárbara con cara de niña buena, con el material de estudio en sus manos. Carmen tenía pinta de querer quedarse, pero al final resignándose, nos dijo… bueno aprovechar el tiempo, sobre todo dirigiéndose a la hija.



Nada más irse Bárbara dejo todo encima de la mesa del salón. Para acto seguido morrearse con Sofi y cuando terminaron…



BARBARA-¿Me vas a ayudar, verdad?



SOFI-Si, pero primero… (Apoyándola en la mesa, la levanto la falda y la dio dos azotes) Eso por lo del ascensor.



BARBARA-Tu sí que sabes…. Uuuhhmmmmm (Dijo después de los azotes, mirándonos con deseo)



YO-Pronto será más puta que tú y su madre juntas.



Nos fuimos a la habitación, ellas empezaron a desnudarse, yo me quede mirándolas. Era una imagen preciosa, caliente y morbosa. A Bárbara solo le quedaban las braguitas, Sofi se agacho para quitárselas y una vez que se quedó sin ellas, aprovecho para lamerla. La cara de Bárbara era de satisfacción total. Con una mano acariciaba el pelo de Sofi. Con la otra se pellizcaba un pezón.



Me miraba, con la boca medio abierta. Su mirada era provocadora, excitante. Sofi se levantó y la llevo a la cama. Continúo con lo que había empezado, pero Bárbara se revolvió para ella también comerle el coñito a Sofi. Hacían un 69 perfecto. Se las oía a las dos gemir, pero cada vez lo hacía más profundamente Bárbara. Hasta que se corrió, moviéndose mucho.



Pero eso no la hizo parar hasta conseguir lo mismo con Sofi. Sus caras eran de satisfacción. Y volvieron otra vez a lo mismo, les había gustado. Ahora la que lamia de una manera frenética era Bárbara, yo conocía bien a Sofi y sabía que si seguía así no  aguantaría mucho más. Como así fue.



Ahora pararon. Tumbándose las dos boca arriba. Sofi de costado le comía uno de sus pezones y la acariciaba el clítoris. Ella cerraba los ojos y se dejaba hacer, luego giro su cabeza y me vio con la polla en la mano.



BARBARA-Estoy esperando. No me hagáis esperar más.



SOFI-Mira la zorrita ha pasado de no querer…



BARBARA-Vamos que estoy que me salgo.



Me acerque a su lado, besándonos apasionadamente y ella agarrándome la polla. Le dije a Sofi que fuera a nuestra habitación por los condones. Se levantó y salió. Lo que aproveche para decirla que fue una pena que no hubiera entrado cuando estuve follando con su madre. Ella me beso fuerte como contestación.



Yo estaba tumbado encima de ella, pasándole ahora el capullo por la entrada de su coñito y jugando en su clítoris, se notaba sus coñito hinchado de deseo. Ella se movía para encajarse la polla, yo la decía que esperara, que sin condón no, ella decía que la quería sentir libre. Yo que otro día seria. Ella insistía que la metiera sin nada y luego me lo pusiera. A lo que ya serio la dije que NO y que recordara siempre una cosa, “Que antes de llover chispea”.



Llego Sofi y me coloco el condón. Se colocó junto a Bárbara, acariciando su pelo, besándola suavemente.



SOFI-Tranquila preciosa, ya veras, como te gustará.



BARBARA-Empieza ya, que me tienes… uuufffffff



Empecé poco a poco a meterla, estaba tan lubricada que no iba mal. Ella tenía agarrada la mano de Sofi. Que la seguía haciendo mimos. Y cuando vio que ya estaba yo apunto, empezó a acariciarla el clítoris. Cuando note que la paja que le hacia Sofi le subía la “temperatura”, presione un poco más. Ella se arqueo y se quejó un poco, pero se tranquilizó.



Yo la sacaba un poco, se relajaba más. Volvía otra vez, ella se ponía un poco en tensión. Así poco a poco. Hasta que hago una seña a Sofi, que empieza a besarla. Y en ese momento empujo más, notando como mi polla rompe la barrera. Su quejido queda ahogado con el beso de Sofi. Yo me paro. Dejo que se acostumbre. Se dejan de besar, ella me mira a los ojos, con cara de deseo total, me dice que la bese y cuando lo hago, empuja con su cadera de golpe metiéndose un buen trozo de polla y clavándome las uñas en la espalada.



Ahora soy yo el que termino de meter toda la polla. Ella rápidamente me dice que no me mueva. La dejo que marque ella el ritmo. Que tarda un poquito, pero poco a poco va moviéndose y tomando ritmo.



La oigo como quejarse, pero no para de moverse y pedirme que no me pare. Pero ya son más gemidos que quejidos. En un momento dado, pasa sus piernas por mi cintura y me aprisiona fuertemente hasta que se corre.



Una vez que lo hace, se queda quieta, mira a Sofi, la sonríe y la atrae hacia ella para besarla. Guauuuu, no sé porque tenía tanto miedo, ha sido bestial. Nos reímos todos. Yo seguía con mi polla toda dura dentro de ella, la fui sacando poco a poco, se notaba mucho como me apretaba, estaba muy estrecha.



BARBARA-¿Es normal que note como un escozor, como si me quemara?



SOFI-Si, ¿Pero lo notas mucho?



BARBARA-Ya no tanto como antes. Se va relajando.



SOFI-Tranquila, a mí me paso lo mismo.



BARBARA-Ahora mismo no estoy para mucho más



YO-Tranquila, descansa. Ves al baño y date un poco de agua fría que te relajara.



Sofi me quito el condón y se puso a comerme la polla. Estaba haciendo una exhibición delante de Bárbara, que miraba con mucha atención y no perdía detalle. Cuando estamos en pleno apogeo, suena el timbre, ya había pasado casi dos horas y no nos habíamos dado cuenta. Pegamos un salto de la cama, Mande al baño a Bárbara con la ropa en la mano. Sofi se colocó el vestido largo que llevaba para estar por casa, sin nada debajo y fue abrir. Yo me vestí rápidamente y me fui a la habitación de estudio.



Era Carmen, que nos traía una merienda que nos había preparado. Sofi nos llamó.



YO-Que buena pinta tiene esa bandeja.



CARMEN-Es lo menos que podía hacer, después de lo que haces por Bárbara. A todo esto ¿Dónde está?



SOFI-En el baño.



CARMEN-Aprende o no aprende.



YO-Aprende con facilidad.



BARBARA-Hola mami, es que estaba en el baño.



YO-Me vuelvo a estudiar un poco. (Dije después de comer un poco de lo que trajo)



BARBARA-Yo también.



CARMEN-¿Os queda mucho?



BARBARA-Acabar lo que hemos dejado a medias y ya está, 10 minutos.



CARMEN-Bueno pues me espero aquí charlando un poco con Sofi. (Quedándose en el salón)



Nada más llegar a la habitación de estudio y sin pensárselo, Bárbara me bajo el pantalón y se puso a comerme la polla, hacia lo mismo que vio hacer a Sofi hacia un rato. Estaba nervioso, súper excitado, el peligro… me deje llevar y me corrí abundantemente en la boca de Bárbara. Que me dijo… “macho, cada día más, te habrás quedado a gusto…”



Bueno, ves saliendo mientras recojo todo lo mío y te dejare una notita, que seguro que una vez que la leas, estarás pensando en mí.



Estamos en el salón hablando cuando aparece Bárbara con sus cosas…



CARMEN-Espero que aprovecharas el tiempo y aprendieras.



BARBARA-Con un profesor tan bueno se aprende rápido las cosas.



CARMEN-Eso espero, no estaría bien que le hicieras perder el tiempo.



YO-No te preocupes por eso, que interés pone y aprende rápido.



Mientras estamos hablando suena el teléfono de Sofi, yo la veo más que hablar escuchar, su cara se pone pálida. Nos quedamos todos pendientes y una vez que cuelga, nos dice que su padre tuvo un accidente de tráfico y está en el hospital. Rápidamente nos pusimos a mirar los horarios de trenes o aviones, había un tren en tres cuartos de hora. Metió cosas rápidamente en una maleta y nos fuimos hacia la estación, que estaba pegada a donde vivíamos. Tuvimos suerte en conseguir un billete.



Estando en la estación, volvió a llamar a su madre, que esta vez ya la tranquilizo un poco. La cosa estaba mal, pero no tan grave como parecía al principio. No había peligro para su vida. Lo que hizo que su cara cambiara y su estado de ánimo. Lo que a mí me alegro.



Cuando se fue el tren y salí de la estación, decidí ir al bingo, que no estaba muy lejos de allí. Nada más entrar fui hacia la misma zona, pero no estaba la parejita. Bueno jugaría unas partidas y si no había suerte, pues para casa.



Vi a la vecina vendiendo cartones casi al otro extremo de donde yo estaba. No creía que me hubiera visto, pero lo cierto que me daba igual. Llevaba un ratito cuando apareció la parejita, no sabía si se sentarían donde yo estaba, porque hoy había menos gentes y muchas mesas libres. Pero vinieron a la mía.



Al rato ya estábamos hablando y de risas. Ella cada vez aguantaba más mi mirada de forma retadora, me gustaba eso. Cuando me doy cuenta de que Eva está mirando en esta dirección. Me hago el despistado. A la siguiente partida Jose se sale a fumar un cigarro quedándonos solos Tania y yo. Cuando esto pasaba se la notaba cortada, aproveche y le dije…



-Ya sé que quiero por la apuesta.



-Es verdad y ¿Qué es lo que quieres? (Dijo dubitativa)



-Son dos cosas en una.



-¿Cómo dos cosas en una?



-Sí, que te sueltes el pelo y lo más importante, que te desabroches varios botones de la blusa.



Se quedó mirándome, cortada del todo o eso me parecía a mí. Notaba como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Cuando llego Eva a saludar y nos cortó el rollo. Llegando también Jose. Pues nada salvada por la campana. Pasadas varias partidas, ella se levantó y se fue. Imagine que a fumarse un cigarrito. Ya que se iban turnando. Estamos jugando la partida, cuando sin esperarlo aparece ella, coge dos cartones de los que llevaba el marido y se pone a jugar.



Miro y se había soltado el pelo y desabrochado unos botones, se veía un canalillo, para resucitar a un muerto. Cuando termina la partida.



JOSE-¿Y eso que te has soltado el pelo?



TANIA-Mira (Enseñándole el sujeta pelos) estando en el servicio se soltó, se ha roto.



JOSE-Tíralo esto no tiene arreglo, es pasta, no merece la pena arreglarlo.



Iba llegando gente y ya quedaban menos sitios libres. Llegaron varios chicos jóvenes y se vinieron a nuestra mesa, que era la que tenía más sitios libres. Jose al ver que estaríamos muy apretados, hizo que su mujer se cambiara de sitio y quedara entre nosotros dos.



Nada más empezar la partida y envalentonado porque me hiciera caso. Puse mi pierna pegada a la suya, moviéndola para que no tara el roce. Así estuve un rato, pensando en que ella respondería para bien o para mal. Pero ni se inmuto, la pierna no la movió.



Cuando empezó la partida, ya no arrime la pierna, pero al rato fue la suya la que se pegó la que busco el contacto, la apretaba con fuerza con la mía. Así estuvimos varias partidas, hasta la que Jose salió a fumar, cuando empezaron a cantar los números, lleve mi mano izquierda hacia su falda, subiéndola poco a poco hasta rozar su muslo. Como por debajo de las mesas al tener monitores, no se puede ver nada, me adentre más con mi mano. Cuando llegue, ella soltando el rotulador con el que marcaba los números, me quito la mano.



Bueno no estaba mal, había sido un avance importante. Ahora lo difícil era como hacer, ya que siempre estaba el marido. Al acabar la partida ella en uno de sus cartones escribió por detrás algo y me lo dio con disimulo. Yo lo cogí y cuando lo estaba leyendo apareció Jose. Lo que ponía era “nosotros SW”. En ese momento pensé que era algo en su idioma, las iniciales de algo, pero ni idea.



En la siguiente escribí yo en un cartón “Y YO MADRILEÑO”, se lo deje a su lado como si no fuera para ella y les dije que me pidieran un cartón que iba al servicio. Cuando me estaba levantando ella por lo que se ve, vio lo que había escrito, soltando una carcajada bien alta. Nos quedamos todos mirándola. Y cuando me iba vi que ella hablaba con su marido, mejor dicho le decía algo al oído.



Cuando paso un rato los chavales que estaban en la mesa se fueron. Y a la siguiente mano Tania se fue y cuando se iba...



-Fíjate a que esta buena.



-Hombre es tu mujer, no sé, yo…



-No te cortes.



-Pues si está muy bien.



-¿Quieres saber el motivo de sus risas?



-Si



-Lo de SW, es que somos swinger.



-YA, ahora sí. Que cortito que he sido.



-Si quieres podemos ir a tomar algo cuando salgamos de aquí. A ella le gustaste desde el primer día. Ahora la pelota está en tu tejado.



-Voy a llamar por teléfono, ahora vengo.



Me fui fuera y llame a Sofi, que me contó que había hablado con su padre por teléfono, que estaba jodidillo pero bien. El problema gordo era una fractura de la pierna izquierda. Pero que ya todo más tranquilo y ella mejor. Cuando fui a entrar en el bingo, estaba Eva.



-Para que no te lleves a engaños, esa pareja son muy majos, pero hay en asuntos que son muy “LOBOS”. ¿Me entiendes?



-(Yo la entendía perfectamente pero jugué a hacerme el incauto) ¿Muerden? Bueno pero hoy no hay luna llena.



-¿No te han insinuado nada?



-Sigo sin entenderte y eso que según tú, eres muy clarita. Menos mal.



-Que tengas cuidado porque te harán alguna propuesta indecente seguro.



-No se ha que llamaras tu una propuesta indecente.



-Pues a hacer un trio, por ejemplo.



-Ahhhh. Pues para mí eso no es indecente y me gustan los lobos, bueno mejor dicho las LOBAS. Son más divertidas que las frígidas, amargadas.



-Yo no te he faltado al respeto.



-Ni yo tampoco a ti. ¿Por qué me lo dices?



-Nada, por nada.



-De todas maneras gracias por avisar.



Me fui para adentro nuevamente. Cuando llegue a la mesa había una pareja nueva. Jugamos un par de manos más y el me pregunto de tal manera que la pareja que había no se enterase…



JOSE-¿Entonces que te pareció la idea?



YO-A gustos y colores no hay ninguna ley escrita, pero he de reconocer que me pareció muy bien, no se a Tania.



TANIA-Pues que hacía ya mucho tiempo que no se le ocurría nada bueno. Pero esta vez ha dado en el clavo.



Jugamos un poco más y decidimos irnos. Cuando salía mire a Eva y la guiñe un ojo. El parking queda justo enfrente del bingo. Una vez que nos metimos en el ascensor Tania me morreo y me cogió el paquete, diciéndole a su marido… Me parece que me ha tocado el gordo, jajaja.



Yo quería ir detrás pero Tania insistió que fuera delante. Mientras circulábamos ella, me iba acariciando el cuello, la oreja, me pasaba un dedo por los labios. Una de esas veces me paso varios labios y me pregunto si me gustaba, me los metí en la boca, jugando con mi legua y sus dedos. Ella lo único que dijo fue… Jose date prisa.



Llegamos a la avda. Dr. Ramón y Cajal entrando en un buen edificio. Una vez en la casa de ellos, yo estaba expectante, porque quería descubrir rápido el papel de el sobre todo. Me ofreció una copa, pero yo dije que no, que agua. Estábamos bebiendo cuando apareció ella, que venía vestida de la misma forma.



El marido la quiso dar la copa, pero ella paso, se vino directamente a mí y se sentó con las piernas abiertas, dejando las mías entre las suyas, besándome apasionadamente. Se movía, se rozaba conmigo, nos abrazábamos. La desabroche la blusa del todo y se la quite, para luego quitarla el sujetador. Ante mí quedaron dos buenas tetas, que colgaban un poco, pero así me gustaban más. Comiéndomelas, sin apenas respirar.



Jose, que lengua, que lengua.



Mientras con una mano la tocaba el culo por detrás, fui subiendo la falda, descubriendo que se había quitado las bragas. Cuando la pasaba la yema de uno de mis dedos por la entrada de su ano, ella se ponía más “rabiosa”, se le aceleraba la respiración. Se pudo de pies y dejo caer la falda, quedando desnuda completamente y me fije que no llevaba ni un solo pelo, estaba como una muñeca.



Se agacho y me mordía por encima del pantalón, se excitaba ella sola. Era como si desenvolviera un regalo, como queriendo averiguar lo que hay. Hasta que empieza a desabrocharme el cinturón, me abre el botón y baja la cremallera. Ahora me lo mordisquea por encima del bóxer y cuando ve el capullo que sale por la parte de arriba, se vuelve como loca y lo lame con locura.



Ya con mi ayuda me quita el pantalón. Quedando mi polla toda dura curvada hacia arriba. Ella se puso a comérsela, decía que la costaba, era verdad su boca era más bien pequeña, en algunos momentos me llegaba a hacer daño.



Se puso de pie y se sentó encima de mi polla, se la metió de un golpe, empezó a moverse con muchas ganas, hasta que el marido dijo…



JOSE-Esta loca Tania… ¿Qué quieres quedarte preñada?



TANIA-Calla, que no se correrá dentro, quiero notarla sin nada.



YO-Espera que me pongo un condón.



TANIA-CALLAROS YA (Dijo con una voz alta, profunda y entrecortada)



YO-Espera, espera (saliéndome y poniéndome un condón)



TANIA-Dijo algo en su idioma, que yo no llegue a entender, pero fue mirando al marido y no debió ser nada bonito. Sentándose otra vez encima… No hagas más caso a este y no te pares.



Ella subía y bajaba como saltando, en plan bruto, me miraba a los ojos y me hablaba en su idioma. Me besaba y me mordía los labios, llegándome a hacer daño. Era muy bruta pero totalmente excitante todo lo que hacía. En un momento dado, bajo mucho el ritmo y mirando a su marido le dijo… ven ya, date prisa.



El marido que ya estaba desnudo, ni me entere cuando se desnudó, venía con la polla totalmente erecta, era de un tamaño normal y más bien fina. Se colocó detrás de ella y tal como estaba se la empezó a meter por el culo, para mí era una sensación extraña, una vez que la tuvo dentro ella se empezó a mover. Me costaba sincronizarme con él, pero ya se encargaba ella. Poco a poco le fui pillando el ritmo y ella nos pedía más rapidez, hasta que se corrió, mordiéndome el hombro, por lo que le duro tuvo una corrida exagerada.



El marido no se había corrido y le hizo quitarse. Mirándome de nuevo me dijo que ya lo tenía preparado, se refería a su culo, coloco unos cojines en el suelo y se arrodillo sobre ellos, quedando apoyada en el sillón. Antes de follarmela por el culo, me dijo quítate esa mierda, quiero notar la corrida. Por lo que pude ver al marido no le hacía mucha gracia, pero esta vez no dijo nada. Me agache un poco y así estando de medio pie, se la metí sin contemplaciones, ella agarraba fuertemente los asientos del sillón con sus manos.



Empezó otra vez a decir cosas en su idioma, hasta que la di un buen azote, diciéndola que o hablaba en mi idioma o se acabó. Quedándome parado. Decía que eres un buen semental, que me folles hasta romperme, que no te pares… la tía no paraba de decir cosas, subía en el tono de obscenidades, lo que me ponía muy cachondo. No se cortaba en nada. Se corrió dando culazos contra mi polla, lo dicho muy bruta, pero genial. Y yo sin decir nada me corrí en su culo, fue notar la corrida y oírse… ¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIII…!!



Quedándose como paralizada. El marido dijo que teníamos que terminar. Esta vez la mujer se quedó callada y solo hablaba muy suavecito, no la entendí nada.



Me arregle y me despedí de ellos, que solo dijeron un simple… ya nos veremos.



Como ya era tarde y no había autobuses, por ser la distancia no muy grande y ser una tontería coger un taxi. Fui dando un paseo, que se me hizo muy largo. Cuando llegue a casa me di un buen baño, para después picar algo de comer, un vaso de leche caliente y me fui a dormir, que me hacía falta.



Como todas las mañanas me levante, desayune y me fui a la universidad. A media mañana me acorde de lo que me dijo Bárbara, de algo que me dejaba escrito. Ya lo vería después. Cuando llegue por la tarde a casa me cambie para ir al gimnasio, cuando me llamo Sofi, que me conto que su padre si estaba más fastidiado de lo que la dijeron, que lo hicieron para que no hiciera el viaje preocupada. Estuvimos hablando un buen rato, hasta que la deje más animada, marchándome al gym.



Cuando iba por la calle y llegando, me volví a acordar de la nota. Una vez en el gym, me encontré con la mulatita…



-Hoy Sofía llega tarde.



-Sí, es que su padre ha tenido un  accidente grave y se ha tenido que ir a Madrid.



-Pobrecilla y como esta.



-Bastante preocupada, pero todo irá bien seguro.



-Luego la llamare.



-Seguro que se alegrara. Y ya de paso te digo que estas utilizando mal este aparato.



-Ya decía yo, me dolían mucho los brazos.



Aproveche para explicarla como tenía que hacerlo, avisándola también que se hacía por tantas. La estuve dirigiendo como ir haciendo los ejercicios.



-Hoy me ha costado menos hacer todo.



-Porque hay que hacerlo adecuadamente, sino además de sufrir la musculatura, que puedes hacer daño.



-Tenía razón Sofía eres buen profesor.



Nos fuimos camino de las duchas y antes de que entrara en su vestuario…



-Si no tienes mucha prisa, te espero y nos tomamos algo.



-Perdona, pero hoy me viene mal.



Nos despedimos y yo me fui para casa. Me había equivocado pensé que diría que sí, mi radar esta vez fallo estrepitosamente, jajaja.



Después de ducharme, salí y me fui directamente a leer la nota dichosa. Que decía…



LA PROXIMA QUE “INVITES” A MI MADRE AVISAME, QUIEN SABE.



Estaba visto que Barbarita estaba desatada. Me puse a pensar más de una “maldad” cuando suena el teléfono y era mi madre. Regañándome por no haberla avisado del accidente del padre de Sofi. Tenía toda la razón se me había pasado. Y también me dijo algo enigmático de que tenía que hablar conmigo pero que por teléfono no se podía. Yo pensé que se réferi a que Sofi prácticamente vivía aquí. La pregunte que si era eso y me dijo que ya lo sabía y que no iba por ahí. Por lo que se ve la madre de Sofi también lo sabía.



Cuando salí al día siguiente por la mañana, abrió la puerta de su casa Carmen con su marido, preguntándome por el padre de Sofi. Les conté lo que sabía y que a la hora de comer sabría más, porque a la 1 entraban en la UCI y el medico hablaba con ellos. Carmen dijo que entonces ya me preguntaría. Apareciendo Bárbara al final de la conversación, que me paso una notita al final, bueno pasar exactamente no, cuando cerró la puerta la lanzo al suelo. La nota me decía que esa tarde se “fumaba” la clase, que estuviera a mediodía, que ya me contaría.



Hice una excepción y por la tarde no iría a la uni. Me compre unos sándwich y me fui para casa. Al ratito sonó suavemente la puerta, la abrí sin hacer ruido y ahí estaba la pequeña Bárbara, con su uniforme del colegio, que la hacía más deseable.



-Esto no puede hacerse así, que al final nos pillaran



-Tranquilo que lo tengo todo planeado.



-Me rio yo de tus planes.



-Mi padre ya mismo se va y mi madre estoy convencida de que a los 5 minutos está llamando a la puerta, preguntando por lo que sea, pero en realidad viene a por su ración de RA-BO.



-Vaya vocabulario y eso que vas a un colegio de elite.



-Uy, perdón, por su ración de pene, jajaja



-Jajaja, ¿A todo esto y tu hermano?



-Hoy come en el cole. No me despistes, mi plan. Tienes que conseguir tapar los ojos a mi madre y si lo consigues será divertido.



-Te hemos convertido en un “monstruo” jajaja. Pero será divertido y tengo todo lo necesario para hacerlo.



Me voy a mi habitación y saco unas correas especiales para atar en la cama, un antifaz grande y un pañuelo. Cosas que solemos utilizar en nuestros juegos Sofi y yo. Bárbara me dice que saque el arnés y algún consolador. La digo que eso se lo dejo preparado y sui se decide que los traiga ella cuando entre en la habitación. Se oye un cierre de puerta y Bárbara va corriendo a mirar por la mirilla. Viene sonriendo diciendo que era su padre.



Ya verás cómo en 5 o 10 minutos está aquí, lo que tarde en preparase el… Tenía razón, al poquito tiempo suena el timbre. Viene acicalada, la digo que pase…



-Venía a preguntarte si has hablado con Sofi y cómo va.



-Con la preocupación lógica, pero no hay ninguna novedad, hasta dentro de unos días…



-Pues entonces me voy que no quiero molestarte más.



-Te has acicalado, perfumado y seguro que otras cosas. ¿Solo para preguntarme por Sofi?



-No que va, te equivocas.



Me fui acercando hacia ella y ella se fue hacia atrás hasta quedar pegada a la puerta. La metí mano por debajo del vestido.



-Pues yo te estaba esperando, porque sabias que vendrías. Pero si no quieres nada más… (Estaba mojadísima)



-Que cerdo que eres, claro que quiero más.



-Pues tendrás que ser una mujer buena, obediente y hacer lo que yo te mande sin rechistar.



-Es que no lo hago ya, si haces lo que quieres de mí, tu un niñato.



-Si un niñato que te da el rabo que nadie te da. (Metiéndola varios dedos dentro de su coño)



-SIIIIIIIIIIIII



-Ven conmigo (Agarrándola de la mano la lleve a la habitación, cuando llegamos vio todo encima de la cama)



-Menudo bicho que eres. Puedes hacer lo que quieras, pero sin dejarme marcas.



Nos fuimos desnudando los dos de pie. Besándonos, acariciándonos, tocándonos. Antifaz, pañuelo todo puesto. Ahora tocaba atarla, puse un poco de música suave y procedí a atarla con los brazos juntos, de tal manera que pudiera darla la vuelta, pero evitando que se pudiera quitar nada.



La besaba, la lamia por todos los sitios de cintura para arriba, ella pedía más abajo, más abajo. Pero no la hacía caso. Cuando me quise dar cuenta, tenía a Bárbara en el marco de la puerta con un vibrador entre sus piernas y con cara de vicio total. Quería participar ya, la dije con la cabeza que no. Se acercó y me paso el vibrador pequeñito que estaba utilizando, todo empapado y se lo puse a Carmen mientras la lamia.



Se puso fuera de sí, cuando lo noto en su clítoris. Me dijo que jamás utilizo nada de eso.



-Abre bien las piernas que te voy a devorar. (Hice una seña a Bárbara, para que se preparara)



-¿Así están bien abiertas? 



-Perfecto. (Bárbara se lanzó a comer el coñito) 



 Cuando llevaba un rato, Bárbara comiéndolo, que por cierto lo hacía con “glotonería”. Carmen totalmente excitada…



-Te noto distinto, la lengua no me entra tanto, métela dentro como otras veces, follame bien con tu lengua.



No la conteste nada, cuando vi que su orgasmo estaba cerca, por la manera que tenía de moverse, sus jadeos, me acerque con mi polla toda hinchada, que de verlas las venas parecían que me estallarían, que yo recordara nunca había tenido así mi polla. Se la puse en la boca que la tenía medio abierta, instintivamente la abrió y chupo, pero rápidamente, dejo de hacerlo…



-Carlos, ¿Que pasa aquí? 



-Sssshhhhhh, calla y disfruta.



-No, noooo.



La metí de nuevo la polla en la boca, se resistió un poco, pero como Bárbara la estaba poniendo al borde de correrse, se calló y siguió comiéndomela.



-Disfruta, déjate llevar, se obediente. (Acariciándola y tocándola los pezones, que los tenía durísimos)



-(Quitándose la polla de la boca) Joder que me corro, que me corro, cómeme las tetas. (Comiéndoselas, succionando sus pezones, mordisqueándolos)



Se oía como se corría, lo estaba disfrutando.



-Quiero ver. Quítame todo.



-No, no. Tienes que ser obediente esto no ha acabado. Y a partir de ahora no quiero más dudas, porque si no se termina todo hoy y no habrá más.



Ella no dijo nada. Bárbara se acercó y me morreo de lo lindo. Ahora me puse yo entre sus piernas, rozándola con mi capullo por toda la entrada de su coñito y por su clítoris, estaba que se deshacía, loca porque se la clavara. Ahora Bárbara la estaba comiendo las tetas, yo veía como disfrutaban las dos.



Bárbara acerco una de sus grandes tetas con ese pezón de otro mundo por su tamaño, a la boca de su madre. Carmen dudo un poco, pero enseguida se puso a lo suyo. Por la cara de Bárbara que me miraba, lo debía estar haciendo muy bien. Me hacía gestos de estar cachondísima, yo le decía a Carmen que más fuerte y Bárbara me decía que si con la cabeza.



Carmen me pedía que me la follara que no aguantaba más, que además no teníamos tiempo que en cualquier momento llegarían sus hijos, que me la follara ya. La cogí y se la metí sin miramientos. Pego un grito de sorpresa y de satisfacción. Bárbara se quitó y se sentó sobre la boca de su madre. Quedando los dos frente a frente. Carmen la comía el coño, Bárbara me indicaba por gesto que regular.



Mientras nos besábamos pero por la señales de Bárbara mientras yo la follaba más fuerte ella se lo comía mejor. Y lo debía de hacer bastante mejor porque Bárbara me beso fuertemente, para que no se oyera nada en su corrida.



Se quitó y apareció con el arnés, cogió uno de los  grandes y gordos. Como pudo se tumbó y con mi ayuda se la metió por el culo a su madre, que una vez que ya estaban bien colocadas, se la volví a meter por el coño. Y cogiendo el mando del arnés le puse un poco de vibración. Solo se oía a Carmen decir, joder, joder, joder, madre mía, madre mía… eso una y otra vez. Bárbara cada vez apretaba más los pezones de su madre, por lo que se ve las dos compartían eso.



Subí la intensidad y eso hizo que no se pudiera aguantar más corriéndose, tres veces seguidas. Pidiéndonos que paráramos todo, que no podía más.



Hice una seña a Bárbara de que se fuera y así lo hizo. Al rato desate a Carmen y ella se quitó el pañuelo y el antifaz.



-Joder, me tengo que ir y no puedo ponerme de pies, me tiembla todo.



-Tranquila, recupérate, ¿Quieres algo de beber?



-No, no quiero nada de beber. ¿Quién estuvo aquí?



-No te preocupes una amiga de confianza.



-Quisiera enfadarme, pero no quiero ser hipócrita, nunca lo pase igual y jamás me corrí de una sola vez tres veces seguidas. Pero ahora me tengo que ir, que he quedado con mi hija para ir a comprar y me tengo que recomponer.



Era cierto la temblaban las piernas, la costó vestirse y se fue, pero antes de irse me dijo riendo… “dos sesiones así y me entierran”



Nada más cerrarse la puerta Bárbara apareció pidiendo que me la follara, que esta vez quería disfrutar más. Yo me tumbe en la cama, quería correrme lo necesitaba. Me puse un condón y la dije que se sentara ella marcara ella el ritmo.



Lo hizo un poco temerosa, pero con la ayuda de la lubricación del propio condón y de cómo tenia ella de mojado su coñito, se fue sentando poco a poco, hasta que lo tenía todo metido. Se notaba muy estrecho, cosa que gustaba, tanto a ella como a mí.



Iba cogiendo confianza, decía que la molestaba un poquito todavía, pero según se movía, los movimientos eran más grandes y profundos. La comía sus tetazas, nos besábamos desesperadamente, yo me estaba aguantando, esperándola a ella y cuando ella empezó a correrse lo hice yo, dándola buenos meneos, que hicieron que nos corriéramos a la vez.



Se quedó tumbada sobre mi pecho. Con mi polla dentro.



-Ha sido increíble, jamás pensé que pudiera hacer lo que hice. Pero ha sido bestial, estuve apuntísimo de quitarla todo cuando me estaba comiendo el coño. Me quedaría aquí toda la tarde.



-Jajaja y que le decimos a tu madre



-Me tienes que seguir follando para que no me moleste y entre mejor. Pero sobre todo que me folles sin condón, como a Sofi.



-Sí, pero Sofi, tu madre… usan medios anticonceptivos. Venga levántate y a vestirse. (Se levantó y se quitó)



-Es increíble todo lo que has llenado el condón. A ti no te follamos te ordeñamos, jajaja.



Se levantó y se fue al baño, lavándose y arreglándose. Nos despedimos con un buen beso


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 9
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