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Por el culo en el taxi

Esto que les voy a contar, me ocurrió hace algunos años cuando yo estaba en la Universidad entonces tenía 20 años, en lo personal me considero guapa, mido 1’69, guapas piernas, caderas anchas y un par de pechos que a la vista se ven duros y enormes, una 110, estoy en forma pues siempre me gustó el deporte.

Yo estudiaba en la ciudad de México y vivía con una tía por parte de mi mama, mis padres estaban entonces en Guadalajara, Mi vida sexual siempre ha sido buena, perdí mi virginidad fue con un chico de mi edad y no paso a mayores aun que si tengo que agradecerle el que me quitara esa carga después con los años tuve algunas aventuras con mis novios, pero nada especial hasta que en la preparatoria me relacione con un empleado de ahí mayor que yo por 7 años y desde entonces siempre he preferido a los hombres mayores sin llegar a viejos, sobre todo porque son más pacientes y más preocupados por mi persona.

Bueno, lo que sucede es que yo entonces no tenía coche y como en la mañana asistía a la Universidad y en la tarde participaba en un grupo de Danza clásica, algunas de las veces, tenía que tomar taxis en esta ciudad, los taxis son VW en su mayoría y siempre por comodidad le quitan el asiento que es del copiloto para que pueda uno entrar y tomar lugar en el asiento trasero de estos.

Algunas ocasiones después de entrenar me daba cuenta que los choferes ponían un espejo retrovisor de tal manera que pudieran tener buena vista de mis piernas a mí en lo particular siempre he disfrutado de ser un poco coqueta con los hombres me encanta el preámbulo y sentirme deseada por lo que siempre en su mayoría mi guardarropa incluye faldas bastantes cortas que es lo que yo uso, así que disfrutaba mucho de que me fueran viendo mis piernas por el espejo y de la cara que ponían cuando se excitaba, yo fingiendo abría un poco para que pudieran ver entre ellas, hasta parte de la ropa interior.

La situación fue que un día me decidí a seducir a uno de ellos para esto me prepare por lo que ese día tome un baño muy largo y salí un poco más tarde de lo habitual prepare una ropa muy coqueta, me puse una falda muy corta sin medias de color azul cielo y una blusa pegada y escotada de color blanco de material elástico que permitía ver el inicio de mis pechos y la forma de mi sostén que era de media copa de esos que juntan y paran aún más los pechos, una tanga de las que les llaman de candado de esas que tienen una abertura en la entrepierna ambos en color blanco y de encaje, zapatos altos y una chamarra azul cielo a la cintura y desabotonada del frente, cuando salí todavía llevaba el cabello húmedo, salí a tomar mi taxi como a las 9:30 pm. y espere fuera del local donde practicaba a que pasara uno que me gustara mientras bajaban las cortinas ya que fui de las últimas personas en salir, después de elegirlo aborde y le indique a donde tenía que llevarme, él era alto como de 1’80, moreno, fuerte y de unos 35 años de aspecto agradable sin llegar a ser muy guapo, lo primero que hice después de indicarle el destino fue sacarme la chamarra y ponerme aceite en brazos y piernas el inmediatamente bajo su vista a mis piernas y comenzó a verme por el retrovisor, yo fingí no darme cuenta.

Después comencé a decirle que la noche era muy guapa y que era una lástima que para mí ya fuera a terminar puesto que me dirigía a mi casa, el me comento que si yo no tenía ese día ninguna invitación de parte de mis amistades y yo le dije que no, después yo le comente que si no tenía inconveniente en pararse en una tienda porque tenía sed y quería comprar algo de tomar, baje y compre un paquete de copas y después regrese y subí al coche dejando que mi falda se abriera al dar el paso, destape una y le invite a que me acompañara el aceptó pero me sugirió que lo mas conveniente era que nos paráramos un rato a tomárnoslas en un lugar y que si yo no tenía prisa podríamos estar más tranquilos, yo acepte y se desvió un poco entre las calles saliéndose un poco del camino a mi casa parando junto a un pequeño parque público con muy poca luz que por la hora era muy poco transitado, alguna que otra pareja caminando a lo lejos.

Después de estacionarse él se giró en su mismo asiento para que los dos quedáramos de frente y comenzamos a tomar nuestra cerveza y a conversar, me pregunto mi nombre y yo le respondí que me llamaba Alma, yo también pregunte el suyo, su nombre de él era Javier, le conté que estudiaba en la Universidad y por las tardes asistía a un grupo de danza, me pregunto que si en verdad no tenía yo con quien salir ese día y yo le dije que sí que me sentía un poco aburrida de tener que llegar a mi casa y dormirme, que me había caído muy bien su compañía, mientras tanto mi falda había subido un poco más de lo normal y yo no hice nada por bajarla inclusive mantenía un poco abiertas mis piernas a pesar de que advertía que él no me quitaba la mirada de las piernas y trataba de ver sobre mi escote esto me tenía muy excitada ya que estaba disfrutando de su emoción, podía ver como su bulto crecía bajo su pantalón mientras yo sentía como mi rajita se comenzaba a humedecer.

Él entonces ya había advertido cual era el juego, por lo que me pregunto si yo tenía novio y después de que le dije que no por que odiaba sentirme de la propiedad de alguien y que de momento estaba sola (que era verdad en esos días) el me tomo de la mano y me dijo que no podía creer que una chica tan guapa estuviera sola y que no comprendía a los jóvenes de hoy que no sabían valorar la belleza de una mujer y después de mirarme a los ojos se fue acercando hasta darme un beso en los labios primero muy tierno y después un poco más fuerte y apasionado, bajo su mano a mis piernas y comenzó a acariciármelas mientras me besaba, comenzó a recorrer mi cuello después bajo un poco hasta el inicio de mis pechos, después de besarme de nuevo en la boca me tomo de la mano y me la llevo a su pene que era de un muy buen tamaño 14 o 15 cm, el cual podía sentir a través de su pantalón y yo con una mano lo libere y lo sentí hincharse en mi mano mientras yo le masajeaba de arriba hacia abajo, después metí mi mano hasta sus testículos y les masajeaba suavemente el había subido su mano y haciendo a un lado mi tanga acariciaba mi clítoris y alternaba metiéndome dos dedos que por la lubricación resbalaban fácilmente hasta el fondo, el me bajo por los hombros mi blusa y saco mis pechos los cuales comenzó a mordisquear suavemente y daba especial trato a mi pezones que para entonces ya estaban duros, yo me sentía muy, muy excitada de estar con un desconocido en la calle y con la blusa y la falda echa bolas en la cintura la situación de que pudiera pasar alguien y vernos me tenía doblemente excitada.

Después el me tomo de la nuca y bajo mi cabeza hasta que mis labios quedaron frente a su pene que para entonces se veía como una hermosa barra de chocolate que yo no tarde en meter en mi boca y disfrutar de su sabor y su textura, Javier con sus manos me tomo de la cabeza y ayudaba a que subiera y bajara con su pene en mi boca, después cuando el sintió que estaba por chorrear su néctar dentro de mi garganta me separo suavemente y de su guantera saco un condón y me pidió que se lo pusiera por lo que yo advertí que estas situaciones él las vivía continuamente pero sin comentar nada se lo coloque, el me recostó en el asiento trasero y después de separarme un poco mi ropa interior se recostó sobre mí y pude sentir como toda su hombría entraba en mi de un solo impulso arrancándome un suspiro de dolor mezclado con placer al sentir todo su aparato abrirse camino entre mis entrañas, entonces él me dijo “estas disfrutando putita” yo le dije con voz entrecortada que sí y después el empezó a entrar y salir moviendo su cadera en círculo mientras con la boca chupaba mis erectos pezones mientras yo le tenía sujetado de las pompis empujándole mas adentro de mi después me dijo “te gusta mi polla putita” y yo dije que me encantaba que tenía una hermosa pinga, baje una de mis manos por atrás de mi pierna y con mis dedos masajeaba sus testículos mientras el suspiraba de placer. estaba la verdad que como loca me sentía híper excitada y no pude resistir más y tuve un orgasmo muy intenso que inclusive me hizo sentir mareada, después de reponerme sentí que él me levantaba las piernas con sus brazos y metía mas rápido su pene en mi carne que estaba escurriendo mis jugos por todos lados, esta situación hizo al poco tiempo que mis caderas de nuevo comenzaran a convulsionarse y le enterrara mis uñas en su espalda el advirtió que me venía de nuevo y terminamos juntos muy agitados abrazados y besándonos como no queriendo que se terminara el momento.

Después de incorporarnos y componer nuestras ropas platicamos mientras nos bebimos un par de copas más, yo le conté que estudiaba Derecho y vivía con mis tíos él me dijo que tenía 34 años y estaba casado desde hace 3 años y que tenía 2 hijos que esperaba que esto no me hiciera salir corriendo, a lo que yo le dije que no veía por qué y que por lo que a mí respecta no me interesaba, que de hecho yo prefería a los hombres mayores que yo a los jóvenes que siempre terminaban antes y que solo se preocupan por su propio placer de esta forma transcurrieron unos 20 minutos tiempo en el que mientras conversábamos yo no había echo otra cosa que masajear su pene hasta que sentí que estaba listo de nuevo por lo que tome la iniciativa y me hinque frente a él y tras sacar su polla del pantalón le empecé a chupar con muchísimo cuidado primero por la punta y después metiéndolo y sacándolo una y otra vez de mi boca, el mientras tenia metida sus mano por arriba de mi escote y con sus dedos pellizcaba suavemente mis tetas los cuales mandaban pequeñas descargas de placer hasta mi coño que estaba deseando sentir de nuevo a Javier, El me bajo de nuevo la blusa y levantando mi falda me coloco en posición de perrito hincada y con la cabeza recargada en el asiento trasero del coche.

Se colocó atrás de mi comenzó a pasar su pene recorriéndome desde mi clítoris hasta mi culito, lo que me tenía muy caliente y yo pare un poco más mis pompis y él pudo apreciar lo blanco y duro de mis caderas donde resaltaba mi ojito, le pedía que por favor ya me penetrara el empujo poco a poco su pene dentro de mi rajita (esta vez sin condón) y pude sentir de nuevo su preciosa barra de carne entrar y desaparecer dentro de mi estaba excitadísima nunca imaginé tener una conducta tan de verdad liberada y fuera de prejuicios comportarme como una verdadera hembra sedienta de sexo, acostumbrada a que siempre yo tenía que ser la que fuera seducida y que ahora había sido yo quien tomara desde el principio la iniciativa de conquistarme a aquel hombre que para mi sorpresa y agrado resulto ser todo un maestro en estos menesteres, me tenía fuera de control temblaba constantemente sintiendo pequeños escalofríos en todo mis cuerpo cada que el empujaba, sus manos recorrían mis pechos o daban continuamente masaje a mi clítoris por lo que después de un rato sentí de nuevo como mi vagina se contraía de placer y tuve otro orgasmos mientras bajaba mi mano entre mis piernas y le apretaba suavemente sus testículos que estaban hinchadísimos él me dijo entonces “puja amor, que ahora te voy a dar por el culo hasta que te lo deje escaldado”.

Yo me sentía muy lubricada entonces (además de que ya me habían dado por culo otras veces) El con uno de sus dedos lo coloco en mi ano y lo empezó a meter lentamente sin dejar de empujar dentro de mi vagina su miembro, después el saco su pene y lo coloco en la entrada de mi ano, suavemente comenzó a enterrarme su polla mientras yo le tenía tomada una de sus manos, era muy excitante sentir todo aquel enorme pedazo de acero entrar en mi ano después que estuvo hasta dentro se quedó quieto por unos instantes permitiendo con esto que me acostumbrara a su aparato, después el comenzó a entrar y salir dentro de mi mientras yo sentía como la cabeza de su miembro me tocaba hasta los intestinos, el mientras me masajeaba el clítoris y yo le sobaba por entre mis piernas sus testículos hinchados, Javier aumento el ritmo de su ir y venir y yo sentí que me venía otro orgasmos que él advirtió, al darse cuenta de esto apretando mis muslos con sus manos hasta marcarme sus dedos soltando un chorro de leche inundando mi culito y saliendo parte de él escurriéndome sobre mis pompis mientras yo caía después de este último orgasmo rendida de placer y feliz por verme atrevido a disfrutar de una experiencia tan magnifica como la que hasta entonces nunca viví.

Fue lo mejor que me pudo pasar, después de vestirnos terminamos nuestras copas en camino a mi casa cuando llegue ya eran las 2 de la mañana y en casa de mis tíos nadie noto nada extraño. Algunas veces más nos vimos Javier y yo, pero el insistió siempre en que lo mejor era que fuéramos a un Hotel por comodidad y seguridad que lo hacía por mí y argumentos de ese tipo, pero la verdad es que cuando más disfrute fue cuando lo hicimos en su auto en la calle y con la presión de que pudiéramos ser descubiertos en cualquier momento por lo que después de un tiempo nos despedimos definitivamente y jamás supe nada más de él.

Ahora que soy mayor y que estoy casada disfruto mucho de aquel recuerdo, ya que nunca imagine sentir nada similar y menos que fuera yo quien propiciara las cosas, de todo esto lo mejor, fue que aprendí a vivir mi sexualidad con más intensidad y a no pararme a pensar en que por mi condición de mujer siempre tenía que esperar a que los hombres dieran el primer paso y a conquistarme el que yo eligiera, de echo es la forma en que me escogí al que ahora es mi esposo.

Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
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