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Categoría: Lésbicos

Por ayudar a mi cliente...

Trabajo en una Empresa de exportaciones como representante internacional, visitó a varias empresas para ofrecerles nuestros servicios, soy una mujer casada de 31 años, alta, delgada y de buen cuerpo, siempre he considerado mi mayor atracción mis piernas muy bien torneadas y mi trasero muy bien formado, senos pequeños redondos, en fin, me considero atractiva. Una mañana tenía que visitar unos clientes  siempre usan nuestros servicios, su gerente es una persona de 42 años aproximadamente, muy atractivo y de gran simpatía, siempre me vive piropeando pero con mucho respeto, sé que es casado con una mujer muy hermosa que he podido observar a través de las fotografías que él tiene de ella en su oficina, una observación, yo soy de nacionalidad venezolana y mi cliente es brasilero igual que su esposa, ella en las fotos se ve  que tiene un hermoso rostro de ojos verdes, delgada y de un cuerpo hermoso, se ve igual que yo, de senos no muy grandes, pelo castaño, en verdad se ve que es una bella mujer de 32 años como él me ha dicho.



Esa mañana me retrasé un poco mi cita era a las 11 am y por razones del tránsito termine llegando a las 11:45 am, al entrar su secretaria me dice que espere un momento, a los 5 minutos el sale y me dijo que, si no me importaba salir almorzar con él y concretar el negocio ya que era hora de almuerzo, no me quedó más que aceptar porque sabía que yo había llegado tarde y no podía negarme. Me sugirió ir en un solo carro así que él me dijo vamos en el mío así tenemos más tiempo para conversar, entre en su carro, yo iba  con una falda hasta un poquito más arriba de mis rodillas, al entrar a su auto un Porsche mi falda de corrió mucho hacia arriba por ser un carro bastante bajo, me di cuenta como el disfruto viendo mis piernas, me sonroje en el momento pero luego él empezó con sus bromas para hacerme sentir mejor, no desaprovechaba ni un momento para decirme lo atractiva que yo era, yo le decía que no se olvidara que era casado y que tenía una mujer muy hermosa el cual él me respondió que sí que era felizmente casado pero que eso no podía evitar dejar ver mi belleza, me sonroje un poco al escuchar eso y al mismo tiempo me hacía reforzar mi autoestima que últimamente estaba un poco dañada por problemas con mi esposo, otro tema que no viene al caso pero que afecta tu día a día.



El almuerzo corrió muy bien tome notas de todas sus necesidades de exportaciones, ya terminada nuestra conversación de negocios y nuestro almuerzo me invitó a tomarnos un él antes de irnos el cual acepte, él es una persona muy educada respetable y no niego que me hace sentir muy bien. Ya en la parte del bar del restaurante él me decía que la monotonía en su matrimonio le estaba afectando su relación, que poco a poco fueron cayendo en una rutina que sabía les estaba dañando mucho su intimidad, yo sentí como si esas palabras fueran las mismas que yo quisiera también conversar con mi esposo pero que por diversas razones no conversaba solo con él... Me atreví y le dije que a mí me sucedía lo mismo y eso me causaba mucha inseguridad incluso hasta en mi trabajo, él me dijo que siempre ha querido cambiar algo en su día a día y tratar de dejar a un lado la monotonía y volver a revivir esas sensaciones de seducción y atracción por su esposa, yo aproveché y también exprese los mismos deseos para salvar mi matrimonio pero que creía que era  mi esposo quien mantenía un gran distanciamiento, en un momento de la conversación sentí que él puso su mano sobre la mía, sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo y muy nerviosa, él me dijo sabes, creo que ambos nos podemos ayudar y mucho, nos podemos hacer sentir mejor tu mejorando tu matrimonio al sentirte más bella y segura y mi esposa y yo cambiando nuestra monotonía...



Me le quedé viendo sin entender realmente lo que me estaba diciendo y le pregunté cómo... Él con sus ojos seductores se me quedo viendo y me dijo, podríamos hacer una amistad entre los tres de una manera casual sin yo presentártela, únicamente dejándote saber un día que ella salga algún lugar y tu poder coincidir con ella y luego tu ayudarme a través de tu amistad a mejorar nuestra relación... No sé porque yo le dije que sí que yo podía hacer una amistad con ella y ayudar en lo que pudiera, lo único que si me volvió s repetir es que le gustaría que fuera de una manera casual el encuentro sin ella saber que ellos ya se conocen para que ella tenga más confianza... Les confieso algo desde que vi las fotos de ella en el escritorio de mi cliente sentí gran atracción por quererla conocer, terminamos nuestro trago y me dijo que me agradecía mucho el quererlo ayudar... se me acercó y me dio un beso muy cerca de mis labios y me hizo sentir sumamente nerviosa, él era extremadamente seductor y con una sonrisa y una mirada profunda muy seductora... Me dijo que me llamaría para darme más detalles de mi esposa y poderla conocer, luego nos fuimos y me dejo en la Empresa de él para tomar mi auto, antes de bajarme me dijo que yo era una mujer muy hermosa y que esperaba poderla conocer un poco más, le di la mano un poco nerviosa y le dije que él también me caía muy bien y que sabía que podrían llegar a tener una bonita amistad, me dijo que esta semana me llamaría.  



Pasaron dos días después de aquel encuentro y mi celular sonó, vi que era su número y conteste, me saludo cordialmente siempre lanzando un piropo hacia mí y me dijo si el día Viernes podría conocer a mi esposa ya que ella frecuentaba todos los viernes un salón de belleza y sería un buen lugar para conocerla casualmente, le dije que sí que el día viernes dispongo de mucho tiempo libre ya que es un día suave en mi trabajo, me envió un texto con la dirección del salón y la hora que ella estaría, le dije que contará conmigo nos despedimos y quede de avisarle luego de conocerla. No sé porque razón, pero esto me ponía nerviosa, era como estar viviendo algo que quizás he querido vivir, nunca e traicionado a mi esposo y no es ese mi deseo, pero me sentía como si fuera a conocer a alguien que me causaba gran interés, quizás por saber que era como yo casada y aparte una mujer sumamente bella que se veía a través de las fotografías de mi cliente en su oficina.



Llegó el viernes, salí de mi casa con una blusa con un pequeño escote que dejaba ver el inicio de mis senos, una falda corta ya que aparte de sentirme bien y atractiva había mucho calor, mi esposo me dijo al salir que estaba muy hermosa que tuviera cuidado en la calle no me fueran a secuestrar... Me reí y le dije que no era para tanto, me besó fuerte como deseándome y me acarició mis nalgas, sentí que estaba muy excitado y me dejo más a mí, se despidió y me dijo que esta noche regresaría tarde ya que iría al juego de fútbol y luego tomaría algo con sus amigos, le dije que estaba bien que cualquier cosa hablábamos más tarde. Al poco tiempo salí yo de mi casa también y no sé porque razón sentía una gran ansiedad por querer conocer y ver de cerca a la esposa de mi cliente, era como estar viviendo algo que quizás no lo había vivido antes como estar haciendo algo o ir en busca de alguien que yo sabía de ella, pero ella no de mí y quizás eso lo hacía interesante...



Llegué al centro comercial donde se encontraba el Salón de Belleza, era un lugar de mucha clase, yo había reservado una cita para hacerme las uñas ya que mi cliente me dijo que ella se hacia las uñas y luego el cabello. Entre al salón empecé a querer ubicarla pero no la vi, una de las empleadas se me acercó y me pregunto si tenía una cita y se lo confirme, me llevó hacia el área de manicura y pedicura y me hizo sentar, me dijo que en breve sería atendida y me pregunto se deseaba tomar algo, me dijo que me enviaría algo por la casa por ser primera vez, había otra persona pero no era ella, a los pocos minutos apareció en el área de manicure la esposa de mi cliente, era una mujer muy bella, estaba vestida con unos shorts blancos dejando ver sus largas y muy bien torneadas piernas, su color era bien bronceado como si frecuentara la playa, tenía una blusa algo corta que cuando estaba colocando su nombre en la recepción se podía observar su cintura al aire, su bello ombligo, tenía su cabello suelto y una sonrisa que dejaba ver una gran simpatía en esa bella mujer, sus ojos eran verdes claros, todas las empleadas se esforzaban por atenderla bien, se ve que era una muy buena cliente del salón.



Luego la dirigieron casualmente a la silla de al lado donde me encontraba esperando que me atendieran, al pasar a mi frente me sonrió y yo hice lo mismo, sinceramente era una mujer hermosa y se nota también de una gran sencillez, observe todo su cuerpo, tenía unas piernas perfectas, sus muslos marcados y el color hermoso de su piel, se sentó y pude apreciar su escote en su blusa dejando ver el inicio de sus senos, jamás sentí esta sensación de admiración por alguna mujer, era muy bella, tenía unas sandalias hawaianas brasileras, se le podía ver la perfección de sus pies, con unas uñas muy bien cortadas y pintadas, sinceramente no necesitaba hacer ningún pedicuro, tenía unos pies hermosos, al momento llegó la empleada y me dio una copa de champagne y ya traía otra para ella, al recibirla me volteo a ver y me dijo salud, yo correspondí y le dije lo mismo, ella estiro sus piernas a lo largo de la silla dejando ver más aún su belleza, yo hice lo mismo, allí estábamos las dos de lado a lado sentadas con nuestras piernas descubiertas como mostrando nuestras bellezas, sentí una sensación de excitación extraña, algo jamás vivido, sinceramente me sentía muy nerviosa, no sé cómo describirlo.



Luego llegó la persona que me iba atender y me coloco los pies dentro de un recipiente con agua tibia, más caliente que fría, que sensación tan rica me dio, la esposa de mi amigo estaba entretenida leyendo una revista, me atreví a hablarle, le pregunté: ¿Eres brasilera? Ella volteo a verme y me dijo, ¿por qué tú también? Y le respondí, no yo soy de Venezuela, pero creo que eres brasilera por tu belleza y por tus hawaianas, ella sonrió y me dijo si soy brasilera, ahora tú también eres muy bella tienes rasgos europeos me dijo, le dije que sí que mis padres eran italianos y emigraron muy pequeños a Venezuela, extendió su mano y me dijo soy Nicole yo le respondí Claudia, no sé qué me pasaba pero me sentía sumamente nerviosa, era una mujer muy hermosa e interesante, al mismo tiempo pensaba que era la razón por la cual yo estaba en ese lugar para tratar de conseguir hacer una amistad con ella y poder llegar a conversar de su matrimonio que era lo que mi cliente deseaba... No sé, pero sentía que al mismo tiempo las sensaciones que tenía de quererla conocer eran ya otras como sintiendo atracción en cierta forma cosa que me asustaba ya que nunca había sentido algo así...



Le pregunté si ella frecuentaba este salón de belleza y me dijo que si, que tenían una muy buena atención y eran muy profesionales, mientras seguíamos conversando iniciaron hacernos un masaje a ambas en los pies, era una sensación divina, ponían una crema en los pies y se sentía un gran placer, veía como la empleada también masajeaba los de ella y veía la expresión en su rostro de placer como deseando algo más... Yo sentía lo mismo, luego siguieron un poco más arriba de los pies y masajeaban mis piernas, era algo sabroso, a ella le hacían lo mismo deslizándose por todas sus hermosas piernas, la tenía tan cerca que podía observar unos pequeños bellos rubios en parte de sus muslos, era una mujer muy hermosa, en un momento ella se volteó y me dijo, te gusta... Y sin pensarlo le contesté me encanta, ella me dijo que esa sensación de caricias sobre sus piernas, le hacían falta, que la vida siempre se convierte en monotonía y uno va dejando al lado las sensaciones que lo hacen sentir bien, le dije que concordaba con ella que a mí me pasaba lo mismo, que las personas necesitan sentir que son mimadas y que un día es diferente al otro...



Ella con su acento de portugués me dijo... Parece que ambas estamos carentes no... Le respondí que quizás si esa fuera la palabra más correcta para ella... Así pasó el tiempo terminaron con los pies luego iniciaron los trabajos de las manos y ya una vez más terminado conmigo, estaba ya en la caja pagando cuando ella me mando a llamar con una empleada, mi corazón empezó a palpitar más fuerte y me acerqué hasta donde ella estaba, me pregunto... Tienes algún plan para el almuerzo... Me agrado mucho conversar contigo y pensé porque no poder hacer una amistad entre ambas... Yo le respondí que sí que ambas podíamos almorzar juntas... Me pidió para esperarla a que terminara y así lo hice, en 20 minutos estábamos sentadas una cerca de la otra en un restaurante como si fuéramos dos grandes amigas, la observaba de cerca y veía la belleza de esposa que mi amigo tenía como esposa, no es por menospreciarme pero la consideraba más bonita que a mí misma, era perfecta, sus labios carnosos y una sonrisa que llamaba la atención de todos, no había hombre en ese restaurante que no nos voltearan a ver, me sentía atractiva aún más al lado de ella, en un momento tocamos el tema de nuestros esposos y como que ambos coincidíamos en lo mismo, que amábamos pero al mismo tiempo nos sentíamos solas, que las sensaciones de afecto se habían ido quedando a un lado, quizás por exceso de trabajo y falta de tiempo las cosas se fueron enfriando de esa manera, ella me dijo que a veces sentía deseos de escuchar cosas que la hicieran sentir atractiva de parte de su esposo, me decía que nunca lo había traicionado con alguien y tampoco lo deseaba hacer pero que a veces al escuchar piropos en la calle de hombres desconocidos se sentía confundida...



Yo le dije que me pasaba lo mismo y que en varias ocasiones me había sentido atraída por otro pero sin llegar a tener nada y eso me asustaba, en ese momento mientras hablaba ella colocó sus dedos sobre mi cara cerca de mi ojo y me dijo no te muevas que tienes algo cerca de tu ojo, yo sentía sus suaves dedos deslizar por mi cara y sentía una sensación de excitación y nerviosismo al mismo tiempo, ella me removió lo que tenía y me dijo... Eres una mujer muy bella y me has hecho pasar una bonita mañana, pareciera que nos conocemos de años, yo le respondí de la misma manera dejándole saber me encantaba como persona y por su bonita amistad que me estaba ofreciendo, le dije si tenía tiempo podría acompañarme a mi casa ya que no había nadie y su esposo regresaría muy tarde, ella sin pensarlo acepto y me dijo que sí que no tenía nada por hacer hasta las 5 de la tarde para recoger a sus hijos, así que le dije entonces vamos. Mi esposo y yo vivimos en un townhouse con mucha comodidad, lo tenemos muy bien decorado, ella al entrar me dijo que tenemos buen gusto, tu casa está muy bonita, me encanta tu decoración, yo sé lo agradecí y le dije si le gustaba el vino que podía abrir una botella para brindar, ella me respondió que sí que le encantaba, pero con medida porque se mareaba fácilmente. Lo que viene a continuación me ha marcado mucho mi vida...



Siempre pensé que todo ser humano está expuesto a ser infiel en algún momento de sus vidas, pero... Lo que nunca me imaginé es que eso me podía pasar a mí y de esta manera... Abría la botella mientras ella daba un vistazo alrededor de mi casa, me decía que tenía sabor a hogar, yo le agradecí mientras le daba su copa y le dije... Por el gran placer de tenerte en mi casa y por todo lo que la vida nos podrá dar... Ella pego su copa a la mía y me dijo salud, tomó un poco y luego se acercó a mí y me dio un beso sobre mi mejilla, me sonroje un poco luego me dijo espero que nuestra amistad dure por toda la vida tú me has hecho sentir que cuando uno menos lo espera te aparece una luz de esperanza... Obrigado... Me sentí muy apenada y porque no decirlo algo excitada... Luego mientras conversábamos le pregunté qué tipo de música le gustaba y me dijo si tenía algo de Brasil, le dije que sí que mi esposo me había regalado hace algún tiempo un cd de música brasilera de ritmo lambada, ella me pidió que la pusiera, le dije con Peña que no sabía bailarla bien y ella sonriente me dijo yo te enseño, busque el cd y al encontrarlo lo coloque y empezó a sonar la música, ese ritmo tan sensual, ella se acercó y me pidió que le aumentará el volumen que esa música se bailaba y se escuchaba con volumen alto, lo subí y me dijo quieres aprender...?



Sonriente le dije que sí, me tomo de mis manos y empezó a bailar sentía sus piernas rozando las mías, me tomo de los brazos y me hacía girar de una manera tan fácil que me sentía feliz, sus muslos rozaban a cada momento mis muslos, sentía su piel junto a la piel de mis piernas, era primera vez que bailaba con una mujer y aún más de esa manera, mi excitación iba en aumento, yo misma no me estaba controlando, sentía que ella estaba igual que yo... Sus piernas rozaban las mías y podía sentir la suavidad de su piel, era una sensación que jamás nunca había sentido... Al terminar la canción paramos y nos servimos otra copa, le dije que ella era una mujer muy especial y que me estaba haciendo pasar un momento muy especial, me había hecho sentir alejarme de mis problemas y eso ya era importante, ella me dijo que no tenía que agradecerle porque al igual que a ti yo estoy pasando un momento que me hacía falta, no te imaginas lo bien que esto me está haciendo sentir... Le serví una copa más y ella me dijo... Jamás había tomado tanto, pero creo que me está cayendo bien...



Seguimos conversando y bebiendo, en un momento me pidió pasar al baño y le dije donde quedaba, al levantarse sentí que estaba algo mareada, le pregunté si estaba bien y me dijo muy bien, sigue hacia al baño y pude observar que si se sentía algo mareada, sin embargo me dijo que todo estaba bien, al salir, se acercó a mí y me dijo... Porque la vida tiene que ser de esta manera, porque con las personas que compartes tu vida me refiero a nuestro día a día no podamos tener constantemente estos momentos, porque caemos en una monotonía que tanto daño nos causa en nuestros hogares, luego vi que soltaba una lágrima y me acerqué a ella y le dije... No te pongas así, vamos a disfrutar este momento, me acerqué y la abrase, ella me abrazo muy fuerte y sentí que me daba un beso en mi cuello, sentí una enorme excitación, la abrase muy fuerte e hice lo mismo, le bese su mejilla, ella se separó por un momento y puso sus ojos al frente de los míos, sin mediar palabras colocó sus labios junto a los míos, no pude controlarme o negarme, creo que era lo que yo realmente en el fondo estaba deseando desde que la vi en aquel salón de belleza, mis labios estaban sobre los de ella, poco a poco nuestros labios se fueron abriendo y la humedad de nuestras lenguas entraban en contacto.



No sé cómo describir esta sensación, era algo nunca ante vivido, era una extrema excitación como jamás antes lo había sentido, empecé acariciar sus piernas que tanto admiraba en ese salón de belleza, tenía una piel suave pero de gran dureza, ella acariciaba mi cintura, nos fuimos fundiendo en un beso interminable, mis manos subían y bajaban por todas sus piernas, ella acariciaba mis senos por encima de mi blusa, yo subí mi mano y empecé acariciar su cintura, ella tenía una blusa corta que hacía fácil entrar en contacto de su piel, fui subiendo mi mano hasta llegar a sus pechos, era maravilloso, no me importaba el tiempo o si alguien llegara a mi casa en ese momento, me sentía al lado de alguien que me estaba haciendo sentir con una excitación que jamás ante había sentido, creo que ella estaba en la misma situación que yo, levante su blusa hasta quitársela por completo, tenía un pequeño brasier, se lo quite y pude observar unos senos hermosos, con unos pezones rosados, eran duros y bien paraditos,  deje de besarla por un momento y baje mi boca para colocarla en esos hermosos senos, pasaba mi lengua por todos ellos, ella se retorcía dé excitación, yo continué con chupones por todos sus senos, mientras con mi lengua disfrutaba uno de sus senos con mis manos acariciaba el otro, en un momento me detuve y le dije que me acompañara, nos levantamos y la dirigí a mi habitación, no pensaba en nada, no me importaba nada era como estar poseída y enloquecida por aquella mujer, ella me estaba haciendo sentir unas sensaciones que jamás había vivido con mi esposo, no sé si ella también pero ella estaba tan excitada como yo, caminando hacia la habitación, ella levanto mi falda y sobaba mis nalgas, al entrar al cuarto ella misma termino de tirar mi falda y mi blusa, se me quedó viendo por un momento y me dijo voce e muito gotosa e linda...



No hablo portugués pero entendí, me acerqué a ella y la bese nuevamente mientras ella acariciaba mis nalgas, baje mis manos y le fui bajando su short blanco, ella para facilitar se dio vuelta y yo continuaba bajándolos, a mí frente quedaron unas nalgas perfectas, con un hilo dental que se perdía entre ellas color blanco, no me pude contener al tenerlas enfrente de mi cara y empecé a besarlas, chuparlas, fui poco a poco llevándola a mi cama, ella se extendió a lo largo dejándome una visión de una mujer hermosa, sensual y extremadamente femenina, le fui acariciando desde sus pies hasta poco a poco y muy lentamente todas sus piernas, me detuve un rato en sus muslos perfectos, donde disfrute de esos pequeños bellos rubios que hacían más excitante su piel bronceada, yo me consideraba una mujer bien dorada, con un bonito cuerpo y muy femenina, pero no voy a negar que tenía en mis manos una de las mujeres más hermosas que había visto tan de cerca, al llegar a sus bellas nalgas, las lamía y besaba suavemente, abrí sus piernas sin ella poner problema, estábamos las dos como poseídas por una atracción excitante deseando que ese momento perdurará por siempre, al abrir sus piernas pude observar su hilo dental bien húmedo, se lo fui bajando lentamente hasta sacarlo de sus piernas, me levante e hice lo mismo con mi pantaleta, no deje que se moviera, me coloqué nuevamente entre sus piernas las abrí aún más de lo que ya estaban pudiendo ver a perfección su bello clítoris, estaba igual que yo completamente afeitada pudiendo ver su brillante piel rosada, abrí con mis manos sus nalgas y sin dudar un solo instante coló que mi lengua dentro de su ano, era un extasíe enorme, lamia todo su orificio, metía la punta de mi lenguado más que podía, luego lo besaba, ella se movía toda como si nunca antes hubiera sentido esa sensación, continúe así por varios minutos, mi mano acariciaba su vagina, no quería que esto acabará jamás, ella estaba completamente mojada, lo sentía en mi mano, yo también sentía una gran humedad entre mis piernas, me separé un poco y fui extendiendo mi cuerpo sobre el de ella, la besaba por todos lados, al llegar a su cuello le moví su pelo y besaba su cuello y su oreja, ella palpitaba mucho, tenía mi vagina sobre sus nalgas...



Era una sensación demasiado fuerte, poco a poco ella fue girando, yo continuaba sobre ella, parecíamos dos luchadoras que no se querían separar, al voltear por completo inicie besándola por todo su rostro, me comía sus labios, los mordía, los abría y nuestras lenguas jugaban, dejaba que mi lengua se perdiera por completo dentro de su boca y luego ella hacía lo mismo en la mía, luego ella fue bajando un poco su cabeza y empezó a lamerme mis senos que estaban completamente levantados, mis senos son pequeños tipo peritas con los pezones levantaditos,  luego de excitarse aún más con mis senos me dio vuelta y me puso boca arriba, colocó sus piernas entre mi cara y inició un 69 perfecto, yo lamia su vagina húmeda inhalando y succionando todos sus líquidos, ella comía la mía, con suavidad lamia dentro de mi vagina y sus alrededores, esto parecía que jamás terminaría, ambas estábamos fuera de sí, ella se levantó y me dio vuelta dejándome con mis nalgas a su disposición, las empezó a besar, igual que mis piernas, me mordía mis nalgas, las abrió y empezó a lamerme mi ano como diciéndome yo también quiero... Pasaron varios minutos y luego empezó a introducirme su dedo dentro de mi año, yo no podía más, era demasiada excitación...



Luego me sentó en la cama ella hizo lo mismo, ambas cruzamos nuestras piernas dejando nuestras vaginas rozar una a la otra, nos perdimos en un interminable beso mientras nuestras vaginas estaba piel con piel en un roce donde se cruzaban nuestros líquidos, ambas gritábamos de placer hasta que al mismo tiempo ambas nos venimos dando un grito de placer sin dejar nuestros labios apartarse, ambas caímos sobre la cama como si hubiéramos corrido kilómetros, ella se acercó s mi oído y me pregunto que si estaba arrepentida... Yo le dije que al contrario esperaba que esto fuera el inicio de una bella amistad, ella sonrió y me beso, me dijo que jamás había tenido una relación sexual con ninguna otra mujer, que, si le había pasado por su cabeza la curiosidad de saber que tan grande podía ser esa excitación, pero solo en pensamientos, ahora se daba cuenta porque tanta mujer disfruta de ese sexo... Fue maravilloso me afirmó... Nos besamos, me pidió pasar al baño, tomó su short y su franelita y a los 5 minutos salió como cuando llegó, yo aún estaba desnuda en mi cama se me quedó viendo y me dijo Gostosa... Obrigada por el bello momento...



Saco de su cartera una tarjeta amo me dijo... No dejes de llamarme... Me beso los labios y salió de mi casa., yo me quede sola en mi cama no queriendo que aquello terminara... Olía mi almohada y sentía su olor... Inicié a excitarme nuevamente y termine masturbándome pensando en ella... Esto me sucedió hace un mes y no resistía compartirlo... Cada vez que agarro su tarjeta y voy a llamarla me tiemblan mis manos y no me atrevo... No sé si me atreveré a marcar su teléfono o ella a buscarme... El esposo me ha llamado y no he querido conversar nada sobre esto... Solo le dije que el día del Salón de Belleza no tuvimos tiempo para conversar...Gracias por leer, deseaba compartir mi experiencia...


Datos del Relato
  • Categoría: Lésbicos
  • Media: 5
  • Votos: 1
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