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Seguimos viendo videos de la mama de marcos hasta que se terminaron.
Luego Fernando y yo jugamos para ver quién era el siguiente. Y gano Fernando así que conectamos su lap para ver los videos.
Empezare a describir a la mama de Fernando, Miriam pero le dicen Mimí una señora de unos 45 años tiene unos kilos de más, pero todavía conserva la firmeza de sus carnes, sus muy buenas curvas y un par de tetas Su redondeado culo de esos que cualquiera se da vuelta a mirar su cintura estrecha sus caderas amplias y luego sus piernas largas.
Empezamos viendo las imágenes y tuvimos que adelantar un poco ya que ella llega a media tarde de trabajar.
Llego y paso por la sala hacia su recamara se empezó a desvestir se quitó la blusa que traía y dejo ver unas deliciosas tetas grandes y redondas descansaban en el sostén, se quitó la falda traía ropa interior blanca, la braga sobre el liguero blanco y medias color carne, se bajó las bragas de encaje que llevaba mostrando su triángulo púbico, al igual que la de marcos y la mía casi no se depilaban.
Se puso un shorcito y se quitó también el sostén se puso una camiseta blanca muy fina que se transparentaban levemente sus tetas se fue a la cocina a preparar la cena pero llego papa antes del trabajo se dirigió a la cocina agarro a mi madre por la espalda la beso y él se fue al cuarto nosotros dejamos la toma de la sala por que veíamos poco de la cocina a los pocos minutos ella también se fue para el cuarto
Cambiamos la toma ala de la recamara al llegar Mimí al cuarto Jaime que así se llama su marido la tomo por detrás y le bajo el short que traía la acomodo de a perrito en una silla y se disponía a clavar su verga dándole por atrás se separó de ella y ella camino hacia la cama pudimos ver su hermosa panocha cubierta de bello y unas enormes chiches que le colgaban y unas piernas riquísimas ella se puso en cuatro patas de nuevo y Jaime le abrió el culo y se lo comenzó a mamar, sigua chupándole por un rato y le abrió el culo y le metió la verga de una así le dio unas 5 embestidas cuando él se sentó en la cama y ella agarro su verga y se la metió en su puchita así lo cabalgo y saco su verga y le echo el semen en las nalgas .
Fernando nos dice que también se acuerda de ese día,
F -Ese día llegué más temprano de lo habitual a casa, y saludé como siempre lo hacía: ¡mama! ¡Papá!, pero esta vez no hubo respuesta. Extrañado un poco, fui directo a mi cuarto donde dejé mis libros, y después caminé hacia el cuarto de mis padres, donde la puerta estaba entreabierta. Lo que vi, cambió para siempre mi vida. Bueno, no es que un muchacho soltero de 18 años hubiera vivido mucho, pero aquello era increíble: ¡Mis padres estaban desnudos y en ese momento mi padre se disponía a clavar a mi madre!
F -mi corazón temblaba, la cerré, pero mi deseo me ordeno que viera que pasaba, la abrí con mucho cuidado y lo primero que vi fue a mi madre con sus manos en una silla y de a perrito y a mi padre dándole por atrás, me excite de tal manera que ahí mismo me escurrí y de unas dos jaladas me vine.
F -de pronto los gritos de mi madre ahhh aun los tengo grabados en mi mente, mi madre con su enorme culo y el con la verga ya bien parada se paró y comenzó a mamarle el culo después de un rato la embistió de a perrito mi madre gritaba riquísimo ahhhhhhh jaimeeee ahhh, mi verga escurría como nunca de pronto Él se desplomó encima Mi madre entonces, lo empujó hacia un lado de mi madre y ella agarro su verga y se la chupo…
FERNANDO Y MIMI
Era verano, y por aquellas fechas mi obsesión iba en aumento. Tanto es así que no paraba de espiarla (la verdad que con poco éxito) y de masturbarme a su salud. Pero una calurosa noche de julio pasó algo que siempre recordare. Me desperté empapado en sudor y con una gran erección. Me levante y me dirigí al baño, las puertas de la casa estaban abiertas para que corriera un poco de aire, y al pasar por la habitación de mis padres me quede petrificado: mi madre, totalmente en pelotas, estaba sobre mi padre cabalgando como una loca y disfrutando de un buen polvo, en la penumbra se vislumbraba su culazo subir y bajar. Automáticamente me toque el pene, y en unos segundos empezaron a salirme chorros y chorros de semen, que cayeron por el suelo. De repente pararon, temí ser sorprendido, mi madre se bajó de su montura, se puso su camisón, y yo salí corriendo hacia mi habitación
M-¿Quién anda ahí? -dijo mamá
F -Soy yo que iba al baño – conteste, volviéndome
Ahí estaba ella, con el pelo alborotado, las tetas apuntando al cielo y los pezones queriendo romper el su camisón, tenía la respiración agitada y parecía acalorada.
A la mañana siguiente mamá parecía distinta, me miraba como de reojo y con vergüenza, y pensé que en cualquier momento me regañaría por mi comportamiento, pero no fue así. Ese día la tuve que acompañar a hacer unas gestiones en el centro y cogimos el metro. Había mucha gente en la estación Con esto quiero decir que al subir ya estaba repleto.-
Mi madre me hace ubicar contra el respaldo de uno de los asientos y ella frente mío pongo mis manos al frente Al juntarse la gente de golpe siendo la entrepierna de mi madre totalmente apoyada en mis manos, sin ella poder moverse por la gente que había.
De pronto veo que mi madre medio enojada mira hacia atrás de ella y mira a la cara al tipo que tenía detrás.- Se ve que la habría manoseado.- Entonces ella como puede se va dando vuelta totalmente hacia el tipo con lo cual iba rozando todo su cuerpo contra mis manos, que placer.-
Mi madre queda por un lado diciéndole algo al tipo muy enojada y por el otro ahora con toda su cola totalmente apoyada contra mis manos Luego mi madre da vuelta su cabeza y extiende para atrás su mano en la cual tenía una carpeta y me pide que la tuviera yo.- Allí me veo obligado a quitar mis manos de ese hermoso lugar con lo cual violentamente mi pene se incrusta de lleno entre sus nalgas, aproveche para arrimarme a ella y restregársela por su culazo. Mamá parecía nerviosa y agitada, y durante unos segundos parecía que asentía y que la gustaba el roce de mi miembro, pero luego como pudo se separó y la cosa quedó ahí.
Semanas más tarde se presentó mi gran oportunidad, mi padre se tenía que ausentar durante unos días por motivos de trabajo .empecé a pensar en cómo ver desnuda a mi madre, e idee un plan. Simule que habían intentado entrar en casa a robar, con lo que mamá se puso muy nerviosa.
F - Será mejor que durmamos en la misma habitación
M -Mejor en la mía que la cama es más grande.
La primera noche Yo dormí solamente con un bóxer y ella con un camisón que marcaba sus espectaculares curvas pero no paso gran cosa
La segunda noche yo en la cama marital sin poder pegar ojo Pero algo cambio mi madre que solía cambiarse en el baño. Ese día mi madre, después de mirarme y ver que yo estaba dormido, o eso creía ella, se desvistió lentamente ante mis narices muy lentamente dejando su ropa perfectamente colocada en la silla que había al lado de la cama. Mis ojos se habían acostumbrado a la penumbra reinante pues ya llevaba un rato en la habitación y pude observar el espectáculo con total admiración por el cuerpo de mi progenitora hasta que se quedó en sostén y bragas. Y que bragas, eran una bragas eran tipo tanga con lo que el espectáculo fue mayor Entonces algo cayó al suelo. Mi madre con las piernas algo separadas se inclinó a recogerlo sin doblar las rodillas dejando aquel culo majestuoso en pompa. Al estar algo separadas las piernas pude observar con todo lujo de detalles y con los ojos como platos aquellos grandes labios que se dibujaban en su sexo. Eran grandes, carnosos, sensuales.... me tuve que morder un labio en gesto de admiración. Me la jale mis movimientos muy lentos y sutiles y con temor a que Se daría cuenta.
Todo cambio un jueves, estaba muy cabreado pensando que mi padre llegaría por la tarde pero se adelantó y nos dio la sorpresa que nos iríamos de fin de semana así que nos dijo que preparamos las cosa para salir
Ya en el coche Mi madre iba con un vestido veraniego yo en la parte de atrás veía a mi madre no la quitaba los ojos de sus muslos y de la parte superior de sus tetas que permitían ver su escote. Y pensaba
f - ¿que Llevará debajo del vestido el bikini o no llevará nada? Jajjaja empecé a reír
Sorprendida, mi madre dice
m - ¡Hey! que te tres de que te has acordado
F -de nada sin importancia algo tonto
Nos bajamos del coche, y lo primero que hago es acercarme por detrás a mi madre ella Se aleja caminando delante mi padre se le acerca y le levanta el vestido ¡Su hermoso culo desnudo es lo que veo! Y la doy un buen repaso entre las piernas Confirmado: no lleva bragas mi mama le da un manotazo a mi papa tan bromista como siempre y se ríen los dos
Pero mi madre me mira de reojo Ya dentro de casa, mi madre dice que no va a comer, que tomamos lo que queramos del refrigerador, y se mete al baño para ducharse
Mi padre la sigue y le dijo
J – te has enojado por lo de hace un momento
M – nuestro hijo me vio las nalgas por eso me enfade no puede ser que hagas eso delante de el
Ya es de noche mi madre que sale del cuarto Continúa enfadada cenamos los tres juntos pero nadie decía nada así nos fuimos a descansar primero yo me fui al cuarto y Les oí entrar en el dormitorio Les oigo hablar en voz baja, susurrar mi papa sale al baño y regresa Al meterse en la cama al notar que mi madre está completamente desnuda, no desaprovecha la ocasión para coger. ¡Y como cogen, el muy cabrón, que casi revienta la cama
Con la oscuridad por aliada me acerco al dormitorio veo a mi padre en medio de las piernas bien abiertas de mi madre, como jadeaban y el ruido que hacían los muelles de la cama. Cri-cri-cri.
Luego el perrito, y la monto a ella a cuatro patas y luego tumbado bocarriba en la cama, fue montado sin perder tiempo por una auténtica amazona. Yo me corrí al verlos coger
A la mañana siguiente Nos preparamos tomamos una gran sombrilla, toallas y alguna que otra cosa para la playa Ella llevaba un vestido corto ligero, parecido al del día anterior
Mi madre nos dijo que había una playa muy bonita a la que no llegaba casi nadie, aunque no había nada cercano, que estaba muy cerca en coche pero que había que saber llegar, y ella lo sabía.
Estuvimos moviéndonos en el coche durante poco más de media hora por la costa, hasta que mi madre nos dijo que nos estacionáramos debajo de unos árboles próximos a una larga playa de arenas doradas
Salimos del coche y lo primero que hizo mi madre fue quitarse el vestido y quedarse en bikini, un bonito y diminuto bikini rojo chillón que apenas cubría sus pezones y un tanga que por delante solamente cubría la sonrisa vertical de su panocha donde se le salían algunos de los pelos y por detrás, si no fuera por el fino hilo que cruzaba su cadera, se pensaría que no llevaba nada, ni bragas ni nada
Nada más verla, mi cipote se disparó como un resorte y casi revienta el bañador que llevaba puesto.
Pero la reacción de mi padre no se quedó atrás. Su hinchada verga estaba a punto de salir por la parte superior del bañador, como si tuviera vida propia y quisiera salir para comerse a mi madre.
M – me encanta este lugar
F – a mí también me encanta
J esto no está bien no hay ni un changarro por aquí
M. cariño me pones bronceador, ¿sabes don de demonios se metió tu padre?
F – no tengo ni la menor idea tal vez se regresó al carro ¿quieres que lo valla a buscar?
M – ya que vas para el auto tráeme una botella de agua porque senos olvido traerlas
Al llegar al carro mi papa ya se iba
F –ya sabía que estabas aquí ahora donde vas
J – dile a tu madre que voy a volver tarde que necesito algo de beber
Baje las botellas de agua del carro y se lo llevo yo no hice lo que habíamos planeado puro yo quería que ella estuviese consiente
Volví y puse la atención a los glúteos de mi madre, redondos Su color era de un dorado oscuro, casi negro, por todas partes, sin una sola marca del blanco del bikini
Se acomodó el bikini y fue hacia el mar se bañó unos minutos y se salió se secó y nos fuimos mi madre y yo a dar un paseo por la orilla del mar. A veces, me rezagaba un poco con la excusa de recoger alguna concha o piedrecilla de la orilla, y la miraba desde atrás el culo y las piernas. ¡Estaba buenísima! Cuando se agachaba a recoger conchas, yo me encontraba en estado próximo al éxtasis, ya que sus braguitas desaparecían entre sus cachetes y parecía ir sin ellas parecía que le molestaba ya que enseguida metía sus dedos entre sus nalgas y se colocaba la braguita. Desee ser yo el que metiera mis dedos y disfrutara de su culo.
Regresamos y mi padre ya había regresado tomamos nuestras cosas y nos volvimos a la casa nos pusimos a ver la tele mi papa estaba sentado en el sillón individual y me senté en l de dos plazas y mi madre se sentó junto a mi
Ella traía un top deportivo y solamente la parte de abajo de su bikini y pensé
F – diablos mira la panocha de mi madre
Fui a la cocina Les ofrecí un refresco al cual aceptaron pero al de papa fue al que le eche las pastillas
No pude más y me despedí y me fui a mi cuarto y allí me la jale pensando en mi madre
Me pare por que mediaron ganas de hacer del baño Salí y no escuche ningún ruido pensé que ya se habían ido a dormir sí que me dirigí a baño cuando al abrir la puerta lo que vi me dejo pasmado mi mama se estaba desnudando entre cerré la puerta y pensé
F – diablos hoy es mi día de suerte
Cuando de repente que ella habla
M – que pasa por que te quedas ahí paradote
F –que me está hablando a mí
M – pasa que no tenemos mucho tiempo
Pensé que sabía mi plan
F – eeeh yo, yo
M –shhh… no hables
F –ya te enseñare
Le puse mi verga pegada a su culo y se la restregué
M – mmmm… que rico
Se inclinó y se la metí en su panochita
M – así nene
F – OOOOhh
M – estas muy callado
F –mmmm...
M – te pasa algo
F – no puedo más mama
M - ¿qué estás haciendo aquí? ¿Cómo diablos hiciste esto?
F – tú me dijiste mama solo hago lo que tú me dijiste
M - pensé que eras tu padre detente ahora mismo soy tu madre
F – solo unos segundos más mama ya casi
M – no te atrevas a venirte adentro de mi debes parar
F – ya estoy muy cerca
M – detente que soy tu madre
F – ya casi mamá
M – esto no está bien no te das cuenta de eso
Pero en eso cuando me iba acorrer la saque y casi gritando
F –tómala mama
Fue una corrida bestial
M gracias al cielo que la sacaste antes
F – que rico se sintió
Pero después caí en lo que había echo
F – me va a matar no se lo digas a papa por favor
M –solo vete a tu cuarto ya hablaremos mañana
Al día siguiente mi papa se había salido temprano pero regresaría, así que estábamos los dos solo y cuando me levante a desayunar mi madre me dijo
M – espera a que tu padre se entere de esto
F – de que
M – de lo de anoche
F – de que te cogió tu hijo no lo creo mama
Ella se quedó mirando enfadada
Yo me Salí a caminar dejándola sola , al regresar Me pareció extraña la actitud de mi madre pero, al levantarse, la vi tambalearse y comprendí que el alcohol se la había subido a la cabeza, con la rapidez y contundencia vi dos botellas de vino sobre la mesa se las había bebido sola Luego desapareció, posiblemente camino del baño, donde estuvo varios minutos Cuando volvió mi madre salió de la casa quiso ir a la playa pero ya era muy tarde caminamos por más de quince minutos cuando mi madre, de pronto, se metió al agua diciendo
M – hace mucho calor
poco a poco se fue metiendo en el mar La Seguí ya La cubría por las tetas cuando se tumbó bocarriba, haciéndose la muerta, y yo, poniéndome cerca de ella, la imité. El agua fresca nos mecía en un ambiente tranquilo y relajado pero mi mente bullía, recordando lo que había hecho cómo había tirado a mi madre
De improviso me empujaron por los hombros y me sumergieron totalmente en el agua, que entró por todos mis aberturas. No sabía quién me empujaba, pero luché angustiado por sobrevivir
Era mi madre, que, riéndose, Con tanto movimiento, las tetas de mi madre habían rebosado totalmente la parte superior de su bikini y se restregaban impúdicamente sobre mi rostro
La escuché divertida, mientras me bajaba el bañador, dejando mis genitales al descubierto Al manosear, supongo que por accidente, mi verga dura y erecta, se detuvo contemplándolo impresionada
M - ¡Dios mío, cómo lo tienes!
Y yo, sobreexcitado sexualmente, aproveché la ocasión para incorporarme y devolverla la jugada con creces. Notando cómo mi bañador se deslizaba por mis piernas, perdiéndolo, tiré de mi madre, tumbándola bocabajo en el agua y la bajé las bragas, quitándoselas por los pies, metiendo a continuación mis manos entre sus piernas, manoseándola la vulva al tiempo que la soltaba el sostén, quitándoselo también.
La escuché chillar como una gatita en celo al tiempo que decía una y otra vez, como intentando imponer respeto
M - ¡Soy tu madre, que soy tu madre!
Pero yo estaba que no podía parar. Mis manos fueron a sus tetas, sobándoselas, y sujetándola para que no se escapara, mientras que, colocado entre sus piernas abiertas, restregué mi verga parada por toda su panocha, una y otra vez, hasta que, encontré la entrada a su vagina, y se la metí hasta el fondo.
La escuché resoplar incrédula al sentir que la penetraba, y chilló entre aterrada y sobreexcitada
M - ¡No, no!
Pero eso no me impidió que continuará, sino que empecé a bombear con fuerza y rapidez, sujetándola por las caderas.
Se agitó ella, forcejeando, intentando patearme para que la desmontara, pero yo, firme, no quería dejar de cogérmela, y la sujeté, impidiéndolo.
Enseguida eyaculé dentro de su vagina, relajando mi presa, y fue entonces cuando ella se soltó, y, alejándose nadando casi un metro, se volteó, mirándome en silencio con la cara arrebatada.
No encontré furia en su rostro, sino miedo, miedo de lo que había sucedido, y quizá vergüenza, pero sobre todo era deseo lo que exhalaba su cuerpo, deseo de que se la cogieran
Pero mi deseo no era menor, a pesar de que acababa de tener un orgasmo, mi cuerpo pedía más, mucho más, y me acerqué a ella. No me rehuyó, sus ojos brillaban y la abracé, aplastando sus tetas enormes sobre mi pecho, y nos fundimos en un beso apasionado.
Nuestras lenguas se cruzaron e intercambiamos fluidos, abrazados. Sentía mi verga otra vez, erecta y dura, presionar fuertemente sobre su bajo vientre y fue ella esta vez, la que tomó mi verga con sus dedos y se la metió en su vagina, cálida y suave.
Fue también ella la que ahora cabalgaba suavemente sobre mi verga, la que hacía que se frotara por el interior de su sexo, una y otra, sin descanso.
Mis manos, aferradas a sus glúteos, disfrutaban del suave tacto de su piel, así como de la dureza de sus músculos.
La escuché jadear y gemir suavemente en mi oído y sentí su cálido aliento en mi oreja, en mi cuello. Poco a poco fue aumentando el ritmo, subiendo y bajando, subiendo y bajando, hasta que prácticamente los dos al mismo tiempo nos corrimos.
Permanecimos sin movernos durante un rato, quizá minutos, abrazados, con mi pene descansando en su interior, descargando mi esperma.
Luego soltó mi abrazo, desmontándome, y se alejó de mí, meciéndose bocarriba tranquila y suavemente sobre las aguas cristalinas.
Levanté mi vista y vi flotando algo, que supuse que debía ser mi bañador y las dos piezas de su bikini, a varios metros de donde estábamos Descendí nuevamente mi vista y se podía ver perfectamente el coño de ella, cubierto por una mata de vello rubio, y abierto de par en par, por la cogida que acababa de echarle. Recorrí con mi vista sus torneados muslos, sus largas piernas, y sus pequeños pies, hermosísimos, de un color dorado, fruto de horas de sol De sus pies subí nuevamente a su sexo, y de ahí, transitando por su vientre llegué a sus tetas, enormes, erguidas y redondas, de pezones rojizos emergiendo de aureolas casi negras, que sobresalían del agua, que no podía cubrirlas totalmente Su rostro, hermosísimo, de labios carnosos y nariz respingona, descubría la relajación que ella tenía
Ya de regreso a la casa no mencionamos nada nadie hablaba Ya dentro de casa mi madre dice que va a ducharse, vi mi celular y tenía un mensaje de papa que no regresaría que nos veíamos en la casa que ya había mandado un coche para que nos recogiera mañana
Oí a mi madre que sale del baño, envuelta en una toalla que la cubre desde los pezones hasta su conejito, sin enseñar nada, pero provocando con todo. Le comente de lo de mi papa y solamente dijo
M - Me voy a la cama Y, sin decir nada más, se da la vuelta Veo en el pasillo a mi madre que, caminando dándome la espalda, se dirige a su dormitorio que está al final del pasillo.
Entrando, gira un poco la cabeza y, por el rabillo del ojo, me ve paralizado al principio del pasillo, observándola. Se quita la toalla que cubre su escultural cuerpo.
Está completamente desnuda, y mi mirada se dirige inmediatamente a su culo macizo y moreno, espectacular.
Deja caer la toalla, como si no importara, encima de una pequeña butaca del dormitorio, y, de un pequeño empujón con sus glúteos, cierra la puerta a sus espaldas Camino hacia la puerta cerrada, pensando solo en cogérmela. Al llegar a la puerta, me quito en un instante mí la ropa, quedándome totalmente desnudo. Desnudo y empalmado.
Abro la puerta y ahí está ella, encima de la cama, bocarriba, exhibiendo su completa desnudez con una media sonrisa.
La luz de la lámpara de la mesilla de noche me permite verla con claridad.
Su espalda reposa sobre la almohada que la mantiene medio sentada, medio tumbada, y sus torneadas piernas dobladas, apoyando las plantas de sus pies sobre la cama, me impiden ver su sexo.
Entro en el dormitorio, dejando también que se cierre la puerta a mi espalda, y la oigo decir con voz profunda
M. ¡Ven aquí!
Me acercó lentamente hacia la cama, sin dejar de observar sus hermosas piernas que todavía juntas me impiden ver su más preciado tesoro.
Noto como la cara me arde, es como si tuviera fiebre, fiebre de deseo. Estoy a los pies de la cama, frente a ella.
Todo va a cámara lenta, el tiempo pasa despacio, los segundos parecen minutos y deseo que dure siempre, que no acabe nunca.
Pongo una rodilla sobre la cama, luego la otra, gateó hacia ella, que ahora sí que se abre de piernas, lo suficiente para permitirme el acceso a las puertas del cielo.
Me meto entre sus piernas. Una mata de vello púbico indica el camino hacia su vagina. Se ven claramente sus labios, abiertos, ansiosos, de ser cogidos.
Mis manos se posan sobre sus caderas, sobre sus glúteos calientes y duros.
Levanta sus piernas y coloca sus muslos sobre mis hombros.
Bajo mi cabeza y la beso entre las piernas, en su clítoris. Un beso sigue a otro, un lametazo a otro. Su sexo sabe dulce, muy dulce, como a naranja, como a miel.
Me tumbo bocabajo sobre la cama, estirado, con mi boca sobre su vulva, y lamo, lamo, lamo.
La noto estremecerse, la oigo gemir, la saboreo, disfruto de su sabor, de su olor, de la suavidad de su carne, de su piel.
Recorro con mi lengua, con mis labios sus labios, su clítoris, la entrada a su vagina. Se me hace la boca agua. ¿Son sus jugos o los míos o son los de ambos? Noto sus manos sobre mi pelo, que me susurran
M. ven métemela
Y yo, obediente, gateo sobre la cama, entre sus piernas, recorriendo con mi lengua, con mis besos su vientre, sus tetas, sus labios.
Nos fundimos en un abrazo, mientras nuestras bocas se unen apasionadamente, entrecruzando nuestras lenguas, nuestros fluidos. Nuevamente me murmura al oído
M – métemela métemela
Mi verga tiesa y dura se restriega insistentemente sobre su vulva, una y otra vez, hasta Un susurro en mi oído
M –espera
Suavemente su mano, sobre mi pecho, me empuja, tumbándome bocarriba sobre la cama.
Se monta a horcajas sobre mí, dándome la espalda, ofreciéndome sus nalgas, duras, macizas, morenísimas, y, cogiendo mi verga inhiesta, se la mete en su húmeda vagina.
Ahora es ella la que cabalga, cabalga y cabalga, y mis manos, mis ojos recorren sus caderas, sus glúteos, sus orificios, acariciándolos, sobándolos.
El movimiento de sus glúteos me hipnotiza, como se contraen y relajan, como se mueven sus músculos en cada bote, en cada balanceo. Pasan los minutos y mi cuerpo se niega a finalizar. Mi verga continúa tiesa, dura, apuntando su cabeza a la mía, sin ningunas ganas de acabar, de agotarse. Me desmonta, se pone de rodillas Chilla ella un instante al sentirse penetrada por detrás Mis manos sobre las tetas de mi madre, mi verga dentro del ano de mi madre le dada por el culo con fuerza y con ilusión hasta que me corrí bien adentro
M - fue mi regalo de despedida
Ya de regreso a casa ella se comportaba normal como si nada hubiera pasado yo trataba de volverlo a repetir pero ella ya no quiso pero resulto embarazada de mi mis padres recibieron al hijo feliz pero ya no pude estar con mi madre
Continuara…
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