Escuchandose que se va acercando el metro a la estación en donde lo aborda siempre tanto de idá cómo de regreso todos los días por parte nada menos en persona cómo en vivo y a todo color de la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores a la misma hora ni un minuto más por ella y solamente por ella.

En el viaje en el metro acostumbra a leer literatura con el fín de no caer en el aburrimiento que la fastidia incluso no maltratarse ni siquiera cansarse sus hermosos ojos viendo las rafagas de las luces a lo largo y ancho tanto de los tuneles subterraneos que son la travesia del mismo metro todos los días tanto de idá cómo retorno de su hogar hacia su trabajo y viceversa.

Tranquila cómo buscando donde quedo ayer la lectura al tenerlo evidencialmente marcado por un pasador de página insertado en la página donde llego a leer sus ojos de aquella literatura que guarda celosamente en su bolso de viaje.

Sentada al cruzar sus piernas que lleva puesto y viste por supuesto encantadora y deleitada sobre todo fascinantemente su falda con sus botas largas de tacones altos en que el devenir del trayecto moviendolas muy parecidos enfocandola a que tuviera nervios a flor de piel mientras está entretenida igualmente concentrada en el seguimiento de los parrafos que conforman propiamente la lectura de la literatura que es su compañero de viaje todos los días tanto de idá cómo de regreso desde su hogar hacia su trabajo y viceversa por parte nada menos de la propia amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores.

Al otro extremo diagonalmente anda un viejo verde enclenque sobre todo debilucho especialmente mirón igualmente pervertido que no le aparte para nada esos ojos de goloso incluyendose qué busca y quiere algo más allá de lo decente y respetuoso directamente con la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores.

Qué no le presta para nada atención ni siquiera se inmuta al pararle bolas con las meras y soberanas intenciones adversas que le expresa visualmente aquél viejo sentando diagonalmente al otro lado del mismo vagón del metro mientras este se moviliza a la próxima estación que es la ruta final de la travesía diariamente todas las noches de la mismisima y queridisima hasta espectacularisima cómo buenisima, asimismo sabrosisima y por supuesto, riquisima completamente desde los pies avanzando ascendentemente sin detenerse hasta llegar finalmente a la misma cabeza de la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores.

Bueno deteniendose y abriendose las puertas de los vagones del metro en que sale y aguarda al esconderse la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores que brevemente se ha extraviado cómo desaparecido a la vista persiguiendola de esta manera por aquél viejo verde que la tenía sumamente incomoda con esas miradas lujuriosas también pervertidas además fuera de lugar hacia ella y solamente a ella mientras estaba leyendo su literatura de viaje todos los días tanto de idá cómo regreso desde su hogar hacia su trabajo y viceversa.

Buscandola al mirar por todos los lados posibles de la misma estación de abordaje y salida de las personas diariamente del metro, es sorprendida por la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de profesores indignada cómo furiosa también seria sobre todo molesta con sus nudillos puestas y apoyadas aferradamente en la cintura específicamente en el mismo chicote de su falda mirandolo le exige que carajo le sucede he venido notando todos estas noches que ya cuento van más de cinco meses consecutivos que me viene siguiendo que le sucede coño viejo no tiene hogar ni familia que pretende para que sepa yo no ando ni me meto ni siquiera levanto a viejos verdes cómo usted.

Riendose usted podría ser mí propio padre o mí querido abuelo adicionalmente le muestra un anillo que le señala que anda comprometida y que le espera ansioso su llegada su pareja o marido que es sumamente celoso y qué no le interesa ni se fija al tirar muchos puñetazos que en un 2 x 3 lo dejarían quebrados en millones de pedacitos todo su esqueletico físico que tampoco aguantaría al tener sexo y amor conmigo al infartarse que ni siquiera pasaría del primer polvo y paja ante mi presencia y junto a mí persona en la cama, no dejeme en paz y metaselo profundamente en su cabezota no quiero tener problemas ni consecuencias con usted que se el último día que me persigue entiende al dejarlo y despedirlo al subir por las escaleras que sale de la estación del metro la amiga cómo guapa asistente administrativa de la sala de proefesores al darle su tatequieto a este viejo verde que la acosa e incomóda en los viajes por las noches del mismo metro de idá y regreso tanto de su trabajo cómo hogar y viceversa.