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Categoría: Incestos

PERDON!!!

Les conté que me había comido a una de mis tías, eso fue a finales del 2012, esa tía muy rica de piernas que excitan y que resultó toda una puta.



Pues iniciando el 2013 fui a visitarla, originalmente iba a ver a mi tío, pero al llegar resulta que no estaba que se había ido con mis primos a ver a nuestra abuela.



Al abrir la puerta me miró con asombro ya que desde la vez que me la cogí en la unidad no la había visto.



A: ¡Hijo!!! ¿Cómo estas?



T: Hola tía vine a ver a mi tío, ¿está?



A: Híjole tu tío fue allá con tu abuelita ¿que no sabías?



T: No sabía y vaya que perdí 3 horas de viaje jajá, pues ni modo, me voy porque ya es tarde.



A: No, ¡pues ya que viniste hasta acá deja te doy de cenar y descansas un poco del viaje!



T: Está bien acepto, ¡gracias tía!



Debo decir que ese día se veía muy bien, traía una calza negra y una blusa morada escotada, yo la miraba con morbo, mi verga poco a poco se iba endureciendo, ella saco unas cervezas y comenzamos a beber.



A: ¿Te tomas una?



T: Claro tía, ¡ando sediento!



A: ¡jajá, canijo!



T: ¡Salud!



Esa una se convirtió en dos ya si seguimos, tomamos y tomamos hasta que poco a poco ella comenzó a soltarse, me bailaba, se me sentaba en las piernas, se empinaba frente a mí, en eso ella toco el tema.



A: Te acuerdas de esa vez que nos pasamos y lo hicimos en la unida, ¡eso estuvo muy mal!



T: Si lo sé, ¿pero te gusto no?



A: ¡Mmm! me encanto, coges riquísimo, además tienes una verga rica!



T: ¡Qué bueno que te guste mi verga!



A: Me encanta, hasta sueño con ella, ¡jajá!



Al mismo tiempo que decía eso ella me acariciaba la verga, y me besaba el cuello, yo le acariciaba las piernas, y las nalgas, en eso comenzamos a besarnos muy rico.



Estábamos en la sala, yo me levante de la silla y la lleve lentamente a su sofá, me quite mi playera mientras ella me mordía y besaba mi pecho, yo poco apoco le quitaba su blusa dejando al descubierto sus tetas, yo las besaba y jugaba con sus erectos pezones, lentamente besando su abdomen comencé a quitarle su licra y saboreando ese rico par de piernas me dirigí a su pepita.



T: ¡Me vuelves loco tía!



A: Dime Andrea, ¡uhm!!



T: ¡Es que tía me excita más!



A: uhm, ¡entonces dime así!



Ella jadeaba suavemente y yo me deleitaba con esas piernas que siempre me habían vuelto loco, comencé a chuparle sus húmedos labios vaginales, introducía mi lengua dentro de su vagina y jugueteaba con su clítoris, al mismo tiempo mis manos acariciaban sus tetas y sus ricas nalgas y poco a poco llevaba mis dedos hasta su vagina.



Ella me apretaba la cabeza mientras jadeaba, yo ya con mis dedos dentro de ella, observaba como gozaba lo que le hacía, ella estaba ya prácticamente empapada de mi saliva y sus fluidos y yo con la verga bien parada, me puse de pie me baje el pantalón y mi bóxer, ella se sentó en el sofá e inmediatamente llevo mi verga a su boca.



La chupaba como aspiradora, con una mano me agarraba y sobaba mis testículos y con la otra se apoyaba a meter mi verga en su boca, sentía sus dientes recorrer todo mi falo, lengüeteaba la cabecita y poco a poco lo introducía hasta su garganta.



T: ¡Uf!! Tía que rico me mamas la verga sigue así sigue!



Yo le decía mientras ella se ahogaba con mis 17 cm de carne, se atascaba la boca y me tenía jadeando como loco, le apretaba la cabeza hasta ahogarla, ella me tenía viendo estrellas.



Estuvo mamando por un rato hasta que se puso de pie y me pidió que se la metiera, yo como buen sobrino obedecí…



A: Métemela ya nene, quiero esa verga adentro.



T: Ok perrita, te daré lo que te encanta, ¡acomódate!



A: ¡Mmm! claro que soy una perra, una perra come vergas y más la de mi sobrino vergon!



T: ¡Pues cómetela perra!



La puse en cuatro sobre el sofá y la penetre con violencia, le agarre sus caderas y le dejaba ir mi verga bien dura, ella me agarraba de la pierna y me pedía que no me saliera, yo al mismo tiempo le arañaba la espalda, ella gemía y movía sus nalgas como buena perra que es.



A: ¡Así!! dámela, cógeme, ¡cógeme no pares!



T: Que rico aprietas, ¡tía me encanta tu vagina!



A: No soy tu tía, ¡soy tu perra!!



T: Entonces recibe tu dosis de verga perra…



Cambiamos de posición, ella se acostó y yo le abrí las piernas como si fuesen unas tijeras, le metí mi verga suavemente, mientras que agarrándole los talones me apoya para penetrarla mejor.



T: ¡uhm, que rico, ah!!



A: Tu viniste a esto, uhm, ¡no a ver a ti tío!



T: Es que tu vagina es un vicio, ¡uhm!



El sonido del choque de mis testículos con sus nalgas me excitaba más, en una rica maniobra la puse de ladito y seguí dándole más fuerte, en esa posición sentía como me apretaba más fuerte, al mismo tiempo le agarraba y le apretaba sus tetas.



A: Que rico mi amor, que rico me coges, ¡uhm!!



T: Aprietas delicioso, ¡eres una experta come vergas!



A: Me encanta tu verga amor, cógeme y no pares de metérmela, uhm, así, uf, ¡ah!!!



Ella ya no aguanto más y sentí como comenzó a chorrear mientras se convulsionaba de placer, mi verga se empapo de su delicioso jugo



A: ¡Ay!! papi que rico!! dios!!



T: ¡Pero aun falto yo nena!



La volví a colocar en cuatro, aprovechando sus fluidos estimule su anito, mientras ella seguía retorciéndose, al tenerlo ya listo comencé a meterlo lentamente, comencé con la cabecita, ella mordía un cojín de adorno que tenía el sofá, en eso sin decirle más se la deje ir con todo, ella grito y se retorció, pero a mí no me importo yo la tome del cabello y comencé a darle con todo…



El grosor de mi verga la lastimaba, pero eso no me detenía, le daba de nalgadas y se la deja ir con mucha fuerza.



T: Tómala perra, aquí está tu verga, ¡tu culo es mío ahora!



A: ¡Ah! Me duele, ah, ¡me duele!!



T: Te duele, pero gozas perra, ¡grita como la perra que eres, quería verga no pues aquí esta!



A: ¡Si!!! Soy tu perra!!!



Seguí dándole fuerte, al mismo tiempo que le apretaba el cabello con y otra mano le daba de nalgadas y le pellizcaba sus ricas nalgas.



Que rico era tener así a mi tía, en ese momento pensé en que nos descubrieran y eso me excito más, la tome de las manos y la embestía con brutalidad.



A: ¡Ay!! Mi culo, ¡uhm!!!



T: ¿Tu culo? Dirás mi culo, ¡uhm!!



La empujaba con fuerza, su cara chocaba con el respaldo de su sofá, la muisca encubría nuestros ruidos, mi verga le hacía más grande el ano, ella paso del dolor al placer moviéndose muy rico en círculos que me tenía en la gloria.



T: ¡muévete perra, uhm!!



A: ¿te gusta?



T: ¡Si!! ¡Prosigue!!



La estrujaba con todo, me movía tan rápido como podía, su culo estaba maltrecho y yo ya no resistía más.



T: Me voy a venir, ¡uhm!!



A: Dámela hijo, ¡lléname de leche mi culo!



T: Tía que rico culo tienes, ¡me vengó me vengo!!!



A: ¡Si!!! dame tu leche! ¡Dámela toda!!



Como si fuera manguera me vine dentro de su culo, ambos gritamos y nos retorcimos en un gran orgasmo, ella me volteaba a ver mientras que yo con gran fuerza jalaba su cabello.



T: ¡Toma, uhm!



A: Tyson uhm, ¡eres el mejor!



Descansamos un poco, tomamos unas cervezas más y continuamos cogiendo, al día siguiente muy temprano me despedí de ella y me fui a mi casa, esa fue la última vez que la vi ya que la muy puta engañó a mi tío y se divorciaron.



Dicen que se casó nuevamente y tuvo tres hijos más y con quien se haya casado lo felicito por tener una hembra come verga de lujo, perdón tío, pero tu ex mujer era una verdadera traga vergas y fue mi puta, no me arrepiento de nada.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 8
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