Había llegado el verano, no sé el porqué, pero en esa época del año, y con el calor, mi hambre sexual aumenta todavía más ...
Iba a encontrarme con Lorena, mi amante y amiga incondicional.
El calor era insoportable, el día no invitaba a pasear. Decidimos ir al cine, estrenaban una película que nos apetecía ver a ambas. Estaba tan guapa y exuberante.. Me encantaba su largo y oscuro cabello tan brillante y liso que tanto se le agitaba al andar. Y sus piernas, larguísimas y bien formadas, no podía apartar mi vista de ellas y menos ese día, que lucía para mí una minifalda con la que siempre me ponía a cien. Parecía que Lorena tambien estaba disfrutando
recorriéndome de arriba abajo con la mirada. Ni que nos hubiésemos puesto de acuerdo, ambas con faldita azul. Tenía ese brillo especial de deseo en la mirada que tanto me gusta, mirada a la que yo respondía con otra maliciosa.
Hacía mucho calor, y quejándome de ello y jugando, me soplaba directamente al cuello cuando íbamos de camino obligándome a hacer esfuerzos sobrehumanos para no desnudarla y besarla a plena luz del día en plena calle. Hacía mucho calor ese día sí, pero mi calor interno era mucho mayor. Aun faltaban tres cuartos de hora para que comenzase la película, así que fuimos a tomar un refresco y me relajé y serené. Finalmente llegamos al cine. Nos sentamos en la última fila.Apagaron las luces, y la cogí de la mano con ternura.
Comenzaba la sesión de ... cine. Al principio de la película, hicimos manitas de forma muy inocente, y nos dimos varios besos rápidos pero pronto sentí ese deseo sexual imperioso tan familiar para mí y para todo el mundo supongo! así que aparté mi mano de la suya para comenzar a acariciar su muslo izquierdo, ya que ella estaba sentada a mi derecha. Era muy suave su tacto y me fascinaban muchísimo sus piernas, necesitaba tocarlas, manosearlas a mi antojo, mientras, la besaba cada vez con más ímpetu entrelazando mi lengua con la suya, sacándola fuera, acariciando a al vez sus pechos con mi mano sobrante, y aunque la primera reacción de Lorena fue decirme que si me había vuelto loca, que estábamos en el cine, lamí su cuello despacio haciéndole sentir escalofríos, sabía muy bien que ese era su punto débil y que así
podía conseguir todo lo que quisiera, tanto que tan pronto recorrí su cuello dos veces, sentí la presión de su mano sobre mi sexo con la braguita de por medio. Estaba caliente, pero cuando removió sus dedos para separar mi braga y tocar mi coño sin las barreras de la ropa interior, me mojé completamente. Al igual que siempre, el hecho de estar en público, el riesgo de que alguna persona de la fila de delante se diese la vuelta y nos viera en faena, me excitaba sobremanera.

Ahhh es que estar allí en plena "sesión" con el contacto de su mano en mi parte más sensible , placentera y viciosa de mi cuerpo me hacía sentir un placer indescriptible, un enorme hormigueo que se hacía más intenso a cada segundo, y más que se iba hacer, porque sin pensarlo más, comenzó a masturbarme. Me restregaba la mano por todo mi coño y
mientras, yo jugaba con los rizos del suyo, entrelazándolos con mis dedos, dedos que le introduje, primero uno y luego
dos. Ella frotaba mi clítoris, me estaba volviendo loca de placer, lo hacía muy bien , le había costado pillar el tino cuando
la conocí, pero con el tiempo y la práctica se había hecho una experta masturbándome, sabía el punto exacto donde
comenzar a tocar, el tipo de movimiento a realizar de arriba abajo y la velocidad que debía llevar y el modo gradual en
que la debía aumentar sin necesidad de mis explicaciones. Me conocía tan bien como yo a mí misma. Me encontraba ya
en un punto en el que irremediablemente sabía que me correría , no podría contenerme ni parar ni seguir la película ni
guardar la compostura en esa sala llena de gente. El hormigueo estaba llegando a su máxima intensidad, mis bragas estaban totalmente chipiadas, mi sexo estaba hecho agua, seguíamos besándonos , yo también la masturbaba a ella,
más despacio que ella a mí, pues a ella le gustaba otro ritmo que yo conocía a la perfección. Nos besábamos con fuerza,
casi tanta como la empleada con nuestras manos para restregarnos nuestros sexos. Pronto noté sus convulsiones y ella

las mías, habíamos calculado bien todo para llegar al orgasmo casi a la vez. No podía más, ahora su mano frotaba más rápido mi clítoris , a gran velocidad, y con la otra metía y sacaba los dedos de mi vagina y de mi culo , frotaba más y más rápido cada vez, ahh iba a morir del gusto, ya llegaba ya llegaba lo sentía, y adivinaba que iba a ser de los mejores, tan bueno que olvidé dónde estaba y se me escapó un gemido de placer cuando Lorena ya se había corrido. Uf, había sido
descubierta, dos chicos de la fila de delante de la nuestra se dieron la vuelta al oirme, y nos vieron, vieron cómo era masturbada por ella, pero era el momento clave, si Lorena paraba al haber sido descubiertas, me hacía un gran putada
(perdón por la expresión), y así lo comprendió, porque siguió a pesar de sus miradas, lo cual me excitó aun más y me corrí bajo sus atentas miradas. No dijeron ni palabra, supongo que estaban impactados. Estaba sonrojada pero desfogada y satisfecha. Nos reimos por lo bajo, y conseguimos ver la tercera media hora de película. Nos volvió a entrar la necesidad y volvimos a la faena. Me pareció adivinar que nuestros admiradores tambien se estaban haciendo su correspondiente paja. Terminamos la segunda vez dos minutos antes de que encendieran las luces, por los pelos. Le dije con malicia a ella: "Qué te ha parecido la película?" , a lo que me contestó "tenía buena pinta, cómo habrá acabado? ja ja...". Salimos rápidamente del cine algo avergonzadas por haber sido descubiertas y al cerrar la puerta noté la presión de un brazo sobre el mío. Uno de los chicos que me había observado durante mi...goce me tendía una tarjeta con su teléfono y me decía que quería quedar conmigo esa misma noche. El otro observador obró igual con Lorena, pero esta ni la cogió. Me sentí cautivada por los ojos verdes y mirada penetrante de aquel chico que me proponía un
encuentro, ademas me enloquecía pensar que me había visto en un momento clave de mi intimidad. Le dije que...
bueno, esto continuará en la segunda parte, que irá a parar a la sección de relatos eróticos heteros dadas las circunstancias.