Esta es la 2ª parte de mi relato "Perdiendo el control" de la sección lésbica. Para refrescar vuestra memoria, todo comenzó un día de verano muy caluroso y muy alocado, puesto que el inocente plan de ver el estreno de una película con mi amiga se transformó en una tarde de masturbación la una a la otra en el cine, con pillada incluida por dos chicos de la fila anterior a la mía...
Javier, así se llamaba uno de ellos, me dio su tarjeta al salir del cine para que le llamara y quedase con él esa noche. Me parecía todo tan subrealista...no daba crédito a lo que me había sucedido, aunque reconozco que lo había pasado en grande, eso de tener uno de mis orgasmos con Lorena y en el cine y siendo observada por Javier y su amigo....No puedo describir lo que sentí, porque no es algo explicable con palabras.
Le dije que tenía prisa, no se me ocurrió nada más brillante, pero cogí su tarjeta y dándome media vuelta la guardé en el bolso. Decir que estaba sonrojada es poco. Lorena ni siquiera escuchó las palabras del amigo de mi....admirador. Nos alejamos rápidas de allí. Aquella noche no salí, estuve en casa recordando sin parar todo lo experimentado aquella tarde, y sin poder apartar de mi mente la imagen de aquellos ojos verdes de eso chico que tantas cosas habían visto. La noche siguiente volví a recordar sin querer los acontecimientos del día del cine, y me repetía a mí misma que guardaba su tarjeta solo como recuerdo de aquella tarde calenturienta y nada más, sin embargo, esa noche, no lo pude resistir, me dispuse a escribirle un mensaje por movil, y cuando lo terminé, me sentí como una quinceañera, ya que dudé por unos segundos, y finalmente lo envié. El simple hecho de leer en mi pantalla "enviando mensaje" me excitó un poco, ya que de mi acción se desprendía que le daba a conocer a Javier mi número de teléfono ( el número de una chica a la que él había visto cómo era masturbada por otra y ademas en el momento de alcanzar el orgasmo) con lo cual podía llamarme si así lo decidía y sabía que no me resistiría a quedar con él para un encuentro sexual.
No tardó ni un minuto en llamarme, me preguntó si podíamos vernos esa misma noche, y le dije que sin ningún problema ( realmente tuve que cancelar otros planes, aunque no se lo dije, pero sabía que merecería la pena). Habíamos quedado en un bar de marcha para tomar unas copas,me pareció un buen comienzo. No tocó el tema de lo que ocurrió la tarde del cine, no dejaba de mirarme y su mirada me ponía nerviosa, pocas personas consiguen eso conmigo, suelen decirme que soy yo la que les pongo nerviosos/as con la mía. Así que aquello me descolocaba y me daba mucho morbo. Ademas era muy guapo, con un cuerpo perfecto para mi gusto, espalda ancha, brazos fuertes con músculos notorios a los que no daba importancia. Moreno, de ojos verdes y con perilla, ahí estaba, como indicaba su sonrisa, disfrutando indudablemente de mi reacción a las miradas que me clavaba.
El garito comenzó a llenarse, le empujaron sin querer y quedó su boca a 3 cm de la mía, me entró el calor, permanecí inmovil, no quería alejarme de él. Acto seguido recibió un segundo empujón con el tumulto de la gente, y ahí sí aprovechó para robarme un beso. Creí que no me iba a soltar, que sería un beso largo e intenso, pero solo me dio un beso corto sin lengua, se separó 1 cm de mi boca y esperó mi reacción manteniendo esa cortísima distancia, entendí que se trataba de un beso de invitación con el que me preguntaba si quería que comenzase lo bueno o si por el contrario no me agradaba. Mi respuesta no pudo ser más convincente, le devolví el beso sin pensármelo dos veces, esta vez con lengua, largo, muy intenso, muy húmedo y caliente. Se apoderó de mis labios. Me encantaba su forma de besar, me comía la boca, me agarraba con fuerza, y me chocó su tacto áspero de la cara pegada a la mía (llevaba un tiempo manteniendo relaciones sexuales y besándome solo con Lorena, y durante ese tiempo por raro que parezca había olvidado lo que era sentir el tacto de una piel con barba en mi cara) . No dejábamos de besarnos, su efecto era en mí como el de un iman sobre una aguja.
Tras la segunda copa comenzamos a bailar al ritmo de la música, cada vez más apretados, y sentía su miembro contra mi cuerpo en esos apretones, unas veces porque forzaba él la posición, otras, porque yo lo buscaba y me rozaba a sabiendas con su sexo. Eso me excitaba mucho, aunque creo que a él todavía más..se le notaba caliente, su expresión había cambiado, tenía un gesto curioso que le delataba, en su cara se leía "quiero hacerlo ya", y en la mía supongo que se adivinaba lo mismo que en la suya sin necesidad de grandes esfuerzos mentales o suspicacia...
Me preguntó si quería tomar otra cosa y le contesté que no me apetecía tomar nada más, lo que Javier tradujo como "vámonos ya" y acertó en su traducción, ya que me moría de ganas de acostarme ya con él.
Había traido coche, me dijo que subiera y que si me apetecía ir a su casa, le dije que sí. Llegamos enseguida, condujo rápido, imagino que por las ganas y prisas que tenía al igual que yo. Su casa era grande, de dos plantas. Subimos a su habitación, se sentó en la cama y con aire de fingida arrogancia me pidió que me pusiera cómoda y que me sintiera como en mi casa. Aunque bromeaba, se le veía tan seguro de sí mismo que no me equivoqué al vaticinar una noche espectacular. Se quitó la camisa, y sentado me atrajo hacía sí y me besó. Yo seguía de pie, me empujó hacia la cama y acabé sentada a su lado, besándonos ambos como posesos. Se inclinó y me tumbó en la cama. Tocó mis tetas, metió las manos por debajo de mi camiseta para sentirlas mejor, bajó su mano hasta el botón de mi pantalón y lo desabrochó con habilidad, la misma con la que me quitó los pantalones en cuestión de segundos. Sus ojos estaban encendidos de deseo. Casi me arrancó la camiseta más que quitármela y mi sujetador no sabía ni dónde lo había echado(cuando acabó nuestra ...maratón me costó un rato encontrarlo, y me resultó cómico). No me dejó ayudarle a quitarse sus pantalones, lo hizo él solo y rápido, y se quedó en calzoncillos. A mí no me quitó las bragas. Se puso encima mío y mientras nos besábamos, restregaba su miembro contra mi sexo con la ropa interior de por medio, ahí sentí que enloquecía, quería sentir su miembro dentro de mí, me sobraba la ropa como nunca, odiaba mis bragas y su ropa interior, que eran los culpables de no poder sentirle sin barreras. Pero descubrí que me iba a hacer sufrir, él también deseaba metérmela sin más contemplaciones, pero no iba a ponérmelo tan facil, primero me besó y chupeteó los pezones. Lamió mi cuello, mi vientre y la zona de mi pubis. Una vez que me besó ahí ya no podía dejarle parar, me preparé para protestar si no seguía bajando en su recorrido con la lengua, pero afortunadamente no fue necesario, pues me quitó las bragas de un solo tirón y me abrió las piernas para hundir su cabeza en mi sexo, que estaba ya empapado. Comencé a jadear y separó tanto mis piernas que pensé que me las iba a partir. Me sentía dominada por él, y ello me excitaba demasiado. Me introdujo un dedo, luego lo pasó por todo mi sexo, y me lamió como nunca nadie lo había hecho, su lengua era un perfecto instrumento de placer, parecía que había sido creada para ello. Me ponía a mil su forma de moverla, sus lametadas, su humedad, su tamaño, era grande, hábil en movimientos, no paraba de lamerme de arriba abajo, me penetró con ella, me sentía mareada de placer, la pasaba por mi clítoris , no podía más, me corrí en su cara. Me dio poco tiempo para reponerme, escaló por mi cuerpo, me besó, toquiteó más mis senos y terminó de desnudarse. Pasé mi mano por su pene, comencé a acariciárselo, su tacto húmedo y endurecido me agradaba y excitaba, comencé a masajeárselo con suavidad, le hacía cosquillas en el capullo, despues aumenté la velocidad en el masajeo y se lo agarraba con fuerza, era mío, era para mí, lo noté muy caliente y excitado , rápidamente sacó un condón, que yo misma le coloqué y se dispuso a penetrarme. Continuará (siento haberlo cortado aquí, no ha sido con ánimo de fastidiar, lo prometo, es solo que quiero dar lujo de detalles y se me ha hecho tarde para seguir. Hasta muy pronto.)