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Categoría: Maduras

Perdí mi virginidad con una bella señora madura.

Mi nombre es Juan José pero mis conocidos me llaman Juanjo. Soy un chico alto, blanco, de cabello negro y algo ondeado. He decidido compartir mis experiecias con ustedes mediante esta página. Esto sucedio cuando yo acababa de cumplir los 18 años. Como cualquier chico de esa edad, deseaba tener sexo, no me importaba la edad sólo quería follar. Un día por tarde suena mi celular, era mi amiga Angie de la cuadra, quería que le ayude hacer un trabajo que le habían dejado en la universidad. Debo de aclarar que ambos estudiamos lo mismo, pero a diferencia de ella, yo estoy 2 ciclos adelantado. Fui a su casa y la que me abrió la puerta fue su madre, Romina. Esta mujer tenía sus 40 años aproximadamente, es madre soltera y con un físico agradable. Es un poco alta, delgada, blanca, de cabello castallo y largo, con unos senos grandes y unas caderas de infarto, en resumen es una mujer guapa al igual que su hija.  Ella trabaja muy duro para sus 2 hijos (Angie y Paul, un niño de 12 años), recuerdo que Angie me contaba como sus padres discutian mucho, por las frecuentes peleas, se separaron y Romina se quedó con sus 2 hijos, el padre conoció rápidamente a una mujer pero nunca deja de enviar dinero para sus hijos. Bueno, entré en la casa y Romina me dijo que Angie estaba en su cuarto esperandome.



-Juanjo. Angie está en su habitación, te está esperando.



-Ya seño, gracias.



-Ahorita les llevo unos panecillos con té.



Entré a la habitación de Angie, como dije que era guapa al igual que su madre anteriormente, me vino unas ganas de follarmela pero controlé mis emociones rapidamente.  Mientras le ayudaba con su trabajo, estuvimos conversando, ya saben cosas de jovenes. Entra Romina al cuarto con los panecillos:



-Tomen chicos.



-Gracias seño.



-Angie, presta atención lo que Juanjo te dice. No quiero bajas notas.



-Jajaja (todos)



Romina se fue y yo me quedé con su hija ayudandola en su trabajo y conversando. Luego de unas 3 horas aproximadamente terminamos su trabajo. Jajaja recuerdo que ella se alegró mucho, ya que el trabajo anterior no lo había presentado. Mientras estabamos contandonos nuestras cosas, ella abrió su Facebook a ver sus notificaciones. De pronto una amiga en común le habla y le dice que quiere ir al cine. Angie aceptó inmediatamente pero yo no estaba tan seguro, estaba cansado por las 3 horas que estuve sentado frente a una pantalla ayudandole en su trabajo, además tenía resaca del día anterior, es que salí con unos amigos y amigas de mi universidad y llegué tarde a mi casa. Yo no acepté la invitación y les dije que para otro día será. Rapidamente, Angie tomó una ducha y se vistió para ir al cine. Le dijo a Romina que iba a salir:



-Mamá, voy a salir al cine con una amiga.



-¿Ya terminaste tu tarea?



-Si mamá, ya está listo.



-¿Y con quien dijiste que ibas a salir?



-Con una amiga mamá, Juanjo la conoce. No te preocupes.



-Esta bien, pero ten mucho cuidado. Ten tu celular prendido.



-Ya mamá.



Angie se despidio y se fue. Yo estaba en su habitación, recogí los platitos y las tazas que Romina nos había servido, los llevé al lavadero y los lavé.



-Ay Juanjo, gracias. No era necesario que los laves.



-No importa seño.



-Ten (dinero)



-No seño, no se preocupe.



-Recibelo hijo, te haz matado 3 horas explicandole a mi hija.



-Jajaja, bueno está bien. Gracias.



Romina y yo estuvimos conversando, sobre su trabajo, mis estudios, mis salidas con chicas, algunas experiencias de ella, etc.



-Me doy cuenta que tienes suerte con las chicas.



-Jajaja, bueno asi parece.



-Jajaja. No se suele ver un chico con jale y a la vez estudioso.



-Uhm... verdad no? Creo que marco la diferencia.



-Jajaja. Nosé por qué mi hija no se fija en ti.



-Será porque a ella lo conosco desde hace mucho tiempo. Practicamente crecimos juntos, para ella es normal verme.



-Jajaja. Si, creo que es eso.



Era la primera vez que conversaba tanto con ella, las horas parecían minutos. Fue muy agradable conversar con ella. Era tanto así que hablamos de su vida con su exesposo. Me decía que él la trataba mal, llegaba tarde a casa, que ella estaba segura que su exesposo salía con otras mujeres. Era la típica vida de dos esposo que no disfrutaban de su matrimonio. Luego de tanto conversar, noté que ya era algo tarde y decidí irme.



-Bueno seño ya me tengo que ir, ya es de noche.



-Ay si. Perdon por quitarte tiempo.



-No, no se preocupe. Fue genial conversar con usted, ojala que se vuelva a repetir.



-Si, ami también me agradó conversar contigo.



-No se olvide de llamar a Angie, ya es algo tarde.



-Verdad, lo había olvidado. Hable contigo tanto que me olvide de mi hija. Ahora la llamo.



-Chau seño, nos vemos.



-Chau hijo, ve con cuidado.



Mientras iba a mi casa estuve pensado en todo lo que hablé con Romina, me gustó hablar con ella.



Al día siguiente, domingo, estuve haciendo unos trabajos de la universidad. Me pasé toda la mañana y casi toda la tarde haciendo esos benditos trabajos.  Eso de las 6pm estuve viendo TV, vaya que no había nada divertido para (como cualquier domingo). Decidí ir a la casa de Angie para pasar el rato con ella, me duche y me vestí. Cuando fui a su casa, fue Romina la que me abrió la puerta:



-Seño, está Angie.



-Uy, justo ahora acaba de salir.



-Asu, ¿y va a demorar?



-Creo que si. Pero entra, te invito algo.



Amablemente Romina me invitó una tajada de torta que había traido de su trabajo, una compañera de ella estaba de cumple años. Me lo dio ami porque Angie no lo quería. Mientras estuve comiendo esa deliciosa torta, estuvimos conversando como ayer. Ella me contaba sus experiencias en su juventud, los chicos con los que salía, la diferencia entre la juventud de su tiempo y la juventud de ahora. Yo también le compartía alguna de mis experiencias, pareciamos 2 amigos, era como si nos hubieramos olvidado de la edad del otro.



-Juanjo, no habrás hecho cochinadas con esas chicas no?



-Jaja no seño, yo las respeto.



-A ya, que bien. Ya no se encuentran chicos así.



- :) (sonrisa)



-Entonces, por lo que acabas de decir. ¿Eres virgen?



-(sorprendido y avergonzado)



-Jajaja vamos Juanjo, no te sientas incomodo. Puedes confiar en mi.



-Bueno, si soy virgen. Pero no le diga a nadie.



-No te preocupes, todo lo que conversamos queda entre nosotros dos.



-¿Y por qué me preguntó directamente eso?



-Quise saberlo, me gusta que no seas un chico cualquiera. Bueno, y supongo que te preguntas como se siente el sexo.



-Bueno si, no voy a negarlo. Me lo pregunto como cualquier jóven virgen.



-Jaja, yo también me lo preguntaba. Hace ufff.



-¿A que edad perdió su virginidad?



-A los 17 masomenos.



-Vaya que humillación siento.



-Jajaja, tranquilo. Ya llegará el momento.



Seguimos conversando, y cada vez tocabamos temas más profundos. Estaba sorprendido, era la primera vez que hablaba de esto con una persona mayor. Luego de un buen rato que estuvimos hablando ella me dice:



-Y Juanjo, supongo que te mueres por tener tu primera vez.



-Jajaja (avergonzado). Bueno si, la curiosidad me mata.



Estuvimos en silencio unos segundos que parecían eternos y de pronto ella me dice con una voz calmada:



-Si quieres, tu primera vez puede ser conmigo.



-(muy sorprendido)



-Disculpame por ser tan directa. Es que, como te lo dije antes, mi última vez fue con mi exesposo.



-Seño, nose que decir.



-(callada)



-Está bien.



-¿Aceptas?



-Si seño,creo que es un bien para ambos.



Me agarró de la mano y me llevó a su habitación. Era la primera vez que entraba ahí, estaba muy arreglado y limpio. Cerró la puerta y empesó a quitarse la ropa, pude contemplar su hermoso cuerpo desnudo frente ami. Sus tetas eran preciosas. Mi pene estaba muy erecto, tanto así que mi pantalón no lo tapaba.



-Quitate la ropa.



Estaba nervioso, como cualquier jovencito que está apunto de perder su virginidad. Me quité la ropa  y ella miró mi verga totalmente parada. Se acercó ami, y empesó a tocar mi verga.



-Lo tienes bien parada, me gusta y es grande.



-(callado y nervioso)



-Relajate, yo me haré cargo. Sientate en la cama.



Me senté en la cama y ella se arrodilló en frente de mi. Cogió mi pene con su mano izquierda y comenzó a chuparmela. Primero lento y luego fue subiendo la velocidad. Con su mano derecha estaba que se frotaba su clítoris. Vaya se sentía genial, era la primera vez que me lo chupan y estaba feliz. No duré mucho y boté mucho semen en la boca de Romina. Ella bebió todo mi semen y con su lengua lamió mi glande esta no dejar ni un rastro de semen en mi pene.



-¿Cómo estuvo?



-Bien, me gustó mucho.



-(sonrisa). No sabes lo que se viene.



Se hecho boca arriba en la cama y abrio sus piernas.



-Ven, ahora es tu turno. No te preocupes, yo te voy a guiar.



Yo ya había perdido los nervios, y rapidamente me subí a la cama y acerque mi cara a su vagina.



-Primero mi clítoris, lo lames y chupas.



Hice lo que ella me dijo, inicié lamiendo su clítoris y luego lo chupe. Romina soltaba unos gemidos por lo que le hacía, luego estuve lamiendo su hueco, metiendo y sacando mi lengua. Pude sentir ese cálido líquido que salía de su vagina, me lo bebia todo.



Pasaron diez minutos y de pronto soltó gemidos fuertes y decia ‘’Me vengo, me vengo’’. Soltó una gran cantidad de líquido, y todo lo bebí. Mi pene ya estaba erecto y ella me dice:



-Ya, métemelo.



Puse mi pene en la entrada de su vagina y se lo metí poco a poco. Vi como su cara cambiaba por mi pene que entraba en ella. Metí todo mi pene en su bello ser, era tan húmedo y caliente que me erizó el cuerpo. Estuve follandomela a una velocidad normal, mientras lo hacía chupaba sus senos y, peñiscaba sus pesones con mis labios. Ella me abrazó con sus piernas fuertemente, y yo subí la velocidad, la estaba follando con toda la fuerza y rapidez que podía. Romina gemia bastante, me hiso pensar que en realidad si necesitaba sexo. Estaba orgulloso de mi, me estoy follando a una bellísima mujer de 40 años. Llegó el momento, ya no soporté tanto placer. Mi novato pene ya no soportaba el semen.



-Me vengo.



-Bota tu leche adentro mío. Hazlo.



Boté gran cantidad de semen dentro de ella, Romina soltó un fuerte gemido al sentir mi caliente semen tocar con sus paredes vaginales en dirección a lo más profundo de su ser. Termine de eyacular y me quede encima de ella, muy agitado.



-Ay Juanjo, no estuviste mal. Lo necesitaba.



-Gracias, no sabes como me moría por sentir esto.



-Lo sé. Oye pero no le digas esto a nadie, menos a mi hija.



-No te preocupes, además es obvio que no le voy a decirle a nadie.



Nos abrazamos con muchas ganas, nos vestimos y ella me invitó un vaso con agua:



-Toma, seguro estás de sed.



-Si lo sé. Pero me vine dentro de ti...



-De eso no te preocupes, yo me encargo de eso. Es más, para la próxima traes condón.



Con lo que me estaba diciendo me dio a entender que iba a volver a suceder.



-Bueno, ya es hora de que te vayas. Angie regresa en cualquier momento, de Paul no me preocupo porque se va a quedar con su padre hasta mañana.



-Esta bien, nos vemos.



Vaya había perdido mi virginidad con una señora hermosa de 40 años, estaba feliz. Mientras iba a mi casa no dejaba de pensar sobre lo que había sucedido. Estaba ansioso por mi siguiente experiencia sexual.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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