Ayer al intentar dormir, en mi mente viña con total intensidad, su expresión de amar! Y cada recuerdo, mi corazón se aceleraba cada vez más.
Imaginé como sería maravilloso, con este friozinho que está haciendo, usted a mi lado bajo un edredón.

En el mismo momento, ya sentía sus manos blandas y tiernas, sean conducidas a mis senos calientes y llenos de antojos por ti!
Podría sentir tus labios junto a mis, en un beso ardiente y apasionado.

Mientras eso, mi cuerpo ya estaba tomado por nuestra embriaguez e insensatez. Me sentía quemar y delirar con tamaña gana!
Mis ojos cerrados, podían verte en la obscuridão de todo mi placer.

Olvidé de todo y sólo sentía tus maravillosas manos la tocarme y llevarme la locura! A los besos sensuales, mis senos a clamar la ti por más caricias y desnudos envoltos al edredón, sentía que el sudor me descendía sin control.

Mi cuerpo era su en aquel instante.

Intentaba saciar mi sede de amor, con todo que pasaba en mi mente. Y entonces, su boca llegaba a mis pezones rígidos y tomados de completa tesão!

Tú los sugava de manera uniforme y prazeiroza. Mis fuerzas se acababan en aquel instante.
Sabía que mi entrega estaba siendo totalizada en aquel momento.

Mis movimientos eran incalculables y actuaban de forma que ni aún yo los pudiera controlar.
De pronto, me vi penetrada por usted y tenía certeza que ya me poseías.

Mis gemidos eran blandos, más sin contensão. Su respiración oscilante, llegaba a mis oídos como un grande presente.
Nosotros dos estábamos entregues un al otro.

Y cada orgasmo sentido, nos hacía viajar por horizontes nunca visados!
Yo sudaba tanto, que ni me di cuenta que había quitado el edredón.

Desnuda y expuesta aquellas sensaciones, mi imaginación volaba cada vez más!
Noté cuando yo vendré boca abajo, que su lengua paseaba por cada pedacinho mío.

Sus manos y lengua, hacían un trayecto inolvidables!
Cuando por una fracción de segundo, gemí al sentirte adentrar nuevamente a mi cuerpo. Siendo que esta vez, era por un lugar más delicado y sensible.

Más una vez inebriados de antojo y volúpia, íbamos más y más lejos!
Nuestros gritos de placer eran la prueba, de mucha pasión!

Y este encanto duró más que yo misma preveía. Aún con tus manos en mí, sentía la necesidad de ir muy más además.
Más eso escribo después...
29/01/2005.