Still loving you...y una guitarra electrica que llega con sus vibraciones hasta el recorrido de la sangre en mis venas. Me tiemblan las manos porque me evoca aquellos momentos de prohibido extasis. ¡¿Por qué?! ¿Por qué pusiste este tema de Scorpions mientras me hacias el amor aquella noche? Para que ahora, cada vez que lo escuche me recuerde aquel delicioso pecado que cometimos tu y yo, sabiendo lo que estaba mal... si, que tu y yo estabamos en pareja pero con otras personas.
No me importo, me doblegue ante el deseo de tenerte para mi, desde el primer momento que te vi. Loca o no, tu tambien te dejaste llevar por el ansia, sediento de mi cuerpo, el cual yo te ofrecia sin mayores recatos. Queria ser tuya y que fueras mio.
Te seduje aquella noche en la fiesta aunque ya estabas rendido ante mis pies, dispuesto a hacer cualquier cosa por poseerme y hacerme morir de placer. Corrimos a tu casa, donde no habia nadie y sabiamos que ibamos a estar tranquilos.
Me desnudaste casi rompiendo mi vestido y tremendamente exitado. Besaste mis hombros, mi cuello y mis brazos comenzando a hacerme vibrar. No podia contenerme, te besaba yo tambien con pasion los labios, te mordia y te arrastraba hacia mis pechos espectantes de tu boca. Nuestros movimientos eran bruscos, apurados, salia a borbotones todo aquello que veniamos controlando desde hacia un largo tiempo, viendonos y sabiendonos prohibidos el uno para el otro.
Y pusiste este maldito cd de Scorpions a todo volumen para que nadie escuchase mas de lo permitido. Still loving you... de ritmo cadente, algo apagado pero que sorprendentemente me provocaba un extraño impetu de sensualidad y me invitaba a recibirte en mi cuerpo a un ritmo lento pero persistente. Volviste hasta mi y tomandome entre tus brazos me subiste a la mesa entreabriendo mis piernas y te acercaste a mi... Solo pude emitir un sonoro gemido cuando senti tu firme miembro llegando lentamente hasta lo mas hondo. Me abrazaste para que ya no pudiera escapar, moviendo tus caderas una y otra vez, entrando y saliendo de mi haciendome rogarte que no te detuvieras, que siguieras hasta hacerme explotar. Gritabas y jadeabas al igual que yo, juntos nos ibamos quemando en nuestro propio y delirante infierno.
Hasta que te senti llegar y en una ultima embestida de tu sexo alcance yo tambien un celestial orgasmo dentro del mismo averno!
Me deje caer de espaldas sobre la mesa y tu, aun dentro mio llevaste tu cabeza hacia atrás dando un hondo suspiro. Estabamos transpirados, rendidos e inmoviles... solo se sentia el latir de nuestros corazones agitados. Pero no podiamos seguir alli, la fiesta, la gente, tu mujer, mi novio...
Sin recuperarnos del todo volvimos a colocarnos la mascara que hasta entonces nunca antes nos habiamos quitado. Volvimos a esa fiesta e hicimos de cuenta que nada habia sucedido.
Es el dia de hoy que todavia escucho esos acordes y rememoro nuestro pecado, arrepintiendome por momentos, pero cuando recuerdo el placer, los besos y el arrebato con el que hicimos el amor aquella noche, no puedo evitar desearte nuevamente...
Sigo fascinado por la brevedad y excelente manera de contar temas tan difíciles como los eróticos. Y en un aspecto mal visto como la infidelidad que es producto de la tentación a la que nos vemos envueltos y que a veces no podemos vencer. Felicito tu calidad de escrtora y la forma en como nanejas las palabras para atrapar inmediatamente al lector. Un Abrazo.