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Hola, me llamo Paty y soy una niña bien, hija de familia hasta incluso un tanto fresita, tengo muchísimos amigos, los hombres en general hasta parece que me tienen miedo y me hacen caravanas y tratan de complacerme en lo mas mínimo, pero encontré uno que me trato en una forma tan despectiva que me hizo lo que quiso. Les diré que soy muy guapa, de piel blanca, mido 1.65, tengo unas pompis paraditas y abultadas, piernas muy bien torneadas ya que hago bastante ejercicio, cintura de avispa y caderona, ojos verdes, boca pequeña roja y carnosa, y unas bubis regulares de tamaño pero bien paraditas y duras.
Quiero relatarles cual fue mi primera experiencia sexual aunque realmente no me cogieron pero para mi fue increíble por lo que fui capaz de hacer aunque ya estaba bastante grandecita ya que tenia 23 años y aun nadie me había tocado ni siquiera mis pompas, ya que yo no lo permitía debido a que era una paleta.
Yo estaba terminando la Universidad y tenia un novio que era medio menso y lo mas que me tocaba era la mano, el tenia un amigo ya mucho mas grande, el era Mario, a veces nos acompañaba y se iba con nosotros en el metro, desde que lo conocí me di cuenta de que me miraba con lujuria y a mi me caía mal. Mi novio siempre entraba primero al vagón tomándome de la mano yo le seguía y hasta atrás Mario, el cual poco a poco y día a día se me iba pegando un poco mas hasta el punto que yo empecé a sentir su enorme verga recargarse en mis piernas y nalgas, poco después empezó a restregarse contra mi trasero y así cada vez empezó a tomar mas confianza y me restregaba descaradamente su verga en medio de mis nalgas,
yo no decía nada por evitar algún problema y por pena, el siguió aprovechando eso y en esas multitudes me empezó a meter la mano en mi trasero y después ya tomándome descaradamente mis nalgas cosa que nunca había permitido que me hicieran ya que era yo muy santurrona, un día llego al grado de a abrírmelas y meter un dedo entre ellas por encima de mi ropas, del disgusto empecé a pasar al gusto.
Todo sucedió un día que mi novio no fue a la escuela porque estaba enfermo, yo encontré a Mario donde normalmente lo veíamos y se puso muy contento, nos subimos al metro y extrañamente no me toco como normalmente lo hacia (si lo hubiera hecho capaz que lo golpeo), me empezó a platicar tan agradablemente que me convenció de no ir a la escuela y fuimos a desayunar.
Tardamos tanto que nos dieron como las 11:00 el me invito al cine, yo no quería pero accedí, prácticamente no había gente en la sala y nos sentamos hasta atrás, al poco rato el me empezó a acariciar el cuello y yo sentía riquísimo, en eso estaba cuando me tomo la rodilla y me la empezó a acariciar haciéndome sentir rico, poco a poco empezó a subir por abajo de mi falda y cuando llego a la mitad de mis muslos le quite la mano, el simplemente con la otra mano me tomo descaradamente de uno de mis senos y me empezó a besar el cuello, yo no supe que hacer y lo deje ya que me hizo estremecer con el solo contacto de su mano en mi seno, me retorcía y apachurraba mi teta en forma exquisita, de pronto abrió un botón de la blusa y metió su mano botando mi brasier, me acaricio totalmente mi pecho, me retorció mi pezón muy rico y empezó a cambiar su mano en mis senos mientras seguía besándome atrás de mi oído y el cuello, instantes después me abrió totalmente la blusa y me los empezó a besar, de pronto metió su otra mano entre mis muslos por debajo de la falda abriéndomelos y me toco mi panochita descaradamente, sobre mi panty, era la primera vez que alguien me la acariciaba, me hizo estremecer e instintivamente trate de cerrar las piernas cosa que no conseguí, el me froto y me froto por encima de mi panty, pero no se conformo con eso, primero hizo a un lado mi panty y me empezó a meter un dedo y después dos y luego no se cuantos, me estaba haciendo rabiar de placer. Sacaba sus dedos y apachurraba mi clítoris en forma salvaje y muy fuerte y poco a poco me iba bajando la pantaleta y abriendo mis piernas para tener mejor acceso a mi puchita como el se estaba refiriendo a mi vagina.
El saco la cara de dentro de mi blusa y tomo mi mano, me la puso sobre su pene por encima de su pantalón, ya se lo había sentido muchas veces en el metro pero era la primera vez que lo tocaba totalmente con la mano, nunca había yo sentido un pene, era tan duro, yo se lo acariciaba y mientras el seguía manoseándome mi cosita a placer y dedeándome, el dijo espera, se desabrocho el pantalón y se lo saco totalmente, era tan grande para mi que me impresiono muchísimo y sobre todo porque nunca había visto uno, Mario me mostró como quería que se lo acariciara, dijo mueve tu mano de arriba a abajo sujetándolo fuertemente, yo lo obedecí hipnotizada por esa enorme verga (realmente era grande media como 20 centímetros y para mi era gigantesca), a estas alturas Mario me había ya bajado las pantaletas hasta en medio de mis muslos y estaba tan estirada que me lastimaban porque estaba yo totalmente abierta de piernas, el seguía deleitándose con el manoseo de mi panochita.
De pronto dijo tómalo con la boca a lo que yo le dije lógicamente que no, pero el insistió una y otra vez hasta que haciendo caso omiso a lo que yo le decía me tomo de la nuca y me condujo hacia su verga, sentí como se me pego su cabezota en mis labios y dijo abre ya la boca puta yo no tuve mas remedio y le obedecí, la metió dentro de mi boca tan de golpe que casi me vomito porque la introdujo muy adentro y yo nunca había visto o tocado una verga mucho menos mamado y no tenia experiencia en nada a lo que sexo se refiere, me dijo chupala ya putita eso es lo que querías no, yo como pude empecé a succionarla aunque sentía asco de lo que estaba haciendo, Mario decía incoherencias sobre que yo era putisima, mientras yo se la mamaba el me coloco mis manos, una para que le sobara las bolas y la otra para que le siguiera con el sube y baja en la mitad de su verga que estaba fuera de mi boca, así me tuvo como 10 minuto mientras me decía mama puta mama, me empezó a jalar la falda hacia arriba me la quería enrollar en la cintura y cuando lo consiguió me metió la mano por entre mis nalgas tratando de dedearme mi ano, cosa que consiguió sin mucho esfuerzo ya que los tenia empapados por mis jugos de la vagina, fue muy doloroso para mi pero a Mario no le importo, esto se le facilitaba ya que estaba yo inclinada hacia el mamandole la verga, ya me dolían las mejillas cuando me la saco y me ordeno lamerla únicamente con la lengua, así me tuvo otro buen rato hasta que me obligo a mamarsela de nuevo, yo sentía un sabor salado en la boca junto con algo vizcoso y sentía como esa verga vibraba dentro de mi boca, de pronto me sujeto de la cabeza y me empezó a bombear esa vergota dentro de mi garganta, fue inevitable, de pronto sentí un chorro de liquido caliente y viscoso inundando mi garganta el ordenaba trágatelo putita trágatelo todo, cuando por fin termino me la saco y me obligo a lamérsela otra vez con la lengua y los labios hasta que quedara bien limpia, yo estaba que me moría del asco y casi me vomito ahí mismo.
Cuando termine de lamerla y el estuvo satisfecho su enorme verga se había reducido notablemente, me enderecé y que vergüenza, había un individuo justo en la fila siguiente volteado totalmente hacia nosotros como a medio metro viéndome con lujuria y yo con la falda enrollada en la cintura y mis pechos al aire, Mario ni se había inmutado y quien sabe que tanto vio, Mario aun trato de quitarme totalmente las pantaletas lo cual no le permití, me dolía la vagina y el ano por la forma tal fuerte en que me había dedeado, me arregle la ropa, Mario me dijo vamos a un hotel para que te coja por todos lados putita, pero esta vez no me pudo convencer y menos porque el individuo del cine nos siguió hacia el exterior y pude ver su cara de lujuria cuando estábamos afuera.yo estaba super arrepentida de lo que había pasado y asqueada así que le pedí que me llevara a la escuela ya que yo tenia clases por la tarde también pero toda la tarde me la pase pensando en lo que había echo.
A la salida Mario estaba ahí, esperándome en un coche que quien sabe donde saco, dijo vine por ti para llevarte a tu casa, en el camino el empezó a insistir que fuéramos a un lugar donde estuviéramos solos y yo no quise hasta le dije que si seguía insistiendo me bajaba, así que enfilo hacia mi casa, antes de llegar se estaciono en una calle junto a un parque y sin decir nada se volvió a sacar esa enorme verga y me la mostró nuevamente yo no pude quitarle los ojos de encima era tan grande la tenia tan hinchada y gruesa además en el cine no la pude distinguir tan a detalle como aquí, la tenía negra , muy larga, gruesototota y las venas iban por todo el tronco de su verga, en la punta una cabezota roja y babeante, el empezó a decir, a poco no te gusto mamar verga, si se nota que te encanta mamar, además con esa boquita para que otra cosa podrías usarla, no puedes negar que es de mamadora, así me dijo muchas palabrotas mientras yo no atinaba a que hacer o que decir, nuevamente me pidió que se la mamara a lo cual volví a negarme pero ahora solo meneando la cabeza, el me volvió a obligar a inclinarme hacia el, repitiendo la historia del cine, mientras se la mamaba el decía que se notaba que yo era bien puta y que era fácil saber que me encantaba que me abrieran de patas, cosa que no era cierto (por lo menos hasta ese momento) se la mame hasta que volvió a terminar en mi boca, solo que ahora parte de su semen me lo hecho en la cara.
Después de eso me llevo a mi casa donde en la puerta todavía tuvo el atrevimiento de sobarme las nalgas y mi vagina, Mario no dejaba de decirme puta, yo no entendía como era posible que hubiera permitido que me hiciera eso y dos veces en el mismo día, yo provengo de una familia bastante moralista y educada, jamás había dejado que alguien me manoseara siquiera.
La siguiente vez que lo vi. a solas , fue un sábado y ya no pude resistirle así que termino llevándome a un hotel donde me cogio como le vino en gana, me puso en muchas posiciones, muchas de las cuales resultaron hasta humillantes para mi y siempre insultándome diciendo que era yo bien puta y que necesitaba estar abierta de patas con una verga adentro para ser feliz, me desvirgo en forma salvaje y no conforme con eso también me poseyó por el ano lo cual me dolió tanto que hasta llore cuando me estaba penetrando, no fue algo placentero ya que forzó mi entrada, no lo hizo con cuidado solo me unto mucho lubricante con un par de sus dedos, una vez que metió la puntita me la encajo casi de golpe, hasta que sentí que me llegaba al fondo pero aún quedo parte afuera, el no paro de empujar y de moverse hasta meterla totalmente, ahí la dejo un instante y después me bombeo en forma salvaje su verga dentro de mi colita al grado que pensé que me iba a romper por dentro, cuando finalmente se vino y me la saco, sentí que estaba yo abierta por dentro, sobra decir que acabe llena de sangre en mis partes mas intimas tanto en la vagina pero sobre todo en mi ano.
Yo seguí con mi novio, pero cada sábado aquel individuo saciaba sus mas bajas perversiones con mi cuerpo, incluso me rasuro totalmente la vagina ya que el gozaba viendo por los espejos del hotel como me introducía su verga, siempre me la metía por la vagina el ano y mi boca y yo no sabia como decir no, el ejercía algo sobre mi a lo que no me podía resistir y siempre me arrepentía de lo que hacia, ya que Mario me seguía cayendo mal, a fuerza de tanto mamar empecé a perder el asco y acabe tomándole gusto al semen, empecé a aprender como dilatar mi ano y disfrutar cuando me metía la verga por ahí y a las palabrotas ofensivas que el me repetía cada vez que estaba cogiendome.
En los trayectos, casi siempre que se podía me manoseaba abiertamente en el metro o metía su mano por debajo de mi falda tocándome la vagina o las pompis para que otros hombres nos vieran, Mario decía que era para que vieran que yo era bien puta y que el era quien me bombeaba mientras yo me moría de la pena, por supuesto mi novio jamás se entero.
Saludos desde Venezuela...
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