Patricia, con consolador siguieron entrenando mi ano.
Ese sábado nos fuimos temprano al hotel, yo había estado con mi novio el jueves pero sólo una vez, entonces pasó a recogerme el sábado a las 7:00PM y directo al hotel, la idea era cenar y todo en la habitación.
En fin llevé mi uniforme de colegiala. Llegamos y mientras el pedía unos tragos fui al baño a cambiarme. Salí con mi uniforme y mi novio estaba comiéndome con los ojos.
Entonces me senté en sus piernas, muchos besos por todas partes y el a meterme mano, le gusta eso, verme en falda y meterme mano, a mi también. Besos y besos y caricias en mi sexo de lo más rico. Estaba totalmente húmeda.
Luego el me muestra un vibrador anal que compró, me asusté y excite al mismo tiempo. Como mi primera experiencia anal fue tan dolorosa, habíamos acordado que el me iría abriendo poco a poco, antes de volver a intentar con el pene.
La sola caja del aparatito es para excitar a cualquier hombre, una chica de lo más linda con un vestido corto y medio inclinada mostrando el culito. En fin, es rojo de goma y tiene un motorcito dentro, mide como unos 12 ó 14 centímetros de largo, pero de diámetro tiene una pulgada (así dice la caja) (por eso me asusté), además tiene forma de pene y una base ancha como para que no pueda meterse completo, abajo un botoncito para hacerlo vibrar.
El me dice “la clase de hoy es práctica, te voy a abrir más ese culito”, luego sigue “más adelante cuando te acostumbres a esto entonces me toca a mi”, yo le digo “amorcito, pero no puedes comparar el grueso de esto con tu cosa” el dice “bueno, pero es que crees que no quiero darme el gusto de terminar de abrirte”, no dije nada pero pensé “porque a veces los hombres son así, como sádicos”, lo peor es que me excita mucho la idea y el comentario, en fin con lo que me han contado hoy por hoy me doy cuenta que no es mi novio, si no que a todos les gustan esas cosas.
Entonces me dijo “anda y lávalo con agua y jabón” a el le gusta como ponerme expectante, fui al baño y lo estoy lavando y para mi pensaba “hay Diosito que no me vaya a doler mucho” pero lo deseaba.
Luego en la cama comenzamos un 69, ese hombre lame, chupa, mueve esa lengua y los dedos que me hace venir tan rico, una y otra vez, me hizo acabar 3 veces en un momentito, yo se lo mamaba a el pero no lo pajeaba mucho, sólo chupaba, no quería hacerle mucho para que aguantará bastante.
En fin, me pone lubricante en el ano y comienza a pasarme la punta del consolador, se siente rico, el sigue chupa que chupa, lame que lame. Yo estaba a mil, y en eso lo empuja dentro de mi culito, me duele un poco, pero sólo ha metido la cabecita, de pronto empuja más y ayayay un dolor intenso, agudo, siento como si me está rompiendo algo, no digo nada pero con la manito tomo la de el como para que pare, el sigue empujando, le dijo “no papito, no que me duele” entonces me dice “aguanta un poquito” decirme eso y yo ponerme nerviosa fue lo mismo. Con los nervios me contraigo y allí fue mucho peor. Como me ardía el culito.
Pero este sádico me lo empuja más y digo de nuevo “no papito, no” entonces siento como me está abriendo aquello. Trato de soltarme pero el me sostiene con fuerza. Dice “un poquito más, ya está, tranquilita” entonces me quede quieta. Me calme y digo a mi misma “qué pasa tranquila que no es nada malo”. Respiré profundo para relajarme y aunque todavía dolía un poco no era tan intenso, en ese momento me duele pero a la vez me gusta lo que está sucediendo.
Luego el comenzó a moverlo lentamente, sacándolo un poco y volviéndolo a hundir. Lo sentía súper caliente, supongo que por la fricción, trataba de mantenerme relajada para evitar apretar el culo. Así le hizo varias veces, muy lento, pero mi culo iba dilatando y tolerándolo mejor.
El no lo había clavado completamente, supongo tendría unos 3 centímetros o más fuera, entonces, lo hundió hasta el tope, esta vez me dolió pero en lo profundo, fue una punzada interna. Eché nuevamente la mano hacía atrás, pero el la quitó con su otra mano, incluso de forma un poco ruda.
En ese momento me dieron ganas de llorar, no tanto por lo que dolió, que no fue poco, pero tampoco una tortura, si no por el sometimiento en el que me encontraba. Entonces me puse a llorar como una bebita. La verdad es que no era para tanto, lo que pasa es que soy muy consentida, en casa en primer lugar y también por el. Luego, no estoy acostumbrada a ese sometimiento. Luego el saca el consolador, cuando terminó de salir me dolió bastante la entrada.
En fin el deja que me relaje y dice “anda mama un poquito” yo le digo “déjame ir al baño a lavarme la cara” el dice “no, ponte a mamar” entonces comencé a hacerlo, el empieza a lamerme de nuevo, pienso para mi “no quiero que me haga nada” pero de todos modos seguimos. De pronto, será que soy masoquista o no sé que, pero comencé a excitarme, no hacía ni un minuto estaba llorando y luego siento tan rico, siento ese culito ardiendo, pero nada, me vengo a todo tren, comienzo a gemir y a moverme como una maquinita.
Que rico ese orgasmo, fue una sensación nueva para mi, pasé del dolor al placer en un 2 x 3, de sentirme “que sádico como me somete así” a pensar “Que rico que este sádico me someta”. Entonces seguí mamando ahora si ese mete y saca en mi boca, juro que me lo hubiera tragado todo si pudiera. El con lo excitado que estaba se viene completito en mi boca, muy abundante. Le doy un par de besitos en la cabecita para hacerlo temblar.
Luego nos quedamos quietitos. Me fui al baño a tomar una ducha, lavarme la carita que llena de lágrimas, saliva y semen. Cuando el agua pasaba por mi culito me arde un poco, recordándome lo que acababa de suceder
Me dolió, es verdad, pero pienso tengo que poner de mi parte si quiero hacerlo y ya luego no dolerá así. En ese momento tuve sensaciones y deseos cruzados, pero me gustó lo que pasó y quede con ganas de más.