Patricia aprendiendo a mamar.

La verdad yo era bastante inexperta en el sexo, no era virgen, pero este era apenas el 2do hombre con quien había estado, el primero, no me hacía sentir intensamente, era inexperto como yo y digamos que no explotaba todo mi potencial, pero con este novio nuevo todo era diferente.

La 2da vez que estuvimos juntos, el quería hacer el 69, yo sabía como era pero nunca lo había hecho, entonces el me dijo “siéntate sobre mi cara”, yo de torpe me senté como quien se sienta en una silla, el me dice “así no niña, así” y me acomodo en la posición.

De pronto comenzó a besarme los muslos y acariciarme la cola, yo estaba temblando, nunca lo había hecho antes, fue subiendo por uno de los muslos hasta que llego a mi sexo, cuando me pasó la lengua sentí como electricidad, pensé este hombre es medio pervertido, pero me encantó, comenzó suave y alternaba metiendo la lengua, parecía que me derretía por dentro. Pero yo no estaba mamando, entonces en esa posición tenía aquel pene totalmente parado frente a mi cara, era mi vista, el pene que parecía que iba a reventar. De placer yo cerraba los ojos, pero cuando los abría tenía el pene al frente.

Entonces el me dice “anda, dale” yo digo “que le de a que” (tal vez no fueron las palabras exactas pero tu entiendes) el responde “al pene”, entonces pensé que quería que lo masturbara. Comencé a acariciarlo suavemente, me gustó en especial agarrarle los testículos, es como algo gracioso, me recuerda esos juguetitos para el stress, luego, pajeandolo un poco. El estaba disfrutando y yo ni se diga. Entonces el vuelve y dice “anda mi amor no te hagas de rogar” pero yo no entendía, lo juro, entonces digo “qué, que pasa” el dijo “bueno, que me lo mames un poquito, no me lo vas a mamar?” me quedé fría, yo sabía que la gente lo hace, pero uno no sabe bien que es verdad y que cosas son de películas, prostitutas y eso. No pensé que me tocaba a mí hacerlo tan pronto.

No hice nada. El volvió “anda mi amor, que pasa” y con una mano me empujó un poco la cabeza hacía su pene, entonces quise complacerlo, pero cuando lo vi de cerca me dio un poco de asco y además no estaba clara de cómo hacerlo.

Entonces le dije “es que nunca lo he hecho, no sé como se hace” pensé se iba a decepcionar un poco de mi, pero todo lo contrario, a los hombres como les gusta una novata, no sé, creo que les gusta la idea de amoldarla a una a todas sus ociosidades. Entonces el me dijo que me enseñaba después y siguió mamándome hasta que me hizo acabar.

Me acostó boca arriba en la cama, me penetró y comenzó a bombearme, me gustó pero no me vine nuevamente, el dio un ratito, estaba muy excitado y se vino pronto. Me dolió un poco porque tenía tiempo que no lo hacia, es decir, lo había hecho el amor una vez con el la semana anterior, pero antes de eso nada desde hacia meses, además antes no lo había hecho muchas veces. Esas primeras veces me quedaba doliendo y sangrando un poco.

A la siguiente vez que estuvimos juntos, entonces vino la clase de cómo mamar.

El me dijo que tenía que aprender, que yo le gustaba mucho y todo eso, pero que necesitaba que me soltará, porque a el le gustaba mucho el sexo oral y que por supuesto quien mejor que su novia, me dijo que un hombre no busca por fuera lo que le da su pareja.

Me preguntó que porque no quería. Entonces le dije “es que me da un poquito de asco” el dijo “yo no te tengo asco a ti verdad, te gusta lo que te hice” yo dije “si claro” entonces el continuó “entonces no crees que es igual” dije “si, pero es que no sé” entonces el dijo “bueno, eso se aprende, no te gusta aprender” me explicó “imagínate que es una chupeta o un helado, lo vas a chupar sin morderlo” me estaba explicando y ya lo tenía parado, ahora mismo no recuerdo en que posición comencé, creo que el se acostó boca arriba.

Cerré los ojos y abrí la boca y metí la cabeza, empecé a moverme metiendo y sacando de mi boca, pero entonces lo maltraté con los dientes, el dijo “cuidado con los dientes, me estás aporreando” entonces me lo saqué y dije “vez que no sé hacerlo, vamos a dejarlo así” el dijo “no, no seas tramposa, tienes que aprender” metió el dedo en mi boca y me dijo “has así, como un túnel con los labios”.

Entonces volví, agarré el pene con mi derecha, metí la cabeza en mi boca chupando con los labios, sólo chupaba la punta y luego metí un poco más. Sentí su sabor en mi lengua, no es que tenga mucho sabor pero se siente algo, también de pronto sentí que había botado un liquido, eso si tiene sabor, entonces me dijo “ahora bordea con la lengua la cabeza, tal como un helado” así lo hice, el respiraba muy fuerte.

Entonces me puso en posición de 69, arranco su rutina de besos y caricias por los muslos y yo mamando con lo que había aprendido. Cuando el comenzó a mamarme a mi enseguida me puse a mil y comencé a mamar mejor, me lo metía más adentro, me lo metía adentro y luego iba hacia fuera succionando muy fuerte, me acorde de una chica que decía que para mamar bien, una tenía que chupar como si quisiera tomarse una merengada de mango (que es muy espesa) por un pitillo (pajilla) muy angosto, se lo chupaba duro. Claro, de cuando en vez el decía “cuidado con los dientes” porque sin querer lo maltrataba.

Ese hombre comenzó a moverse, entonces paré un poco porque pensé me va acabar en la boca y eso si que no lo quiero (no es que sea algo malo, pero tener en mente que era mi primera mamada) entonces el dijo “tienes que seguir” y yo volví a mi tarea, pero en ese descansito que tuve, mi excitación (recuerda que el me mamaba a mi) me llevo al orgasmo y tuve que sacarlo de mi boca porque no podía de lo intenso que yo estaba sintiendo, pensaba que lo iba a morder. En ese entonces no sabía, ahora cuando me pasa eso, chupo duro sin moverme y compensa un poco mi desesperación, ahora si siento demasiado, bajo a lamerle las bolas, o sólo me quedo allí con el pene como almohada y luego que se me pasa la intensidad sigo.

Luego, me puso en 4 patitas, me dijo “en 4” yo como siempre medio apendejada no entendí a la primera, entonces el dijo “así como una perrita”, empezó a darme y con una mano me acariciaba en clítoris, me vine de lo más rico. En ese tiempo yo acababa, pero no gritaba, sólo gemía muy suave.

Entonces me puso acostaba boca abajo, cerró mis piernas y le daba así, me gustó porque no llegaba muy profundo pero se siente muy apretado. Al principio, en ciertas posiciones, me dolía cuando iba muy profundo.

De pronto lo sacó, se quito el preservativo y acabo sobre mis nalgas y espalda. Me dio un poco de asco, pero nada del otro mundo.

Voy a confesar algo que no lo sabe ni mi novio, bueno, fui al baño para tomar una ducha, el se quedó en la cama, entonces probé un poco de semen, tenía curiosidad pero de un poquito, no una acabada completa. Tampoco quería que el me viera así tan desatada.

Espero que te haya gustado, si es así, déjamelo saber con tu comentario y luego te cuento más de cómo seguí aprendiendo.