Entrando por el carril de peaje del corredor Blanc baja la ventanilla para pagar con un billete de 50 balboas, entonces el encargado le pone una cara de lastima al pedirle por favor, no tiene un billete de dominación más q¿pequeño para cambiarselo, Blanc pone ojos llorosos al correrse un poco la falda jeans al levantar una pierna al mostrar el regalito oculto sensual de ella. Cayendo en la imaginación igualmente en pensamiento eróticos como morboso el encargado le dice no se preocupe señora yo le pago este pase de mi bolsillo quedando Blanca feliz agradeciendole que gentil es conmigo con maravillosos y decentes personas como usted, me enorgullezco de sentirme cien por ciento panameña adios, andando al decir Blanc otra vez, el muy bobo se la trago y me ahorre gastar en el corredor para circular hacia mi trabajo riendose a carcajadas la euforica como bandida hasta sagas finalmente genial Blanc que se salió otra vez, con la suya al ahorrarse el dinero que gana con mucho sudor y esfuerzo desol a sol en la universidad.